Mar: Canciller peruano opina que es “especulación” salida por Arica

El Gobierno no se pronunció ayer. El Canciller es el único que puede hablar al respecto, pero viajó.

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Posición: el canciller García Belaúnde sale del Paladio de Gobierno en Lima, esta semana



La Prensa

El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, consideró ayer “puras especulaciones” la negociación entre Santiago y La Paz de una salida al mar para Bolivia por el norte de Arica. El Gobierno boliviano guardó silencio al respecto.

En una entrevista concedida al Grupo Fides, García Belaúnde reconoció que “acá hay una negociación” entre Bolivia y Chile sobre el tema marítimo.

“Una vez que se pongan de acuerdo —prosiguió el Ministro—, tendrán que consultar a Perú, y ahí opinaremos. Mientras tanto son fuertes especulaciones, son puras especulaciones. Hasta este momento, no hay nada concreto sobre la mesa”.

De inmediato afirmó que la información que poseen la Cancillería y el Gobierno del Perú es que “en el tema de la salida al mar por Arica (para Bolivia) no se ha avanzado” y resaltó que el origen de ese dato es una “fuente muy fidedigna”.

El viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, no quiso hablar del tema y recordó que el único miembro del Ejecutivo para hacer comentarios sobre las relaciones con Perú es el canciller David Choquehuanca, quien viajó a la Cumbre del Alba, en Venezuela, con Morales.

Las fricciones

García Belaúnde hizo esas declaraciones a menos de 24 horas de que el presidente Evo Morales reiterara que Lima perjudicó la negociación entre Santiago y La Paz para dar un corredor al Pacífico a Bolivia por el norte del puerto chileno de Arica.

“Cuando circuló —dijo el Jefe de Estado— comentarios de que habría un corredor (…), el Presidente peruano (Alan García) demanda a Chile reclamando su territorio ante La Haya. Imagínense esa demanda cómo perjudica a Bolivia”.

Lima acudió a la Corte Internacional de Justicia de La Haya en enero de este año para hallar “una solución justa y equitativa” a la controversia marítima de sus límites marítimos en el Pacífico con Chile.

La reacción del Gobierno boliviano surgió con fuerza en marzo cuando miembros del Ejecutivo, incluido Morales, manifestaron que la demanda peruana podría perjudicar las gestiones iniciadas con Santiago, en julio de 2006, con la firma de un acuerdo de 13 puntos que incluye por primera vez el tratamiento del tema marítimo.

Ese mismo mes, el presidente García dijo: “Hace rato Bolivia renunció a la salida al mar. Tengo esa impresión porque no se ha vuelto a tratar eso firme y claramente con Chile”.

Las tensiones diplomáticas entre La Paz y Lima se agudizaron cuando el Gobierno peruano concedió, en mayo, refugio a tres ex ministros del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (MNR), quien enfrenta en ausencia un juicio por la masacre de octubre de 2003. El Ejecutivo boliviano pidió de inmediato la extradición de los ex dignatarios de Estado porque están incluidos en el proceso. Pero Lima se negó y explicó que el asilo fue otorgado por una cuestión humanitaria.

La muerte de al menos 34 personas (23 policías y 11 indígenas) en los enfrentamientos en Bagua, amazonia peruana, el 5 de junio, volvió a complicar las relaciones.

Lima levantó la sospecha de que el presidente Morales instigó las acciones de protesta de los campesinos contra los denominados “decretos de la selva” mediante una carta enviada por él a un encuentro de líderes sociales rurales, efectuado a fines de mayo en Puno (sur peruano).

Como respuesta, Morales dijo que en Bagua se había cometido genocidio y, el 22 de junio, definió a su homólogo peruano como uno “los peores presidentes del mundo” y lo equiparó con el ex mandatario estadounidense George Bush.

No pide disculpas

El canciller García Belaúnde pidió en anteriores semanas a Morales disculparse de Perú por haber hablado de genocidio, cuando las Naciones Unidas (ONU) dijeron que no se presentó esta figura en el caso de Bagua.

Además lo señaló como “el enemigo del Perú”. Sin embargo, ayer dijo al Grupo Fides: “Yo no estoy esperando una disculpa” y “ni las espero ni las pido”, pero consideró que para reencauzar las relaciones con Bolivia debe haber “respeto”.

“Tenemos una multitud de intereses en común —consideró—, poblaciones afines y tenemos un futuro que nos espera. Yo quisiera voltear esta página lo más pronto posible para poder dedicarnos a construir este futuro común que tenemos por delante. Es mi sincero deseo”.

Pero en una entrevista con El Deber volvió a acusar a Wálter Chávez (peruano refugiado en Bolivia y vinculado por Lima al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru-MRTA) de haber llevado panfletería política en encuentro social-indígena de Puno.

Esta semana llegó a La Paz el activista Mario Ccasa Quispe, oriundo de Canchi, región cusqueña donde los campesinos están movilizados contra el Gobierno, que los acusa de usar la misma “receta” desplegada en Bolivia en octubre de 2003 para derrocar a Sánchez de Lozada.

Ccasa es uno de los organizadores de un encuentro internacional indígena que se efectuará entre el 1 y 3 de julio en La Paz.

Diplomáticos consideran que declaraciones no son oportunas

Tres diplomáticos de carrera consideran que las opiniones vertidas por el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, acerca de las negociaciones sobre el mar que llevan adelante Bolivia y Chile “no son oportunas y pueden empeorar la relación bilateral”. Los analistas no consideran que hubo “injerencia” del jefe de las relaciones exteriores del Gobierno de Alan García dado que su país también está vinculado a la agenda marítima.

García Belaúnde señaló ayer, en una conversación con el Grupo Fides, que tiene información de “muy buena fuente” de que los avances en las conversaciones entre Bolivia y Chile son escasos y que las afirmaciones del Gobierno de Evo Morales que señalan que se está avanzando en el tema son nada más que especulaciones.

El ex ministro de Relaciones Exteriores Javier Murillo dijo que las opiniones del diplomático del país vecino no son oportunas puesto que llegan en un momento en el que las relaciones entre La Paz y Lima atraviesan uno de sus peores momentos.

“No es pertinente lo que dijo García Belaúnde. No es oportuno que un tercer país opine sobre las negociaciones y gestiones entre otros dos Estados. Si bien el Perú tiene mucho que decir al respecto, no favorece que estas afirmaciones surjan en este momento. Lo que hace García Belaúnde es incrementar el debate y la tensión, es una declaración no oportuna, más allá del estado real de las conversaciones”.

El ex canciller Armando Loaiza explicó que lo expresado por el canciller peruano y todo el conflicto en general pueden afectar la agenda marítima porque el Perú es uno de los directos relacionados en la demanda de Bolivia por una salida al mar.

“No es injerencia puesto que es un tema relevante. Es muy sensible para el Perú también. El Perú tiene un sistema de información muy completo. La Embajada en Santiago es muy numerosa y muy profesional. Información de buena mano debe tener. Esto repercute al empobrecimiento de la agenda boliviano-peruana”.

Por su parte, la internacionalista Karen de Longaric (ex funcionaria de la Cancillería) dijo que Perú estará vinculado a la agenda marítima de Bolivia y Chile y, por tanto, las declaraciones de García Belaúnde no son injerencia. “La opinión del Canciller es eso nada más, no constituye una injerencia debido a que Perú siempre estuvo involucrado”.

Se anuncian nuevas movilizaciones en Puno

Organizaciones campesinas peruanas convocaron para hoy a un paro de 72 horas en la región de Puno para pedir la derogatoria de la ley de recursos hídricos y rechazar las concesiones mineras, por lo que el Gobierno autorizó la intervención del Ejército.

Mientras tanto, el diálogo en la comunidad de Canchis (Cusco) no logró una solución al pedido de los comunarios, por lo que seguirán protestas hasta que se anule construcción de hidroeléctrica. En conversación con una emisora local, el dirigente Alejo Valdez anunció que la paralización continuará para impedir la construcción de la hidroeléctrica Salka Pucara. Valdez señaló que la comunidad no estuvo satisfecha con las propuestas del Ejecutivo, pero que resalta la voluntad de diálogo.

La huelga en Puno coincide con los conflictos en las regiones del Cusco, Junín y Apurímac, que se desataron luego de los enfrentamientos en Amazonas que dejaron 34 muertos.

El Ministerio de Defensa, a través de una resolución suprema publicada en la gaceta de normas legales, precisó que la intervención de las fuerzas armadas regirá por diez días, a partir de ayer, a solicitud del Ministerio del Interior.

Varios frentes campesinos de Canchis y otras provincias de Cusco piden al Gobierno la anulación de la concesión de una central hidroeléctrica, también la anulación de todas las concesiones mineras y la derogatoria de la Ley de Recursos Hídricos.

Las protestas en Canchis empezaron hace dos semanas, pero el domingo último llegaron en una movilización a la ciudad del Cusco con la amenaza de tomar el aeropuerto y boicotear la fiesta del Inti Raymi, que se celebró ayer, cuando el primer ministro peruano, Yehude Simon, entabló un diálogo con otro frente campesino en Andahuaylas, en la región Apurímac, y se comprometió a analizar la Ley de Recursos Hídricos o también llamada ley de aguas, que declara este recurso como patrimonio de la nación y establece prioridades para su uso.

Pizango aparece con Ortega

El dirigente de los indígenas amazónicos de Perú, Alberto Pizango, refugiado en Nicaragua, reapareció ayer en un acto acompañado por el presidente de aquel país, Daniel Ortega. El canciller de Perú, José García Belaúnde, afirmó que la presentación del líder indígena en un acto público del Gobierno sandinista fue “un gesto demagógico sin importancia”.

“Ortega es un personaje bastante incoherente que quiere lavar su mala conciencia de mantener su TLC (Tratado de Libre Comercio, con Estados Unidos) sin tocar, y presentar como héroe ‘anti-TLC’ a Pizango”, declaró el canciller al portal en internet del diario El Comercio, de Lima. La autoridad peruana consideró que la aparición pública de ambos “habla de los oscuros vínculos de estas movidas”.

Los choques

23 de abril de 2006: El presidente Morales afirma que su homólogo peruano traicionó a Latinoamérica con la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

20 de mayo de 2008: Perú presenta una demanda formal a Bolivia después de que Morales vinculara a autoridades peruanas con un supuesto complot de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para conseguir la extradición de su asesor Wálter Chávez.

28 de junio de 2008: Morales llama “muy gordo y poco antiimperialista” a Alan García y denuncia que en Perú se instalarán bases militares norteamericanas.

5 de julio de 2008: El canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde, informa que su Gobierno presentó una queja formal ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por las “constantes intromisiones” de Morales en asuntos del Perú.

8 de mayo de 2009: El Perú otorga asilo y refugio político a los ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada Mirtha Quevedo (Participación Popular), Jorge Torres Obleas (Desarrollo Económico) y Javier Torres Goitia (Salud). Las ex autoridades son reclamadas por la justicia boliviana por el juicio del caso denominado “octubre negro”.

29 de mayo de 2009: Morales envía una nota a un congreso de indígenas en Puno en la que insta a pasar “de la rebelión a la revolución”. Autoridades peruanas consideraron que la misiva instigó a la violencia en la amazonia.