Daniel Ortega también quiere perpetuarse en el poder

image El presidente nicaragüense propone cambiar la Constitución

TEGUCIGALPA – JOAQUIM IBARZ – LA VANGUARDIA

Es el mismo libreto que siguen todos los mandatarios bolivarianos. Daniel Ortega se ha abonado a la hoja de ruta trazada por Hugo Chávez desde Caracas. Con todo el aparato estatal a su favor y bajo acusaciones de fraude en los comicios municipales del pasado otoño, el presidente nicaragüense anunció que buscará la reelección cambiando la Constitución que lo prohíbe.



En medio de la crisis desatada en la vecina Honduras por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, cuyo detonante fueron sus intentos de realizar una consulta para seguir en el poder, que fue declarada ilegal por la justicia y el Congreso de su país, Ortega pretende reformar la Carta Magna para aspirar a un tercer mandato presidencial.

La receta aplicada por primera vez en Venezuela en 1999 e imitada después por Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, responde a un plan bien diseñado para expandir en América Latina el modelo que sus principales exponentes llaman Socialismo del Siglo XXI.

Ortega, quien desde enero de 2007 gobierna por segunda vez Nicaragua, no puede aspirar a un tercer mandato debido a que la Constitución de 1995 establece la reelección en períodos alternos y por una sola vez.

El artículo 147 establece que no podrá ser presidente quien haya ejercido el cargo en el período anterior, ni quien lo haya hecho por dos períodos. Ortega está doblemente inhibido para un próximo mandato.

Para reformar la Constitución se requieren 56 votos, que representan dos tercios de los 92 diputados de la Asamblea. Ortega sólo cuenta con 38 legisladores propios y 10 aliados.

La pretensión de Ortega de perpetuarse en el poder con reformas constitucionales fue condenada por la oposición y la sociedad civil organizada en un país donde los intentos de reelección han originado violencia, guerra y asesinatos.

Una encuesta de M&R Consultores muestra que el 60’8 de los nicaragüenses rechaza la reelección continua; el 33.2 % la respalda; 2.9 % no se pronuncia.

La oposición rechaza la reforma de la Constitución aunque se incluya un referéndum revocatorio, tal como lo propuso Ortega.

Edmundo Jarquín, ex candidato presidencial de la disidencia sandinista, consideró inaceptable cualquier  consulta a la ciudadanía, mientras no haya confianza en los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE). Jarquín destaca que Ortega nunca ha aceptado que hubo  fraude electoral en las elecciones municipales, lo que resta confianza a sus propuestas y acciones. Los diputados Enrique Sáenz, del Movimiento Renovador Sandinista; José Pallais y Wilfredo Navarro, del Partido Liberal Constitucionalista, coincidieron en que la propuesta de referéndum revocatorio que lanzó Ortega es un “anzuelo” para lograr la reforma constitucional y su reelección presidencial sucesiva.

“La reelección no debe ser para nadie, aquí las reelecciones sólo han traído tragedias. Nadie se debería reelegir (…), deberíamos enterrar para todo y para todos la reelección”, dijo Sáenz. “El presidente concentra poderes extremos, unipersonales, que no tenemos los diputados miembros de un órgano colegiado”, comentó Pallais.

Fin


ZELAYA LLAMA A LA DESOBEDIENCIA CIVIL

Manuel Zelaya pretende que su regreso a Honduras sea apoteósico. El derrocado presidente comentó en Managua que “a partir de ahora empezamos a organizar la resistencia interna para mi retorno al país".  "La desobediencia civil hoy es un mandato, desobediencia es no pagar impuestos, no pagar servicios básicos, no atender órdenes que vengan de un gobierno ilegítimo, todo lo que  hace este régimen es nulo", insistió.

Zelaya no parece disponer de información confiable En Nicaragua dijo que Honduras prácticamente se encuentra paralizada por la resistencia del pueblo a los golpistas. De momento, en Tegucigalpa la vida cotidiana es tranquila, sin paros ni huelgas, con cotidianas protestas puntuales de escasa concurrencia. El llamamiento a la resistencia civil puede ser un recurso retórico. El  retorno de Zelaya no parece despertar entusiasmo sino más bien aprensión ante hipotéticos enfrentamientos. Aunque el presidente costarricense Óscar Arias dijo temer una guerra civil, en Honduras no se cree que se produzca, cualquiera que sea el desenlace, un baño de sangre.

Cada día se anuncia un nuevo plan para el retorno de Zelaya. Los ultimátum y las amenazas no se cumplen. El dirigente del partido liberal Carlos E. Reyna dijo que el depuesto mandatario planea regresar el viernes a Honduras. “Zelaya aceptó las 72 horas pedidas por Óscar Arias para nuevas gestiones. Después, el 24, regresará al país. Convocamos al pueblo a que se organice para darle una apoteósica bienvenida, todavía no sabemos que vía utilizará", dijo Reyna.