Irán y el recalentamiento del mundo

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Irán se muestra en estado de convulsión social después de las elecciones del viernes pasado. Pese a que el ultraconservador Mahoud Ahmadinajad, se ha mostrado triunfalista ante el anuncio de haber obtenido en su reelección un 62,6 % de las preferencias ciudadanas, esto no parece ser en absoluto lo que piensan los miles de ciudadanos iraníes que han decidido salir a las calles en tumultuosas manifestaciones, exigiendo que se repitan las elecciones del viernes pasado, puesto que existen serias sospechas que estas han sido hechas bajo circunstancias de un fraude preparado que habría otorgado la victoria al muy voluntarioso Mahoud Ahmadinajad.

Esto es por lo menos lo que manifiestan las miles de personas que se han volcado a las calles a manifestar su descontento por los resultados eleccionarios, indicando con su protesta que el reelecto presidente no es para nada un hombre apreciado, ni goza de gran consenso.



Lo que temen las personas que esperaban que Ahmadinajad se fuera del gobierno, es que Irán se pueda volver mucho más radical, lo cual se constituye en una gran preocupación no sólo para los iraníes sino también para el mundo, a sabiendas que la visión radical o extremista de este líder del medio oriente está causando graves dificultades por su obstinación de producir energía atómica que se supone que no es precisamente con fines de uso medicinal, sino que muy por el contrario estaría dentro de los planes guerreros que se estarían concibiendo y que de procrear podrían llegar a ocasionar un holocausto sin precedentes en el mundo.

Lo cierto es que muchos analistas opinan que Irán podría volverse más radical después de la elección en la que ahmadinajad acaba de obtener una supuesta pero sospechosa y contundente victoria.

Por lo pronto un gran porcentaje de los ciudadanos se muestra desesperanzado, pues saben que estas elecciones están definiendo la proyección que su país tendrá de aquí en más, la desesperanza que manifiestan nace del temor que tienen de que la política de Irán se vuelva absolutamente ultraconservadora y por lo tanto radical y extremista, generando por tanto un mayor aislamiento diplomático respecto a otros países que observan que Ahmadinejad no tiene reparos en volver a su país más agresivo y con una actitud beligerante y de amenaza creciente, actitud que según algunos analistas surge precisamente del hecho de que la visión política armamentistas y proclive a la violencia ha debilitado interna y externamente al reelecto presidente, pero esto también lo vuelve más peligroso puesto que esta misma debilidad lo inclina a acciones de mayor violencia y agresividad con vistas a seguirse aferrando al poder.

El pueblo y muchos analistas políticos no tienen duda que la elección ha sido amañada y que incluso se podrían encontrar pruebas, pero seguramente que esto seguirá siendo manejado por Ahmadinejad de tal manera que el mundo seguirá en esta loca carrera hacia el peligro de una contienda y de una peligrosísima escalada nuclear.

Desgraciadamente el mundo se está recalentando y nadie se encarga de tomar esto entre manos con la seriedad que el hecho reviste.

Estamos cada vez más lejos de poder imaginarnos un mundo viviendo nuestras vidas en paz.