Elecciones en EEUU: Encuestas pueden definir elecciones

imageCuando una encuesta muy publicitada indicó que el republicano John Kasich aventajaba por diez puntos al gobernador demócrata Ted Strickland en la contienda por la gobernación de Ohio, los asesores del mandatario reaccionaron de inmediato.

Cuestionaron la encuesta.

"Faltan dos semanas para las elecciones y opinamos que la encuesta de Quinnipiac es irresponsable, inexacta y totalmente ajena a la realidad", dice un comunicado, que hace notar que otras consultas señalaban que la batalla era mucho más reñida.



El Instituto de Encuestas de la Universidad de Quinnipiac, que tiene fama de neutral, reaccionó también sin demoras. "Respondemos por nuestras cifras y por nuestra reputación de confiabilidad", expresó Doug Schwartz, director de encuestas.

El episodio pone de manifiesto la impresión generalizada de que las encuestas, que otrora eran apenas un instrumento de referencia que ayudaba a los políticos a preparar su plataforma, son ahora herramientas que pueden determinar el resultado de una contienda en la era de la internet.

Los candidatos y sus colaboradores difunden rápidamente cualquier encuesta favorable, ignorando las que los perjudican y haciendo a un lado detalles que puedan hacer pensar que no hay que tomar muy en serio esas cifras.

"Pueden afectar las contribuciones. Afectan sustancialmente la cobertura (que se le da a un candidato). Pueden afectar a los voluntarios, el interés de los votantes y, a través de todos esos factores, pueden afectar el desenlace", manifestó Mark Mellman, un encuestador demócrata que no estuvo relacionado con la consulta de Ohio.

Los demócratas, que son los más perjudicados por las encuestas este año, son quienes más se quejan, pero también en el campo republicano hay cierto descontento.

"Hay mucho malestar con las encuestas de los medios de presa, que no creo inviertan el dinero necesario para hacer las cosas bien", declaró Rob Jesmer, director ejecutivo del Comité Senatorial Republicano Nacional.

De acuerdo con HuffPost Pollster, desde el Día del Trabajo, el 6 de septiembre, se hicieron 26 encuestas sobre la contienda Strickland-Kasich, a cargo de 13 empresas. Hubo 22 consultas en la puja senatorial de Illinois, 21 en la de la Florida y 20 en Nevada.

Igual que en Ohio, producen resultados muy diferentes en un lapso de pocos días, por razones que nunca quedan claras.

"El público tiene buenas razones para mostrarse escéptico", sostuvo Richard Czuba, de la firma de Detroit Glengariff Group, que hace encuestas para The Detroit News y WDIV Local 4.

La demografía de los encuestados –hay que asegurarse de que la consulta abarca un grupo representativo de hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, republicanos y demócratas– es vital para garantizar la seriedad de la consulta.

Los encuestadores, por otro lado, pueden usar personas que llaman por teléfono o automatizar la consulta, en cuyo caso el encuestado responde a preguntas grabadas apretando ciertas teclas.

Las llamadas automáticas son más baratas, pero hay quienes afirman que ese método no es confiable.

"En una llamada automática no hay forma de determinar si la persona del otro lado es un chico de 13 años que está jugando", expresó Czuba.

Tom Jensen, director de Public Policy Polling, no obstante, afirma que, "en términos generales, las consultas automatizadas son idénticas a aquellas en las que se usan operadores".

La AP no difunde consultas en las que no participaron operadores.

Los resultados varían bastante, al margen del método que se emplee.

Los demócratas cuestionaron recientemente una consulta de SurveyUSA en la contienda de Virginia por un escaño en la cámara baja y trataron de atenuar el impacto de una consulta de Quinnipiac en la puja senatorial de Connecticut difundiendo su propio estudio antes.

"Lo frustrante es que las encuestas tienen distintos niveles de credibilidad, dependiendo de una serie de criterios, y uno no sabe cuál fue el aspecto demográfico de cada consulta", dijo Aaron Pickrell, director de la campaña de Strickland.

Una consulta de mediados de septiembre de Quinnipiac indicó que Kasich tenía una ventaja de 17 puntos, la más grande registrada hasta o desde entonces.

Un 54% de los posibles votantes consultados eran hombres y un 46% mujeres, a pesar de que desde hace tiempo en Estados Unidos se viene registrando una tendencia en la que votan más mujeres que hombres. Un 34% eran independientes, un 32% republicanos y un 29% demócratas.

Pocos días después, PPP difundió una consulta en la que las mujeres superaban a los hombres por un porcentaje de 53-47, que se ajusta más a los criterios de encuestadoras privadas. Solo un 20% eran independientes, un 40% republicanos y otro 40% demócratas. En esa encuesta la desventaja de Strickland era de diez puntos.

Otras consultas posteriores revelaron que la ventaja de Kasich era de menos de diez puntos.

Temerosa de que esas consultas estuviesen incidiendo en los votantes, la campaña de Strickland difundió una encuesta en la que el demócrata estaba arriba por cuatro puntos.

Poco después Quinnipiac dio a Kasich una ventaja de diez puntos y la gente de Strickland cuestionó la consulta.

AP – The Associated Press. Imagen El Roto – elpais.com