Testigo ratifica cómo mataron a la niña Noelia Ayala

Padres de familia hicieron vigilia en el Juzgado.Apedrearon el bus donde estaban los pandilleros y despidieron con aplausos a la valiente Moira por sostener la verdad.

image • VECINOS • La protesta en las afueras del juzgado.

Declaración



La Razón

La joven que presenció la violación y asesinato de Noelia Ayala Fuentes prestó declaraciones ante el Juez Instructor Cautelar de Vinto y ratificó su acusación contra tres integrantes de la pandilla Los Californianos, y reveló que tiempo antes fue novia de uno de los autores del horrendo crimen.

La audiencia se llevó a cabo la tarde de ayer en el juzgado de Quillacollo a puerta cerrada y en medio de fuerte resguardo policial, por la presencia de vecinos que se aglutinaron en puertas de la institución buscando hacer justicia por mano propia.

Vicky (nombre ficticio de la testigo) ratificó las primeras declaraciones y reconoció a Silvio Alejandro Vera García (19), El Chivo; Wilson Arias Ramos (17), El Willow; y Marcelo Alejandro Terceros (19), El Vampirín, como los autores de la violación y asesinato de Noelia, hecho que ocurrió la noche del martes 3 de marzo, cuando ella cumplía 13 años.

Detalló cómo la mataron. Noelia fue víctima de golpes hasta quedar inconsciente y luego los tres jóvenes la violaron sexualmente hasta terminar con la vida de la menor, quien se defendió hasta que perdió las fuerzas.

Se conoció que Vicky fue enamorada de Miguel Muñoz, él habría llevado a rastras a Noelia hasta el lugar del crimen; reveló que estaba acostumbrado a ser el primero y luego entregarlas a sus amigos, también dijo que conoció a otras personas que sufrieron el mismo ataque en la región de Colcapirhua.

Días antes, la joven fue hasta el lugar del crimen con los investigadores y en el sitio ubicado detrás de la Aduana se encontró algunas pertenencias de Noelia, lo que apoyó sus declaraciones. Los abogados de los padres de Noelia piden 30 años de cárcel. Redacción Cochabamba

Testigo de muerte de Noelia ratificó su declaración ante juez

Padres y madres de familia hicieron vigilia en el Juzgado. Golpearon al abogado de uno de los sindicados, apedrearon el bus donde estaban los tres pandilleros y despidieron con aplausos a la valiente Moira por sostener la verdad.

Opinión, Cochabamba

Darynka Sánchez A.

Moira llegó al Juzgado de Quillacollo vestida con una gorrita y ropa oscura. Pasó desapercibida. Al salón donde le tocó contar sus padecimientos y los de Noelia, el pasado 3 de marzo, sólo dejaron entrar a los abogados de los sospechosos, al abogado de la familia Ayala, al Juez de Vinto, a la fiscal y al padre de la menor asesinada.

Los abogados de los presuntos pandilleros se atrevieron a solicitar que sus defendidos ingresen al salón para presenciar la declaración de Moira.

Con buen tino y sensibilidad, el juez Wilford Garvizú resolvió que los tres imputados, Silvio Alejandro Vera García alias “El Chivo”, Wilson Arias Ramos alias “El Willow” y Marcelo Alejandro Terceros alias “El Vampirín”, escuchen la declaración de Moira, desde una habitación contigua, para evitar que la intimiden al mirarla.

La joven reveló que fue enamorada de Miguel Muñoz, su vecino en un barrio ubicado cerca de la Aduana Nacional. Sin embargo, sostuvo que éste se tornó violento cuando ingresó a la pandilla Los Californianos y que comenzó a someterla a la fuerza, a agredirla, a amenazarla con lastimar a sus seres queridos, llegando al punto más alto de humillación y maltrato a una mujer, que fue el permitir que sus amigos la violen sexualmente delante de él.

Por años, Moira soportó esa situación, dominada por el terror de que su pequeño hijo y su hermana menor, también fuesen vejados sexualmente por la pandilla. Sin embargo, la violación múltiple y muerte de Noelia la traumatizaron tanto, que rompió el silencio y se atrevió a llamar a la familia para decirles que ya no buscaran a la niña, que ya estaba muerta.

No se retractó

Moira ratificó cada uno de los detalles publicados por este medio hace dos días. No se retractó de ninguna de sus declaraciones, contó nuevamente que el 3 de marzo de 2009 retornaba a su casa a las 19:00 horas, cuando vio a seis integrantes de Los Californianos, entre ellos su ex enamorado Miguel Muñoz, llevar hacia la acequia a una adolescente, que tenía el brazo doblado hacia atrás y era jalada de los cabellos.

Moira siguió al grupo, pero los pandilleros se percataron de la presencia de Moira y la obligaron a ir con ellos. Silvio Alejandro “El Chivo” abusó de ella. Luego, mientras Moira era retenida por los otros pandilleros, El Chivo golpeó a Noelia en las sienes y en la nariz para dejarla indefensa. La menor cayó al suelo y allí fue pateada en el vientre, hasta que quedó sin aire. Fue vejada por los seis integrantes del grupo, uno a uno.

Después, la testigo fue conducida hasta su casa por el sexto pandillero, del que hizo un retrato hablado porque desconoce su identidad. En el trayecto fue amenazada para que no abriera la boca sobre lo que presenció. Ella cree que no fue asesinada junto a Noelia, porque Los Californianos la conocían y confiaban en su silencio, luego de haberla amedrentado durante varios años.

El rimmel

Junto a los investigadores policiales y del Ministerio Público, hace pocos días Moira fue hasta el lugar donde ella y Noelia fueron vejadas, detrás de la Aduana Nacional, para identificar la escena del crimen. Durante la inspección, encontró un rimmel de pestañas que le pertenecía y que había perdido el 3 de marzo.

La testigo contó que el rimmel lo había comprado poco antes de extraviarlo. Los investigadores le preguntaron dónde lo adquirió y en ese instante se dirigieron hasta el puesto de venta en Quillacollo, donde la vendedora confirmó que la joven le había comprado el producto en la fecha señalada. Este “detalle”, permitió a los investigadores verificar que la versión de Moira es auténtica y descartar que la historia relatada sea un invento, en venganza por la separación de su ex enamorado.

Moira dijo que al margen de los abusos que sufrió ella misma, conoce que la pandilla también tiene otras víctimas. Entre ellas, mencionó a una adolescente de Colcapirhua.

Vigilia

Padres y madres de familia se reunieron a las puertas del Juzgado de Quillacollo, con fotografías de la menor asesinada, pancartas en las que pedían justicia para Noelia y protestaban contra las pandillas. La abuelita paterna de la menor, Marina Suárez, temblando de dolor pidió que las autoridades hagan justicia y contó que no tiene paz desde el 3 de marzo y que sigue esperando en su casa la llegada “de la más querida de sus nietas” para cortarle su cabello. “Ella venía a decirme: abuelita tus manos son benditas, mi cabello me crece más cuando tú me cortas, era mi niña amada, cariñosa, tierna, sana, ayúdennos por favor, ahora tengo miedo hasta de mandar a la tienda a mis nietos porque quizás ya no vuelven”, sostuvo llorando.

Golpes y piedras

Los abogados de los pandilleros, identificados por la multitud como Pedro Barbery Jalil, Cristian Parrado y un tercero no conocido, fuero abucheados e insultados cuando ingresaron al Juzgado. “¿Por qué defienden a los asesinos violadores? ¿acaso no tienen hijas? ¿acaso no nacieron de una mujer?”, cuestionaron las mujeres.

Antes que la audiencia comenzara, uno de los abogados salió a su oficina, ubicada al frente del Juzgado y fue zarandeado por la multitud. La Policía tuvo que intervenir. Luego de más de dos horas de escuchar a la testigo y de someterla a un interrogatorio (de abogados y Fiscalía), el juez Garvizú dio por terminada la audiencia y ordenó la salida de los imputados.

Estos, salieron del garaje del Juzgado a bordo de un bus de Régimen Penitenciario, en medio de insultos, pedradas, estallidos de cohetes y pedidos de pena de muerte. Pocos minutos después, salió Moira en un vehículo blanco, custodiada por cuatro personas que la protegían de que familiares de los pandilleros o integrantes de Los Californianos vieran su rostro.

La gente hizo un túnel para garantizar su paso y la despidió con aplausos. Algunos familiares de Noelia reaccionaron molestos porque algunos camarógrafos enfocaron sus cámaras al vehículo de Moira y temían que imágenes de su rostro sean difundidas a través de la televisión, poniendo en riesgo su vida. Decenas de personas se quedaron en la puerta del Juzgado a la espera de que los abogados salgan, para golpearlos. La Policía de Quillacollo, con refuerzos del PAC y UTOP, permanecieron allí para darles seguridad.

En las próximas horas se espera que los otros dos pandilleros denunciados por Moira, Miguel Muñoz y Benito Rocabado, sean aprehendidos en los cuarteles de Santa Cruz y La Paz, donde se presentaron recién.