Asamblea de Derechos Humanos siente vergüenza por su ex presidente Llorenti

En Caranavi fallecieron 2 personas en operativo ordenado por ministro Llorenti, el que fue presidente de la APDHB, «por lo que sentimos vergüenza ajena”, indica el documento.

imageEl Ministro de Gobierno, Sacha Llorenti en conferencia de prensa, ayer. (Foto Abi).



La Paz, 20 Ago (Erbol).- La Asamblea Permanente de Derechos Humanos expresó que sienten “vergüenza ajena” por su ex presidente Sacha Llorenti, quien ahora es Ministro de Gobierno, después de que fue calificado de “derechista” el informe que emitió esta institución en los pasados días sobre los dos jóvenes asesinados en los luctuosos hechos de Caranavi.

Según el comunicado de los activistas de la APDHLP, miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, uno de los cuales es funcionario del Canal 7 en Cochabamba, afirmaron que el informe sobre las muertes en Caranavi, en 7 y 8 de mayo pasado, por disparos de policías, de acuerdo a diversos testimonios, es un documento  “derechista”.

“En ese informe se afirma que Mario Fidel Hernani Jiménez, murió por un disparo de fusil FAL 9 milímetros y de acuerdo a los testigos un policía disparó con aquel estudiante, de acuerdo a la autopsia. A Mario Calizaya Mamani, de 16 años, le disparó otro policía y en la autopsia le sacaron varios perdigones de su cuerpo. Ambas muertes ocurrieron luego del desbloqueo del camino La Paz-Caranavi y cuando los policías, sin necesidad, ingresaron a la población de Caranavi ubicada a tres kilómetros del bloqueo principal. Aquel operativo fue ejecutado sobre la base de un plan y la orden la dio el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti Soliz, el que fue presidente de la APDHB, por lo que sentimos vergüenza ajena”, indica el documento.

Marcelo García, delegado del comité de transición de la APDHLP, en declaraciones a Erbol, ratificó que a la cabeza de la presidenta de la Asamblea, Amparo Carvajal, se constituyeron a Caranavi tras el desbloqueo y que vieron elemento de convicción de que hubo un uso excesivo de la fuerza pública.