La industria legal fracasa y la ilícita cosecha «éxitos»

El gobierno debe corregir su política que aisló a Bolivia. Si no lo hace confirmará la sospecha de que es cómplice en el crecimiento de la economía informal y de la ilegal como el narcotráfico.

image Estas mujeres pronto quedaran sin trabajo, su empresa cerrará por falta de mercados.(foto archivo)

Las consecuencias de una desacertada política exterior y de preservación y búsqueda de nuevos mercados,están presentes en Bolivia. Las fuentes de trabajo se reducen dramáticamente y no existe ni atisbos de un plan gubernamental para solucionar esta situación.



El conglomerado de industrias Ametex, ubicado en El Alto, era hasta el momento el que mayor número de puestos de trabajo ofertaba en el país, más de 4 mil y sus productos eran ampliamente aceptados en los mercados internacionales. Muchas prendas de vestir de reconocidas marcas como Raplh Laurent y Polo son producidas por esta industria aunque esto resulte poco conocido.

Su principal mercado era los Estados Unidos acogiéndose a las preferencias arancelarias andinas (Atpdea) que establecía un arancel cero para los productos del país sobre la base de los avances que haya hecho en materia de lucha contra el narcotráfico.

Lamentablemente, esa importante industria hoy languidece debido a que el gobierno no hizo nada para ampliar este régimen preferencial, por el contrario hizo todo para que fuera suspendido, con declaraciones y acciones provocativas que priorizaron sus intereses políticos sobre las necesidades de la economía boliviana.

Son casi 1.600 trabajadores que han quedado cesantes como producto de la pérdida de mercados. No solo se perdió el mercado de los Estados Unidos sino también el de la Comunidad Europea debido a que el gobierno de Bolivia decidió aislarse de las conversaciones que efectuó la Comunidad Andina por razones que no son convincentes y que tienen como premisa también posiciones políticas.

Se los quiso reemplazar con ilusorios mercados en Venezuela, los cuales, a pesar de los rimbombantes anuncios que hizo el gobierno, no han llegado a significar más de un millón de dólares, es decir, una ridícula parte de lo que significan los mercados de Europa y Estados Unidos.

Es claro que las medidas del gobierno acabarán por destrozar el aparato productivo nacional.Tal vez en este punto Evo Morales debiera pedir permiso a su mentor Hugo Chávez, para que le permita seguir su ejemplo, porque queda claro que el gobernante venezolano a pesar de los denuestos que lanza en contra del imperialismo, no se priva de hacer buenos negocios con los Estados Unidos.

Los paliativos que significan los “bonos” no pueden reemplazar de manera alguna a una política económica adecuada. El asistencialismo resulta humillante cuando existe la posibilidad de generar empleos, pero para lograr este objetivo el gobierno debe abandonar los criterios que solo conducen a aislar a Bolivia y acrecentar la pobreza de la población. Si no lo hace se confirmará la sospecha de que el régimen del MAS es cómplice en el crecimiento de la economía informal del contrabando y de la ilegal como el narcotráfico.