La economía cubana vive su propia crisis

Después de 50 años de revolución socialista, el 80% de los alimentos que consumen los cubanos debe ser importado, pues la producción interna es insignificante.

laRazon Subeditorial La Razón



De toda la tierra cultivable de Cuba, 90% está controlada por granjas estatales, y el resto está en manos de los privados. Sin embargo, los privados producen 70% de toda la oferta interna, mientras que las granjas estatales sólo el 30%.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, pidió a sus conciudadanos el 26 de julio que dejen de gritar “patria o muerte” y se dediquen a trabajar, porque la crisis económica es muy grave.

Desde hace un año, Castro está entregando la tierra de las granjas estatales a los privados. Se ha demorado un poco debido a que los burócratas que las manejan llegaron a protestar y pidieron una segunda oportunidad para demostrar que pueden producir algo.

En las últimas semanas, el incremento del precio internacional del níquel hizo que surjan las esperanzas de mejores ingresos, pero también en ese sector hay problemas. Se ha ordenado la aplicación de una severa política de ahorro de energía pero sobre todo de combustible, porque el petróleo que la isla recibe de Venezuela es insuficiente.

No hay médicos en los hospitales porque la mayoría de ellos están en el exterior cumpliendo contratos especiales, pues lo que se les paga debe ir en gran parte al Gobierno de Cuba.

Poco a poco, la ficción de la existencia de un peso cubano igual al dólar se ha ido acabando y ahora hay varias formas de doble cotización, lo que va en perjuicio de los asalariados, que llegan a ganar en un mes el equivalente a 25 dólares.

El escritor Leonardo Padura relató que en Cuba existe la certeza de que la crisis financiera internacional no ha de tener efecto, porque la isla está fuera de la economía. Nadie perderá su casa por culpa de esta crisis, debido, sencillamente, a que nadie tiene el derecho de comprar una.

Desde hace algunos meses se habla en Cuba de la insostenibilidad del programa de ayuda. El socialismo con menos alimentos será el futuro de la isla, dice el escritor. Pero las cosas están cambiando, aún no como en China pero la crisis podría generar importantes ajustes al modelo.