FFAA admiten que armamento del Ejército boliviano es traficado en Brasil

El “Señor de las armas” vendía una ametralladora hasta en 30.000 reales. También era narcotraficante. El gobierno espera un informe oficial.

imageTráfico: policías brasileños custodian el armamento decomisado



La Prensa

Las Fuerzas Armadas (FFAA) admitieron ayer que armas desaparecidas del Comando Conjunto Amazónico ubicado al norte del país son traficadas en Brasil.

La Policía Civil brasileña detuvo el anterior domingo al mayor proveedor de armas de narcotraficantes que operan en las favelas de Río de Janeiro.

Autoridades de esa urbe afirmaron que Antonio Jorge Goncalves dos Santos, alias “Tony”, las adquiría del Ejército boliviano.

El comandante de esta fuerza militar, general de Brigada Ramiro de la Fuente, dijo en conferencia de prensa: “Indudablemente no podemos negar que esas armas tengan alguna relación con el Comando Conjunto Amazónico”.

La unidad militar mencionada está asentada en Cobija (Pando) y fue formada el año pasado.

“Tengo entendido que este señor que le apodan el ‘Tony’ —agregó De la Fuente— hacía estas actividades por el sureste del país (el Chaco)”.

El jefe militar no precisó la cantidad de armas desaparecidas o que fueron robadas al Ejército boliviano, porque “se han extraviado en diferentes años”.

Las Fuerzas Armadas investigarán el hecho ocurrido en Brasil e intercambiarán información con esa nación para establecer cómo “Tony” compraba armamento militar boliviano.

Un vocero del Ministerio de Defensa dijo a este medio que todavía no emitirán criterio mientras no se conozca un informe oficial sobre este caso.

Meses atrás, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, indicó que una de las tareas de los comandos conjuntos asentados en las fronteras del país era controlar el tráfico de armas, aunque su principal misión es controlar el contrabando.

Goncalves, quien fue capturado en el estado de Mato Grosso do Sul, a 450 kilómetros de la frontera boliviana, vendía una ametralladora hasta en 30.000 reales (15.000 dólares). También le decían el “Señor de las armas”.

En octubre de 2008, la revista Domingo de La Prensa en un reportaje reveló el tráfico de armamento de las Fuerzas Armadas hacia ese vecino país.

Domingo viajó hasta Río de Janeiro, donde efectivos policiales le informaron de un hallazgo de nueve ametralladoras en suburbios de esa ciudad, en agosto de ese año, las que tenían el escudo del Ejército de Bolivia.

Las autoridades, en aquella oportunidad, explicaron que el armamento de guarniciones bolivianas “alimentaba a paramilitares y narcotraficantes de las favelas ‘cariocas’”.

Se construye un Comando

El comandante del Ejército boliviano, Ramiro de la Fuente, confirmó la construcción del Comando Conjunto Amazónico en el municipio de Puerto Rico, ubicado en el departamento de Pando. La obra costará 10 millones de dólares.

Esta unidad militar fue creada el año pasado e instalada en la ciudad de Cobija, pero las Fuerzas Armadas vieron por estratégico que debe ser asentado en el centro de la frontera pandina. De su control están encargados 1.500 efectivos, entre oficiales, subalternos y soldados.

De la Fuente explicó que en las pasadas semanas se enviaron grupos de avanzada del Comando Conjunto Amazónico a Puerto Rico, donde viven en carpas, pero que tienen todas las condiciones para permanecer en el lugar.

Desmintió al senador Róger Pinto, quien denunció que los soldados vivían en condiciones infrahumanas.

Por mandato del presidente Evo Morales se crearon los comandos conjuntos, el primero fue en la frontera de La Paz con Perú. Su labor principal es el control del contrabando de alimentos, combustibles, narcotráfico, tráfico de armas y otros ilícitos.