La mitad del camino hacia la revolución

image EL MAS TOMÓ EL PODER, PERO SÓLO ES LA MITAD DEL CAMINO HACIA LA REVOLUCIÓN

Tito Pedro Reynaga V.

Bolivia está en una grave perspectiva histórica. El contundente triunfo del MAS le abre las puertas y le da el poder para inmediatamente ponerse a construir el estado socialista que nos han venido anunciando. Hasta ahí, bien por ellos.



Pero… ¿Cómo diablos, o por obra de que divina providencia, habrán de hacerlo, o sabrán hacerlo?

No se conoce, ni la puntita de ningún planteamiento que en la ortodoxia marxista leninista permita vislumbrar nada que de esperanzas de éxito en esta, tal, revolución. Y, menos aún si nos fijamos en la experiencia histórica de la humanidad y el saldo del socialismo real. El del siglo XX, a la cabeza de la URSS, la China y Cuba que terminó en un penoso desastre. ¿Qué puede hacernos abrigar la ilusión de que donde fallaron el PCUS y el PCCH, Lenin, Stalin, Mao y Castro habrán de triunfar los MAS Chávez, Morales y Linera? Perdonen la crudeza, pero debo decir que no se ve nada. Nada que permita abrigar alguna esperanza. O, ¿lo sabrá nuestro amigo Chato Prada o el imaginativo Choquehuanca o el "filósofo" Dieterich o Peters…, pero, que aún no quieren decirlo?

Dicen que el Presidente ha invitado a los profesionales, según Hurtado (su ex Ministro), que haciendo eco dice: "No hay evidentemente un programa terminado, una línea política elaborada por unos pocos ideólogos como fue en nuestra época de izquierda, no hay ni siquiera modelos mundiales, ahora tiene que ser creación heroica del pueblo liderado por el Presidente Morales…" El pueblo no crea, revisa Javier la historia del liderazgo ideológico de la revolución socialista mundial o la liberal. Por la vía populista sólo habrá frustración, sino engaño (siendo el médico no le pidas diagnóstico ni receta al paciente).

Evo Morales ha hecho algo, que hace algunos años se veía imposible: tomar el poder total para llevar adelante el PROYECTO REVOLUCIONARIO, arrinconando a lo más agresivo de la vieja oligarquía racista. Sin duda el momento da para hacer cambios. Bueno… dos veces bueno.

Pero, lo terrible y paradójico del momento está en que con todo esto, en la obscuridad ideológico programática en la que está el gobierno, lo más probable es que camino de la revolución pongan al país camino de un desastre inédito y terminemos en una ridícula tragedia social. Con riesgo de reeditar una suerte de "socialismo africano", como el de los Mugave y demás yerbas. Y, que disculpen los revolucionarios del MAS, es que la cosa no se decide sólo con buena voluntad y empeño, porque el viejo socialismo contiene estructuras definitivas que empujan a los líderes y los pueblos a donde han llegado, a despecho de sus ideales revolucionarios. Con la yapa de que poniendo en descrédito a las fuerzas populares e indígenas abrirá opciones definitivas para que vuelvan, una vez más, las obscuras golondrinas… a instalar sus viejos negocios corruptos en las oficinas del estado para seguir con su antiguo oficio colonialista, saquear los recursos públicos.

De algo tendría que servir el desastre que padecieron casi dos mil millones de personas de decenas de pueblos bajo el viejo libreto socialista a lo largo del siglo pasado (y parte de este).

La cosa es seria, muy seria… y nos involucra. No sólo porque somos parte de ese pueblo ansioso de reivindicación y mejores y justas condiciones de vida, sino porque somos parte de su liderazgo y tenemos algún grado de responsabilidad.

De ahí que trabajamos en el programa revolucionario anticolonialista desde hace varias décadas. Trabajamos en él a partir de las tesis marxistas leninistas, pero nos vimos obligados a pasar por encima de ellas forzados por sus limitaciones y extravíos. Dejamos también en la cuneta la tesis liberal y la socialdemocracia como las ideas "comunitaristas" o "altermundistas". Nos dimos cuenta de que la realidad había rebasado tanto las visiones marxistas como las de estas ideologías. Y, que se hacía necesario mirar con nuevos ojos y criterios una realidad de cambio cada vez más acelerado en un país de condiciones singulares, como es el nuestro aún dentro de la uniformidad latinoamericana. Tenemos un programa hecho y estamos trabajando ahora en algunas ideas que nos permitan completar el proyecto revolucionario. Precisamente, con la parte que no atendimos a tiempo, la de la estrategia de toma del poder.

Nuestro programa, a diferencia del viejo socialismo, es factible. Como es factible que la naturaleza de la sociedad humana se exprese, así como lo concreto de nuestro país en sus problemas, limitaciones virtudes y posibilidades propias. Como es factible que el sol alumbre mañana el territorio boliviano.

Estamos listos para el diálogo y el debate, con quien fuere, se trata de la suerte de nuestro pueblo y estamos dispuestos a ponerle el hombre en esta hora de graves definiciones. Tenemos un proyecto socialista fundado en la libertad y queremos ponerlo a su servicio.

Creemos que la vocación revolucionaria de Evo Morales y los otros líderes del MAS y su amor por nuestro sufrido pueblo es mayor que la veneración que sienten por el santoral revolucionario y que mantienen la necesaria apertura a lo nuevo, propia de la mentalidad revolucionaria. ¡Líderes de la tragedia o de la revolución?