El gobierno nacional, a través de un Decreto Supremo, oficializó este domingo el incremento salarial del cinco por ciento pese al rechazo de las organizaciones sindicales que calificaron a la medida de “miserable, irrisoria e insuficiente”, y anunciaron la radicalización de sus medidas de presión. El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, en conferencia de prensa en Palacio de Gobierno junto a su colega de Trabajo, Carmen Trujillo, fue el encargado de dar lectura al Decreto Supremo del aumento salarial y otros aprobados en los últimos días por el gabinete del presidente Evo Morales.
La norma fija un salario mínimo nacional de 679,5 bolivianos; es decir, 32,5 bolivianos más con relación a la gestión pasada que era de 647 bolivianos. Para el magisterio y salud se fija 5 por ciento de incremento salarial retroactivo al mes de enero; mientras que para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se determina un aumento del 3 por ciento.
El ministro Coca dijo que el Órgano Ejecutivo está imposibilitado de ofrecer un mayor incremento a la masa salarial porque las condiciones económicas y el aparato productivo del país, lo contrario sería generar un proceso inflacionario. “El incremento tiene que ver con la base productiva del país, el gran riesgo es que se genere un proceso inflacionario si es que no se considera adecuadamente la base productiva y el incremento de la masa salarial. El incremento que se vaya a generar tiene que ver con esta capacidad productiva del país y cuidar de no entrar a un proceso inflacionario debido a un circulante carente de valor”, enfatizó. La autoridad apuntó que el incremento salarial para el sector público será cubierto con recursos del Tesoro General de la Nación (TGN), “no se asumirá deudas, no crecerá otros empréstitos”.
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