Análisis: No será fácil la reelección de Evo, pese a la debilidad opositora

En 40 años no se había visto un Presidente como candidato. Por primera vez, un Presidente irá a la reelección, con  ventajas frente a todos los otros candidatos que pugnan por la administración del país.

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No se juega sólo la elección de una gestión de Gobierno de cinco años, sino un proceso de más de tres décadas.



La Paz/Opinión.- Pese a la debilidad de las candidaturas de oposición al Gobierno, y que el Gobierno tiene a todo a su favor, el presidente Evo Morales tiene enfrente una campaña difícil para consolidar su reelección por cinco años, en las elecciones del seis de diciembre, coinciden los analistas políticos Jorge Lazarte y Carlos Cordero (cuyo análisis se incluye en esta nota).

Lazarte, advierte además, que en diciembre no se juega una gestión de Gobierno de cinco años, sino un proceso político de por lo menos tres décadas:

OPINIÓN: ¿Cómo analiza el inicio de la carrera electoral a poco más de tres meses de los comicios?

JORGE LAZARTE: Por un lado, lo que está en juego en las elecciones de diciembre es inusual, si comparamos todos los procesos electorales anteriores. El Gobierno y la oposición están en situaciones tan disímiles que podríamos decir que la oposición está desamparada.

Es inusual lo de las elecciones de diciembre porque no se tratará sólo de elegir a quienes van a gobernar Bolivia los próximos cinco años, que es lo que ocurre en un proceso electoral ordinario donde se elige a los gobernantes.

En las elecciones de diciembre se estará decidiendo si el Gobierno va a tener o no las manos libres para implementar todo el arsenal de leyes que necesita, lo que está en el texto constitucional aprobado en enero de este año. Es decir, acelerar el proceso de organización de un nuevo Estado con otras instituciones, distintas a las republicanas, para un país en vías de refundación como se dice desde el Gobierno. No es el país que los bolivianos conocen en toda su historia.

Está en juego el país para los próximos 30 años y no solamente el Gobierno para los próximos cinco años.

Que el Gobierno tenga o no la capacidad de contar con todos los medios que requiere para aplicar esta Constitución dependerá de cuáles sean los resultados. El Gobierno está apuntando a un resultado aplastante porque necesita del control de toda la Asamblea Plurinacional que incluye sobre todo el Senado, para considerar que el camino está abierto a este proceso de implementación en el mediano y largo plazo.

Y como es tan importante lo que hace, para el Gobierno, se explica todo lo que está ocurriendo ya, desde ahora, en el proceso electoral, empezando por los conflictos, que también son inéditos respecto a la disputa del tipo de padrón electoral que debe regir en Bolivia.

O: ¿Por qué atribuye a la oposición una debilidad extrema?

JL: La oposición, que también sabe lo que está en juego pero nunca ha estado tan debilitada como ahora, y enfrentando un problema cuya solución parecería se le escapa de las manos.

La oposición, para hacerle frente a Evo y ponerle freno de alguna manera, necesita de una fuerza comparable, pero mientras más días pasan, menos fuerza comparable se construye y más candidatos de oposición aparecen. A falta de un candidato la oposición multiplica los candidatos lo que hace más difícil ponerse de acuerdo en un candidato.

Esto es lo que podríamos llamar una situación en la que las distintas racionalidades individuales fundadas en intereses propios, terminan produciendo desastres colectivos para esa misma oposición, cuyos candidatos por separado proclaman que quieren vencer a Evo, pero en los hechos facilita su victoria.

Otra de las pruebas de esta extrema debilidad no es sólo que hayan tantos candidatos sino que los candidatos crean que es suficiente estar contra Evo para hacer creer que son mejores que él. Probablemente, lo que necesita esta oposición, teniendo en cuenta lo que está en juego, no es solamente oponerse al Presidente de la República sino mostrar que el país tiene una salida distinta a aquella que el Gobierno ha escogido. Es decir exponer su propio proyecto de sociedad y de poder, su proyecto de país, al proyecto de país que tiene el Gobierno y que está en la Constitución Política del Estado.

La oposición está haciendo lo que ninguna oposición en el pasado hizo. Primero se ponían de acuerdo en algo y después buscaban el candidato.

Teniendo en cuenta lo grande que está en juego y la precariedad de la coyuntura electoral, pueden pasar muchos problemas en el camino, muchos de ellos ocasionados por el propósito del Gobierno de lograr a como dé lugar, el porcentaje de votos que necesita para anular casi complemente la oposición en el Parlamento o reducirla al silencio o que estando presente en el Parlamento ella no cuente para nada.

O: El Gobierno parece haber anulado a la oposición de derecha estigmatizándola como divisionista…

JL: Ocurre que el Gobierno tiene en frente a oposiciones que cubren el espectro político. Tiene oposiciones de izquierda, de centro y de derecha.

La más fuerte es la que figura como oposición de derecha, según el Gobierno, pero que en términos más apropiados, es una oposición que va desde el centro, particularmente expresada socialmente en las clases medias, hasta lo que podemos llamar la derecha de los empresarios liberales o no, hasta los sectores más radicales de esa derecha.

Es un espectro múltiple que sólo está de acuerdo en que están contra Evo. Por eso en esta diversidad les es tan difícil ponerse de acuerdo en algo que sea un proyecto alternativo y además ponerse de acuerdo en un candidato.

Ahora, lo que el Gobierno dice de la oposición, no es necesariamente lo que está pasando. El Gobierno gana mucho haciendo consentir o presentando a la oposición como de derecha, porque en Bolivia, donde hay tanta pobreza y desigualdades, no es moralmente fácil decir que uno es derecha. Inclusive sectores que objetivamente están a la derecha no se asumen como de derecha sino que además, han reivindicado lo que podríamos llamar consignas de izquierda, no ligadas originalmente a lo que históricamente se llama la derecha.

También sectores de la derecha ganan mucho si convencen que es el Gobierno una dictadura o es totalitario. Estas expresiones son muy negativas y pone en dificultades a sectores que en principio podrían sentirse próximos al Gobierno. Es parte de la batalla, podríamos llamar ideológica, estas descalificaciones mutuas entre estos protagonistas del proceso electoral.

O ¿El MAS ocupa todo el espacio de la izquierda?

JL: Una izquierda, la más importante está en el Gobierno. Hay otra izquierda que estuvo en el Gobierno y ha salido y hay otra izquierda que nunca estuvo pero que está como izquierda, pero es una izquierda que cuantitativamente es débil. Por eso no hay un candidato que reivindique plenamente su condición de ser candidato de izquierda, porque sabe que el voto más importante de izquierda es gubernamental y no de oposición. Lo más fuerte contra el Gobierno es la oposición que va del centro a la derecha.

O: El Gobierno acusa a la oposición de derecha de terrorista y parece que le cayó como anillo al dedo los dos atentados con carta-bomba…

JL: Sin lugar a dudas, aunque es un exceso lo que dice el Presidente y él sabe que es un exceso y que lo que logra es irritar más a la gente que está contra él porque se siente injustamente acusada. El Gobierno cree que puede afectar a sectores que dudan aún en apoyarlo, en un porcentaje de más del 10 por ciento, y pueden ser más sensibles al argumento de que los que no están con Evo son terroristas.

O: ¿La derecha no está en esos trajines?

JL: Globalmente no, porque estos hechos siempre corresponden a pequeños grupos en todas partes del mundo. El terrorismo nunca es un proceso de masas, los movimientos colectivos no son terroristas, tienen otras formas de acción que inclusive pueden ser violentas pero no terroristas.

O: ¿La tiene fácil el Gobierno?

JL: No, porque hay un cierto desgaste natural en el Gobierno. Siendo aún un Gobierno muy fuerte ha hecho demasiadas cosas en el último tiempo que han deteriorado su imagen sobre todo ante la clase media, porque la mayor parte de las encuestas no le dan una victoria con el porcentaje que desearía ganar y, en algunos casos, hasta hacen que no sea impensable la posibilidad de ganarle o por lo menos de obligarle a la segunda vuelta, lo que en términos políticos podría interpretarse como una derrota de Evo Morales.

Parece ser que el electorado estuviera dividido en tres grandes bloques. Un tercio y más que está con el Presidente de la República, un poco menos de un tercio en posición de centro derecha y un 20 por ciento de los que finalmente van a definir la elección, cuyo porcentaje mayoritario votó a favor del actual Presidente de la República.

En 40 años no se había visto un Presidente como candidato

Por primera vez, en el último medio siglo, un Presidente irá a la reelección, situación que lo pone en ventaja frente a todos los otros candidatos que pugnan por la administración del país, según el analista político Carlos Cordero:

OPINIÓN: En la partida de la carrera electoral, ¿cómo analiza la situación?

CARLOS CORDERO: Los candidatos están arrancando, todas las candidaturas, con un candidato muy fuerte que es el candidato de Gobierno con todas las encuestas que lo favorecen, con reglas de juego que están a su favor, con recursos estatales a su favor y con algo valioso, una experiencia gubernativa.

Y una oposición fragmentada, sin recursos económicos visibles, con reglas de juego en su contra y con grandes dificultades para poder construir una especie de utopía que es un frente amplio mediante el cual, reuniendo la votación de todas estas candidaturas fragmentadas, pudieran hacer frente a este gigante que es el presidente Morales en este proceso electoral.

Digo esto porque es el Presidente de la República y al mismo tiempo es el candidato, cosa que no se había visto en los últimos 40 años, desde Barrientos que deja inclusive la Presidencia para ser candidato pero estaba en la presidencia don Alfredo Ovando Candia, militar, con quien había cogobernado. Nunca más se había visto esta figura por eso digo que las reglas están a favor del presidente Morales que es al mismo tiempo el candidato.

Por todo lo hecho durante su gestión, lo convierte, en por lo menos al inicio de la carrera electoral en un rival muy fuerte. Muy bien posicionado.

O: Los dos atentados con carta-bomba parecen llegar en un momento muy oportuno para favorecer al Gobierno, que señala a la derecha como violenta…

CC: Sí, así hubieran ocurrido tres meses o 24 horas antes de la elección los sobres bomba hubieran sido utilizados políticamente con mutuas acusaciones. Obviamente estas mutuas acusaciones tienen influencia en el electorado.

Quien sabe la influencia que media de estos tres meses más bien hayan sido una especie de anticipo de lo que podría llegar a ser, más violencia o definitivamente descartar todo hecho violento porque esto ensuciaría enormemente las elecciones. La violencia no conviene a nadie, el Gobierno inclusive acusando a la derecha, a la oposición, no gana más votos.

La derecha, inclusive siendo responsable de los sobre bomba tampoco gana votos. Ni el Gobierno ni la oposición ganan con el terrorismo. Por eso ambos van a hacer grandes esfuerzos por evitar que la violencia se instale, porque son una élite política tanto el Gobierno como la oposición y si algo han entendido en estos casi 30 años de democracia es que lo mejor es una disputa electoral que recurrir a la violencia.

Y esto lo dice permanentemente el presidente don Evo Morales y también el Vicepresidente. Y la oposición también se ha percatado de ello.

O: La derecha parece haber sido de tal modo estigmatizada que se la ve decaída…

CC: Las elecciones son siempre un escenario de incertidumbre. Las encuestas incluso una semana antes nos pueden dar candidato a ganador de manera muy nítida, pero como la elección siempre depende de la decisión del ciudadano, puede haber acontecimientos de última hora que cambien los resultados electorales.

Esto es posible porque el voto es secreto, el ciudadano de manera individual decide. Se han dado casos en diversos lugares del mundo de que las urnas han salido verdaderas sorpresas. Esto podría ser una esperanza para la oposición.

Hoy día está maltrecha,. pero de aquí a tres meses podrían cambiar estas tendencias.

O: La izquierda parece haber sido copada totalmente por el Gobierno…

CC: Hay todavía grupos de izquierda que están más a la izquierda del Gobierno y del Movimiento al Socialismo, que son críticos al Gobierno. Esta izquierda denomina al Presidente como un candidato que le hace el juego a la burguesía, es casi de derecha.

Pero esta izquierda siempre ha sido como muy testimonial, nunca ha accedido verdaderamente al poder, es una izquierda muy crítica, inclusive es una izquierda que está muy cerca al señor Vicepresidente de la República. Hablo del grupo Comuna por ejemplo, que siempre tiene esta visión muy crítica, pero no les interesa el ejercicio del poder sino la influencia sobre el poder, lo que les interesa es influir sobre el Presidente o sobre el proceso de cambio que vive el país.

O: ¿Es posible que se den sorpresa desagradables, en el padrón biométrico por ejemplo?

CC: El Órgano Electoral está mostrando que hace grandes esfuerzos por cumplir sus promesas de tener el padrón biométrico. El Gobierno está esperando que se cumplan los plazos para hacer una evaluación. Si la Corte no muestra resultados concretos, es decir un avance que vaya de acuerdo a cronograma, el Gobierno va a hacer todo lo posible, todo lo necesario, para buscar la aplicación de un padrón mixto.

Pero el padrón mixto tiene un problema, que sería un argumento para la oposición para empezar a descalificar y desvalorizar las elecciones y sus resultados. Le da el argumento a la oposición para decir que la victoria del presidente Morales se ha sustentado sobre la existencia de un fraude.

Es al Presidente y al MAS a quienes les conviene tener un padrón biométrico al cien por ciento, para que su victoria sea absolutamente legítima

O: La posibilidad del frente único de oposición parece haber fracasado…

CC: No existe una tradición de pactos preelectorales. El último acuerdo preelectoral fue la UDP y la experiencia de la UDP en el poder fue un rutilante fracaso. Los acuerdos son post electorales.

Esta fragmentación nos está mostrando la gran tendencia de que pueden haber pactos post electorales para hacer esta resistencia de todos contra el gobierno del presidente Morales. Todos quieren saber cuánto ascendiente tienen en la ciudadanía, aunque esto signifique una fragmentación y un gran riesgo. Obviamente que la fragmentación es funcional a la victoria del presidente Morales. Mientras más fragmentada vaya la oposición más segura está la victoria de Morales.

O: ¿La tiene fácil el presidente Morales?

CC: No, no la tiene fácil porque tiene que hacer campaña en nueve departamentos, campañas diferenciadas, tiene que hacer campaña en cinco departamentos que le son relativamente hostiles y tiene que hacer campaña contra cinco o seis partidos políticos de oposición que si algo los une es el intento de desplazar del Gobierno a Evo Morales.

Esta es una campaña de todos contra Evo, las regiones y los partidos políticos. Por eso mismo el Presidente no la tiene fácil.