Compatriotas en Arica se preparan para repatriación

En el  valle chileno de Azapa, familias migrantes dispuestas a ser trasladadas a Santa Cruz. Una comisión de migrantes llegará a Bolivia. Los migrantes de Argentina llegarán en febrero. Incluirán a los migrantes con mejor economía. El beneficiario no debe poseer propiedades.

image Producción. María de Yampara lanza los morrones que venderá en el mercado del Agro.



La Razón. Anhelo. En Arica, los bolivianos alquilan tierras en los valles de Azapa y Lluta para cultivar morrones, tomates y aceitunas.

Prohibición. La ley chilena les impide comprar terrenos en zonas rurales. Por eso no poseen tierras propias para cultivarlas.

Programa. El Gobierno dará tierras en Roboré a los migrantes agricultores de ciudades del norte de Chile y Argentina.

Recelo. Hay incertidumbre. Los compatriotas no saben dónde llegarán, qué cultivarán y qué mercados tendrán.

Claudia Soruco
Enviada a Arica

Con el rostro cansado tras 12 horas cultivando tomates en un terreno alquilado en el Valle de Azapa, en Arica, la alteña Jacinta Mamani prepara el almuerzo para su esposo Mariano Quispe y sus tres hijos. No disimula su tristeza, el dinero cada vez le alcanza menos y hace tres meses que se le quemó la casa. En la ciudad chilena, a ella y su familia ya no les queda casi nada y por eso ahora anhelan beneficiarse con el plan gubernamental que dará tierras a los migrantes en Roboré, en la provincia Chiquitos, a 430 kilómetros de Santa Cruz.

El sábado 19 de diciembre, la mujer, de 24 años, atiende a La Razón en la entrada de su chacra de media hectárea donde cultiva morrones, tomates y aceitunas. Ella y sus hijos —de cuatro, tres, y un año— visten ropas sucias y rotas. La casa, con luz eléctrica y agua, tiene un cuarto pequeño y una cocina. El baño es un pozo séptico fuera de la vivienda.

La pareja de migrantes paga 500 mil pesos chilenos al año (unos siete mil bolivianos) por trabajar la tierra en Azapa, a 10 km de Arica. No son los únicos. En este oasis en el medio del desierto de Tarapacá y en el Valle de Lluta (a 40 km de la ciudad) hay al menos 300 familias bolivianas que cosechan en terrenos alquilados o dan el 60 por ciento de su ganancia al propietario de la tierra. Ellos se quedan con el resto.

La ley chilena les prohíbe acceder a un terreno en el área rural. Por eso es que el plan de Gobierno que les dará tierras, donde podrán explotar otros cultivos, seduce a los compatriotas, aunque también les causa incertidumbre. No conocer dónde llegarán, qué sembrarán, los mercados donde venderán los productos y las condiciones de vida son algunas de las dudas.

El Gobierno está convencido de que el programa tiene una gran acogida y que las dudas se despejarán a medida que se vaya informando a la gente. Se calcula que en mayo se ejecute con los migrantes de Arica y que en Argentina (Buenos Aires) se espera que arranque en febrero. Los residentes en Chile barajan que inicialmente sean 50 familias. Aún no se define el número de hectáreas.

“Cuando les dijimos que accederían a estos terrenos se desbordaron en llanto, porque la mayoría trabaja en la agricultura en condición de peonato”, dice el director general de Distribución de Tierras, Clíver Rocha.

Pero hasta que se conozcan los detalles, Aurelio Guarachi, de 62 años y que vive en Arica hace 30, sigue receloso.

“No estamos muy seguros de ir a estos terrenos, porque primero nosotros somos del altiplano y tal vez no nos acos- tumbremos al clima tan caliente de Santa Cruz”, dice este paceño que arrienda un terreno de unas cinco hectáreas a un empresario chileno. Trabaja la tierra desde las 07.00 hasta las 20.00.

Pese a las dudas, el presidente del Círculo de Residentes Bolivianos en Arica, Wilmer Marca, indica que todos los migrantes se preinscribieron para beneficiarse con el plan. Entre ellos, don Aurelio.

Jacinta, en cambio, no duda. Con un ingreso de 100 mil pesos chilenos ($us 200 al mes) “apenas ganamos para nuestra alimentación diaria. Es imposible ahorrar, las necesidades que tenemos son muchas y el dinero nunca alcanza”. Ella y Mariano llegaron hace cuatro años. Un primo les dijo que trabajar la tierra en Azapa era rentable, aunque se tuviese que pagar alquiler por ésta.

El primer año fue bueno, “pero ya cuando tuve a mis otros hijos las cosas empeoraron y el dinero ya no nos alcanzaba. Lo que más queremos es un terreno para nosotros y así ganar mejor”.

Rosendo Atibiche, de 67 años, es otro de los convencidos. Vive en Arica hace cuatro décadas. Llegó esperanzado para juntar dinero por un tiempo para volver a su Oruro natal. “Pero tantos años han pasado que no tengo nada más que mi bicicleta con la que vendo mis productos”.

Uno de los grandes anhelos de don Rosendo es ofrecer bienestar y tranquilidad a sus hijos y cree que un terreno propio le puede permitir cumplir su deseo. Dice que a diario va al Consulado de Bolivia en Arica, para informarse más acerca del plan de asentamientos del Gobierno.

“No se cómo van a repartir estas tierras, pero ojalá que me toque una para mí y mi familia”.

En Arica, los compradores para los productos están asegurados; en cambio, en Roboré aún no están definidos. “El mercado en Bolivia es complejo, por eso se recurre a la estrategia de establecer dos otros productos básicos (para cultivar) que le permitan generar ingresos suficientes para vivir bien y para el mercado interno”, agregó Rocha.

Además, no está claro si el terreno será óptimo para los cultivos. “No sabemos qué vamos a producir ahí”, dice Guarachi.

Los bolivianos, sin embargo, no se amedrentan y destacan la técnica que tienen para cultivar en los valles de Azapa, un oasis de por lo menos cien hectáreas, y el de Lluta, similar al primero.

Para llegar al de Azapa hay que recorrer 15 minutos por tierra desde el centro ariqueño. Sin lluvias periódicas, los bolivianos captaron aguas subterráneas del río Lauca gracias a una técnica israelí de riego por goteo”, destaca el presidente del Círculo de Residentes de Bolivia.

“Si pudimos producir en Arica, donde todo es desierto, imagínense lo que podemos hacer en Santa Cruz”, comenta optimista.

OTROS DATOS

Educación • En Chile, los hijos de los migrantes recorren a pie unos tres kilómetros para llegar a la escuela.

Viviendas • Las casas son pequeñas y de madera. Los baños están fuera de los inmuebles. Hay luz y agua.

Llegada a Bolivia • La migración se dará en tres etapas. En la primera, de avanzada, irán sólo los padres.

Caravana • Los migrantes se organizarán en una gran caravana terrestre para llegar hasta las tierras que se les darán.

Otras fases • Se espera que en la segunda etapa vaya el 50 por ciento de los compatriotas que se beneficiarán.

Una comisión de migrantes llegará a Bolivia
Inspección. La primera quincena de enero, un grupo de migrantes bolivianos de los valles de Arica viajará a la provincia cruceña de Roboré para evaluar el tipo de terreno que el Gobierno dotará y así planificar los productos que cultivarán los compatriotas.

“Lo que queremos es saber cuál es el tipo de clima en Santa Cruz y si la tierra es apta para cultivar los mismos productos que dan en Arica, como el tomate. el morrón y la aceituna”, indicó a La Razón el presidente del Círculo de Residentes Bolivianos en Arica, Wilmer Marca.

La comisión de migrantes, según Marca, estará conformada por seis personas especialistas en agricultura, específicamente en el sistema de riego que se implementó en los valles de Azapa y Lluta, en el norte de Arica.

Los compatriotas permanecerán en Roboré un par de días y a su retorno se reunirán con los bolivianos agricultores en Arica para analizar los resultados de esta visita preliminar a los terrenos que dotará el Gobierno.

“Es también fundamental que verifiquemos si hay suficiente agua en ese sector o hará falta que se implemente el sistema de riego que usamos en estos valles para el cultivo de nuestros productos”, agregó Marca.

Uno de los retos que se trazaron estos migrantes es cultivar maní en Roboré. “Justamente para eso vamos a ver si hace falta algún tipo de maquinaria para que empecemos con esta iniciativa”, finalizó Marca.

El retorno de los migrantes de Argentina se inicia en febrero
Avanzada. El Gobierno prevé que primero llegue un grupo conformado por 10 familias de Buenos Aires. Los compatriotas radicados en los valles de Arica esperarán hasta mayo.

 

image La preparación. Migrantes bolivianos en el Valle de Azapa se reúnen para informarse acerca del plan de repatriación. El Gobierno prevé que retornen en mayo del 2010.

En febrero, un grupo de migrantes bolivianos que trabaja la tierra en Escóbar (Buenos Aires) dejará para siempre esas propiedades con rumbo a Roboré (provincia Chiquitos, en Santa Cruz). El contingente inaugurará el plan gubernamental que dotará con tierras a los compatriotas que desempeñan labores agrícolas en esa ciudad argentina, Tucumán y en los valles de Arica.

La repatriación se divide en tres etapas. La primera es de avanzada y contempla el traslado de 10 familias; la segunda, será a mediados del 2010 y se calcula que abarque al 50 por ciento de los beneficiarios. La tercera fase será a fines del próximo año y contempla que se completen las familias, esto lo dice el jefe de la Unidad de Asentamientos Comunitarios y Distribución de Tierras del Viceministerio del ramo, Wilbert Villca.

Los niños no llegarán con sus padres en la fase de avanzada. Recién arribarán cuando ya esté todo instalado en la zona que tendrá agua gracias a bombas y energía eléctrica por generador.

En caso de que los beneficiarios lo requieran, se abrirán caminos hacia su comunidad.

En total, son 40 familias de Buenos Aires que se beneficiarán con la repatriación. Recibirán 1.500 hectáreas de tierra. Luego viajarán compatriotas radicados en Tucumán, aunque aún no están la fecha ni la cantidad de tierra que se les dotará.

Los migrantes que trabajan en los valles de Azapa y Lluta (a 10 y 20 kilómetros de Arica) tendrán que esperar hasta mayo, cuando viaje el primer contingente de avanzada, dice Villca.

El proceso con los compatriotas del norte de Chile no está aún desarrollado. Actualmente éste se encuentra en la etapa de preinscripción. Los migrantes serán elegidos luego de una depuración de las listas en la que se considerará la situación económica de los migrantes y si poseen tierras, entre otros requisitos (ver nota de apoyo).

Son 300 familias radicadas en los valle de Azapa y Lluta las que se apuntaron en las listas del Viceministerio de Tierras, informó el director general de Distribución de Tierras, Clíver Rocha.

Datos preliminares del Círculo de Residentes Bolivianos en Arica revelan que los beneficiados serán 50 núcleos familiares que trabajan los valles. Según Rocha, aún no está establecida la cantidad de hectáreas.

Una comisión de los agricultores en Arica visitará en enero Roboré para ver las características del terreno y luego informar a los compatriotas en Chile.

La consolidación de los asentamientos tomará unos cinco años, dice Rocha. Los primeros dos serán de preparación, construcción de las viviendas y las primeras siembras agrícolas.

Al llegar a las tierras los primeros beneficiaros deberán construir sus propias viviendas con el apoyo de un equipo de trabajo que dispondrá el Gobierno.

Durante los primeros meses también se instalarán los servicios sanitarios y una escuela.

Las actividades productivas que se realizarán en las tierras serán la agricultura, ganadería y forestería, explica Rocha.

¿Qué se cultivará? Aún no está definido, ya que, dice el Director de Distribución de Tierras, los migrantes deben definir cuáles serán sus sembradíos, respetando el ecosistema. El Gobierno dotará las semillas para la primera siembra.

La producción será inicialmente para el mercado interno.

Se tomará en cuenta a otros

El Gobierno anunció que dentro del plan piloto de repatriación de ciudadanos bolivianos desde Argentina se prevé que en un futuro se tome en cuenta a migrantes que trabajan en otros rubros como la confección.

“Por ejemplo hay compatriotas que están ocupando puestos casi de peones en talleres de confección. Ellos también están contemplados dentro del plan”, dijo a La Razón el director general de Distribución de Tierras, Clíver Rocha.

Si bien en el vecino país esos migrantes se emplean en otro rubro ajeno a la agricultura, Rocha destaca que provienen de áreas rurales del país donde se trabaja la tierra “y por tanto son potencialmente agricultores”,

La estrategia del Gobierno pretende además repatriar a compatriotas en España. “Son compañeros que no generan lo suficiente (en ese país) así que se prevé que también podamos llegar a ellos”, agregó Rocha.

El plan de asentamientos establece capacitar a los migrantes en el área agrícola.

Incluirán a los migrantes con mejor economía
El Gobierno tiene previsto para el 2010 que migrantes bolivianos en el exterior puedan invertir en los terrenos que forman parte del plan de dotación que arranca en febrero, con los compatriotas radicados en Buenos Aires. El requisito es que retornen definitivamente al país, dijo el jefe de la Unidad de Asentamientos Comunitarios y Distribución de Tierras, Wilbert Villca.

“Nos hemos reunido con residentes bolivianos de Estados Unidos, España y Suecia, y fueron ellos que nos dieron este contexto de que quieren volver al país a invertir y es probable que esta inversión tenga una vinculación con la tierra, pero eso será con la adjudicación (compra) proyectada a partir del 2010”, dijo la autoridad.

Lo que se pretende, dice Villca, es que los migrantes con mejores ingresos económicos retornen al país definitivamente, inviertan en la tierra y con ello generen más espacios laborales.