Las vacas flacas ya se asoman

Los ingentes recursos con los que contó el gobierno de Morales le cayeron del cielo. Estaban ahí no gracias a su gestión sino a pesar de ella. Sin embargo el auge económico del que se jacta el oficialismo se está diluyendo paulatinamente y las señales son preocupantes.

Evo fue favorecido por una inusitada etapa de precios altos en los hidrocarburos y en los minerales. Se trató de una etapa que lamentablemente no fue bien aprovechada transfiriendo esos recursos para promover otras áreas como la industria que, como se sabe, es la fuente más segura de ingresos y generación de riqueza con que cuentan los países.

Existen muchos ejemplos de ello y mencionemos solo el caso del Japón, un país pobre en recursos naturales pero que ha sabido establecer un fuerte núcleo industrial que es la base de su riqueza. No es que pretendamos que Bolivia se convierta de la noche a la mañana en un Japón enclavado en el corazón de Sudamérica pero se debe mencionar que durante este gobierno muchas fábricas fueron cerradas y otras languidecen. La industria textil es un ejemplo de ello. Solo florecen la "industria" del narcotráfico y el contrabando.



imageMiles de trabajadores de la microempresa perdieron su empleo y sobreviven ofreciendo servicios en la calle. El cierre de mercados en el exterior ha paralizado el 50% de la capacidad instalada del sector. Foto El Diario.

Las consecuencias de esta falta de visión ya están comenzando a manifestarse. El incremento en las reservas internacionales es mostrado como un gran logro de la actual gestión aunque se evita explicar las causas de este crecimiento, pero ese ya es otro tema.

Sucede que una vez que estamos ingresando a la época de las vacas flacas los ingresos sufrirán una apreciable merma y el gobierno se está viendo en figurillas para mantener sus programas que en muchos casos son totalmente prebendales y demagógicos.

El Ministerio de Economía y Finanzas ha anunciado de forma oficial que este año se utilizará 400 millones de dólares de las Reservas Internacionales Netas del Banco Central para financiar el programa de apoyo al sector productivo. A esto se suma que el gobierno ya anunció anteriormente que otros mil millones de estas mismas reservas serán destinadas a potenciar YPFB.

De acuerdo a las cifras oficiales, el monto de las reservas asciende a 8.500 millones de dólares. Sin embargo tenemos que tener mucho cuidado con esta cifra. En ella se incluyeron los 2.100 millones que teóricamente debe invertir la Jindal Steel para la explotación de los yacimientos ferrosos de El Mutún, proyecto sobre el cual existen muchas dudas y al parecer ha fracasado antes de empezar.

Si se toma en cuenta que el Déficit Fiscal previsto por el gobierno para la presente gestión llega a aproximadamente 842 millones de dólares, veremos que las Reservas Internacionales Netas, reales o aparentes, sufrirán una importante merma.

Naturalmente ante esta situación es previsible una mayor presión ante el dólar, por lo cual el Ministro de Economía, Luis Arce ha optado por curarse en salud y advertir que la divisa estadounidense dejará de ser el referente monetario internacional. No hay que ser demasiado suspicaz para darse cuenta hacia donde va la cosa: cuando hay abundancia de dólares naturalmente su precio bajará o por lo menos se mantendrá y cuando comienza a escasear, subirá, que es lo que esta ocurriendo en el país.

No se puede pasar por alto la afirmación del presidente brasileño, Lula da Silva. Dijo que su país no necesita ya del gas boliviano pero que seguirá comprándolo para honrar el compromiso bilateral. Es decir se trata de una decisión política, de un acto de solidaridad de Lula, "de un metalúrgico a un indio", según palabras del mandatario brasileño, pero es lógico suponer que esta actitud podría cambiar si es que en el vecino país se producen los cambios políticos que ya anticipan las encuestas.

En tanto en Bolivia nuestro presidente y su gobierno siguen enfrascados en la campaña electoral. Creen que evitarán la debacle económica con la ayuda de la "pachamama" y la buena suerte que hasta ahora les acompañó.