Los gobiernos de Bolivia y Ecuador han decidido convertir en un asunto de Estado si la filosofía sobre la que se basa su ideología, traducida al español se dice “vivir bien” (Bolivia) o “buen vivir” (Ecuador), por lo que impulsan debates entre expertos con miras a llegar a un Congreso de pueblos indígenas de ambos pueblos.
La Paz /OPINIÓN
Habrá una discusión entre expertos con Ecuador hasta llegar a un congreso entre ambos pueblos.
Este fue tema central, en la exposición del canciller boliviano David Choquehuanca, en el Foro Internacional de Pueblos Indígenas Andinos que se realizó en ambientes del Ministerio de Relaciones Exteriores, con participación de delegados de Ecuador, Perú y Colombia, además de autoridades originarias del altiplano boliviano.
El canciller explicó que los antropólogos, cometen el error de traducir literalmente del aimara al español, lo que lleva a confusiones que, en algún momento pueden llevar a situaciones sin salida.
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Señaló que el aimara se traduce igual que el inglés: por ejemplo Titicaca Lake (Titicaca Lago), en aimara Titicaca Kota y en español Lago Titicaca, lo que explica el diferendo entre Ecuador y Bolivia. La filosofía y programa de Gobierno de los indígenas de ambos pueblos es el sumaq qamaña, que en aimara quiere decir “vivir bien”, se traduce correctamente. En quechua es el sumaq causay, que traducido literalmente (como en español), se lee “buen vivir”, como lo han adoptado, casi de manera oficial, los ecuatorianos.
“Los antropólogos traducen porque no nos conocen todavía. Un día me encuentro con un antropólogo y le digo a ustedes les podemos conocer a través de internet facilito, es fácil conocer a occidente, pero ustedes nunca nos van a conocer a nosotros. Nos graban pero nos traducen mal”.
Choquehuanca informó que hace poco se encontró con sus hermanos ecuatorianos y les advirtió que si se traduce horizontalmente no se podrá entender lo que significan las palabras en idiomas nativos. “Hay que traducir correctamente. Cuando escriben nosotros repetimos aunque sabemos que no es así. Yo hablo siempre del vivir bien, y para no tener problemas con los ecuatorianos digo buen vivir. Pero los antropólogos ecuatorianos ya no quieren poner vivir bien sino buen vivir. Incluso hay resoluciones que ya llevan esa traducción, se está traduciendo mal”, agregó.
Agregó que muchas veces los antropólogos inventan cosas “y nos pueden hacer perder nuestro horizonte. Por ejemplo, hablan que practicábamos la reciprocidad, cuando lo que practicamos es la complementariedad. No es igual. Cuando se habla de reciprocidad al medio está la palabra gracias, pero cuando hablas de complementariedad desaparece la palabra gracias”.
Choquehuanca recordó que en los años 90 se reunió con otros indígenas en Panamá, donde se analizó que en los idiomas nativos la palabra “gracias” no existe. “No había nada que agradecer, todo se daba de manera natural, complementaria, no teníamos que recibir y luego dar, pero los antropólogos dicen que en el ayllu se practicaba la reciprocidad. Si repetimos lo que dicen los antropólogos estamos perdidos. La whipala nos enseña que todo es importante, necesitamos antropólogos pero contraponerlos con la sabiduría de nuestros hermanos, se complementa”.
También explicó que sumaj jaqaña se refiere a la individualidad (vivir bien la persona, el individuo), en tanto que sumaj qamaña se refiere a la sociedad, por lo que se debe hablar de vivir bien de la sociedad y no del individuo, porque además, en este segundo término, está incluido el individuo.
“El vivir bien busca el equilibrio consigo mismo, entre nosotros y el equilibrio de la naturaleza. “Cuando decimos sumaj qamaña nos olvidamos de las personas individuales. Lo más importante en el ayllu es la familia, ahí aprendemos a administrar y en el ayllu tenemos nuestras universidades, tenemos un espacio para aprender cómo se administra porque el ayllu es una institución”.
Para evitar ese tipo de distorsiones el canciller Choquehuanca recomendó que los indígenas ya no lean libros, sino que expongan su propia sabiduría. Señaló que, por ejemplo, los alemanes han llegado hasta las comunidades a grabar la sabiduría de los abuelos, a estudiar su cultura, pero ni lo traducen ni lo expresan correctamente, porque hay palabras en aimara o quechua que por la fonética se diferencian en su traducción.
“Nos vamos a poner de acuerdo con los hermanos de Ecuador, no nos vamos a pelear. Cinco hermanos del Ministerio de Planificación y otros cinco de la Cancillería van a ir a Quito para discutir con otros diez del Ecuador. Vamos a discutir todos estos elementos, y luego vamos a tener un Congreso Binacional y nos vamos a reunir con las organizaciones (indígenas),”, añadió.
Se usa la democracia para avanzar
Los pueblos indígenas usan la democracia para avanzar en la consecución de sus propios fines, porque la democracia divide. Postulan, a cambio de la democracia, el consenso, según la filosofía del “vivir bien” que se impulsa desde el Gobierno.
El canciller David Choquehuanca explicó que en la palabra democracia existe la palabra sometimiento “y someter al prójimo no es vivir bien. Las mayorías someten a las minorías, se decide mediante votación, eso no está dentro de nuestro sarawi. Nuestra whipala dice que se tienen que tomar decisiones mediante el consenso que es lo que todos queremos, eso genera armonía”.
Según esta filosofía, el voto divide y por eso la democracia divide en tanto que la lucha de los pueblos indígenas va mucho más allá de la democracia.
Aclaró que esta concepción no está contra la democracia, a la que se necesita profundizar, pero es mejor tomar decisiones mediante el consenso. “La lucha de los pueblos indígenas busca la complementariedad”.
Recordó que en la lucha de los pueblos indígenas se han utilizado todos los conceptos de la sociedad occidental que, por ejemplo, postulaba la defensa de los derechos humanos y se avanzó en esa dirección, luego se profundizó con la lucha por los derechos de los indígenas y se logró.
Ahora se ha planteado la lucha por los derechos de la madre tierra y dentro de poco la lucha será por los derechos cósmicos.
“No hay que trabajar la unidad en la diversidad, sino la semejanza en la diferencia”, enfatizó el Canciller y como muestra de que se avanza en ese proceso, señaló que los campesinos e indígenas ya usan el poncho y los chicotes.
En el vivir bien el hombre está después de las hormigas
En la concepción del “vivir bien” que guía la ideología del Movimiento al Socialismo, el hombre está en el último lugar de preocupaciones, precedido por las hormigas, las mariposas, los cerros y las piedras, según una explicación del canciller David Choquehuanca.
“A nosotros nos han enseñado a movernos de acuerdo a las leyes hechas por el hombre. Nosotros en las universidades aprendemos esas leyes hechas por el hombre y que no toman en cuenta al todo, por eso estamos mal. Tenemos nuestro propio camino que es el Pachacuti. Pacha significa retorno y cuti equilibrio”, señaló Choquehuanca.
Enfatizó que en la concepción del vivir bien que propugna el Gobierno y que está incluido en la Constitución Política del Estado, “el hombre está en último lugar. Primero están las hormigas, las mariposas, el agua, los ríos, los cerros, montañas y la luna. Nosotros somos una pequeñita parte de este cosmos, no somos el centro, por lo tanto para nosotros lo más importante es la vida”.
“Está en los textos, buscamos una vida armónica entre el hombre y la naturaleza. Nosotros somos naturaleza, cuando dices hombre y naturaleza separas al hombre de la naturaleza”, añadió.
Sugirió no promover el estudio en las universidades sino recuperar la sabiduría de los abuelos. “Para exponer ya no lean libros, traigan lo que saben, lo que nuestros abuelos saben”.
Choquehuanca señaló que en esa recuperación de los saberes y doctrinas ancestrales hay principios importantes. Como ejemplo citó que cuando se va a pedir la mano de la novia para casarse, no se va y se dice el nombre de la muchacha, sino que se dice “vamos a pedir la mano de una tica”. “Tica -dijo- significa flor, y pankara también significa flor. Sumaj pankara, toditas las mujeres son sumaj pankara, son bellas ticas. Dentro de nuestra cultura no hay lo feo ni lo bonito. Díganme si hay una flor que sea fea. No la hay”, enfatizó.
“Todas las flores son bellas, todas las mujeres son bellas dentro de nuestra cultura. Cuando elegimos nuestras ñustas no calificamos la cosa física, lo relacionamos con la papa, con nuestros productos, eso tenemos que implementar y vamos a estar aportando al buen vivir”, agregó.
Recordó que todos los programas de organismos internacionales, como el Banco Mundial, los gobiernos, las iglesias y las ONG’s buscan el desarrollo para poder vivir mejor, porque se sufren las consecuencias del modelo de desarrollo occidental, es decir la crisis. Algunos países lograron su objetivo de vivir mejor, pero en el mundo andino se busca el vivir bien.
“Ellos ya saben que el desarrollo está en cuestión y hablan de desarrollo sostenible, sustentable, armónico o con identidad. Se está avanzando, no es malo, no tenemos que rechazar, tenemos que alegrarnos, pero tenemos que participar más activamente los que no hemos ido a las universidades porque los que han ido han aprendido leyes hechas por el hombre y las consecuencias son que los Presidentes se reúnen para discutir pura crisis. Antes se decía cómo un aimara puede ser senador, nunca nos imaginemos llegar a presidente”, añadió.
El canciller puntualizó que para vivir mejor se enseña a competir, por ejemplo, para ser el mejor alumno, pero en el vivir bien se debe compartir.
Sugirió no enviar a los hijos a las universidades y criticó que desde el área rural se hagan esfuerzos por enviar a universidades nacionales o extranjeras, incluso exigen universidades campesinas lo que lleva que “no seamos nosotros mismos”.
Agregó que a los hijos hay que incentivarlos para que se titulen de Katari, de aukas, de mallkus, porque esos son títulos. “si se siguen titulando de licenciado, de doctor, no vamos a llegar a vivir bien. Necesitamos hombres luz, willkas. Tenemos universidades naturales”.
“Nuestros saberes han sido tapados hace 500 años, recién estamos empezando a destapar nuestros códigos, principios y saberes. Estamos empezando a hablar del vivir bien”.
Explicó que se ha avanzado en la nueva constitución, pero que aún falta. “La Constitución habla de construir una nueva sociedad, pero no estamos en la whipala sino con la bandera boliviana porque la propuesta de construcción de una nueva sociedad es excluyente. Nosotros queremos construir una nueva vida que no es igual a construir una nueva sociedad. Posiblemente en el programa de gobierno está construir una nueva sociedad, pero no es una nueva vida”, enfatizó. (fin-fm)
La ideología del Gobierno va más allá del socialismo
El canciller David Choquehuanca, uno de los más influyentes funcionarios del Gobierno, afirmó que la ideología de la actual administración excede en mucho los marcos del socialismo y definió a esa ideología, que ya practicaban los antiguos pueblos del continente, como “vivir bien”.
Explicó que hace algunos años, los líderes y analistas políticos buscaban espacios para discutir sobre los problemas del mundo y para ello se crearon los foros mundiales, regionales, donde se discute cómo los humanos pueden construir una sociedad más justa y equilibrada, con el resultado de que ahora se tiene una sociedad capitalista en crisis total.
“En Bolivia los aimaras, quechuas, guaraníes, hemos empezado a discutir desde los años 80, cuando hablábamos de la asamblea de naciones que vamos a construir. Hemos analizado y encontrado que hasta ahora, los políticos, los líderes sociales, las universidades, nos han mostrado dos caminos: capitalismo y socialismo”.
Explicó que desde la academia se dijo a los indígenas que para ser revolucionario se debe leer a Carlos Marx y a Lenin. Otros les decían que no tienen por qué meterse en política, sino que deben dedicarse al arado y a la chonta, por lo que analizaron la palabra política en el idioma nativo y se llegó a la conclusión de que tanto en quechua (ruana) como en aimara (luraña) quiere decir “hacer”.
“Dijimos por qué no nos metemos en la política, ¿por qué tenemos miedo a “hacer”? y analizamos que el capitalismo no le importa la vida, no le interesan las personas, porque para ese sistema lo más importante es la plata, la obtención de plusvalía, la ganancia. En cambio el socialismo busca satisfacer las necesidades cada vez más crecientes, tanto materiales como espirituales del hombre. Para el socialismo lo más importante es el hombre. Para nosotros lo más importante no es el hombre y menos la plata, para nosotros lo más importante es la vida”, enfatizó.
Agregó que con el buen vivir se busca satisfacer las necesidades materiales y espirituales de la persona y se han encontrado muchas coincidencias con el socialismo porque se busca lo mismo, “pero además pertenecemos a la cultura de la vida porque lo más importante es la vida y todo lo que hacemos es en función de la vida. Tenemos coincidencias con el socialismo pero la lucha de los indígenas va más allá del socialismo”.