Presión: El principal representante de los trabajadores, Pedro Montes, pidió al Gobierno nombres de conspiradores. Gobierno y trabajadores se acercan sin ceder posiciones
Medida: los dirigentes cobistas anuncian el inicio de la huelga indefinida
La Prensa
La Central Obrera Boliviana (COB) negó que la huelga general indefinida y la marcha desde Caracollo por un mayor incremento salarial, dos medidas que se iniciarán el lunes, busquen derrocar al Gobierno del presidente Evo Morales y pidió los nombres de los supuestos conspiradores “infiltrados” en respuesta a los criterios expresados el viernes por el vicepresidente, Álvaro García Linera.
El secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes, en contacto con periodistas, pidió ayer —poco antes de una reunión con autoridades del Ejecutivo— que se aclaren las acusaciones y consideró que si éstas no dan nombres pierden seriedad.
García Linera dijo el viernes que “tres o cuatro” dirigentes influyentes de la entidad cobista presionan para llevar adelante las medidas de protesta. “Se declara huega general indefinida para derrocar gobiernos”. Además, sugirió que la Embajada de Estados Unidos está detrás de las movilizaciones de los trabajadores.
La principal organización sindical de los trabajadores del país, el jueves, determinó el inicio de una huelga general indefinida y una marcha desde Caracollo hacia la ciudad de La Paz, a partir del lunes, en rechazo al incremento salarial del cinco por ciento que decretó el Gobierno.
El viernes, el presidente Evo Morales también expresó que la convocatoria al paro general no responde a la posición de los trabajadores, sino a la de “dirigentes que vienen de las dictaduras, de ser instrumentos del neoliberalismo”.
“No es un problema político, es problema de orden económico, de orden de necesidades de los trabajadores”, puntualizó Pedro Montes, y negó la existencia de infiltrados de la derecha en la organización laboral. Dijo que tampoco aceptarán que la derecha “se esté infiltrando” entre los trabajadores “porque muchos delitos ha cometido esta derecha y no vamos a soportar (eso)” Ratificó que los trabajadores están con el proceso de cambio y que solamente piden mayor incremento salarial y mejores condiciones de vida.
Gobierno y trabajadores se acercan sin ceder posiciones
Las autoridades del Órgano Ejecutivo y los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) iniciaron conversaciones en medio de un clima social conflictivo, pero sin ceder posiciones respecto al incremento salarial. Mientras el Gobierno ratifica el aumento en un cinco por ciento, los trabajadores mantienen sus demandas de mejorar el indicador ofrecido.
Por ese motivo, las negociaciones, iniciadas la tarde del viernes y que continuaron ayer sábado, sirvieron para tratar otros temas, tales como la negociación de una nueva ley de pensiones.
El ministro de Economía, Luis Arce, ratificó que “el tema salarial ya ha sido definido por el Gobierno y no hay ninguna negociación al respecto”. En la misma línea, el ministro de la Presidencia, Óscar Coca, dijo que ya existe una respuesta sobre el incremento y que “el tema del cinco por ciento corresponde a otro nivel de análisis, ese tema no se lo está considerando acá”. Aún así, la COB insiste en que el tema salarial debe ser debatido con el Ejecutivo. “No estamos pidiendo el cien por ciento (de aumento), ellos (el Gobierno) que vean el presupuesto que tienen”, puntualizó el secretario ejecutivo cobista, Pedro Montes.
El presidente Evo Morales, desde Oruro, pidió a los trabajadores racionalidad y responsabilidad con la patria, ya que “algunos compañeros quieren todo sólo para salario y salario. Tenemos que invertir en Bolivia, sólo invirtiendo podemos crear más fuentes de trabajo”. Al respecto, Arce argumentó que si se diera mayor incremento a los salarios, se dejaría de invertir en el Estado y “dejar de pagar el bono Juancito Pinto”.