Antelo fue proclamado por el MNR como el sucesor de Víctor Paz

Antelo proclamado por MNR
Convencion MNR

Liderazgo. La convención nacional emenerrista realizada en La Paz por unanimidad proclamó al líder cruceño como su candidato a las presidenciales del 6 de diciembre y este invitó a los movimientistas a reinventarse en el siglo 21 retomando el camino de la revolución del 52 basados en una izquierda democrática.



La convención nacional del Movimiento Nacionalista Revolucionario, MNR, selló ayer en la sede de gobierno una alianza con Germán Antelo que los llevará juntos a las elecciones de próximo 6 de diciembre. El jefe nacional y presidente del presídium,  Guillermo Bedregal, al presentar al neurocirujano ante la platea del coliseo Don Bosco, anunció que no sólo es el candidato presidencial, sino el ¨sucesor del ex presidente Víctor Paz Estensoro¨, por su calidad moral y ética y su vocación de servicio.

“Al Dr. Antelo y su familia acá presentes, nuestra lealtad de principios, nuestro sentido del honor, del trabajo revolucionario, nuestra perspectiva de una izquierda democrática que haga posible la continuidad de las obras de la revolución nacional“, dijo Bedregal.

“Agradezco al Movimiento Nacionalista Revolucionario por la amplitud y el desprendimiento al haberme apoyado, incondicionalmente,  al haber hecho posible mi candidatura a la presidencia de Bolivia y a la conformación de un Frente Amplio de agrupaciones políticas y ciudadanas, que lleve adelante la trascendente tarea de reconducir el proceso de cambio, que Bolivia necesita y la mayoría de los ciudadanos demanda.  He incursionado al complejo campo de la política boliviana con un sueño: la de una Bolivia unida en democracia, prospera en su economía y solidaria con la condición humana de todos los que viven dentro de nuestro territorio, y fuera de él“, dijo Antelo ante unas 5.000 personas entre dirigentes, militancia rosada e invitados especiales como Lidia Gueiler y Fernando Untoja.

“Para poder vivir en una comunidad de naciones como las que existen hoy, postulo por lo tanto, que el Estado nacional debe estar al servicio del ciudadano boliviano, este donde este, y no al revés. Con esto quiero señalar que debemos reconquistar la condición de ciudadanía plena en el marco de una República libre y no convertirnos en súbditos de un monstruo estatal“, agregó  

Al referirse a la coyuntura política expresó que su interés fundamental es vaciar el exceso de cálculos políticos perversos en la sociedad y llenar el campo político con los valores virtuosos de la sociedad que está inscrito en el sentimiento histórico de una bolivianidad sin restricciones ni prejuicios étnicos.

En este sentido mencionó dos cosas que dijo el año 2006 en el Cabildo del Millón en Santa Cruz:

“Nuestra revolución ciudadana no la vamos a hacer por odio. La vamos a hacer por amor. Amor a esta gente. Amor a esta tierra. Amor a sus culturas. Amor a la Vida.”

“Bolivia es un arco-iris de diversidades. Ninguna cultura es menos que las demás. Ni tampoco una raza se puede hallar hegemónica sobre las demás. Eso es una aberración. Nadie tiene el derecho de ignorar al vecino, al hermano, al conciudadano. Nadie tiene el derecho de hallarse más originario que el otro, más privilegiado que el otro. No se puede discriminar ni por herencia, ni por genes, ni por rango, ni por razones del pasado. Cualquiera que estas sean. Todos tenemos derecho de un lugar al sol, con equidad.”

Antelo desafió al MNR a retomar las benderas del 52

En la alianza que se dio entre Germán Antelo y el MNR, el candidato señaló que este nacionalismo histórico debe ser convertido en una revolución ciudadana para construir la bolivianidad y el Movimiento Nacionalista Revolucionario,  tiene ahora la obligación y la oportunidad de reinventarse como partido, porque la democracia no es entendible sin partidos que respondan directamente a las necesidades del sentimiento de la ciudadanía en su interpelación al poder.

“Así entiendo el desafío dialéctico de nuestra época, y ustedes los movimientistas me han cedido la responsabilidad especial de ser su candidato invitado, pero a cambio de aceptar esta responsabilidad yo les voy a pedir a ustedes que se reinventen y se preparen para la Bolivia democrática del siglo XXI, la Bolivia donde  nuestros jóvenes y niños vivan en libertad”, manifestó Antelo.

Agregó que los pensadores de la generación de la Guerra del Chaco, generadores de la matriz revolucionaria, nos hicieron soñar que Bolivia es una nación viable y el hecho de que yo soy, al igual que otros, una criatura de la Revolución Nacional, señala  que el éxito de la Revolución Nacional  ha florecido en el departamento de Santa Cruz. No nos olvidemos que por los últimos 40 años, la migración a Santa Cruz ha formado parte del “sueño boliviano” en muchos que se fueron a vivir ahí encontraron una mejor vida. Sin embargo esto tiene sus luces y sombras que debemos reconocer en nuestra historia. Pero así es la historia de Bolivia y definitivamente, esta historia nacional no puede ser entendida sin entender la historia de Santa Cruz.

Por otra parte definió que cualquier proyecto de poder absoluto debe ser interpelado en forma permanente por una ciudadanía boliviana responsable y consciente en los marcos de una cultura democrática radical. “No debe haber concesión alguna a los abusos del poder, vengan de donde vengan. Esto es inexorablemente el trabajo de un ciudadano que se siente libre y tiene la conciencia política de un libre pensador”, concluyó.


EL SIGNIFICADO DE UNA RUTA DEMOCRATICA PARA EL SIGLO XXI (LP 23 de agosto de 2009)

Discurso del Dr. Germán Antelo Vaca ante la Convención Nacional del MNR “María Barzola”

Saludos protocolares……

Bolivia toda ha hecho suyos los grandes aportes del Movimiento Nacionalista Revolucionario, en sus 66 años de vida política activa. El voto universal, la reforma agraria, la nacionalización de los recursos naturales, la participación popular, entre otros cambios revolucionarios liderados por el MNR, se han constituido, por su trascendencia, en patrimonio histórico de Bolivia.

Agradezco al Movimiento Nacionalista Revolucionario por la amplitud y el desprendimiento al haberme apoyado, incondicionalmente,  al haber hecho posible mi candidatura a la presidencia de Bolivia y a la conformación de un Frente Amplio de agrupaciones políticas y ciudadanas, que lleve adelante la trascendente tarea de reconducir el proceso de cambio, que Bolivia necesita y la mayoría de los ciudadanos demanda. 

He incursionado al complejo campo de la política boliviana con un sueño: la de una Bolivia unida en democracia, prospera en su economía y solidaria con la condición humana de todos los que viven dentro de nuestro territorio, y fuera de el.

Estoy convencido que entre todos tenemos que construir una sociedad que sepa resolver  los grandes problemas de la humanidad en el siglo XXI con la ayuda de un Estado sensible, facilitador y socialmente responsable.

El tiempo de la lógica pura de mercado ya ha terminado. Nos movemos en este mundo complejo con la lógica de las interdependencias internacionales. Esta es la condición de vivir en un mundo globalizado. Somos parte de la comunidad planetaria.

Para poder vivir en una comunidad de naciones como las que existen hoy, postulo por lo tanto, que el Estado nacional debe estar al servicio del ciudadano boliviano, este donde este, y no al revés. Con esto quiero señalar que debemos reconquistar la condición de ciudadanía plena en el marco de una República libre y no convertirnos en súbditos de un monstruo estatal.

Mi interés fundamental en esto es vaciar el exceso de los cálculos políticos perversos en la sociedad, y llenar el campo político con los valores virtuosos de la sociedad. Lo virtuoso de nuestra sociedad está inscrito en el sentimiento histórico de una bolivianidad sin restricciones ni prejuicios étnicos.

En este sentido quiero rememorar dos cosas que dije el año 2006 en el Cabildo del Millón:

“Nuestra revolución ciudadana no la vamos a hacer por odio. La vamos a hacer por amor. Amor a esta gente. Amor a esta tierra. Amor a sus culturas. Amor a la Vida.”

“Bolivia es un arco-iris de diversidades. Ninguna cultura es menos que las demás. Ni tampoco una raza se puede hallar hegemónica sobre las demás. Eso es una aberración. Nadie tiene el derecho de ignorar al vecino, al hermano, al conciudadano. Nadie tiene el derecho de hallarse más originario que el otro, más privilegiado que el otro. No se puede discriminar ni por herencia, ni por genes, ni por rango, ni por razones del pasado. Cualquiera que estas sean. Todos tenemos derecho de un lugar al sol, con equidad.”

Este sentimiento de nacionalidad, todavía incompleto hoy, se lo debemos a la Revolución Nacional de 1952 y ahora ha llegado el momento histórico de seguir construyéndolo hasta su lógica conclusión: la de una nación boliviana unida a pesar de sus diferencias y no así la desviación histórica que nos plantea el MAS con su proyecto de un Estado Plurinacional, donde se postula que una diferencia debe aplastar a la otra en función de la hegemonía de un pensamiento único y la búsqueda del poder absoluto. Eso no es democracia.

Por otro lado algunos pensadores señalan que “no se puede entender Bolivia sin Santa Cruz” y esto también es resultado de la Revolución Nacional. Hoy este nacionalismo histórico debe ser convertido en una revolución ciudadana para construir la bolivianidad y ustedes, el Movimiento Nacionalista Revolucionario, tiene ahora la obligación y la oportunidad de reinventarse como partido, porque la democracia no es entendible sin partidos que respondan directamente a las necesidades del sentimiento de la ciudadanía en su interpelación al poder.

Así entiendo el desafío dialéctico de nuestra época, y ustedes los movimientistas me han cedido la responsabilidad especial de ser su candidato invitado, pero a cambio de aceptar esta responsabilidad yo les voy a pedir a ustedes que se reinventen y se preparen para la Bolivia democrática del siglo XXI, la Bolivia donde nuestros jóvenes y niños vivan en libertad.

Los pensadores de la generación de la Guerra del Chaco, generadores de la matriz revolucionaria, nos hicieron soñar que Bolivia es una nación viable y el hecho de que yo soy, al igual que otros, una criatura de la Revolución Nacional, señala que el éxito de la Revolución Nacional ha florecido en el departamento de Santa Cruz. No nos olvidemos que por los últimos 40 años, la migración a Santa Cruz ha formado parte del “sueño boliviano” en muchos que se fueron a vivir ahí encontraron una mejor vida. Sin embargo esto tiene sus luces y sombras que debemos reconocer en nuestra historia. Pero así es la historia de Bolivia y definitivamente, esta historia nacional no puede ser entendida sin entender la historia de Santa Cruz.

Creo también, que cualquier proyecto de poder absoluto debe ser interpelado en forma permanente por una ciudadanía boliviana responsable y consciente en los marcos de una cultura democrática radical. No debe haber concesión alguna a los abusos del poder, vengan de donde vengan. Esto es inexorablemente el trabajo de un ciudadano que se siente libre y tiene la conciencia política de un libre pensador.

Lamentablemente en éstas dos décadas pasadas, los principios de la defensa del derecho del otro lo hemos reducido como sociedad a un cálculo político en ejercicios de poder que solamente benefician  intereses de cúpula y grupos circunstanciales que pasan por un simulacro de gobierno. Hoy debemos acabar con este sentimiento y ponernos al servicio de la ciudadanía siendo un verdadero gobierno de todos para todos.

Nuestro voto a veces beneficia a aquellos que no merecen gobernar y eso hemos confundido con la práctica de la democracia. La democracia es más que el voto o el gobierno de la mayoría. La democracia en su principio básico es la defensa de los derechos de los excluidos, sean éstos mayorías o minorías. 

Por ello, creo firmemente y sin duda en la potencialidad de la mayoría de la población boliviana quienes son los jóvenes y niños a los cuales hay que demostrar otro tipo de actitud democrática. Ellos deben ser la principal preocupación de un Estado sensible, sin descuidar en absoluto las necesidades de los hombres y mujeres quienes sustentan con su trabajo los sueños y esperanzas de sus hijas e hijos.

Vengo de una constelación de instituciones que han manejado y maneja un poder económico importante desde Santa Cruz, desde mi matriz de izquierda democrática soy un convencido que este poder debe ser puesto al servicio de la construcción del desarrollo económico y sostenible de todos los bolivianos.

Por ello no creo en las políticas del prebendalismo estatista maquillado en la forma de rentas y bonos. Con ello estamos poniendo en riesgo el futuro de nuestros recursos naturales no renovables. Aquí comparto plenamente de que “vivir mejor es distinto a vivir bien”, pero siempre en una relación armónica con la naturaleza y la madre-tierra.

Creo en las políticas de la producción y generación de empleos a través del valor agregado de nuestro trabajo que debe ser respetuoso del ritmo natural de los recursos disponibles, porque simplemente un trabajo digno es el instrumento básico para resolver los problemas de la cotidianidad y el mantenimiento de la dignidad de todo boliviano, sea este del campo o la ciudad.

Creo también en la dignidad de pertenecer a una cultura denominada “originaria”, pero no por ello debemos transformar la diversidad cultural en una fuente de discriminación y racismo, que no permite visibilizar la “unidad en la diversidad”. Mucho se ha hablado de este concepto, pero poco se ha hecho en la praxis política. La unidad en la diversidad es una propuesta universal que solamente se puede cumplir cuando se sustenta en un sistema político democrático y de respeto por la diferencia del otro. Debemos entender la paradoja humana de que somos iguales en nuestra biología, pero diferentes en nuestras aspiraciones políticas, económicas y culturales. Por lo tanto en el sentido más profundamente democrático, todos debemos luchar por el derecho del otro a ser diferente.

Mi sueño boliviano es ayudar a superar nuestro lamento boliviano. Debemos todos gestar rápidamente una sociedad que supere el sentimiento de diferencias culturales, económicas y de clase social. Creo en una sociedad que se dignifique por el poder de la rica imaginación y los múltiples conocimientos humanos que poseemos como riqueza acumulada en nuestra historia, para encontrar formas de cómo resolver nuestros más acuciantes problemas materiales contemporáneos. Es inevitable que debemos combatir la pobreza económica, las carencias en los servicios de salud y educación ya no deben ser parte de la vida de las generaciones por venir.

Nuestros hijos y nietos, deben moverse con soltura y seguridad en el mundo de la información y la globalización. Tenemos que proyectar un ciudadano del planeta y de Bolivia a la misma vez, sin los complejos de poseer una historia compleja en su mestizaje e interculturalidad.

Hay que mirar el futuro desde la realidad del presente. Por estas consideraciones principistas y mucho más, he decidido aceptar su invitación de ser candidato a la presidencia, siempre guardando el principio de que me considero el candidato de todos los ciudadanos bolivianos.

Muchas Gracias