Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: Las banderas de Bolivia
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Bajo el Penoco, El Día: Ama llulla, Fidel Surco
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Los Tiempos: EL DESAFÍO DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
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El Deber: Imagen que exige una aclaración
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La Razón: Gremialistas
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Cambio: Privilegiar la ley y la democracia
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La Prensa: La borrachera del poder
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El Diario: Potosí y Oruro en un conflicto absurdo
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El Mundo: Alto precio
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Opinión: Vocales electorales y ?afinidades políticas?
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Clarín, Argentina: Medidas contra salideras bancarias
El Día: Las banderas de Bolivia
La celebración de un nuevo aniversario de la fundación de Bolivia nos encuentra peleando por dos banderas, una que representa a una región, que identifica un sentimiento, una visión y un proyecto político particular, frente a otra aún más sectaria, absolutamente artificial y excluyente, pero que aún así, pretenden imponerla como un símbolo de “lo nacional”, una categoría que no existe en este país fragmentado al extremo, disperso y con una crisis política que se ha mantenido a lo largo de 185 años. La gran perdedora en esta lucha de banderas es justamente la rojo, amarillo y verde, que surge como un comodín, que será izada a regañadientes por dos sectores que hubieran preferido enarbolar otros colores.
El vicepresidente Álvaro García Linera asegura que tarde o temprano, la wiphala será izada en la Plaza Principal de Santa Cruz, región a la que considera derrotada y con ella, aplastadas todas las aspiraciones autonomistas. Pese a que hay fragmentos cruceños que piensan que es fácil esconder una bandera, pactar a su nombre y postergar las ambiciones históricas de su gente, será imposible detener un proceso ineludible para Bolivia, porque está inmerso en la conciencia colectiva.
García Linera cree haber terminado con el famoso “empate catastrófico” porque ha obtenido una victoria política y militar sobre una parte del país, pero eso es mucho decir de una situación coyuntural que esconde una larga carrera de disgregación social, pero que parece, por fin, haber encontrado su orientación política orgánica para insertarse en un Estado, a diferencia de la tribalización, hacia donde se dirige el MAS. La autonomía democrática y republicana es justamente el antídoto para las otras “autonomías” que están proliferando como hongos: la de los ayllus de Uncía, las “narcocomunidades” de los valles altos de Cochabamba, la del Chapare, la de los nacionalismos a ultranza de comunidades indígenas del Altiplano y la “autonomía” de la justicia comunitaria que lincha, mata y tortura.
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La prueba de que el proceso que mencionábamos no se puede detener la ofrece Potosí, donde se han comenzado a escuchar estridentes gritos que exigen federalismo. Y suenan fundamentalmente porque el Estado boliviano, por más adornos que le pongan y lo quieran llamar “integral”, “plurinacional”, “todopoderoso”, sigue siendo incapaz de resolver los problemas básicos de los bolivianos. A Potosí ni siquiera le ha bastado la inmensa fidelidad al régimen para obtener respuestas a sus demandas y en todo caso, al igual que los “enemigos”, los potosinos también son víctimas de los atropellos cometidos contra sus autoridades absolutamente legítimas y elegidas legalmente, sólo para satisfacer las ansias de poder total de un Gobierno que se emborracha, que se corrompe, que dilapida el dinero en un costoso avión y que sigue dándole la espalda a los eternos desafíos de la población.
El Gobierno también está convencido que la violencia es la mejor respuesta para aplastar a los sectores que van surgiendo en contra de la ultraconcentración del poder. Si pretende mantener el mismo ritmo de acumulación y centralización de poder, tendrá que apelar a dosis más fuertes de represión y mientras eso suceda, el proceso autonómico, federalista o como se llame, seguirá avanzando pese a quien le pese.
Una pelea de banderas trata de esconder un proceso que subyace y que es ineludible. El Estado Plurinacional no podrá contenerlo.
Bajo el Penoco, El Día: Ama llulla, Fidel Surco
“Mula”, “cóndor”, insulso, “uva”. Así estaba el otro día el senador Fidel Surco cuando chocó su vehículo en la Ciudad de El Alto. En esas condiciones un borracho es capaz de vomitar, pelear, babear, llorar o dormir y de hecho, el legislador se regaló una siesta de más de seis horas en una oficina policial, donde fue fotografiado al lado de compañero de farra, también ebrio. Lo que resulta poco convincente es que en la condición en la que estaban ambos hombres, uno de ellos hubiera “razonado” para ir en busca de ayuda después de la colisión y que Surco, al no poder abrir la compuerta derecha, hubiera “discurrido” para buscar el extremo izquierdo. Así trata de persuadir de que no era él quien conducía el auto sino su chofer. Los vecinos que detuvieron a ambos borrachines, cuentan que después del accidente Surco trató de agredir y luego intentó huir en un taxi. Las explicaciones que sólo han convencido a un fiscal las dio al día siguiente cuando ya le había pasado la resaca. ¿Seguirá con ganas don Héctor Arce de hablar de ética parlamentaria en la Asamblea Plurinacional?
Los Tiempos: EL DESAFÍO DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
La demanda de las organizaciones periodísticas pone a prueba la independencia y el valor del Defensor del Pueblo para cumplir con su deber
Las cuatro más importantes organizaciones independientes del periodismo nacional -la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), la Asociación Boliviana de Radiodifusoras (Asbora) y la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP)- pidieron al Defensor del Pueblo interponer ante el Tribunal Constitucional "un recurso de inconstitucionalidad de la Ley del Régimen Electoral" porque varios de sus artículos conculcan la libertad de expresión y aplican la censura previa a los medios de comunicación.
Las razones pare este pedido son por demás atendibles y, corresponde aclarar, se las hizo conocer, en pleno proceso de aprobación de la norma, a los presidentes de la Cámaras de Senadores y Diputados. Sin embargo, más pudo, una vez más, la soberbia de quienes circunstancialmente ejercen el poder de la nación, y no modificaron aquellos artículos que sin duda vulneran principios básicos para informar en forma correcta y libre.
Se trata, fundamentalmente, de las restricciones que impusieron a la labor informativa en el tema de la elección de los candidatos a ser miembros del Órgano Judicial. A guisa de ejemplo, los medios no podrán difundir "documentos distintos a los producidos por el Órgano Electoral", tampoco "referirse específicamente a uno o una postulante, en forma negativa o positiva" ni realizar entrevistas a esos candidatos.
No corresponde ahora desglosar los artículos de la Ley de Régimen Electoral que un Tribunal Constitucional que se precie debería abrogar, sino mencionar que el Defensor del Pueblo tiene ahora la oportunidad de actuar conforme a lo que le manda la Constitución y no quienes lo han elegido. Más aún si hay un par de precedentes, cuando el original Defensor del Pueblo asumió la defensa de la libertad de expresión en lo que se refiere a la vigencia del Tribunal de Imprenta para el juzgamiento de delitos y fallas de imprenta.
Desde otro enfoque también esta demanda de las organizaciones periodísticas que puede servir para demostrar que hay un aprendizaje en la difícil tarea de ejercer el poder, que consiste en reconocer errores y proceder a corregirlos. No es el caso de "una interpretación" de la norma, en la que los factores subjetivos exigen una hermenéutica rigurosa; se trata de una vulneración explícita de dos derechos fundamentales: el del ciudadano que postula a un puesto público a dar a conocer sus propuestas y el de los medios de comunicación a informar a la población sobre los postulantes a puestos tan importantes como son los del Órgano Judicial.
Lo anterior, salvo que, precisamente, el gobierno y el MAS no quieran que la población conozca los antecedentes de quienes pretende seleccionar como candaditos al Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Constitucional y el Consejo de la Judicatura o que mantengan un resquicio para que, en función de la variante correlación de fuerzas a futuro, se reglamente los siguientes comicios generarles y regionales.
Ésa es la importancia que tiene la demanda de las organizaciones periodísticas al Defensor del Pueblo y ése es el valor que éste debe tener para canalizarla. Habrá, pues, que estar atentos a cómo procede esta autoridad.
El Deber: Imagen que exige una aclaración
Tocada de casco de guerra la cholita de rasgos altiplánicos, con un fusil en las manos y en medio de una escuadra de 60 personas, entre las que figuran mujeres como ella. Esta imagen es real y no de historieta histriónica alguna. La publicó hace poco el matutino El Norte de Montero y constituye testimonio gráfico de un emprendimiento gubernamental que desde luego no puede ser pasado por alto, porque de proseguir adelante podría ennegrecer aún más el horizonte político y social de Santa Cruz.
Las imágenes referidas corresponden a un momento del proceso de ‘adoctrinamiento’ a la sociedad civil (en realidad, ‘movimientos sociales afines al MAS’) para que en una ‘situación de guerra’ respalde plenamente las acciones de las Fuerzas Armadas. Tales los presuntos alcances de una ‘instructiva’ del Comando General del Ejército sobre el tema.
‘Adoctrinar’ consuena con ‘militarizar’ en semejante iniciativa. Los masistas del norte cruceño serán familiarizados con el manejo de armas y tácticas de ataque. Desde luego que es fundada la presunción de que se hará lo mismo en otras zonas de la región.
¿Qué se persigue? Antes de aventurar una respuesta a esta pregunta, recordemos que con un vago denominativo, hoy ejerce importantes funciones en Santa Cruz una destacada ex autoridad del gobierno central de La Paz. Se ocupará del control de las fronteras regionales del oriente boliviano para fines de afirmación de la soberanía territorial.
Bien que se lo haga y que para ello se aumente la presencia de las Fuerzas Armadas, particularmente del Ejército, en las respectivas líneas fronterizas. Al cabo, corresponde a la institución militar, constitucionalmente hablando, la función de defensa y preservación de la soberanía territorial de Bolivia.
En tan cruciales labores no tienen nada que ver los sectores de la colectividad nacional. Si las asumiesen, aun cuando fuese bajo dirección gubernamental, incurrirían en el delito de usurpación de funciones e infracción a las normas de la Carta Magna.
La interrogante, en consecuencia, apunta a respuestas de jaez alarmante. ¿Es que el gobierno organiza militarmente a ‘grupos de choque’ contra el movimiento regional cruceño? Si así fuese, estaría incurriendo en una serie de delitos, como el de organizar grupos armados irregulares para que por medio de la violencia le afirmen su poder en la región y le abrevien el proceso de liquidación de personajes y sectores que le hacen oposición en Santa Cruz, tramo en el que hoy aparecen solo fiscales y jueces encargados de la represión política por la vía procesal.
Conviene que el Gobierno establezca en forma minuciosa el asunto, aclarando los objetivos reales inherentes a tal ‘adoctrinamiento’.
La Razón: Gremialistas
El Gobierno anuncia firmeza; pero hace falta información que desarme a los movilizados
El comercio es esencial, por supuesto. Alguien tiene que mediar entre el productor y el consumidor. Qué haríamos los ciudadanos sin tales mediadores. La dulcera de la esquina o el propio puesto de periódicos, son necesarios y, algunos, hasta parte del paisaje urbano cuya presencia se agradece.
Sin embargo, hay que admitir que tal función se ha distorsionado monstruosamente en ciudades como La Paz y El Alto. Así, la venta de verduras y hasta de carnes y de cualquier tipo de alimentos sale del ámbito de los mercados y restaurantes para instalarse en la vía pública. Y no sólo eso: música, videos, celulares, prendas de vestir, bisutería… todo está tendido en las aceras y, en ciertos lugares, aun en parte de las calzadas. Insufrible.
Tal es el poder que han acumulado los comerciantes gremialistas, por su cantidad y capacidad de movilización, que ningún alcalde paceño o alteño se animó a tocarlos en serio, a frenar su avance. Hay que decir que una excepción ha sido Juan del Granado, tras de no pocos conflictos: los retiró de El Prado, por ejemplo. Y ahora de la Pérez Velasco (aunque a cambio se haya tenido que sacrificar el paisaje de ese lugar de La Paz, con la antiestética estructura que resulta ser el nuevo mercado Lanza). En todo caso, lo que parece haber funcionado es aplicar medidas con mucha firmeza, pero con la dosis de diálogo que finalmente ha permitido romper lo que parecía un bloque monolítico.
Quien ahora enfrenta el problema, no por asentamientos sino por el proyecto de Ley General de Aduanas que endurece las sanciones a los contrabandistas, es el Gobierno central. Por ahora, los comerciantes de La Paz y Oruro están movilizados, han cercado la plaza Murillo con violencia, pues no sólo cierran el paso a los vehículos, también a los peatones, a quienes han llegado a golpear. Sus similares de Santa Cruz y Cochabamba anuncian que se sumarán a las protestas.
El vicepresidente Álvaro García Linera ha dicho: “No podemos rendirnos frente al contrabando; la ley tiene que ir”.
Firmeza. Bien. Y de inmediato ha argumentado en torno a los falsos temores de los comerciantes y a los beneficios que sentirá la ciudadanía en general si se frena la importación ilegal de productos. Información, sí, pero que al parecer no está llegando a la gente precisa, como sí llegan, también lo dijo García, las insidias de los contrabandistas.
Cambio: Privilegiar la ley y la democracia
El presidente Evo Morales Ayma convocó hace un par de días a las dirigencias cívicas de Oruro y Potosí para que acudan a una mesa del diálogo a fin de salvar las diferencias que reavivaron un antiguo conflicto de límites, encendieron reclamos y algunos dirigentes potosinos enarbolaron la causa federal como una supuesta respuesta a los problemas que enfrenta esa región.
"El Gobierno del Estado Plurinacional hace conocer al pueblo boliviano y al departamento de Potosí, en especial, que en la situación que hoy vive la región reitera su predisposición al diálogo entre los departamentos de Potosí y Oruro", señala el comunicado oficial de convocatoria a una mesa de diálogo.
No obstante, producto de la presión de grupos radicalizados, particularmente de Potosí, esa reunión para analizar las salidas legales al conflicto en desarrollo no se había instalado anoche en la ciudad de Sucre.
Pero ¿cuáles son las demandas de la dirigencia cívica potosina que precipitaron el paro indefinido en ese departamento? Estas se centran en seis puntos: la definición de límites interdepartamentales con Oruro en el sector de Coroma, infraestructura vial, un aeropuerto internacional, la conservación del Cerro Rico, un polimetalúrgico y la instalación de una fábrica de cemento en la región en disputa.
En este contexto, el camino de la presión para encontrar la solución a un problema que data de hace al menos 80 años no es el correcto porque solamente profundiza el conflicto, alimenta intereses políticos ajenos a la gran mayoría de los potosinos y, fundamentalmente, incuba posiciones inconstitucionales —por decir lo menos— cuando los radicales confunden al pueblo y enarbolan las banderas del separatismo disfrazado de federalismo.
En abril de 2009, un comando antiterrorista de la Policía Boliviana desarticuló a un grupo de mercenarios que planeaba atentar contra la integridad de la patria y, para alcanzar su objetivo, preveía ejecutar un tenebroso plan terrorista para ensangrentar y dividir Bolivia.
Por supuesto que éste no es el caso del conflicto desatado por los dirigentes cívicos de Potosí, pero las dudas sobre sus reales alcances crecen cuando los radicales intentan convencer al pueblo potosino de que la única salida para satisfacer las legítimas demandas regionales es el federalismo. Además, es curioso que el paro indefinido, declarado hace una semana, coincida cuando la justicia presiona al reelecto alcalde potosino, René Joaquino, denunciado por la comisión de delitos como la compra irregular de un lote de vehículos a medio uso.
En las últimas horas, diversas organizaciones sociales, como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), denunciaron que detrás de los dirigentes que eluden el llamado del presidente Morales para buscar en una mesa de diálogo la solución al conflicto se encuentran los mismos intereses políticos que nunca aceptaron la Asamblea Constituyente, que rechazan la Constitución Política del Estado y no admiten el proceso de cambios estructurales que recorre los caminos de la patria.
En este sentido, el privilegiar las medidas de presión y despreciar el diálogo desvela y corrobora que el movimiento cívico potosino tiene objetivos claramente políticos, porque, si no fuera así, lo mínimo que harían para defender los legítimos intereses regionales sería asumir el diálogo y en una mesa exponer los argumentos que precipitaron un paro indefinido que no sólo perjudica a los propios potosinos y a cientos de inocentes pasajeros varados en los caminos bloqueados, sino que representa un atentado contra la industria minera regional, que ya ha reportado daños millonarios.
No obstante, es necesario puntualizar que por las características del conflicto, particularmente por la demanda de delimitación departamental de la región de Coroma —rica en yacimientos de piedra caliza, materia prima para la fabricación de cemento—, una solución integral no será alcanzada en un día o una semana, menos mediante medidas de presión, sino que requiere de un proceso integral de negociación que preserve los intereses comunes de potosinos y orureños.
Además, el Gobierno no se olvidó de Potosí, tal como aseguran algunos dirigentes cívicos. Los datos oficiales señalan que ese departamento recibió en 2006, 27 millones de dólares del TGN, y en 2009 esa cifra aumentó a 90 millones de dólares.
La hoy gobernación potosina recibió 25 millones de dólares en 2005, mientras que en 2009 percibió 79,5 millones de dólares del TGN, aparte de beneficiarse con obras del FPS, del programa Bolivia Cambia, Evo Cumple; y de caminos proyectados por la ABC. Entre 2006 y 2010 el Gobierno invierte más 3.895 millones de bolivianos (550 millones de dólares) en proyectos de telecomunicaciones, transportes y vivienda que lleva adelante.
Además, la inversión pública fue de 48 millones de dólares en 2005 y de 216 millones de dólares en 2009, y mientras en 2005 las regalías mineras alcanzaron a 33 millones de dólares, hoy son 136 millones de dólares. Por eso, urge que la dirigencia cívica asuma plenamente su representación regional, y privilegie la ley y la democracia sobre los intereses subalternos que parecen asomar detrás del paro indefinido que perjudica, principalmente, a los propios potosinos.
Urge que la dirigencia cívica de Potosí asuma con seriedad su representación regional y privilegie la ley y la democracia sobre los intereses subalternos que parecen asomar detrás del paro indefinido que perjudica, principalmente, a los propios potosinos.
La Prensa: La borrachera del poder
La versión de Surco, 24 horas después, se contrapone a la que dio al fiscal en primera instancia, en la que sí admitió que era él quien manejaba…
Cuando aún no se había agotado el caso del amauta Valentín Mejillones sorprendido en una organización de narcotraficantes, cuya noticia ha circulado por el mundo entero y ha hecho que millones de personas se rían de las jerarquías de ?sacerdotes? de los pueblos originarios del altiplano, surgió el caso del senador masista Fidel Surco, quien iba en estado de ebriedad, a las 10.30, en un 4×4 que terminó impactando a otro vehículo.
El prodigioso sistema de los ?reporteros ciudadanos?, efecto de la tecnología moderna, captó testimonios del momento de la colisión, la salida del senador del asiento del conductor y su intento de darse a la fuga, aunque en sus declaraciones asegura que quien manejaba era su ayudante, quien habría salido apresurado ?en busca de ayuda?.
Es cuando el senador Surco y otro acompañante son conducidos a la Policía, donde comienzan las irregularidades. Es alojado en las oficinas de la Dirección, para que duerma la borrachera en el cómodo sofá del Comandante, quien no ordenó que se le haga el test de alcoholemia ?por respeto a sus derechos humanos?.
En este caso, como debería saberlo cualquier autoridad, los derechos humanos que deben ser protegidos son los de la gente que podía ser dañada por la irresponsabilidad del senador oficialista. La autoridad policial tiene que actuar en defensa de la colectividad, sancionando a quienes la pongan en riesgo.
De todos modos, después de algo más de seis horas de espera, cuando se habían respetado los ?derechos humanos? del conductor ebrio, se le tomó la prueba para medir el contenido de alcohol en la sangre. Y el test dio como resultado que Surco tenía todavía 1,5 de alcohol, cuando lo máximo permitido es de 0,7.
Se vio a los policías actuar con temor ante el personaje. Algunos oficiales tuvieron que ayudar en el operativo por el cual Surco fue transportado de un lugar a otro de la Policía en la ciudad de El Alto, con todas las precauciones para que nadie le vea el rostro.
Luego, las autoridades del Gobierno y del MAS, partido del presidente Evo Morales, dijeron que no protegerían a Surco. De todos modos, ya se estaba armando el escenario para sacarlo del aprieto, diciendo que él no iba al volante. Aquí deberían servir los registros electrónicos hechos por los ciudadanos que presenciaron el hecho.
Unas horas antes de este lamentable hecho, los vecinos de Caranavi habían decidido expulsar a Surco y a su familia de esa población paceña. Los acontecimientos que provocaron muertos y heridos en aquella población habrían sido atribuidos a Surco.
Nada está claro. Es más, la versión de Surco, 24 horas después, se contrapone a la que dio al fiscal en primera instancia, en la que sí admitió que era él quien manejaba personalmente. Además, el vehículo particular en el que iba llevaba un destellador y vidrios polarizados, de uso exclusivo para motorizados oficiales.
Sintetizando, existen dos versiones que, pese a tener el mismo origen, se contradicen totalmente. Para que los bolivianos tengan confianza, o por lo menos se disipe el temor a lo que resulte de este proceso de cambio, quienes manejan el Gobierno deberían proponerse actuar con responsabilidad.
El Diario: Potosí y Oruro en un conflicto absurdo
En conflictos entre países, es lógico que las partes adopten posiciones defensivas y ofensivas; que tengan políticas para defender sus territorios y sus pueblos, que sean previsores y cuidadosos en los pasos a darse; pero que esto ocurra en un mismo país, en posiciones de cercanía y hermandad que hay y debe haber siempre entre Potosí y Oruro, tan sólo por dudas sobre propiedad departamental de uno u otro bien, es, simplemente, absurdo, idiota y ridículo.
El país requiere unidad y no puede estar supeditado a problemas regionales que afectan a todos. En el caso de Potosí y Oruro, donde parte cree tener el derecho sobre un cerro o por regiones explotables de minerales, corresponde aclarar: todo el Estado boliviano es propietario, geográficamente, conforme a la Constitución y nadie puede alegar propiedad sólo de una parte; si en la delimitación fronteriza están establecidos los límites, es muy fácil que las partes se reúnan y, conjuntamente el Instituto Geográfico, estudien y hagan las aclaraciones pertinentes.
Entrar en conflictos antes de “ver las heridas”, no corresponde; actuar con amenazas o posiciones intransigentes, es ridículo. Establecidos los derechos conforme a las leyes, lo correcto es compatibilizar intereses y actuar integrados, conjuntamente y sin diferencias ni regionalismos que son absurdos y están fuera de tiempo y no pueden tener más cabida en la mentalidad de los bolivianos.
La unidad e integración del país es absolutamente necesaria y nadie, por derechos que alegue sobre determinadas franjas de terreno, puede poner en peligro ese magno ideal. Sólo integrados y unidos podemos hacer de Bolivia lo que todos queremos; desunidos y desarmonizados será difícil encarar en su justa medida los problemas; al contrario, el caso podría servir para que el viejo diferendo fronterizo entre Cochabamba y Beni sea puesto otra vez en discusión, lo que no corresponde y que, en su momento, deberá ser encarado mediante el diálogo y la concertación honestos y responsables.
Desde hace más de cuatro años, vivimos divididos por una especie de lucha de clases absurda, por complejos de racismos, separatismos étnicos y otros que han marcado serias diferencias entre los componentes de nuestro país. Este panorama es doloroso por sí mismo, ya que ha dado lugar a que el regionalismo y viejos complejos se despierten en algunas poblaciones donde se pretende: “que cada quien tenga su porción y que su contenido nadie lo vea”; un viejo dicho chino que muestra, claramente, posiciones contrarias a la hermandad y al sentido de ver con visión general lo que importa a todos y es de todos.
El Gobierno, frente a este conflicto, tendrá que actuar con mucha serenidad y responsabilidad; pero, sobre todo, con criterios de país y no “de partido”. La conciencia de país es amplia y abarca todos los intereses; consiguientemente, contribuye a que el examen de las situaciones sea consciente, constructivo y responsable, donde todos encuentren cauces de contento para actuar conjuntamente y no separados por posiciones o ambiciones mezquinas.
Vivimos en crisis política, social y económica; que las cuestiones mínimas de dos departamentos no sean cauce ni causa para abrir sendas de desunión; al contrario, que sea motivo para que todas las dificultades que ambas regiones enfrentan sean encaradas, discutidas y enfrentadas en lo que corresponde al Gobierno central y lo que compete a gobernaciones y municipios. La equidad y la ecuanimidad deben encontrar los cauces de justicia para que el cuasi-litigio sea solucionado por las vías del diálogo y la concertación.
El Mundo: Alto precio
En un comentario alrededor el mismo tema, expresábamos cómo era de importante liberarse de las presiones del corazón, para dar paso a las manifestaciones del cerebro que suelen ser siempre mucho más realistas y nos permiten encontrar el punto de equilibrio.
Desde hace ocho años, hemos visto cómo las autoridades cruceñas han decidido mantener un abierto rechazo a las acciones del Gobierno y en muchas oportunidades, hemos visto también como él, aprovechando precisamente esa forma de reaccionar, han ido quitando cada día algo de lo que hasta ese momento gozábamos: descentralización, libertad de expresión, participación popular y ansias de autonomía.
Esa forma de reaccionar hizo que se calificara a los cruceños de separatistas, racistas, discriminadores, pro imperialistas, fascistas y otros calificativos que terminaron por estigmatizarlos y al parecer, sirvieron para exacerbarlos y conseguir que las reacciones hormonales siguieran manifestándose.
Hoy vemos con claridad que las posiciones separatistas y racistas vienen del otro extremo, pero como se ha asumido las denominaciones antes mencionadas como propias, lo que se trata de conseguir es demostrar su veracidad.
Ubicado en la realidad de esa manera, el Gobierno no tiene dificultad en mostrarnos las actitudes racistas y segregacionistas que lo alientan desde el primer día, valdría la pena sentarse a pensar y tratar de encontrar las diferencias entre la raza aimara y la raza aria que en distintas épocas, pero con semejantes características, sirvieron para perseguir a los adversarios.
Al presente no se persigue precisamente a los judíos, aunque parece que también si, pero a todos los que tienen la tez blanca y si son rubios mejor, son los karas o caraí, como se quiera pronunciar el término, con que los originarios tratan a los que llegaron a habitar sus tierras desde otras regiones, desde hace 500 años.
Un croata, un irlandés, dos húngaros fueron abatidos en el Hotel Las Américas y luego se comenzó a perseguir a quienes tenían apellido croata, y a falta de ellos fueron cayendo otros con apellidos extranjeros y finalmente llegó el turno a los propios Suárez, Costas y otros.
Siguiendo la misma línea, el último en caer preso fue un alemán, pero en el afán de perseguir gringos, no se dieron cuenta de que era uno de los asesores del Ministerio de Gobierno y de otras instancias del Gobierno, como lo declaró ante el Fiscal, �lo único que hice fue proteger al Presidente�.
Ayer escuchábamos la preocupación del grupo de colonos menonitas que al advertir por dónde va la loba, decidieron pedir el apoyo de las autoridades locales y de los medios de comunicación, porque temen que aquellas tierras que cultivan y que les permiten hacer llegar hasta los mercados productos que no son precisamente hojas de coca ni sus derivados y que resultan agradables al paladar de los cruceños.
Pero en ese afán de contradecir a quienes persiguen a los extranjeros y también a los cambas, las autoridades locales decidieron transar, para permitir la visita de esas autoridades para al celebración del 6 de agosto, Día de la Patria de todos, los perseguidores y el 99 por ciento de los perseguidos, pero ofrecieron un precio muy elevado, dejar sólo la tricolor nacional y arriar su bandera, para evitar que los otros puedan enarbolar la suya que se hubiera perdido en un mar blanco y verde, predominaron otra vez las hormonas.
Debemos recordar con frecuencia aquella frase que escuchamos una vez a las abuelas y que hoy parece haber desparecido, debido a la rapidez con que los muchachos pueden sentarse delante de una computadora, cuando apenas alcanzan a la silla para ponerse cómodos y en muchos casos todavía no hablan con claridad y menos saben escribir. Ellas hubieran dicho que todavía no tiene uso de razón, cuando ya aprenden a darnos lecciones sobre lo contario y vale la pena aprovecharlas.
Opinión: Vocales electorales y ?afinidades políticas?
En Santa Cruz los aspirantes a vocales al Tribunal Departamental Electoral ?no sabían nada de nada? y no pudieron responder preguntas básicas como cuántas provincias tiene ese departamento, cuántos miembros son en la Asamblea Departamental, y de 52 sólo pasaron 14 en medio de pugnas por las ternas que elevarán a La Paz.
En Cochabamba, lo que ha caracterizado la selección no han sido las respuestas brillantes, sino la presencia de postulantes que mayoritariamente son del Movimiento Al Socialismo (MAS). Hay que recordar que una de las condiciones establecidas para ser candidato al Tribunal Electoral es precisamente no pertenecer a ningún partido político ni logia.
Con dos tercios de votos la Asamblea Legislativa Departamental eligió a doce candidatos que conforman las cuatro ternas para vocales electorales y el proceso fue criticado por los asambleístas de oposición que participaron en el escrutinio en el que 20 asambleístas apoyaron la propuesta de ternas y cuatro votaron en blanco. El partido de gobierno pudo elegir con mucha comodidad a las personas afines a su esquema político.
Lo que está sucediendo en la elección de los postulantes al Tribunal Departamental Electoral es una especie de verificación de temores que fueron albergados hace algunos días, respecto a la independencia que debe tener el Órgano Electoral y los Tribunales Departamentales en relación al partido oficialista y a la injerencia del Ejecutivo.
Por un lado, si bien la Constitución Política del Estado abre las puertas para que se postulen todos los ciudadanos, no existen las mínimas condiciones para garantizar el conocimiento de personas respecto a los asuntos inherentes y directos a las futuras funciones que buscan cumplir. Los conocimientos en esta materia y en otras no pueden ser relegados con el discurso de que más vale la formación sindical o el activismo político, porque se trata de tener una base elemental para desempeñar determinadas funciones. Los conocimientos y la formación básica no pueden ser sustituidos con visiones populistas o demagógicas, a no ser que a propósito se busquen ciudadanos que actúen en el ejercicio de sus funciones siguiendo los mandatos o instrucciones de quienes precisamente propugnan esa dudosa teoría que relega los méritos profesionales.
El otro temor, quizá el más preocupante, es sobre la independencia que tendrán los Tribunales Electorales que podrían estar manejados políticamente por el simple hecho de que los postulantes con ?afinidades políticas? al MAS tendrán las mayores posibilidades de resultar elegidos. Un Tribunal Electoral con una mayoría de miembros adictos al partido oficialista, más el representante que nombra el Presidente del Estado Plurinacional, no será precisamente una prenda de garantía para un proceso electoral, por el contrario el trabajo y las decisiones que asuma este organismo estarán siempre bajo sospecha, lo que puede degradar los futuros actos electorales y destruir paulatinamente la confianza del ciudadano, pero además, con graves efectos para el proceso democrático.
En las ternas elegidas se pueden observar con claridad los nombres de personas que directamente han trabajado por el partido en función de gobierno, en forma activa, con una militancia que no deja lugar a dudas sobre sus ?afinidades políticas?.
Las ?afinidades políticas? de las que hablan algunos asambleístas del oficialismo a manera de justificar la vulneración de la ley que prohíbe la militancia política es de algún modo la senda para destruir la credibilidad del proceso electoral y de consolidar en el tiempo posturas hegemonistas en favor del actual esquema de gobierno.
Clarín, Argentina: Medidas contra salideras bancarias
La reiteración de salideras bancarias plantea la necesidad de adaptar dispositivos de seguridad, en bancos, legislaciones y policías para evitar la proliferación de esos delitos.
En forma creciente se producen asaltos a personas que retiran dinero de los bancos, en ocasiones con resultados trágicos, como sucedió recientemente, cuando fue asaltada y baleada una mujer embarazada en la ciudad de La Plata. Ante la conmoción producida por el hecho, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli dio a conocer una serie de propuestas para mejorar la seguridad de los clientes bancarios, que incluyen la completa inhibición de los celulares en el interior de los bancos, la utilización de las grabaciones como pruebas en los procesos judiciales y restringir la circulación de motos en las zonas bancarias.
Es indispensable que estas y otras propuestas ?por ejemplo, permitir que la transferencia de dinero no tenga costo? sean analizadas por autoridades, especialistas y legisladores, para adaptarse a los cambios de modalidades y tecnologías utilizadas por los delincuentes.
Una responsabilidad central les cabe a los bancos ya que en más de una oportunidad se han creado sospechas de que sus empleados podrían ser cómplices del delito proporcionando información sobre grandes retiros de dinero y porque también deben reforzar sus sistemas de seguridad internos.
Es de esperar, finalmente, que las discusiones legislativas sobre el tema, en la Provincia o en otras jurisdicciones, sean productivas y no sean distorsionadas por intereses de fracción.
La reiteración de salideras bancarias plantea la necesidad de tomar medidas para combatir ese tipo de delito, que ha tenido consecuencias trágicas.