En torno a ciertas candidaturas

Aunque las próximas elecciones de autoridades locales y departamentales se encuentran en proceso de definición de los candidatos que intervendrán, se hace necesario recordar -como lo hicimos en una anterior nota editorial- que lo correcto y ordenado habría sido esperar que la recientemente elegida Asamblea Legislativa Plurinacional debata y apruebe la Ley Marco de Autonomías, según dispone la propia Constitución y sólo después de dicho paso se realice la elección de Gobernadores, consejeros departamentales y a nivel local concejos municipales, órganos que deberán dotar de Estatutos Autonómicos y Cartas Orgánicas, respectivamente, además que dichos instrumentos deben pasar por el cedazo del Tribunal Constitucional y ser ratificados por referendo en sus circunscripciones. Fundamentalmente estas autoridades deberían ser elegidas para administrar autonomías establecidas, hoy inexistentes.

No obstante, como vivimos una euforia en torno a las urnas conforme a los planes oficialistas, se nos ha embarcado en una nueva y nada sencilla elección. En esta danza se vienen oficializando algunas candidaturas como la de Gobernador y Alcaldes de La Paz y de El Alto. Tales postulaciones por el MAS y proclamadas por el presidente Evo Morales, han recaído en los señores Félix Patzi, Elizabeth Salguero y Edgar Patana, respectivamente, quienes vienen siendo objeto de observaciones y rechazos. En El Alto las Juntas Vecinales se oponen a Edgar Patana y el senador Villca pone reparos contra Patzi. Consultas de algunas radio emisoras revelan marcadas resistencias contra todos los nombrados candidatos. En general los movimientos sociales no se oponen por motivos de idoneidad, sino por una supuesta expectativa desatendida a tal o cual movimiento social.

Sin embargo, saltan a la vista una serie de carencias o falencias de mayor profundidad. Circunscribiéndonos al departamento paceño, se percibe que se toma las cosas para premiar el sectarismo o los “dedazos” obedecen a las preferencias del presidente Morales, lo cual supone que en una elección más administrativa que política, para decirlo de algún modo, se menosprecia los intereses colectivos en orden al desarrollo y progreso. Su logro depende en gran medida del profesionalismo, eficiencia y ética personal de los candidatos, cualidades que al presente no se aprecia objetivamente. Otra nota demasiado visible es que, a juzgar por los candidatos del MAS, éstos o son dirigentes de algún movimiento social o son comunicadores sociales (Patana, Patzi y Salguero), con absoluta exclusión del resto, aunque quizá sea mucho decir aquello y baste con ser “presentador” de programas audiovisuales.



La trayectoria política de dichos postulantes no augura a La Paz una gestión impulsora de desarrollo, centrada principalmente en la vertebración caminera, la explotación de hidrocarburos en el norte y la atención agropecuaria al altiplano y a los valles, cuyo atraso y postración económica se traduce en un incontenible éxodo hacia La Paz y El Alto, abrumados por la desocupación y la delincuencia por causa de dicha situación. El señor Patzi es todavía “el poder detrás del trono” en la Prefectura, pero hasta ahora sin alguna realización significativa para la comunidad.

En cuanto a la ciudad de La Paz, le urge solucionar el problema del comercio callejero, el anárquico transporte público y su pésimo servicio, la inseguridad ciudadana, la basura y la suciedad en calles, plazas y barrios, etc., etc., problemas que parecerían escapar a la formación y a la tuición de los derechos humanos que como diputada le correspondió a la señora Salguero. Inclusive los paceños dudan si al votar por ella, votarán por un coterráneo, como casi con nostalgia esperan. Hablar del futuro burgomaestre de El Alto requerirá otra ocasión.

Editorial El DiarioelDiario