El testigo clave «el viejo» tiene un amplio expediente policial

Ignacio Villa Vargas tiene un amplio prontuario delictivo en Santa Cruz.

Vice de Blooming fue garante en el hotel Las Américas. Luis Hurtado Vaca pagó el hotel de la célula de Rózsa. Lucio Áñez enfrentó a García Meza

image



Detención. Ignacio Villa Vargas, alias ‘El Viejo’, cuando era conducido a las celdas de la PTJ en abril de 2001

El Deber

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Ignacio Villa Vargas, el hombre al que la Fiscalía de La Paz apoda como ‘El Viejo’ y que asegura que es el testigo clave de su investigación, tiene un amplio prontuario delictivo en Santa Cruz. En 2001 fue detenido acusado de estafar a 12 personas.

Según Rolando Fernández, entonces comandante de la Policía Técnica Judicial, Villa Vargas estaba involucrado en “una organización nacional que falsifica visas al extranjero, particularmente a Estados Unidos. Es un sujeto que estaba siendo buscado desde hace seis meses por las denuncias que datan desde el año pasado”, dijo en ese entonces a EL DEBER.

En las investigaciones se descubrió que Villa Vargas tenía su oficina en Montero y que había estafado a unas 200 personas, a las que les sacaba distintos montos por ‘su trabajo’.

El testigo clave de la Fiscalía en el caso de supuesto terrorismo fue hallado en 2001 en poder de unos 120 pasaportes. Registraba antecedentes policiales en los años 81, 85, 90, 98 y 2000 pero su prontuario creció en los últimos años. Fernández dijo que el sujeto salía libre porque tranzaba con las víctimas, que en su momento desistieron de la acción penal.

Para ese entonces Villa Vargas era conocido en la zona de Barrio Lindo como ‘Motosierra’, “porque tumbaba a medio mundo”, recordó uno de sus vecinos.

Villa Vargas volvió a caer en 2003, pero por estar vinculado a una banda de atracadores de vehículos. Junto a dos cómplices fue enviado a Palmasola luego de que la Policía recuperó tres motorizados que estaban en su poder.

Villa guardaba los autos y vagonetas robados en un garaje de Cotoca, donde también allanaron un taller que trabajaba con la banda.

Villa Vargas reside en Cotoca, donde tiene un mandamiento de apremio vigente por denuncias múltiples de estafa. Actualmente tiene 51 años y padece una grave enfermedad.

Autopsia a Rózsa indica que recibió siete disparos

Un adelanto de la autopsia que el Instituto de Investigaciones Forenses realizó sobre los cuerpos de Eduardo Rózsa Flores (boliviano, húngaro y croata), Árpád Magyarosi (rumano y húngaro) y Michael Martin Dwyer (irlandés) confirmó que las tres personas abatidas en el hotel Las Américas el 16 de abril murieron por múltiples impactos de bala.

Según el informe, que circuló en los medios de comunicación, pero que, según la Fiscalía de la ciudad de La Paz, aún no ha sido entregado oficialmente, los hombres recibieron entre seis y siete impactos de bala cada uno.

El más afectado fue Eduardo Rózsa Flores, que falleció por traumatismo craneoencefálico. Presentaba un disparo en la cabeza, dos en el pecho y cuatro en el estómago. En el informe también se apuntó anemia aguda (se desangró) y shock hipovolémico (pérdida severa de sangre y líquido que provoca que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo. Este tipo de shock puede hacer que muchos órganos dejen de funcionar).

Magyarosi y Dwyer también se desangraron hasta morir producto de los disparos. El irlandés recibió siete disparos, mientras que el rumano-húngaro murió a causa de seis balazos en el pecho y el abdomen.

El ex compañero de armas de Rózsa Lazlo Elías considera que es casi imposible que a un hombre en movimiento le acierten tantos disparos con tal precisión, por lo que duda que haya habido enfrentamiento, como asegura la Policía.

   Los mencionados  

– Rubén Costas. Ignacio Villa Vargas asegura que habló por teléfono con el prefecto y que éste le ofreció una casa y una hacienda para que se una al grupo. Ahora el testigo clave sufre una supuesta enfermedad terminal que obliga a que un juez lo escuche de inmediato.

– Branko Marinkovic. Lo señalan Villa Vargas y Alcides Mendoza Masaví, que asegura que el empresario y dirigente cívico dio $us 200.000 para la compra de armas a unos argentinos que se fugaron con el dinero. Mario Bruno fue gerente del Comité pro Santa Cruz en la gestión de Marinkovic y Kudelka trabaja en la empresa de su familia, IOL.

– Pedro Yovhío. Villa Vargas asegura que asistió a una reunión donde se encontraba el dirigente empresarial.

– ‘Lucas y Superman’. Tadic y Villa Vargas identificaron a Alejandro Melgar Pereira (abogado empresarial) y a Hugo Antonio Achá (presidente de Human Right Foundation) como intermediarios que siempre estaban en las reuniones, junto a Horacio D’Arruda, Luis Quiroga Ottonello, Mauricio Roca y Edmundo Farah.

– Reclutador. Según las declaraciones de Mendoza, de Gueder y de su abogado, Denver Pedraza, el contacto entre ellos y Eduardo Rózsa lo realizó el general (r) Lucio Áñez. Pedraza añadió que había un Estado Mayor, integrado además por los militares retirados Gary Prado y un coronel de apellido Camacho.

– Contradicción. Costas pasó, en una semana, de ser el blanco de las acciones del supuesto grupo terrorista, junto al prefecto de Beni, Ernesto Suárez, a ser parte de ‘los tíos’ o los financiadores de toda la operación.

Vice de Blooming fue garante de la milicia en el hotel Las Américas

Según dos diputados, Carlos Guillén admitió haberlo hecho

imageAbatidos: Eduardo Rózsa y Micheal Dwyer durante la celebración de Año Nuevo. Ambos murieron el 16 de abril en Santa Cruz

La Prensa

Un parlamentario oficialista y uno opositor confirmaron que el abogado y dirigente deportivo hizo las reservas para que los cinco presuntos milicianos se hospedasen en el lugar donde serían sorprendidos por la Policía y tres de ellos serían muertos y dos capturados.

El abogado cruceño Carlos Alberto Guillén, vicepresidente del club Blooming, no sólo vendió un automóvil Hyundai a Eduardo Rózsa Flores, sino que contrató por cinco días el hospedaje de los cinco integrantes del grupo irregular en el hotel Las Américas y garantizó el pago de todos los gastos en que podrían incurrir los extranjeros, según confirmaron ayer el diputado oficialista Gustavo Torrico y un legislador opositor que pide que no se revele su identidad.

Los presuntos mercenarios Rózsa (boliviano-croata-húngaro), Árpád Magyarosi (húngaro-rumano), Micheal Dwyer (irlandés), Mario Tádic (boliviano-croata) y Elöd Tóasó (rumano-húngaro) se registraron en ese hotel de cuatro estrellas el martes 14 de abril, después de abandonar el hotel Santa Cruz, en el que debían permanecer hasta el miércoles 15, consumo que incluso estaba pagado.

El jueves 16 por la madrugada, un operativo policial terminó en la muerte de Rózsa, Árpád y Dwyer, así como en la captura de Tóasó y Tádic Astorga, quienes permanecen recluidos en aislamiento completo en el penal de San Pedro.

La Cámara Baja formó una comisión investigadora de ese operativo policial y sus implicancias. Los parlamentarios viajaron a Santa Cruz de la Sierra para indagar in situ.

Según el diputado oficialista Gustavo Torrico, Guillén admitió ante esa comisión investigadora haber avalado la estadía de la supuesta milicia en ese alojamiento, porque dijo que no tiene “malicia, fui criado así”.

La explicación del abogado fue: “… Soy muy buena gente, no desconfío de nadie. Y cuando estábamos en el hotel, por si acaso, que si no pagaban, me haría cargo de la cuenta”.

La Prensa intentó comunicarse ayer en tres oportunidades con el abogado. La secretaria de su bufete aseguró que devolvería la llamada, pero nunca lo hizo.

El dirigente deportivo reiteró que Rózsa Flores se le presentó bajo la identidad de Germán Aguilera Roca, a quien vendió el vehículo japonés en 3.500 dólares.

Torrico explicó que, cuando la comisión multipartidaria entrevistó a Guillén, éste reiteró que “Aguilera” lo abordó en compañía del abogado Alejandro Melgar, quien le pidió que ayudara a buscar alojamiento al grupo.

Melgar es sindicado por la Fiscalía de ser una de las personas que canalizaban recursos económicos al grupo y actualmente se encuentra fuera del territorio nacional.

El legislador masista se mostró extrañado y dijo que “resulta poco creíble que un abogado vinculado con la Cainco no conozca un hotel”.

La versión fue confirmada de manera extraoficial por un parlamentario opositor que integra esa comisión investigadora.

“La verdad es que Guillén admitió haber garantizado la estadía de las cinco personas, a quienes dijo no conocer, en ese hotel durante cinco días”.

Guillén goza de crédito en Las Américas, pues es el sitio elegido por el club Blooming para concentrar a su equipo.

Por la noche, el fiscal Marcelo Soza reveló que Guillén nunca dejó de asistir a las reuniones de la célula liderada por Rózsa, por lo que estaba al tanto de todas sus actividades.

Detalles

EN LA HABITACIÓN 334 del hotel Buganvillas, de Santa Cruz, se encontró una mira telescópica y un madero a medio tallar.

ESA PIEZA era objeto de mantenimiento, pues el cielo falso estaba deteriorado y necesita una urgente reparación.

EN EL ENTRETECHO, los albañiles hallaron la mira y la madera, cuya finalidad aún se encuentra en investigación.

LA COMISIÓN de Derechos Humanos de la Cámara Baja espera recibir una denuncia sobre malos tratos a los dos unionistas detenidos la semana pasada en Santa Cruz de la Sierra.

JUAN CARLOS GUEDER y Alcides Mendoza fueron trasladados a La Paz con los ojos vendados y sin posibilidades de orientarse.

A TIEMPO DE SER presentado a los medios, Gueder presentaba una herida en la mano derecha. Era una rasmilladura de unos tres centímetros cuadrados.

EL FISCAL Marcelo Soza pidió que ambos aprehendidos sean beneficiados con medidas sustitutivas a la detención preventiva porque colaboran con las autoridades en las investigaciones de los hechos.

LA COMISIÓN investigadora de Diputados entrevistará hoy en el penal de San Pedro a los detenios Elöd Tóasó y Mario Tádic a fin de tomarles declaraciones y pedirles explicaciones del motivo de su estadía en Bolivia y las acciones que cumplieron en el país.

Guillén admitió ante los diputados investigadores que lo hizo porque es “buena gente”, “sin malicia”.

Guillén prometió apoyo a Rózsa

COMISIÓN • No sólo vendió su vehículo; ofreció también su finca.

La Razón

El diputado Gustavo Torrico informó que Carlos Guillén, propietario del vehículo que se usó en el atentado del Cardenal Julio Terrazas, admitió que se comprometió a cancelar el hospedaje y consumo de Eduardo Rózsa y su grupo acusados de terrorismo, en el hotel Las Américas.

“Del hotel Santa Cruz los llevó al hotel Las Américas, supuestamente a pedido de Alejandro Melgar (identificado por la Fiscalía como financiador del grupo irregular)”, contó Torrico, quien, junto a otros legisladores, recibió la declaración de Guillén en la Comisión Multipartidaria de Diputados, que investiga el caso de terrorismo.

El testigo reiteró ante la comisión que vendió su vehículo a Rózsa; el que resultó ser cabecilla de un grupo de presuntos terroristas, desarticulado el 16 de abril en Santa Cruz.

El diputado Torrico señaló que Guillén tuvo diferentes encuentros con Rózsa antes de venderle su vehículo. Incluso, “un día se fueron a Cotoca (…) y le iba a vender su finca en 70 mil dólares. Se comprometió a pagar el hospedaje y el consumo de ese grupo”, contó el parlamentario.

El legislador anunció que pedirá a la Fiscalía que esta persona sea citada a declarar como involucrado y como un testigo.

Luis Alberto Hurtado Vaca pagó el hotel de la célula de Rózsa

La Prensa

Los diputados de la comisión multipartidaria que investiga el caso de terrorismo señalan a Luis Alberto Hurtado Vaca como una de las personas que pagaron el hospedaje de la presunta célula terrorista.

Uno de los integrantes de esta comisión, quien pidió guardar en reserva su identidad, confirmó el segundo apellido del sospechoso, Vaca, y reveló que éste pagó dos facturas del mencionado hotel Asturias.

El consumo ascendió a unos 70.000 bolivianos y corresponde al periodo comprendido entre octubre y noviembre del año pasado y fue cubierto por el poseedor de la cédula de identidad 2818155, que corresponde a Luis Alberto Hurtado Vaca.

Los legisladores convocaron a Hurtado Vaca para que mañana preste declaraciones sobre el tema ante la comisión multipartidaria que investiga las actividades del grupo en el país.

El presidente de esta instancia legislativa, el oficialista César Navarro, refirió: “Todavía estamos investigando. Nosotros no somos el Ministerio Público para requerir información con carácter coercitivo. tenemos varios datos, pero aún no hemos concluido nuestro trabajo”.

Otras dos facturas fueron pagadas por Rózsa en persona, aunque bajo el pseudónimo de Jorge Hurtado Flores, identidad que prefería usar en Santa Cruz.

Hurtado Vaca es miembro del Consejo de Vigilancia de la Cooperativa de Telecomunicaciones Santa Cruz (Cotas), en cuyo stand se encontró parte del armamento y los explosivos del grupo. Este ingeniero agrónomo es también gerente técnico de la Oficina Regional de Semillas, una institución que coordina labores con la Fundación para el Desarrollo Agropecuario de Santa Cruz (Fundacruz).

La Fiscalía, entretanto, investiga el flujo de llamados telefónicos hechos por el sospechoso, con cuya finalidad ha presentado un requerimiento oficial a la empresa Tigo para que señale con quiénes mantuvo conversaciones durante las últimas semanas.

Hurtado Vaca pudo haber hecho un pago por el hospedaje del grupo en el hotel Buganvillas, donde se tomaron varias de las 58 fotografías que fueron expuestas por la Fiscalía paceña el jueves 30 de abril y que habían sido halladas en el auto comprado por Eduardo Rózsa Flores.

Lucio Áñez enfrentó a García Meza

La Prensa

Siendo general activo en agosto de 1981, Lucio Áñez Rivera y otros oficiales de alta graduación, como Emilio Lanza, Alberto Natush Busch y Mario Oxa Bustos, lograron poner fin a la dictadura de Luis García Meza.

El grupo de generales adujo que eran inocultables los nexos del régimen con el narcotráfico y que había llegado el momento de recuperar la imagen institucional de las Fuerzas Armadas, que habían llegado al poder a través de un cruento golpe de Estado, el 17 de julio de 1980.

Hasta hace unos seis meses, Áñez Rivera se desempeñaba como presidente de la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz, cargo al que renunció y pasó a ocuparse exclusivamente de sus negocios particulares.

El militar jubilado es propietario de un edificio en Santa Cruz, inmueble que administra y vive de sus rentas.

La última actividad política que desarrolló fue su cercanía con la Nueva Mayoría del MIR liderado por Jaime Paz Zamora a fines de los 80.

Hace 28 años, los insurrectos lograron que un triunvirato compuesto por Celso Torrelio, Ramiro Terrazas y Natalio Morales dirija el país. Posteriormente, Torrelio quedaría solo al mando de la nación y éste lo entregó en junio de 1982 a Guido Vildozo.

Los militares “institucionalistas” consiguieron que Bolivia volviera a la senda democrática, logro que se conquistó el 10 de octubre de 1982 con la posesión del binomio Hernán Siles Zuazo-Jaime Paz Zamora, de la Unidad Democrática y Popular (UDP).

<>