No envían misión por el lío en San Cristóbal; Canciller: empresa saquea nuestro mineral y no paga por el agua

Gobierno: el problema debe resolverse en la región. Choquehuanca: San Cristóbal gasta 600 litros de agua por segundo y no paga un centavo

image

Movilización: los pobladores de Quetena en la marcha que realizaron el viernes



La Prensa

Gobierno no envía misión por el lío en Nor Lípez

Diálogo. Autoridades del Gobierno consideran que se trata de un problema que debe resolverse en la región.

El Gobierno no ha considerado la posibilidad de enviar una misión de facilitación o de diálogo a la provincia Nor Lípez de Potosí, donde los comunarios se encuentran movilizados en demanda de que la minera San Cristóbal entregue mayores beneficios a la región, pero especialmente que pague por el agua que consume la compañía en el proceso de extracción de concentrados de plomo y zinc. El ministro de Minería, José Pimentel, dijo que las demandas son locales y deben ser atendidas por la Prefectura de Potosí, porque se trata de un conflicto interno.

El viernes, los habitantes de la zona quemaron las oficinas de la Empresa Minera San Cristóbal, situadas en el puesto Avaroa, en la frontera con Chile, sin afectar el campamento principal instalado en la población del mismo nombre, en demanda de un impuesto al agua para esa empresa, electrificación, instalación de antenas para la comunicación y el pedido de que la sede de la Empresa Boliviana de Recursos Evaporíticos (EBRE) sea en la localidad de Río Grande.

Ante esta situación, el prefecto de Potosí, Mario Virreira, llamó a los comunarios a dialogar. El vicepresidente Álvaro García Linera lanzó una convocatoria similar el mismo viernes. Hasta el cierre de esta edición no se había instalado ningún acercamiento. Más temprano, el viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, señaló que esperará los resultados de las gestiones. “Hay un poco de intransigencia de los comunarios y por ello no descartamos usar la fuerza pública (…) Ya tenemos el operativo, pero los comunarios son 800 personas y un operativo de esa magnitud podría traer luto a la familia boliviana, por eso queremos hablar primero para buscar una salida”. El bloqueo continúa en la zona.

Hasta el cierre de edición no se había instalado el diálogo.

Comunarios se movilizan por el agua

Los pobladores del sudoeste incorporaron entre sus demandas la del agua, pues ven que la minera San Cristóbal consume entre 42.000 y 50.000 metros cúbicos por día, mientras que en sus comunidades no tienen ese recurso ni para preparar sus alimentos.

Los comunarios incorporaron a su demanda el pedido de que la empresa japonesa pague por el agua que usa en el proceso de lixiviación, que, de acuerdo con datos de la Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sur (FRUTCAS), es de casi el doble de lo que se usa en la capital potosina para 200.000 habitantes. La paciencia tiene un límite, señala el periodista Freddy Juárez Huarachi, quien se halla en la zona, pues comprobó que se agotó en los pobladores de los Lípez ante la desatención y sucesivos compromisos de los gobiernos departamentales.

San Cristóbal entrega a Potosí regalías por $us 35 millones

La empresa minera San Cristóbal (MSC), que es subsidiaria de Sumitomo Corporation de Japón, aporta alrededor de 35 millones de dólares como tributo a las regalías del departamento de Potosí.

Así lo hizo conocer esta empresa, a través de un comunicado, en el que ratifica el pedido para que se pueda resolver el conflicto desatado en Nor Lípez. En el documento se menciona que desde que se instaló el proyecto (año 2000) se han aportado alrededor de 300 millones de dólares en tributos de distinta índole.

La inversión total de MSC alcanza los 1.400 millones de dólares y es destinada a trabajos de exploración, estudio de factibilidad, estudios ambientales, ingeniería del proyecto, preparación de la mina, construcción de la planta y de la infraestructura de apoyo y capital de operación.

En la etapa de construcción de la planta de tratamiento y de la infraestructura, MSC ocupó a unas 5.000 personas. En la actualidad cuenta con unos mil trabajadores permanentes y genera unos 3.000 empleos indirectos, señala el comunicado.

San Cristóbal saquea nuestro mineral y no paga por el agua

image

Planeta: El Canciller destaca el papel del Presidente para hacer frente a la crisis climática. En la agenda interna dice que se modificarán la Ley Forestal y el Código Minero.

La Prensa.- El Canciller del Estado está en Cochabamba desde el anterior viernes. Está concentrado en la Conferencia de los Pueblos sobre el cambio climático, cuya parte culminante se realizará la próxima semana en la apacible Tiquipaya, con la participación de miles de representantes.

David Choquehuanca tiene una doble motivación para la Cumbre. Es el jefe de la Política Exterior y por tanto el representante de la posición medioambiental del Gobierno ante los países y organismos internacionales. Conoce a los pueblos indígenas en el mundo, actores del evento organizado desde que Bolivia consideró que la Cumbre de Copenhague ha sido un fracaso.

En este diálogo, que se produjo en La Paz el 15 de abril, el Canciller reivindica la posición y organización de los pueblos y sostiene que ellos, en última instancia, definirán las acciones para defender al planeta de lo que ha llamado la crisis climática, en lugar de cambio climático. Y en esto enaltece el protagonismo del presidente Evo Morales.

—¿Cuál es la importancia que el Gobierno atribuye a la Cumbre de los Pueblos Indígenas de la próxima semana?

—Uno de los temas más importantes de hoy es el cambio climático. El presidente Morales dice que no deberíamos llamarlo cambio climático sino crisis climática, porque quienes han administrado el mundo han provocado muchas crisis: la alimentaria, energética, institucional, y la más importante es la climática. Fuimos a Copenhague con esperanzas, pero lamentablemente fue un fracaso de los gobernantes y no de los pueblos. Casi 30 países querían imponer una posición a las Naciones Unidas, mientras, afuera más de 100.000 personas esperaban con una consigna: no cambien el clima, cambien el sistema.

—¿Qué esperaba de Copenhague?

—Que profundicen el Protocolo de Kioto, que se comprometan a reducir las emisiones del efecto invernadero. Los países industrializados deben asumir sus obligaciones. Nosotros vimos morir un glaciar, el Chacaltaya se nos ha muerto. Cuando se muere un glaciar, se mueren las especies, los que vivían en esos sitios buscan dónde migrar. Por eso se habla de migrantes climáticos.

—¿En Bolivia ya hay migrantes climáticos?

—Claro que los hay. En la Cumbre de Cochabamba, los indígenas que viven por el Sajama van a dar su testimonio de cómo la crisis climática les ha afectado a sus vidas. Ya no hay vida. ¿Quiénes son los culpables? ¿Quiénes cargan con esto? ¿Cuáles son las causas de la crisis climática? Todos estos temas se van a discutir con políticos, representantes de gobierno, con científicos, con los pueblos indígenas.

—Entonces, deja de ser una cumbre de los pueblos indígenas…

—El Presidente ha hecho una convocatoria a los pueblos indígenas e hizo una invitación a los gobiernos. No sabíamos que podíamos tener esta respuesta, la Cumbre superó nuestra expectativa.

—Si en Copenhague, según su criterio, los pueblos no fueron escuchados, eso quiere decir que en Cochabamba los pueblos serán escuchados…

—En Cochabamba todos tenemos la palabra. Es un evento abierto e incluyente. Son 17 temas que se discuten, pero hay 164 temas autoauspiciados. Si una federación quiere discutir sobre un tema, se le facilita todo lo logístico. Ahora, los pueblos indígenas tienen un trato preferencial, porque consideramos que son el reservorio para la salvación del planeta. Entre los 17 temas hay una mesa específica de los pueblos indígenas. Por eso me extraña a mí que algunos dirigentes quieran otra mesa.

—¿Cuál será la propuesta boliviana para que las conclusiones se conviertan en un documento válido?

—Las organizaciones bolivianas se reunieron la anterior semana en Cochabamba. El presidente participó en ellos. De lo que se trata es salvar el mundo, por ello tenemos que dejar todos nuestros pequeños problemas entre los bolivianos.

—¿Qué es lo que propone el Estado?

—La propuesta boliviana ya se la conoce. Gracias a nosotros se declaró el Día Internacional de la Madre Tierra. Somos un país presidido por un indígena, donde queremos que en las Naciones Unidas se discutan los derechos de la Madre Tierra.

—¿Eso lo quieren hacer en la próxima reunión, en Cancún?

—No. En el mismo seno de la Organización de las Naciones Unidas. Así como ahora planteamos los derechos de la Madre Tierra, en algún momento se propuso trabajo sobre los derechos de los pueblos indígenas y, claro, a algunos les pareció hasta ridículo. Y logramos la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Ahora el tema está en la agenda, ya se ha logrado la declaración del Día Internacional de la Madre Tierra. Estamos aportando al mundo, todos los grupos que vienen a la Cumbre ven como alternativa el vivir bien. En Cochabamba se va a discutir el principio del vivir bien frente al vivir mejor. No es un invento de nadie, el MAS lo ha recogido de nuestros ancestros.

—¿Cómo se va a articular lo que vaya a surgir de la Cumbre de Pueblos Indígenas? Vienen representaciones de indígenas, seguramente para que el Presidente articule la agenda…

—Muchos vienen a escuchar, a conocer al Presidente. Algunos esperan que su Presidente sea como el presidente Morales, como el caso de una señora dirigente a la que conocí en Canadá. Otra señora me dijo que ella hizo un oso de oro que se está comiendo un pez, que quiere regalarle, porque el oso es el presidente Morales y el pez soy. Ella dijo “estoy dispuesta a dar mi vida por el Presidente para que tenga más poder”. Desde Estados unidos vienen 400 personas, muchos vienen para conocer a este líder.

—Entonces, el Presidente va a proyectar su figura internacional como líder espiritual de los pueblos indígenas.

No sólo los indígenas lo reconocen como tal, sino como los pueblos del mundo. Hasta esta mañana (jueves 15) teníamos a 13.622 personas acreditadas a la Cumbre, vienen representaciones desde 126 países, desde Europa, África, Asia, Oceanía. También vienen delegaciones oficiales de Paraguay, Uruguay, Ecuador, Irán, México, Yemen, Georgia, Egipto, Senegal, Argentina o Estados Unidos. No sólo vienen movimientos sociales, también representaciones oficiales y misiones internacionales. Viene un enviado especial de Ban Ki-moon.

—Todas estas delegaciones definirán alguna declaración como ocurre en toda Cumbre. Si es así, ¿de qué manera esas resoluciones se van a cumplir?

—El poder para cambiar las políticas no está en manos de los presidentes ni en las de los parlamentarios. El poder de cambiar las cosas está en manos del pueblo, y en Bolivia lo sabemos mejor que nadie. Ésas son las líneas matrices que saldrán a partir de esta conferencia mundial. Los pueblos van a diseñar estrategias comunes para llevar adelante el referéndum mundial. Ya el presidente Morales ha lanzado las preguntas, y eso se va a discutir, complementar, modificar.

—¿Usted cree que pueden complementarse las propuestas de Cochabamba con el Protocolo de Kioto?

—Los Presidentes están obligados a escuchar a los pueblos, porque si los pueblos se enojan, pueden cambiar presidentes.

—¿Como ha ocurrido en Bolivia?

—No sólo en Bolivia. Ellos son quienes definen quiénes son los presidentes, democráticamente. Por eso es importante esta conferencia, se van a discutir varios temas: el referéndum climático, la justicia ambiental, migrantes climáticos, seguridad alimentaria, estrategias de acción. Van a discutir sobre cómo van a llegar.

—¿Cuál va a ser el papel del presidente Morales en esta conferencia?

—Escuchar, por eso los ha convocado. También participarán otros presidentes, que escucharán a los pueblos. Desde Tiquipaya, desde Bolivia, va a salir un mensaje para el mundo. Seguramente vamos a decir cómo vamos a defender la Tierra.

—¿Qué relación existe entre lo que usted decía en enero, cuando usted, Canciller, planteó que el presidente Morales parecía la expresión de un profecía indígena para salvar el mundo con lo que va a ocurrir en la conferencia en Tiquipaya?

—Yo mantengo la comunicación con muchas organizaciones indígenas. Muchas organizaciones quieren ver al presidente Morales y otros dicen —esto no es ninguna exageración—: queremos ver al Profeta.

En 1992 cuando celebramos la campaña 500 años de resistencia, cuando en La Paz tuvimos una marcha de más de 70.000 personas, hubo una delegación que llegó desde Estados Unidos, la del pueblo Lakota. En Tiwanaku, los delegados nos trajeron un mensaje, una profecía, que decía más o menos, así: ‘Cuando el planeta esté en crisis, cuando haya caos en la humanidad, desde el sur del continente emergerán vigorosos guerreros del arco iris para restablecer la armonía al planeta Tierra’. Y esa delegación nos advirtió sobre esa nuestra responsabilidad.

Y los guerreros del Arco Iris somos nosotros (y el Canciller se desplaza en su silla hacia la wiphala para señalarla y tocarla). Esta wiphala es el Arco Iris. Es la materialización del arco iris. No es una bandera, es un código. Nosotros somos los guerreros del Arco Iris. No es casual que nuestro presidente Morales haya planteado los diez mandamientos para el planeta, no es casual la organización de este evento.

—¿La cumbre de la crisis climática plantea una nueva tesis, una nueva estructura?

—Un nuevo movimiento… Algo va a salir. Algo esperanzador.

—¿Y cuánto se beneficia Bolivia?

—Éste es el tema más importante del planeta. Bolivia se va a mostrar al mundo, podemos clasificar los beneficios que vamos a tener: económico, social, medioambiental, nos vamos a mostrar al mundo, mostraremos nuestra música, nuestra comida, somos muy ricos en todo. Seguramente uno de los temas que se van a tocar es la crisis del agua en el planeta; nosotros tenemos agua como para alimentar a 400 millones de personas, y sólo tenemos diez millones. Por eso debemos lograr que nadie privatice el agua.

—La responsabilidad del Gobierno de Bolivia frente a los problemas ambientales: tenemos problemas en el norte de La Paz, en el lago Titicaca, en el Chapare. ¿Qué va a hacer el Estado boliviano?

—Tenemos que tomar medidas. No podemos dejar que esas situaciones continúen. Y justo esta Cumbre será para educar.

—¿Cuál debería ser la primera acción en materia de defensa del medio ambiente?

—Hay que cambiar las leyes, hay que cambiar la Ley Forestal. Todas las leyes han sido hechas para robar en este país. Nosotros pagamos por el agua, tú, yo y él pagamos por el agua. Y los que tienen pequeños negocios pagan más por el agua, como si fuese de uso industrial, pero las transnacionales no pagan por el agua.

—¿De quiénes está hablando?

De las transnacionales, de las empresas mineras, basta dar un ejemplo: San Cristóbal gasta 600 litros por segundo. Son aguas fósiles y no paga un centavo. Nosotros que somos dueños del agua pagamos por el agua, hasta los pequeños negocios pagan, pero una transnacional que roba nuestros recursos, que saquea toneladas de minerales todos los días, no paga. ¿Cómo es eso? Así está en el Código Minero, que ha permitido el saqueo sistemático de los recursos durante 500 años. No solamente es un saqueo, ellos gastan 600 litros por segundo. Hay que cambiar eso.

Lo mismo ocurre con la Ley Forestal. Han establecido requisitos, medidas ambientales, pero en la misma ley dice que cuando uno incumple la ley, la multa es de 02 centavos de dólar. Es un chiste, así se han hecho las leyes, para robar, para dañar el medio ambiente. Tenemos que tomar medidas. La industrialización tiene que ser amigable con la naturaleza. Debemos entrar en la industrialización. Uno de los temas que se van a discutir es la transferencia de tecnología, hablamos de la energía eólica, hidroeléctrica… Tantas medidas debemos tomar.

Tenemos agua como para 400 millones de habitantes.

No deberíamos llamarlo cambio climático, sino crisis climática.

“Los presidentes están obligados a escuchar a los pueblos, que van a definir estrategias”.

Los guerreros del Arco Iris somos nosotros…

Muchas organizaciones quieren ver al presidente Morales, no es exageración, lo ven como profeta.

PERFIL

Nacido hace 48 años en Cota Cota, un pueblo cerca del lago Titicaca, David Choquehuanca es, en estos momentos, el hombre más influyente del gabinete en el presidente Evo Morales. El Canciller lidera la posición indigenista en la administración de Morales. Dirige la política exterior desde enero de 2006.