«Sólo un 40% de quienes están desempleados continuarán enviando remesas y 25% de los que tienen empleo remitirán un 10% menos del monto que normalmente enviaban a sus familiares», explica el informe del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA)
Necesidad. Miles de bolivianos reciben dinero de forma mensual de parte de sus familiares en el exterior.
«Los migrantes desempleados aún intentan cumplir con sus compromisos» con la familia en sus países de origen, destacó Manuel Orozco, experto de la organización Diálogo Interamericano y autor del informe.
«Están utilizando sus ahorros» para seguir mandando dinero a casa, lo que «va a incrementar su marginalidad» en los países donde viven, advirtió.
El informe fue presentado en Washington dentro del marco de un debate con expertos organizado por Diálogo Interamericano.
La pérdida de empleos, la disminución de ingresos y la desaceleración del movimiento migratorio está empezando a tener impacto entre los migrantes latinoamericanos, y la tendencia se agravará en la segunda mitad del año, explicó en rueda de prensa Natasha Bajuk, coordinadora de remesas del Fondo Multilateral de Inversiones del BID.
Los más afectados por esa caída de ingresos son Haití, Honduras, Guayana, Nicaragua y El Salvador.
Más de 50.000 hogares perderán una porción sustancial de sus ingresos: la pérdida de dinero «totalizará casi 1% del producto interno bruto de dichas naciones».
La tendencia a la caída se inició «en mayo de 2007, se aceleró en 2008 y sigue este año», explicó Bajuk, lo que significa que hubo una estrecha correlación con la crisis.
Y a pesar de las crisis, entre 10% y 30% de la población joven en América Latina sigue pensando en emigrar, añadió.
El monto de las remesas no ha caído, pero sí el volumen de envíos, añadió Sergio Pérez, de la empresa More Money Transfers.
«Nadie ha dejado de cubrir las necesidades básicas de sus familias» por ahora, explicó.
El desempleo entre los hispanos en Estados Unidos, principal punto de origen de las remesas de la región, creció un 2,9% interanual en el último trimestre de 2008, frente al 2% de los trabajadores en general.
Pero la crisis también está provocando tendencias inéditas en el complejo mundo de las migraciones. «Han crecido muchísimo las remesas en ‘corredores’ no tradicionales», explicó Sergio Pérez.
Los migrantes latinoamericanos en España están dispuestos a viajar dentro del país, o por toda Europa, a la búsqueda de trabajo, comentó este experto, algo que no están dispuestos a hacer tanto los propios españoles, con una tasa de desempleo que podría llegar al 20% en 2009.
También se han detectado incrementos de remesas de Canadá hacia Estados Unidos, señal de que los migrantes se desplazan a ese país a la búsqueda de oportunidades y dinero para sus propios familiares en Estados Unidos, añadió Bajuk. (El Deber digital)