Sectores sociales tienen en la mira a cinco ministros de Evo

Los dirigentes de organizaciones responsabilizan de los problemas que afronta el Ejecutivo a los colaboradores del Presidente. Ratifican su respaldo a Morales. El Vocero descartó una posible crisis de gabinete.

image Gobierno: el Presidente posesiona a su gabinete ministerial, fue el 23 de enero

La Prensa. Cinco organizaciones sociales afines al Movimiento Al socialismo (MAS) ratificaron su apoyo al presidente Evo Morales, pero pidieron el cambio de cinco de sus 20 ministros que supuestamente no manejaron adecuadamente los recientes conflictos sociales o no aportan al fortalecimiento del proceso de cambio: Luis Arce Catacora, de Economía y Finanzas; Wálter Delgadillo, de Obras Públicas; Sacha Llorenti, de Gobierno; Carmen Trujillo, de Trabajo, y Sonia Polo, de Salud.



Dirigentes de los colonizadores, campesinos, fabriles, salubristas, indígenas de tierras altas y bajas y los denominados “ponchos rojos”, consultados por La Prensa, propusieron al Jefe de Estado que evalúe a su consejo de ministros y colaboradores, y en función de ese análisis ejecute los cambios.

Para estos sectores, los conflictos sociales como la demanda de aumento salarial o los enfrentamiento en la localidad de Caranavi, que terminaron con dos muertos de bala, son responsabilidad de los ministros y el entorno del presidente Morales, pero no de éste.

El secretario general de la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (ex colonizadores), Juan Barea, manifestó que el trabajo del Presidente “es satisfactorio” y que son algunos ministros, viceministros, directores de unidades los que “lo hacen quedar mal (al Gobierno)”. Este sector cuestiona la labor de los ministros Luis Arce Catacora, Wálter Delgadillo y Sacha Llorenti.

Barea pidió al Presidente que haga una evaluación, la que, según dijo, debería realizarse “con cada una de las confederaciones (organizaciones) y el resultado debería ser tomado en cuenta”.

Para el dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) , Milán Berla, el trabajo del Jefe de Estado “es positivo”, pero admitió que hay fallas en algunas autoridades y en estamentos del Órgano Ejecutivo. “Hay que cambiar esa estructura”.

El ex dirigente de ese sector Dionisio Cabrera pidió el cambio del Ministro de Gobierno porque no supo manejar adecuadamente el conflicto de Caranavi, pero ratificó su apoyo al presidente Morales.

El mallku Rafael Quispe, miembro del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq), cuestionó al Gobierno y dijo que ya se pidió el cambio de ministros, aunque no quiso precisar nombres. El dirigente indígena indicó que Morales es “como un canario en una jaula de oro” y que el vicepresidente Álvaro García Linera “le está serruchando el piso”.

El máximo dirigente de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), Adolfo Chávez, dijo que “algunas autoridades” minimizan los conflictos con los sectores sociales y que es necesario hacer reajustes en el Gobierno.

El senador del Movimiento Al Socialismo y dirigente de los “ponchos rojos” de Achacachi (Omasuyos) Eugenio Rojas observó a la ministra de Salud, Sonia Polo, quien amplió de forma irregular la licencia de funcionamiento de Lotex o Bingo Bahiti, por lo cual el presidente Evo Morales ordenó que se la investigue.

El legislador también cuestionó la labor de la Ministra de Trabajo, “porque no supo coordinar con el Presidente y los otros ministros, se ha tomado la libertad de plantear algunos temas a los trabajadores”, en referencia al conflicto por el aumento salarial del 5 por ciento.

Los colonizadores, campesinos, indígenas y “ponchos rojos” forman parte de la estructura de movimientos sociales que respaldan al partido oficialista.

El ejecutivo de la Confederación de Trabajadores en Salud, José Luis Delgadillo, afirmó que la imagen del Presidente se desgastó con los conflictos, “precisamente” por la actitud de sus ministros. Los cambios, dijo, se deben realizar tras una evaluación, y adelantó que su sector observa el trabajo de Llorenti.

“Vemos que la información no le llega tal cual es al Presidente, sino se queda en una especie de barrera en algunos estamentos del Órgano Ejecutivo”.

El dirigente de los fabriles de La Paz, Wilson Mamani, opinó que “los ministros no están enfocando la realidad de los trabajadores, entendemos que lo están engañando (al Presidente)”.

En tanto, la ejecutiva de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, Leonilda Zurita, ponderó la labor de todos los ministros y del gobernante.

Sobre la posibilidad de que como consecuencia de estas observaciones pueda haber una crisis de gabinete el fin de semana, el vocero gubernamental, Iván Canelas, afirmó ayer que se trata de “especulaciones”. “No sé de dónde nacen estos inventos (…) el Gobierno está abocado a la resolución de conflictos”.

Cnl. Farfán dice que en Caranavi hubo una resistencia organizada

Relato. El comandante policial de La Paz recibió un herida de bala en el hombro

image RECUPERACIÓN. El coronel Ciro Farfán junto a su esposa Jimena, en su domicilio.

La Razón. Daniela Romero. Después de siete días de haber recibido un impacto de bala durante el conflicto en Caranavi, el comandante departamental de la Policía de La Paz, coronel Ciro Farfán, aseguró que los pobladores que se enfrentaron con la fuerza del orden estaban muy bien organizados.

“No puedo hacer apreciaciones a priori, pero puedo asegurar que sí estaban muy bien organizados, bien asesorados, porque en todo el trayecto que recorrimos tenían una resistencia fuerte, personal de avanzada y centinelas”, aseveró el jefe policial en una entrevista exclusiva con La Razón.

El viernes 7 de mayo, un contingente policial con al menos 350 efectivos recorrió la carretera hacia la población de Caranavi con el fin de habilitar el libre tránsito de la vía. Los pobladores de esa zona mantenían un bloqueo exigiendo al Gobierno la construcción de una planta de cítricos.

Farfán contó que después de desbloquear cinco puntos, los uniformados llegaron hasta la localidad de Turkocalla, a la altura de la tranca para ingresar a Caranavi. “Ese era el punto más fuerte de bloqueo, el más resistente. Habían convocado a través de la radio a salir a hacernos frente”, narró el jefe policial.

El comandante estaba al mando de la incursión policial. Al margen de su uniforme, vestía un chaleco antibalas y delante de él iban dos efectivos con dos escudos grandes para cubrirlo. “Sorpresivamente recibí el impacto en mi hombro derecho. Llegó de frente. Presumo que quien disparó estaba preparado para identificarme plenamente y sólo esperaba que estuviera descubierto para victimarme”, señaló.

Con todos los movimientos y acciones que los pobladores realizaron, el coronel Farfán afirmó que la gente conocía muy bien el terreno y utilizaron estrategias bien preparadas.
Salud. Tras recibir el impacto de bala, Farfán se desvaneció por algunos segundos. “Tuve fuerzas para llegar al cuartel del Ejército donde me atendieron. Un capitán de Bomberos me ayudó. La sangre salía abundantemente y la ropa quedó empapada”, contó el jefe policial.

Indicó que según el examen de balística realizado, se determinó que el proyectil que le ingresó al hombro era de un arma de fuego calibre 45.

Actualmente, el oficial tiene una venda en el sector afectado luego de haber sido sometido a una cirugía. Sostuvo que tiene complicaciones al mover el brazo y la mano. “Estoy imposibilitado de trabajar”, lamentó.

Un cabestrillo sostiene el brazo afectado. El comandante aseveró que tiene al menos tres semanas de impedimento y debe someterse a una fisioterapia estricta.

“Detrás de este uniforme y de esta jerarquía existe una persona con sentimientos al igual que mis policías. Pido a la gente que tiene un mal concepto de nosotros que se ponga en nuestra situación. Gracias a Dios estoy ahora junto a mi familia y con más fortaleza para seguir aportando a la sociedad”, aseguró Farfán.

Asimismo, pidió a las autoridades que dentro de la investigación se tome en cuenta la posible ingesta de bebidas alcohólicas por parte de los pobladores que bloqueaban la vía. Se encontraron botellas de alcohol.
Datos del avance de la pesquisa

El fiscal Sergio Céspedes anunció que el coronel Ciro Farfán será convocado a declarar en calidad de testigo por la muerte de los dos jóvenes durante el enfrentamiento.
La Cámara de Senadores convocó para hoy al ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, para que brinde un informe sobre lo acontecido en Caranavi.

Denuncian persecución a personas en la región

En Caranavi se denuncian raptos y detenciones de forma ilegal. Ayer, dos casos, el de un civil y un estudiante, salieron a la luz pública. Exigen garantías al Gobierno y piden la intervención de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos.

El primer caso hace referencia al estudiante Saúl Alarcón (27), que denunció que fue capturado por desconocidos el miércoles a las 18.30 cuando retornaba a su domicilio desde un instituto.

“Cuatro sujetos desconocidos me interrogaron sobre el paradero de los dirigentes y luego de una hora me liberaron”, dijo Alarcón.

En otro caso, la vecina Miriam Clever denunció a La Razón que el martes dos sujetos entraron a su casa preguntando por el paradero de su hijo con la intención de interrogarlo. “Se identificaron como miembros del Ministerio de Gobierno, pero no mostraron ninguna identificación, lo extraño es que sabían el nombre de mi hijo, les dije que no estaba y se fueron”.

Por otro lado, el dirigente Luis Achu Chambella negó las acusaciones del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, que

lo señaló como “el cabecilla” de la resistencia al desbloqueo del camino a Caranavi.

“Me acusaron de conspirar, incluso que estaba buscando asilarme en otro país, todo eso es falso. Estoy acá para dar la cara y dispuesto a someterme a una investigación”, afirmó Achu.

El dirigente Juan Aliaga agregó que exigirá garantías al Gobierno, pese a que denunciaron una “cacería de brujas” el miércoles.