“Paje ecuaqueje tata guaraje”, le dijeron en dialecto cabineño al presidente Morales para que baje a la marcha indígena y constate que “no es ninguna chacota”. Sin embargo el Primer Mandatario estuvo a 50 kilómetros del lugar y no acudió.
El Día, 15 de Julio, 2010
El frío acuchilla la cara y los pies de unas trescientas almas indígenas que parecen haber salido del monte para hacerse visibles en la serpenteada carretera Beni-Santa Cruz donde mezclados con el golpe de los pasos se escucha nítido el huayño: “por qué me haces sufrir, por qué me haces sufrir…”, al son de una flauta y dos bombos.
Son las 11 de la mañana entre la población de Yotaú y El Puente y uno de los músicos, Belisario Racua de 38 años, del pueblo Tacana, dice: “se la dedicamos Presidente Evo” y le pregunta “por qué no nos escucha”.
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Ya van 14 días desde que salieron desde el Beni y han recorrido más de 200 kilómetros, “reventando sus callos”, como dicen y coincidiendo en algo: en la mayoría de sus comunidades no tienen agua, ni luz, ni servicios públicos y encima los madereros, terratenientes y el propio Gobierno quieren despedazar sus Tierras Comunitarias de Origen (TCO), sin derecho a consultarles y de compartir la riqueza de los recursos naturales.
Ayer en la mañana cuando el frío golpeaba los 4 grados centígrados salieron de Yotaú arrastrando con sus pesares a unos 50 niños, mujeres embarazadas y ancianos y pensando en llevarse un trozo de “erama” (carne en cabineño) o un sorbo de “ena” (agua) pura, pero todo escaseaba.
“Vengo de San Pedro de Canichana (Beni) donde no tenemos, luz, agua ni escuelas”, dice el veterano Antonio Soto Watara, de 62 años, mientras aprieta los dientes recordando las anteriores cinco marchas en las que si bien es cierto consiguieron territorio ahora están a punto de perderlos.
Eso lo confirma otro de los ancianos, Ernesto Noe, de 71 años, quien se cubre las canas con una gorra. “Por eso he vuelto ahora, para que nuestros hijos y nietos no digan que no peleamos por ellos”.
Y si de hijos y sacrificio se trata, Heydi Fernández, de la comunidad Sinaí sabe, pues carga a su bebé Emily de 2 años en un delantal. “Ya he reventado seis pares de chinelas y este es mi último par”, dice.
Y como ella, alrededor de 50 mujeres llevan a sus crías. Paola Achipa camina con Jacobo a cuestas y renguea del pie derecho porque las ampollas se le han reventado.
“Pero nosotros sabemos lo que es sufrir y cómo curar esas ampollas, le echamos aceite de víbora y santo remedio”, dice, de buen humor, el capitán grande de los cabineños, Silvino Cartagena.
Ha transcurrido una hora de marcha y cuando se acerca el mediodía alguien en guaraní dice: “ñande ñeerapo putuu tape rupi” y la marcha se detiene. Es hora de descansar. Entonces sacan el chivé (sopa de harina tostada) que acompañan con el “payuje” en base a leche y plátano molido, y se ponen a compartirla en varias fuentes pues a esa hora no existían condiciones para cocinar o servirse de la olla común como lo estaban haciendo a lo largo de la marcha.
“Comemos de lo que la gente nos regala o las comunidades a las que llegamos”, dice el líder de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente (Cidob) Adolfo Chávez.
Silvino Cartagena dice que en la marcha han pescado “bucheré” (peces parecidos a las sardinas) en algunas pozas y a veces para calmar el hambre han comido “budari de plátano” (sopa concentrada).
“Paje ecuaqueje tata guaraje”, dice el capitán Savino, dirigiéndose al presidente Morales, ajeno a que a esa hora del día sobrevolaba la zona y a unos 50 kilómetros de donde estaban, inauguraba unos juegos estudiantiles en San Ramón, a unos 200 kilómetros de Santa Cruz.
Los indígenas creen aún en el presidente Evo Morales y coinciden que son sus ministros le han informado mal sobre sus demandas. “Yo lo saludaría con respeto si viene”, dice Dominga Chinchilla, de 62 años, de una comunidad beniana. “Ykitish tishi adde” bienvenido jefe canichana”, le diría, señala.
Pero algunos tienen bronca por la discriminación. Julio Velasco, de 53 años, quien debe abandonar la marcha porque sufre calambres y tiene fiebre. “Este es un gobierno que dice que es indígena, pero es de boca, o en todo caso indígena de collas, porque a los de tierras bajas nos han olvidado”, dice.
La flauta vuelve a sonar: “tamarindo seco…” y todos se animan. La caminata sigue, hace más calor en la ruta para fortuna de los marchistas, faltan chinelas, frazadas, remedios, solidaridad, pero sobran esperanzas de los indígenas por un mundo mejor… / Roberto Méndez
Los indígenas demandan solidaridad de la gente
Necesitan • Chinelas, zapatos aunque sean usados o abarcas, además de curitas o ungüento para combatir las ampollas. También requieren frazadas pues cuentan que en esta temporada invernal “se congelan” y tienen que amontonarse para cubrirse con la misma colcha.
Hay cuatro bajas • Durante la jornada de ayer cuatro indígenas fueron dados de baja porque padecían fiebre pues al parecer se han contagiado de malaria o tienen problemas gastrointestinales porque el agua que beben no es potable.
Los niños • Existen alrededor de 50 menores que marchan junto a sus padres y que requieren algunos medicamentos para combatir el resfrío o problemas gastrointestinales que le han derivado en diarreas o vómitos.
Colecta • Adolfo Chávez, dirigente de la Cidob, pidió a las autoridades cruceñas hacer alguna colecta para llevarles los alimentos necesarios y especialmente agua potable para saciar su sed.
Las marchas
La primera • Fue en 1990 “por el Territorio y la Dignidad", comenzó por iniciativa del pueblo Mojeño en Trinidad y llegó a La Paz. El logro fue la aprobación de un Decreto Supremo que reconocía la existencia de los primeros territorios indígenas.
La segunda • Fue en 1996 "por el Territorio, el Desarrollo y la Participación Política de los Pueblos Indígenas". Comenzó en Samaipata y tuvo dos logros: la Promulgación de la Ley INRA y el reconocimiento de 33 TCOs.
La tercera • Fue en el año 2000 “por la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales”. Comenzó en Montero, Santa Cruz, y tuvo como resultado inmediato la modificación de la Ley INRA y un Decreto que reconocía oficialmente las lenguas de los pueblos indígenas.
La cuarta • Fue en el 2002, “por la Soberanía Popular, el Territorio y los Recursos Naturales". Se extendió desde Santa Cruz hasta La Paz.
La quinta • El 2006 marcharon de Santa Cruz a La Paz y obligaron al Parlamento a aprobar la Ley de Reconversión Comunitaria de la Reforma Agraria.
HISTORIAS
‘Vamos con garra y coraje’
Antonio Soto, Canichana, Beni
“He estado en las seis marchas y conozco todos los sinsabores, se nos murieron cuatro hermanos en el 2006, después un loco borracho nos atropelló y murieron dos y otros dos murieron enseguida en Ivirgarzama y Cochabamba. Pero aquí estamos luchando con garra y coraje”.
‘Voy a morir peleando’
Ernesto Noé, veterano marchista
“He vuelto a la marcha con mis hermanos porque veo que ahora está en peligro todo lo que conseguimos con otras seis marchas, no estamos pidiendo nada que sea injusto. No estamos mendigando nada a nadie estamos luchando por el bienestar de nuestras generaciones”.
‘Marchamos por ellos’
Dos madres de la marcha
Dos madres, Heydi Fernández y Paola Achipa, caminan con sus hijos a cuestas. Ambas coinciden que lo hacen por la búsqueda de mejores días para sus pequeños. “Queremos que el Gobierno no se haga el sordo y nos escuche, esto es real, no es chacota”, dice Achipa.
Entrevista
Adolfo Chávez
Dirigente de la Confederación de Pueblos del Oriente Boliviano (Cidob)
‘Esto no es chacota, nos chantajearon para que paremos la marcha’
Adolfo Chávez niega que los recursos que pidan sean para sus asesores. Quieren desprestigiarlos.
La ministra Nemesia Achacollo dice que Uds piden plata para sus asesores…
Debemos aclarar que en la búsqueda de consenso de la Ley Marco de Autonomía nos chantajearon pidiéndonos que declaremos un cuarto intermedio con el compromiso de atender nuestras 13 demandas, pero a la hora de la verdad sólo un punto, el de territorio, lo llevaron al Legislativo y en el resto consideraron que ya los habían resuelto sin consultarnos a nosotros. Nunca hubo un debate y ahora se dedican a desprestigiarnos. Dicen que nosotros pedimos dinero cuando en realidad le estamos preguntado por qué no sanean nuestras tierras comunitarias de origen y qué han hecho con la plata que a nombre de los indígenas reciben de la cooperación internacional, porque nosotros seguimos igual.
¿Cuál es su demanda principal?
En suma es buscar que nuestras comunidades indígenas vivan mejor. En muchas de ellas no tenemos agua, ni luz y peor fuentes de trabajo.
Se ha cuestionado desde el gobierno que sus pedidos son inconstitucionales…
Eso es falso, todos nuestros pedidos están en la Constitución Política del Estado que nosotros construimos, pero nos sentimos engañados porque a la hora de la verdad no la implementan. Por ejemplo no vemos por qué a nosotros no nos pueden consultar las petroleras, hidroeléctricas u otras empresas si están atravesando nuestros territorios comunitarios. Es el caso de la hidroeléctrica que funcionará en Cachuela Esperanza, entre Beni y Pando que pasará por el bosque y dejará sin hábitat a nuestros hermanos.
¿Están arrepentidos de haber apoyado a Morales?
Ese tema lo vamos a definir entre los líderes de la Cidob.