Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: Puentes peatonales
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Bajo el Penoco, El Día: Indulto presidencial
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Los Tiempos: LA NUEVA LEY DE ADUANAS
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El Deber: Una autonomía imperfecta
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La Razón: Patrimonio en riesgo
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Cambio: De las revoluciones de julio
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La Prensa: ¿Y si se devuelve el Falcon?
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El Diario: Bienes decomisados al narcotráfico
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El Mundo: Sueños
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Opinión: Víctimas de la represión y tortura del Estado
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Clarín, Argentina: México, los votos frente a las balas
El Día: Puentes peatonales
El municipio cruceño ha anunciado su propósito de construir treinta puentes peatonales para este año, ubicados principalmente en las zonas de mayor intensidad de flujo vehicular que impide a los ciudadanos de a pie cruzar las vías con un mínimo de seguridad. Si bien el anuncio se ha lanzado en medio del entusiasmo que genera la celebración del Bicentenario de Santa Cruz, resulta no obstante un acierto puntual al responder a una de las demandas más clamorosas de los últimos tiempos por parte de la población cruceña urbana. Sin duda, esta demanda de pasarelas se justifica ampliamente por el hecho que la modernización de la capital cruceña ha relegado injustamente al peatón y privilegiado a los vehículos.
El incesante incremento del parque automotor ha llevado a una cada vez mayor congestión vehicular en las vías urbanas, que obliga a los conductores a imprimir altas velocidades en varios tramos de los diferentes anillos para compensar la pérdida de tiempo en las zonas conflictivas, especialmente aquellas que conectan a los centros de abastecimiento popular. Si a este desesperante cuadro se suman las deficiencias de señalización horizontal y vertical que caracterizan a la mayor parte de las principales arterias, y la prácticamente carencia de educación vial de los peatones, resulta lógico suponer un elevado riesgo de atropellos.
En los hechos, el alto tráfico de vehículos ha puesto a la ciudadanía en una situación de indefensión y peligro que se hace necesario atender con la mayor premura. Las personas sujetas al mayor riesgo de accidentes son los pequeños niños escolares, los estudiantes de colegio y universitarios, a quienes se los ve diariamente aglomerados a un lado de las vías sin poder cruzar las grandes avenidas durante prolongados espacios de tiempo. Ni qué decir de las personas de la tercera edad. Para ellos la construcción de las pasarelas peatonales constituye la solución a su seguridad, una solución que ya lleva años esperando se concrete. Por lo mismo, el anuncio de su construcción despierta justificada expectativa.
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Conviene tener presente que el paso de la pasada amable ciudad vieja a la metrópoli cosmopolita de los últimos años se ha convertido en un auténtico trauma para los cruceños. No sólo se ha perdido en gran parte las características del ser oriental, aquellas que permitían hacer gala de la hospitalidad y la tradición, sino que ha disminuido la proverbial floresta que engalanaba el terruño, para dar paso a esa especie de jungla de concreto que nos sobrecoge, donde predominan las vías asfaltadas, grandes edificios, panorama más frío y poco acogedor, donde se olvida al ciudadano de a pie y se rinde tributo a los vehículos.
Sin duda que treinta pasarelas no serán suficientes. Será preciso construir un mayor número de ellas para satisfacer la demanda de la gente. Pero dotar a la ciudad de estos esperados puentes peatonales en un momento histórico como es el año del Bicentenario, viene a ser no sólo un gran paso inicial y una ocasión propicia con que cuenta el municipio para aliviar una sentida carencia, sino también una oportunidad de lujo para repensar la arquitectura de la ciudad y ponerla al servicio de la ciudadanía. Porque no son sólo los puentes peatonales, sino el conjunto de los servicios básicos urbanos que hoy por hoy están en entredicho.
La anunciada construcción de las pasarelas constituye el primer paso hacia la solución de la seguridad de los transeúntes.
Bajo el Penoco, El Día: Indulto presidencial
El presidente Evo Morales acaba de indultar “de facto” a todos los militares que participaron en las cruentas dictaduras de los años ‘70 y principios de los ‘80 en el país. En un acto de homenaje a quienes lucharon por la democracia, el Primer Mandatario ha dicho que ni Hugo Banzer, ni Luis García Meza actuaron por su cuenta, sino que tomaron “decisiones políticas”, algunas de ellas ordenadas desde Estados Unidos. Morales hizo esas insólitas declaraciones en el Palacio de Gobierno, durante un acto de rememoración de los 30 años del golpe de Estado comandado por García Meza, quien además de imponer un régimen de represión, tortura y desapariciones, instituyó una “narcodictadura”. “Me he dado cuenta de que las decisiones que tomaron los ex comandantes (de las FFAA) no es porque querían, sino (porque) estaban sometidos a la decisión política; los políticos decidieron o el imperio norteamericano decidía qué es lo que tenían que hacer las FFAA”, fue el justificativo. Persecución a los opositores y auge del narcotráfico, dos características que pueden explicar este inesperado gesto hacia los dictadores.
Los Tiempos: LA NUEVA LEY DE ADUANAS
Es poco probable que la nueva Ley de Aduanas resuelva el problema del contrabando, pero es seguro que será un paso más hacia el "Estado integral"
Mientras la atención de todo el país está centrada en otros asuntos –como los diputados y senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional, dedicados a la aprobación de la Ley Marco de Autonomías o los funcionarios de la Aduana Nacional que no se ponen de acuerdo sobre la necesidad y conveniencia de usar o no terno y corbata–, los protagonistas de uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional han iniciado una batalla contra un instrumento clave para el futuro económico y político del Estado Plurinacional. Nos referimos a los "comerciantes informales" y/o contrabandistas, que han decidido bloquear la Ley de Aduanas que pronto será puesta a consideración de los legisladores.
El asunto no es de poca monta. En lo económico, porque el sector genera un movimiento que, según algunos cálculos, supera ya los mil millones de dólares anuales. En lo social, porque detrás de esas cifras están cientos –si no miles– de familias íntegras cuya sobrevivencia, en unos casos, y fortuna, en otros, dependen de esa actividad. Y en lo político, porque esa combinación de poder económico y peso demográfico es suficiente para influir de manera decisiva en las lides del poder.
De todo eso están plenamente conscientes las autoridades del Estado Plurinacional, por lo que no parece por descuido que el problema del contrabando, pese al potencial de conflictos sociales que trae consigo, haya sido escogido como el próximo objeto de su atención. Es que más allá del daño económico que tal actividad causa al erario nacional por la magnitud de los impuestos de los que se lo priva, se constituye en una fuente de poder social y político que puede decidir a favor o en contra la suerte de cualquier proyecto político, más aún si se trata, como en la Bolivia de hoy, de uno que no se conforma con nada menos que la hegemonía total.
En ese contexto, las consecuencias prácticas que tendría la eventual aplicación de la nueva Ley de Aduanas y las draconianas sanciones que, de aprobarse, impone a los "comerciantes informales" pueden ser sin duda enormes. Para el Estado, porque se incrementarían notablemente las recaudaciones aduaneras que hoy se evaden. Pero, por contrapartida, para los consumidores, porque uno de los efectos previsibles de lo anterior es que se encarecería gran parte de los productos de consumo masivo provenientes del exterior.
Además, si se aplica finalmente la norma, se puede presumir que un porcentaje muy elevado de la población boliviana que está directa o indirectamente vinculada al dinámico mundo del "comercio informal" pasaría a vivir al margen de la ley, situación que empodera al ejecutor de la norma, que la aplicará a su arbitrio, pues en ella, como en otras disposiciones promulgadas actualmente, impera una visión exclusivamente represiva antes que político-social.
Así, el problema de fondo no habrá sido resuelto, pues ello no depende de la dureza de las leyes, sino de la capacidad política y social para generar condiciones que permitan una sana convivencia, lo que no está presente en el proyecto de Ley de Aduanas, pero el "Estado integral" habrá dado un paso más hacia su consolidación.
El Deber: Una autonomía imperfecta
El MAS acaba de celebrar su último triunfo político en la Asamblea Plurinacional con una facilidad inesperada. El partido que combatió la demanda autonómica de la ‘media luna’ ahora festeja con una viveza admirable el hecho de haber arrebatado a la oposición la bandera que mantuvo en alto durante mucho tiempo. Con la aprobación de la Ley Marco de Autonomías se cierra un ciclo político complejo que mantuvo enfrentados al masismo y a sus adversarios durante casi una década.
La derrota de la oposición en el tramo más importante del proceso se expresa simbólicamente en la vigilia protagonizada en la plaza 24 de Septiembre por apenas una veintena de personas. Esa imagen dista mucho de lo que fue la inolvidable convocatoria del millón, en el cabildo de El Cristo, en el mejor momento de la lucha que buscaba consolidar un derecho legítimo, como es la autodeterminación de los pueblos.
Sirve de consuelo para los miles de cruceños que gritaron autonomía ese día el haber conseguido que el centralismo al menos reconozca la elección directa por voto de los gobernadores y de los asambleístas regionales. Lo que vino después queda para el olvido, por la decepción que provoca.
El MAS se dio cuenta de que no podía remar contra la corriente y se apoderó con sutileza de la demanda de las regiones, vaciando así el discurso de la oposición. Su objetivo apuntó a derrotar a sus adversarios, más que a reconocer la demanda de desconcentración del poder, ya que gran parte de la conducta del evismo está motivada por el deseo de perpetuarse en el Gobierno y, para ese fin, se esfuerza en desmontar la vieja institucionalidad y crear una nueva que le favorezca.
El accionar del masismo ha sido facilitado por la ineptitud de una oposición fragmentada que camina de tumbo en tumbo y por liderazgos regionales amedrentados con una avalancha de juicios. Por eso, en el último tramo de la batalla por las autonomías, los dirigentes que pelearon antes por esa demanda estuvieron distraídos, con escasa capacidad de reacción y sin chance de formular propuestas alternativas al proyecto del MAS. Menos posibilidades han tenido de ejecutar estrategias que impidan la aprobación de una norma que apenas propone una conservadora descentralización.
Por donde se la mire, la autonomía aprobada en la Asamblea Plurinacional es imperfecta y el proceso ha quedado inconcluso. Al final, por la urgencia de los plazos del MAS se postergó para después del censo de 2011 el debate esencial de la fórmula de distribución de los recursos para los cuatro niveles de gobiernos autónomos. Tampoco se resolvió con claridad la asignación de las competencias y es una incógnita el funcionamiento de la compleja estructura de los cuatro tipos de autonomías, sin que se produzcan tensiones peligrosas entre ellas. Por último, el MAS incluyó una cuestionada forma de sustitución de las autoridades, que pone en riesgo la estabilidad de quienes gobiernan las regiones. Paradójicamente, los líderes que pelearon por instalar el debate de las autonomías corren el riesgo de ser destituidos por su lucha.
Perdida la última parte de la batalla, las regiones opositoras anuncian movilizaciones extemporáneas, ya que el MAS no retrocederá. En realidad, rifaron la oportunidad de conseguir antes la atención de sus propuestas, puesto que volvieron a fallar por su dejadez y temor. Queda pendiente la definición de estrategias para las próximas batallas a las que deberían abocarse. Es decir, a no perder lo conquistado con la aprobación de los estatutos autonómicos en los debates que vienen en las asambleas regionales.
Sería el colmo que vuelvan a cometer errores en estas instancias y, además, en la discusión próxima de lo que será el pacto fiscal. Sólo con inteligencia se avanzará hacia la consolidación de un proceso aún inconcluso y de una ley todavía imperfecta, como lo es la Andrés Ibáñez.
La Razón: Patrimonio en riesgo
A simple vista puede verse cómo está perdiendo su forma cónica por la explotación
Miles de familias potosinas dependen del trabajo de hormiga que los mineros realizan a diario en las entrañas del Cerro Rico. Agrietado hasta quedar moribundo, el imponente Sumaj Orcko corre el riesgo de perder el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco. La situación desesperante del cerro más famoso de Bolivia no debería sorprender a nadie. Hace años que se advierte de su debilitamiento como consecuencia de la acción de la dinamita en el subsuelo para extraer, diariamente, miles de toneladas de tierra con minerales tales como plomo, plata y zinc.
Por lo menos, el último año se hizo una constante la publicación de informaciones periodísticas en las que se alertaba de este problema; inclusive, el propio Gobierno admitió la existencia de hundimientos, detectados por un estudio, con alto riesgo de derrumbe. En cambio, los avances para encontrar una solución, por lo visto, no han sido significativos.
La Razón dio cuenta este domingo de que, en menos de un año, el número de hundimientos en el Cerro Rico de Potosí creció en 49 por ciento. ¿La causa? La explotación indiscriminada, especialmente, durante los 10 años pasados. Los minerales que se extraen del cerro son tratados por decenas de ingenios de cooperativistas, parte fundamental de la cadena de la economía potosina cuyo sector más fuerte —y casi excluyente— es, justamente, el de la minería.
Se trata además de la mayor atracción turística de Potosí, y, qué duda cabe, de una de las más importantes del país. A simple vista puede advertirse cómo está perdiendo su espectacular forma cónica —que tanto atrae en todo el mundo— por la explotación en zonas que no deberían estar permitidas.
Resulta incomprensible la falta de capacidad de reacción de las autoridades, tanto de éste como de otros gobiernos, para, al menos, reducir la actividad en el interior de esta gran montaña, por supuesto relocalizando a parte de los mineros que allí laboran.
La solución inmediata más racional podría ser que la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) entregue concesiones mineras a los cooperativistas para descongestionar y darle algo de merecido respiro al Cerro Rico, antes de que sea demasiado tarde. Luego, llevar adelante un programa sostenido de preservación, con criterios técnicos para evitar el temido desplome del yacimiento, lo cual sería fatal para la economía de todo un departamento.
Cambio: De las revoluciones de julio
Nicaragua celebra hoy un aniversario más del triunfo de la Revolución Sandinista y la derrota militar de la dinastía Somoza, aquella gesta marcada por la presencia de jóvenes combatientes que recuperaron para su pueblo la condicion de hombres libres.
El 16 de julio los paceños recordamos la gesta libertaria que escribieron los revolucionarios de comienzos del siglo XIX (1809), que resulta siendo algo así como un punto de referencia histórico para los bolivianos y latinoamericanos que sienten que sus orígenes, en tanto naciones libres, hallan explicación en aquellos espíritus rebeldes que se enfrentaron al poder colonial y prendieron la llama de la autonomía de estas tierras respecto de la corona imperial, en el caso nuestro la española.
La lucha de los pueblos contra el colonialismo ha tenido sin duda múltiples facetas, y la conquista de la liberación plena aún sigue siendo un objetivo por lograr en muchas partes del planeta donde todavía se siente el peso del intervencionismo de los nuevos imperios. Para muchos pueblos, como Haití, por ejemplo, la primera nación de América Latina en liberarse, el 1 de enero 1804 —aunque sus luchas independentistas devienen de 1791 y tienen el antecedente de la abolición de la esclavitud en 1792—, la condición plena de nación independiente quedó secuestrada por la voluntad y la arrogancia de las potencias imperialistas, entre ellas Estados Unidos, cuándo no, que se negaban a aceptar que los negros, por sí solos, se constituyeran en nación independiente, como Estado soberano de los esclavos libres. Aún hoy, el pueblo haitiano ansía liberarse plenamente y construir su futuro con sus propias manos, sin paternalismos.
Sin duda, el de Haití es el caso extremo y de actualidad permanente, en tanto que hoy por hoy sigue siendo la nación que exige -de las potencias que saquearon su riqueza y sometieron a su pueblo— el pago de una deuda histórica que ha causado daños cuantiosos cuando no irreparables.
Aquel antecedente histórico es ineludible a la hora de rememorar las luchas de nuestros pueblos por su independencia y liberación, y es el mes de julio —precisamente— que nos convoca a reafirmar la vocación revolucionaria de América Latina a la luz de hechos concretos que marcaron no sólo a los pueblos que fueron protagonistas sino a todas las naciones que comparten un mismo destino. Sólo dos fechas —además del grito libertario de los héroes paceños de 1809 que señalaron el camino de la emancipación, ya en aquel tiempo— para reafirmar el espíritu rebelde. Una, la de hoy, 19 de julio. Hace treinta y un años el pueblo nicaragüense derrotaba en las calles y con armas en la mano a la tiranía de Anastasio Somoza, tras librar sangrientas como heroicas batallas contra la llamada Guardia Nacional que finalmente fue derrotada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El 19 de julio de 1979 el mundo fue testigo de un suceso revolucionario que rememoraba otra gesta, también en el Caribe, cuando los patriotas cubanos, liberados por Fidel Castro, ingresaban a La Habana tras derrotar a la dictadura de Fulgencio Batista (1959), 20 años antes del triunfo sandinista, que sin embargo debió sufrir luego un duro revés a partir del sabotaje y la conspiración brutal que alimentaron Washington y los enemigos de aquella Revolución juvenil que había encendido la esperanza continental. Si alguna enseñanza trajo consigo aquel hecho histórico fue que, además de Simón Bolívar, Sucre y José Martí, hubo también un Augusto César Sandino que proclamó la igualdad y la independencia de los pueblos frente a la dominación imperialista.
La historia detalla que la Revolución Sandinista comenzó a gestarse cuando un grupo de universitarios, a inicios de la década de 1960, decide fundar el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que finalmente se hace realidad en 1962 bajo el liderazgo de Carlos Fonseca, Silvio Mayorga y Tomás Borge. Este movimiento armado surge como respuesta a una de las dictaduras más sanguinarias en la historia de América Latina, como la que instauró la dinastía Somoza.
Más de una década de intensa lucha en la clandestinidad, construyendo el frente armado, se coronó con éxito el 19 de julio de 1979 con la victoria revolucionaria. Hoy los nicaragüenses están de pie recordando a los mártires revolucionarios que hicieron posible aquel sueño, pero a la vez reafirmando la lucha por construir su patria sin sometimientos, con dignidad.
Julio revolucionario no podría ser tal en América Latina si no se tomara en cuenta una otra acción también heroica como la protagonizada el 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba, en lo que fue el asalto al Cuartel Moncada, uno de los fortines de la dictadura. Los protagonistas: un grupo de jóvenes revolucionarios comandados por Fidel Castro Ruz, quien es tomado preso y desde cuya condición reivindica el derecho a la rebelión contra el despotismo y acuña una de sus célebres frases: "Primero se hundirá esta isla en el mar antes de que consintamos en ser esclavos de nadie…", en su defensa contra los esbirros del régimen y que dio lugar a su memorable obra: La historia me absolverá.
La ola de la liberación por América Latina tiene pues larga data y adquiere hoy una dimensión distinta y fundamental para comprender los desafíos que deben encarar los pueblos de América Latina. No hay tregua, pues, en la lucha por la verdadera independencia.
La Prensa: ¿Y si se devuelve el Falcon?
El avión es demasiado moderno para ser operado en el país, como quedó patentado por la incapacidad de los pilotos de la FAB para conducirlo.
En los hangares de la Fuerza Aérea está estacionado desde fines de junio uno de los aviones más lujosos del mundo, comprado por el Gobierno nacional a un precio muy elevado (38,7 millones de dólares), pero que no puede ser usado por falta de personal calificado.
El Falcon 900 Easy provocó críticas desde antes de su adquisición, sobre todo por el hecho de que su compra no fue precedida por una licitación como ordenan las leyes del país. El Gobierno nacional no prestó atención a esos detalles legales, seguramente confiado en que después el equipo de abogados o, en último caso, los parlamentarios, defenderían la decisión Presidencial.
Para justificar la compra fue puesto a prueba todo el equipo de comunicación que responde al Gobierno, que debió insistir en la importancia de renovar el avión presidencial porque era vergonzoso que el Presidente siguiera usando aviones facilitados por sus colegas amigos, como Hugo Chávez, de Venezuela. El mensaje de estos profesionales de la comunicación decía que Bolivia había dejado de ser un país mendigo y que ahora podía darse el lujo de proporcionar a su Presidencia una nave que sea digna de su cargo del orgullo de Bolivia. El detalle del precio fue relegado por estos mensajes, lo mismo que la irregularidad de que no se había hecho una licitación.
Las alusiones a que se trataba de una compra de lujo, un exceso de parte del Gobierno de un país pobre, tampoco fueron respondidas por el Órgano Ejecutivo, a pesar de que se dieron en medio del debate sobre el incremento de salarios. Sin embargo, algunos medios internacionales hicieron esa referencia.
Pero lo que ha quedado de esta observación es que el avión, de veras, es demasiado moderno para que pueda ser operado en el país, como ha quedado patentado por la incapacidad de los pilotos de la FAB para conducirlo.
Si los pilotos no son capaces de hacer volar este prodigio de la tecnología moderna, las pistas de aterrizaje del país no son aptas para sus características. Las autoridades de AASANA han hecho saber que, en efecto, para comenzar, la pista de aterrizaje del aeropuerto de La Paz (en la ciudad de El Alto) adolece de graves defectos que es preciso corregir para la operación de aviones comerciales. Las demás pistas de aterrizaje del país no están en mejor estado que la de la sede del Gobierno.
Los países vecinos están más adelantados, pero algunos de ellos han optado por comprar aviones presidenciales menos sofisticados y más aptos para sus propias realidades, como el BAE de Inglaterra que usa el TAM.
Para contar con un piloto que sea capaz de poner en vuelo el Falcon sería necesario traerlo del exterior. Se trata de profesionales muy caros, como lo demuestra el hecho de que el piloto que trajo el avión al hangar de la FAB desde Estados Unidos cobró 30.000 dólares.
Por todas estas consideraciones, quizá sea conveniente revisar esta compra, devolver el avión, asumiendo los costos de esta decisión y, con la lección aprendida, proceder a comprar un avión que sirva para el Presidente de Bolivia, uno seguramente mucho más barato y menos complicado que el Falcon 900.
El Diario: Bienes decomisados al narcotráfico
Desde los años 60 hay preocupación en la colectividad sobre la presencia, cada vez mayor, del narcotráfico en nuestro país. A mediados de esa década, tanto Colombia como Perú dejaron la exclusividad de fabricar drogas (“crack”, cocaína, y plantar marihuana) e ingresamos en la competencia. Los empresarios de las drogas se han encargado de introducirse grande y gravemente en sitios como los Yungas, el Chapare, Yapacaní, Ibirgarzama y muchos otros con miras a utilizar a los campesinos para el cultivo de coca.
Los cultivos, al no ser suficientes, se han incrementado y se ha llegado al extremo de que hoy, cuarenta años después, nuestro país se ha convertido en uno de los grandes productores de cocaína; el caso que es baldón para el país, es más que conocido por la comunidad internacional tanto porque, a más de ser fabricantes de droga, nos hemos convertido en “país proveedor”, “país puente” y consumidor. Estas tres condiciones dan lugar a que sean muchas las personas vinculadas a la transnacional de las drogas y, de ellas, cuando hay labores de interdicción, varias caen en manos de las autoridades.
Lo grave de esta situación -con excepción de una o dos veces, en el pasado, cuando se informó al respecto- es que no se conoce en qué quedaron los bienes decomisados y que son cuantiosos: inmuebles, haciendas, ganado, propiedades agrícolas, vehículos, aviones, avionetas, lanchas, joyas, muebles, enseres de toda clase y grandes cantidades de dinero. Son fortunas que cayeron en manos de las autoridades encargadas del caso narcotráfico; sin embargo, el hermetismo es muy grande porque jamás se informa al respecto.
Dentro de este rubro ingresa el caso de la droga decomisada (muchas, muchísimas toneladas) que, se dice, “fueron depositadas en las bóvedas del Banco Central”. Nunca se conoce un inventario pormenorizado; son muy raras las ocasiones en que se incineró alguna pequeña partida (en casos, bolsas conteniendo harina y maizena).
¿Cuál es la realidad? Ningún Gobierno se ha preocupado por el caso y ante requerimientos de los medios de comunicación la única respuesta fue: “El juez sabe, ante él se hacen los depósitos”; por supuesto, no se sabe cuál es el juez y, cuando se lo identifica, “no sabe nada”. El mutismo de muchas autoridades en éste y en todos los gobiernos anteriores, es alarmante.
La organización mundial de las drogas es la entidad más grande, mejor organizada, más rica y con agencias en todo el mundo. Sus ganancias suman seguramente muchísimos miles de millones de dólares. Su organización tiene como aliados al armamentismo, a las guerrillas, la corrupción, la delincuencia en gran escala y, lógicamente, ejércitos de comercializadores y adictos que jamás denuncian algo por miedo o conveniencias. Por otra parte, el mundo no conoce -ni por referencias- quiénes son los jefes que se encuentran mimetizados especialmente en los países ricos y desarrollados.
El problema es grave; pero no se puede dejar de lado el caso de bienes cuya información debe darse en el momento oportuno y no dejar para “las calendas griegas” que el juez informe. En el aspecto de dinero, deberían existir los depósitos del caso (en euros, dólares, bolivianos, francos y muchas otras denominaciones); deben existir balances e informes claros, categóricos y contundentes; de otro modo, todo este aspecto tan delicado es motivo para susceptibilidades y sospechas sobre la honestidad de las autoridades encargadas y surgen las dudas en relación con combatir la corrupción, aunque tanta propaganda en ese sentido se promueve por parte de las autoridades.
El Mundo: Sueños
Muchas veces en nuestra vida acariciamos sueños y deseamos fervientemente que éstos puedan convertirse en realidades y con frecuencia sucede que tiene que pasar mucho tiempo, antes de que éstos se conviertan en realidad y a pesar de haberlo deseado tanto nos parecen novedades que no sabemos cómo afrontar.
En un enardecido discurso, en la localidad de Taraco, el Presidente del Estado Plurinacional recordaba ayer que tuvieron que pasar 180 años de vida republicana para que el sueño de los originarios de alcanzar a ocupar el poder se haga realidad y como decíamos parece que los hubiera tomado por sorpresa.
Como suele suceder también, buscaron a los amigos que según ellos, tienen las mismas ideas y les va bien y comenzaron a copiar modelos cubanos y venezolanos para la administración del poder; de esa manera pudimos mantener esa situación en los últimos lugares de la escala, en cuanto a desarrollo socioeconómico, lo grave es que las copias fueron al pie de la letra y no hubo posibilidad de buscar lo mejor, como sucedió por ejemplo con el amigo Lula que con las mismas ideas, no sólo ha mantenido sino ha logrado mejorar el modelo brasileño.
Mientras cubanos y venezolanos continúan apostando por la lucha de clases y buscando pelea, contra quienes han logrado condiciones económicas favorables merced a un trabajo esforzado, en otros lugares esas condiciones han servido para mejorar la situación de los demás.
Precisamente ayer, el calendario de la Organización de las Naciones Unidas recordaba el día destinado a Nelson Mandela, aquel hombre que luchó contra el ‘apartheid’ de una manera inclaudicable y bajo condiciones adversas. Mientras muchos tienen oportunidad de hacer oposición desde sus sindicatos, junto a sus bases, e inclusive en el parlamento y otros lugares, donde mantienen cierta comodidad, otros tienen que sufrir condiciones especiales. Ese es el caso de Nelson Mandela que tuvo que enfrentar la fuerza de los poderosos desde la cárcel, a la que había sido confinado por sus ideales; pero eso no lo llevó a rendirse, todo lo contrario, hizo pública su lucha, hasta conseguir que Sudáfrica, la nación sudafricana donde se manifestaba con mayor fuerza la discriminación de los blancos contra los negros, Mandela logró que se reconozcan sus derechos y finalmente obtuvo la elección como Presidente de la nación.
Lo importante fue que se trataba de una lucha pacífica, de resistencia permanente y hoy Mandela es reconocido por la opinión pública internacional como un líder indiscutible por su resistencia pacífica. Poder verlo y compartir con él era la esperanza de muchas de las personas que llegaron al continente negro para las actividades del campeonato mundial de fútbol, recientemente realizado; lamentablemente, una tragedia familiar impidió que Mandela esté presente para recibir todos esos homenajes en la fiesta del fútbol. Donde sólo apareció el último día, para agradecer las muestras de apoyo y saludar a los miles de visitantes que estuvieron en aquella cita deportiva.
Nuestros gobernantes tienen en este momento la oportunidad de observar situaciones como las de Sudáfrica y Brasil que acabamos de mencionar y muchas otras, de donde se puede sacar ejemplos de cómo actuar para lograr éxito y evitar el conseguir enseñanzas sobre la base de la propia experiencia que en muchas situaciones puede ser dolorosa.
Ese 64 por ciento de ciudadanos que votaron para la elecciones en favor del MAS, espera que se produzcan obras en beneficio de esas mayorías a las que dicen defender.
La Ley de Autonomías es una de las mejores opciones que tiene para llegar a todos los rincones del país, permitiendo que la ciudadanía exprese sus necesidades y busque solucionarlas aportando con su trabajo, vale la pena tomarlo en cuenta. Otro tanto podríamos decir sobre los pueblos originarios del oriente que realizan una marcha con el único fin de que se cumpla lo que se les ha ofrecido, tanto en obras del Gobierno, como las ventajas establecidas por la Constitución y las nuevas leyes y que por el momento se les están mezquinando.
Opinión: Víctimas de la represión y tortura del Estado
La historia política de Bolivia está signada en la mayoría de sus facetas por hechos sangrientos, persecuciones políticas y situaciones que han determinado que la vigencia de las libertades y derechos de las personas sean aplastadas por quienes a nombre del Estado y del pueblo boliviano asumieron funciones en el Gobierno.
Luego de períodos de diferentes gobiernos militares que asaltaron el poder a nombre unas veces de combatir ideologías externas y de izquierda y otras de restaurar el orden, supuestamente en períodos en que el país vivía tiempos de convulsión y caos, sobrevino la recuperación democrática.
Las nuevas generaciones de políticos, dirigentes sindicales y sociales que hoy participan del denominado proceso de cambio muchas veces olvidan que la lucha para recuperar la democracia, sus valores y la institucionalidad del país demandó años de resistencia interna y externa que costaron a centenares de bolivianos la muerte, la tortura, las cárceles, el exilio y la persecución.
En la corriente democrática que ingresaron los países latinoamericanos luego de los gobiernos militares y las dictaduras, en la mayoría de ellos, se inició una etapa para reparar momentos de extrema intolerancia política y empezar otra que consolide la democracia, no sólo a través de actos democráticos en sí como las elecciones, sino impulsando acciones que castiguen a los autores de aquellos períodos y en otros casos para resarcir a las víctimas.
En el caso de Bolivia el proceso emblemático en todo el continente, para recuperar la memoria histórica y la justicia, está reflejado en una celda de la prisión de máxima seguridad de la cárcel de Chonchocoro que aloja al ex dictador Luis García Meza, condenado a 30 años de prisión por delitos económicos contra el Estado y contra los derechos humanos. Muy cerca de él está su lugarteniente Luis Arce Gómez, ex ministro del Interior que continúa una condena aplicada en Estados Unidos por el delito de narcotráfico, ahora en territorio boliviano. No hay que olvidar que uno de los propulsores de estos juicios históricos para la democracia fue el ex alcalde de La Paz Juan del Granado.
En realidad la recuperación democrática y las víctimas de estas luchas pueden llenar con sus nombres voluminosos registros o expedientes.
Hoy se conoce que el Ministerio de Justicia ha cerrado con 6.221 personas el proceso de inscripción interesadas para beneficiarse con el resarcimiento económico a víctimas de las dictaduras, amparados en una ley que fue promulgada el 2004.
El resarcimiento a las víctimas es un hecho moral, se puede decir de justicia, más allá de cualquier otra valoración que se le quiera otorgar a quienes resistieron a las dictaduras. La calificación que se realice a cada solicitud individual tiene que guardar la probidad necesaria y el examen cuidadoso de la documentación y requisitos exigidos.
Es posible que entre los más de seis mil expedientes presentados para obtener una especie de indemnización por las penurias que pasaron no están los nombres de otros miles de bolivianos que combatieron el atropello de las dictaduras, sin embargo, el resarcimiento económico puede ser una parte más que adoptan los gobiernos democráticos para sentar precedente en la convicción de que no se pueden repetir semejantes períodos de la historia política.
Un precedente para los golpes militares, pero al mismo tiempo otro para que los gobiernos constituidos en democracia no se desborden hacia el autoritarismo. A pesar de que estamos en un proceso de consolidación de la democracia es evidente que este proceso corre riesgos de deformaciones que deben siempre poner en alerta a los ciudadanos y a quienes han luchado durante tantos años por la recuperación democrática.
Clarín, Argentina: México, los votos frente a las balas
Las elecciones regionales realizadas en México mostraron una recuperación del PRI, principal partido actualmente en la oposición, en un contexto de conmoción por la violencia causada por el accionar del narcotráfico en distintas partes del país.
Se eligieron gobernadores de doce de los 34 estados, algunos de ellos claves por su influencia política y demográfica. El PRI obtuvo 9 de las 12 gobernaciones en juego pero debió resignar tres bastiones -Puebla, Oaxaca y Sinaloa- en las que venía gobernando desde hace más de ochenta años. Pero la mayor sorpresa la dió la violencia criminal, con el asesinato de un candidato a gobernador del PRI en Tamaulipas, que fue acribillado a balazos por sicarios en plena caravana proselitista.
Esta última votación ha tenido así una mayor relevancia, permitiendo a los mexicanos expresar su repudio a la violencia, la corrupción y el narcotráfico que castiga particularmente a los estados del Norte. México lleva diez años de democracia pluralista, desde que el antiguo partido hegemónico, el PRI, perdió por primera vez una elección presidencial y empezó a gobernar el PAN del actual presidente Felipe Calderón. Pero mientras avanzó en el camino de la democracia, sufre los golpes de una guerra declarada por el crimen organizado que se ha cobrado decenas de miles de muertos en los últimos años. La mayor alternancia en el gobierno y paridad entre las principales fuerzas políticas muestra que la democracia mexicana no se deja amedrentar por la violencia.
La violencia del crimen organizado no logra doblegar a la democracia mexicana, como lo demuestran los recientes comicios regionales.