El próximo «Movimiento sin…»

El país a merced de movimientos de avasalladores y delincuentes, sin ley y ausencia de Estado y pronto estaremos «sin Bolivia».

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¿Quién los convoca y los trae?. Cientos de personas siguen haciendo filas y anotándose para conseguir un lote en los predios de San Aurelio. El movimiento en el lugar es permanente. (foto El Deber)



Va quedando al desnudo la siniestra intención, de desmantelar todo el aparato productivo en el departamento de Santa Cruz por considerar que este es la fuente de poder de la “oligarquía cruceña y la derecha”.

Existen indicios de la participación oficialista en la toma de los predios pertenecientes al ingenio azucarero San Aurelio. Se pudo observar en el lugar, la presencia de dirigentes del Plan Tres Mil y del denominado “comité cívico popular”, una organización apócrifa que como se sabe responde directamente al Ministerio de Gobierno.

Se pudo advertir, además, que “los sin lote”, llegaron al lugar transportados en lujosas vagonetas, las mismas que el gobierno del MAS ha distribuido a todos los dirigentes de las “organizaciones sociales” que le son adictas para comprar sus conciencias, asegurar su respaldo además de garantizar que en cualquier momento puedan arremeter contra los adversarios, reales o ficticios, que indique el Poder Ejecutivo.

No deja de llamar la atención la pasividad con la que actuó el comandante de la Policía Departamental, quien al llegar, después de varias horas de enfrentamiento entre los avasalladores y los trabajadores del ingenio, dijo cínicamente que no se había enterado de la violenta toma pese a que los encargados del ingenio hicieron insistentes llamadas de auxilio y los propios bomberos llegaron para sofocar el incendio pero se les impidió el ingreso.

Por otra parte no era necesario de que al jefe policíal se le hiciera conocer por escrito la situación. La toma por parte de los “sin lote” o ¿simples delincuentes? se produjo con tal profusión de petardos y bengalas que a muchos se nos vino a la memoria el bombardeo de Bagdad durante la Guerra del Golfo.

Sin embargo el comandante departamental de la Policía, pese a la flagrancia del delito de avasallamiento contra la propiedad privada San Aurelio, ni se dio por enterado y no se sabe si quiso hacerse a los locos por propia iniciativa o por alguna instrucción llegada directamente de La Paz. Lo cierto es que llegó al lugar cuando todo estaba consumado, con el paso cansino y una cara de ¿y a mi que me importa?. ¿Y los fiscales? simplemente se borraron en las horas mas difíciles y mucho después apareció la masista fiscal Arminda Mendez acusando a las víctimas (propietarios y empleados del ingenio) de ser los causantes de la violencia.

Pero el pez muere por la boca y el comandante nacional de la Policía, Gral. Oscar Nina, mostró claramente de donde venía la mano al indicar que los “sin lote” actuaron pacíficamente durante la toma pero fueron provocados por gente contratada por los propietarios y además repartió culpas entre San Aurelio, Enfe, la alcaldía y la prefectura de Santa Cruz  ¿y la responsabilidad de los loteadores, del gobierno central y de la policía?.

La posición expresada por el obsecuente jefe policial no hace más que abrir la puerta a los delincuentes para que ingresen a cualquier propiedad privada sea domicilio o empresa y hasta a la pública con el siguiente argumento: podrán decir que ingresaron pacíficamente pero los propietarios los “provocaron” al resistirse a ser robados.

Lo del ingenio azucarero San Aurelio es una muestra de los tiempos que vivimos y, lo que es más preocupante, al amparo de una Constitución de contenido demagógico. La pasada semana ocurrió lo de la mina San Cristóbal y no existe motivos para pensar que el Ejecutivo esté dispuesto a frenar los abusos de gente (politicamente afín al MAS, aunque lo niegue y eche la culpa al MSM) escudada en organizaciones surgidas de acuerdo a intereses de coyuntura y que actúan con total impunidad ante la ausencia del Estado y la complicidad de un gobierno que persigue con saña a los opositores pero hace la vista gorda ante los desmanes de turbas delincuenciales que simpatizan con el oficialismo.

“Movimiento Sin Techo”, “Movimiento Sin Tierra”,”Movimiento Sin Lote”. Al paso que vamos no habrá de sorprender que surja en el futuro un “Movimiento sin Departamento con todas sus dependencias” o un “Movimiento sin Empleos”, cuyos integrantes también podrían sacar a patadas a los masistas de todos los cargos que hoy ocupan en ministerios e instituciones del Estado.