Estado plurinacional, un estado en ebullición


EBULLICIÓN Daniel A. Pasquier Rivero

El Estado Plurinacional (EP) debería de tener a estas alturas la serenidad suficiente como para hacer autocrítica de su pasar en los últimos cinco años, tomarse un respiro. Pero no, es como si alguien les tiene escrito el guión completo y que por las noches le dicta lo que debe hacer desde primeras horas de la mañana. Evo, más que sus acompañantes, anda tan urgido como el primer día, como si el poder tan ansiado se le escapase entre los dedos. ¿Inseguridad? Da la impresión de actuar y reaccionar bajo la premisa del “ya lo tengo, pero se me va”. Serenidad le vendría bien al gobierno, pero sobre todo, al país, cansado de ver y oír tanta fogata y argucia marrullera para ganar adeptos, instituciones y territorios.

La ambición rompe el saco, recoge el viejo dicho. Y la actividad del Presidente no se traduce, más allá de lo electoral, en resultados tangibles, constatables, medibles o demostrables ante la población más crítica del país. Los grandes proyectos siguen esperando atención, y en su gestión predomina la improvisación. ¿Se dará cuenta, o sus colaboradores, de la cantidad de proyectos que son necesarios para convertir la declaración constitucional de “Principios, valores y fines del Estado” en realidades, y que se han quedado en el discurso? ¿Dónde se perdió que “la nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos”, si repite que no va a trabajar con los opositores a su gobierno?



Para vivir bien, CPE, hace falta que arranque el Mutún. Décadas de centralismo bloquean su realización, secundado por sindicalistas burócratas expertos en “morder” en las negociaciones, sin ningún ánimo de llevar a buen puerto ese imprescindible proyecto, sueño del país y de la región. Por su dimensión, lo que puede significar la explotación del yacimiento y la perspectiva de su industrialización, se han sacrificado varias generaciones de cruceños y no cruceños, pero siempre, la postergación. Evo se niega a atender a la empresa india encargada del proyecto (JINDAL), y tiene razón, ¿para qué se le paga a toda la tropa de funcionarios involucrados en el tema, cuya irresponsabilidad raya en traición a la Patria? Mientras la estatal Empresa Siderúrgica Mutún no arranca, el precio del hierro cae, Brasil acelera su explotación, cierra contratos con India, China, y hasta la provisión de gas al proyecto entra en duda. Si los chinos invierten 20.000 millones de dólares en vinculación férrea al otro lado de la frontera, ¿cuáles serán las perspectivas del Mutún?

El EP no garantiza “la dignidad de las personas” si a toda costa trata de forzar la voluntad popular, torcer el voto allí donde no hay apoyo al partido. Cortes a dedo, candidatos a dedo, urnas rodeadas de policías y militares, arengas con amenazas y realidades de amedrentamiento físico con apaleos, acarreos y encarcelamiento. ¡Cortes Electorales a juicio! Por último, ¿llevar el “conteo” a La Paz, donde las matemáticas son distintas, como los códigos de jueces y fiscales? ¡La vocación democrática del pueblo boliviano está a prueba!

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El EP y Evo se complican. Nor Lípez (Potosí) se rebela, no para salvar los recursos mineros, sino exigiendo mayor tajada. Otro lío. Se niega al CONAMAQ, el Consejo Nacional de indígenas andinos, instalar la Mesa 18, donde se protesta contra la política del MAS en la explotación de recursos naturales, justo en esa Cumbre, donde el EP trata de aparecer como paradigma mundial del respeto a la Pachamama (Madre Tierra). Pero no hay vocación de escuchar, como cuando se reclama por falta de alojamiento, de personal de protocolo (un presidente anduvo perdido), de credenciales, de comida, etc. Evo propone la vuelta al plato de barro, ¿y la greda?, la demanda de servicios convertiría la tierra en un queso gruyere; que el futuro es de los “gays calvos”, por culpa del pollo a la “broaster”, etc. Con ese nivel de información ¿cómo entender que gracias al efecto invernadero la Tierra no está a 18ºC bajo cero? O, que hay pruebas definitivas de otras etapas de calentamiento global “mayores” a la actual, “libre de hielo”, como ocurrió hace 81.000 años, y el planeta Tierra siguió su rumbo hasta nuestros días.

Se predican nuevos derechos de los pueblos, mientras se atropellan los fundamentales, a la vida, a la dignidad, a la libertad, a vivir en paz “en la diversidad” económica, política, social y cultural. Cochabamba es la respuesta a la paradoja, los movimientos sociales ganaron la “guerra del agua” hace 10 años, y siguen sin agua. La Universidad de Berkeley ha estudiado 12 países en vías de desarrollo donde se declaró el acceso al agua potable un “derecho” versus otros 12 similares en los cuales se mantuvo el agua como un bien transable en el mercado. El primer grupo en 8 años cubrió del 74 al 81% de la población, el segundo, de 77 al 82%. Conclusión: la falta de institucionalidad, la falta de políticas claras, el alto grado de corrupción en la administración estatal, hacen del agua un bien poco accesible, sea por la vía estatal o la privada. Crispa los nervios en el EP que la Empresa San Cristóbal haya conseguido 50.000 m3 de agua/día, aunque no sea potable, allí, donde está rodeada de comunidades sin agua. Como señaló Hernando de Soto, hay que “dar vida a los capitales muertos”.

¡Cristo, el primer revolucionario!, señalan los afiches en Tiquipaya, que le cantó a la vida, a la libertad, al amor, y que finalmente ofreció su vida por todos. Evo, al contrario, tiene obsesión por la muerte, “socialismo o muerte”, “patria o muerte”, ahora “Planeta o muerte”; y no está solo, para el Vice “es buena idea” comprar misiles y quizás trasladar al EP ¿dónde? la tecnología de Chernóbil. Ya se rechazó en la Cumbre a la representante de la ONU, mal presagio. Al final, tanta cultura de la vida en la CPE, y sin embargo hay en los gobernantes una “pulsión de muerte”. ¿Está cansado Evo o presiente la derrota de un proyecto, en el que ha comprometido su vida? Es obvio que no disfruta ni de los éxitos. Peligrosa situación emotiva y psicológica, porque en estas condiciones los protagonistas suelen consentir el impulso a “llevarse a los demás” consigo. ¿Habrá tiempo para reconducir el proceso? Porque el EP entero parece estar en ebullición, y el país merece un mejor destino.

www.icees.org.bo