Fidel Castro: «El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros»


Entrevista a la revista The Atlantic. Observadores no creen que esté rechazando el modelo político. Despeja el camino a su hermano para realizar reformas económicas image

Castro con el periodista estadounidense Jeffrey Goldberg. | Efe

Dpa | Washington



El ex presidente cubano Fidel Castro estimó que el modelo cubano «ya no funciona» para la isla, según la segunda parte de una entrevista que publica hoy en Internet la revista estadounidense ‘The Atlantic’.

«El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros«, respondió Fidel Castro ante una pregunta del periodista Jeffrey Goldberg sobre si seguía creyendo que el modelo cubano era algo que todavía merece la pena exportar.

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El periodista estadounidense-israelí, quien visitó Cuba a finales de agosto por invitación de Castro, no ofrece en su reportaje más declaraciones del líder cubano sobre el tema.

Sin embargo, a continuación cita a la especialista estadounidense en Cuba Julia Sweig, quien lo acompañó en su viaje a la isla, matizando la respuesta del ex jefe de Estado.

«(Castro) no estaba rechazando las ideas de la revolución. Lo interpreté como un reconocimiento de que bajo el ‘modelo cubano’ el Estado tiene un papel demasiado grande en la vida económica del país», explicó Sweig a Goldberg, según aclara en su nuevo reportaje.

A juicio de la experta del Council on Foreign Relations, la intención tras las palabras de Castro podría ser la de «crear espacio» para su hermano y actual presidente, Raúl Castro, para que pueda aplicar las «reformas necesarias, frente a lo que seguramente encontrará resistencias de los comunistas ortodoxos dentro del partido y la burocracia».

El regreso de Castro

Desde su regreso a la vida pública hace dos meses, Fidel Castro ha dedicado numerosos artículos de opinión, entrevistas de prensa y apariciones públicas a hablar del peligro de una guerra nuclear mundial. Sin embargo, ha evitado cualquier alusión a la situación interna en Cuba o a la política seguida por su hermano Raúl, a quien entregó la presidencia en julio de 2006, por motivos de salud.

A los pocos meses de su llegada al poder, Raúl Castro anunció «cambios estructurales y de conceptos» en el sistema económico de la isla, aunque las autoridades cubanas aseguran que no se abandonará el socialismo en pro del libre mercado.

Después de medidas iniciales como autorizar el pluriempleo o repartir tierras ociosas entre agricultores particulares, Raúl Castro anunció a principios de agosto que se permitirá a los cubanos abrir pequeños negocios, contratar mano de obra y comercializar directamente determinadas producciones.

Cuba planea además construir complejos residenciales con campos de golf, en los que se ofrecerán viviendas en venta a extranjeros, quienes hasta hoy tienen prohibido adquirir casas en la isla.

Jeffrey Goldberg, un periodista estadounidense-israelí experto en temas de Cercano Oriente, sostuvo entrevistas con Castro durante tres días, aunque hasta ahora sólo ha publicado dos resúmenes en forma de reportaje con escasas citas textuales del líder cubano.

La primera parte

Goldberg publicó ya el martes por la tarde la primera parte de sus encuentros, durante los cuales, según el periodista judío, Castro rechazó el antisemitismo del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, un fuerte aliado de la isla.

Según Goldberg, Castro reclamó a Ahmadineyad que «deje de difamar a los judíos«. «Castro criticó a Ahmadineyad por negar el Holocausto y explicó por qué el gobierno iraní le haría un mejor servicio a la causa de la paz si reconociera la historia ‘única’ de antisemitismo y tratara de comprender por qué los israelíes temen por su existencia», afirma.

Según el periodista, Castro le pidió al mismo tiempo que transmitiera al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el siguiente mensaje: «Israel sólo tendrá seguridad si renuncia a su arsenal nuclear, y el resto de las potencias nucleares mundiales sólo tendrán seguridad si ellas también renuncian a sus armas».

Castro insiste en que un eventual ataque de Estados Unidos o Israel a Irán podría desembocar en una guerra nuclear mundial, que traería el fin de la humanidad. El líder cubano estima que el presidente estadounidense, Barack Obama, es el único que puede evitar la guerra.

Fidel Castro: «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros»

El ex mandatario admite que el sistema de la isla no es exportable en una entrevista con la revista ‘The Atlantic’ image

Fidel Castro, en un encuentro con estudiantes en La Habana el 3 de septiembre.- REUTERS

El País

MAURICIO VICENT | La Habana 08/09/2010

Las últimas declaraciones de Fidel Castro han vuelto a sorprender. Y ya se va convirtiendo en un hábito: desde que el ex mandatario comunista reapareció en público hace dos meses, tras cuatro años de reclusión y enfermedad, cada vez el Comandante dispara más alto. Si la semana pasada dejó a más de uno perplejo al reconocer su responsabilidad en la política de persecución a los homosexuales en la década de los sesenta y setenta, ahora Castro ha dado muestras de un increíble realismo al admitir a un periodista estadounidense que «el modelo cubano» no se puede exportar porque «no funciona» ni en la isla.

Castro, de 84 años, fue entrevistado la semana pasada en La Habana por el periodista Jeffrey Goldberg, junto a la experta norteamericana en relaciones exteriores Julia Sweig. Fueron más de diez horas de conversaciones y encuentros durante varios días. En ese tiempo hablaron de los temas últimamente preferidos por el líder comunista, especialmente el conflicto arabe-israelí y la posibilidad del estallido de una guerra nuclear si continúan las tensiones con Irán.

En un momento de la conversación, los norteamericanos preguntaron a Castro sobre la vigencia del modelo cubano y su posible validez en otros países. Castro, cada vez más por encima del bien y del mal, contestó que tal cosa no era pertinente y añadió: «El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros». Lo escribió el propio Goldberg en la revista The Atlantic, y tanta fue su sorpresa que incluso le preguntó a Sweig -una reputada experta en asuntos cubanos- cuál era su interpretación a las palabras del ex presidente cubano, que continúa siendo primer secretario del Partido Comunista de Cuba.

Según Sweig, Castro «no estaba rechazando las ideas de la revolución» sino que se trataba de «un reconocimiento de que bajo el modelo cubano el Estado tiene un papel demasiado grande en la vida económica del país». La analista interpretó que con sus declaraciones Castro buscaba «crear un espacio» para que su hermano, el presidente Raúl Castro, pudiera poner en marcha «reformas necesarias, frente a lo que seguramente encontrará resistencias de los comunistas ortodoxos dentro del partido y la burocracia».

La entrevista publicada este miércoles por la revista norteamericana es la segunda de una serie que resumirá los encuentros de Golberg con Castro en la isla, respondiendo a una invitación del ex jefe de Estado. En el primer trabajo Castro criticó al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, por sus declaraciones antisemitas, y le pidió que «deje de difamar a los judíos» y que trate de entender por qué los israelíes temen por su existencia.