¿Concertación o traición a la autonomía?


Víctor Hugo Claros

senado Dicen que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen y lo mismo podríamos decir de las oposiciones. Bolivia parece encaminada a tener una nueva oposición funcional en el Parlamento, que repite los errores que cometiera la extinta Podemos con sus negociaciones sobre ampliación de la Asamblea Constituyente, el Revocatorio y la convocatoria al Referéndum Constitucional.

Al prestarse a una farsa de “concertación” con el oficialismo sobre la Ley Marco de Autonomía, un sector mayoritario de la oposición alimenta la fachada democrática de un régimen cada vez más despótico.



Muy poco y nada es lo que conseguirá en materia de concesiones del gobierno en la Ley Marco. En cambio, con su actitud habrá contribuido a blindar con un barniz de diálogo a una norma nefasta, que consolida el centralismo bajo nuevos ropajes.

Hacer oposición en la Bolivia de hoy, oposición real y no oposición florero, pasa por desnudar el carácter autoritario del régimen y no contribuir a su maquillaje democrático.

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