Pollos y rodillazos


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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Un cambio en Brasil

  2. Bajo el Penoco, El Día: Pollos y rodillazos

  3. Los Tiempos: TENTACIÓN TOTALITARIA Y MIEDO A LA LIBERTAD

  4. El Deber: La austeridad ausente

  5. Cambio: Violada por su director

  6. La Prensa: Cambios en Brasil

  7. El Diario: El litio, otra vez sólo con proyectos

  8. El Mundo: El primero

  9. Opinión: La fuerza no resuelve las diferencias raciales

  10. Clarín, Argentina: La primera vuelta electoral en Brasil


El Día: Un cambio en Brasil

Las elecciones del domingo le han dejado un sabor agridulce al presidente brasileño Lula da Silva, la figura sobresaliente de una larga campaña electoral que lo tuvo de protagonista, incluso en los mensajes lanzados por el principal candidato opositor, José Serra.  En el debate político de Brasil no existía la menor duda de que, sea quien fuera el ganador, debía establecer una continuidad del “lulismo”, entendido como el proceso que sacó a millones de ciudadanos de la pobreza y puso al país en el nivel de una potencia mundial, con liderazgo político indiscutido en América Latina.



El éxito de Lula le ha hecho merecedor del 80 por ciento de popularidad, al finalizar su segundo mandato, hecho que lo convirtió en el jefe de campaña ideal para una ahijada política, que empezó con 20 puntos por debajo de José Serra y terminó ganando por 14 puntos, pero sin librarse de la temida segunda vuelta. Lula fue quien eligió a la candidata, organizó las alianzas e impuso la agenda. También fue el que capeó los encontrones típicos de una contienda electoral entre los que sobresalió un fuerte enfrentamiento con los medios de comunicación.

Lula es el gran ganador del domingo, porque ayudó a remontar los números de una candidata que no le llega ni a los talones en carisma y experiencia política, pero es también el principal perdedor, porque no consiguió la transferencia de popularidad que buscaba, para que el oficialismo salga victorioso en la primera vuelta electoral. Este es un problema que ya se dio en Chile con la ex presidenta Bachelet, también de tendencia izquierdista, pero que no se repitió en Colombia, lo que reafirma, que pese a los grandes liderazgos caudillistas como el de Lula, el movimiento pendular hacia la derecha es aún más poderoso en el continente y está arrasando con figuras tan imponentes como la del mandatario brasileño.

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Es casi seguro que Dilma Rousseff será la elegida en el ballotage del 31 de octubre, pero lo más probable es que su mandato será muy distinto al encarado por Lula, especialmente en el plano internacional, ya que internamente, el libre mercado, la institucionalidad y el imperio del estado de derecho, son herencias de la política brasileña que ni Lula ni ningún otro mandatario podrán torcer.

Además de hacer grandes ajustes para evitar que la corrupción siga siendo el cáncer de la administración del Partido de los Trabajadores (PT), Rousseff no tiene la talla de Lula para seguir ignorando sin consecuencias políticas, el problema del narcotráfico que incide desde Bolivia; que ninguno de los líderes populistas de la región espere el compadrerío que les expresó el presidente saliente; ya no habrá collares de coca en el Chapare y menos el ofrecimiento de la otra mejilla, como sucedió con la humillación a Petrobras que se produjo con la nacionalización boliviana. Con los números actuales, la virtual presidenta ya no podrá seguir ejerciendo la misma influencia en el Foro de Sao Paulo, instancia que sin duda alguna se verá debilitada como ha sucedido con la ALBA o Unasur. Y es que ni siquiera Hugo Chávez tiene la misma gravitación de antes en el continente y su figura está en declive. El régimen del MAS tendrá que mirar con mucha atención lo que sucede a partir de ahora en el vecino país.

La virtual presidenta ya no podrá ejercer la misma influencia en el Foro de Sao Paulo, instancia debilitada como la ALBA o Unasur.

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Bajo el Penoco, El Día: Pollos y rodillazos

No hay duda que el “rodillazo” presidencial del domingo ha superado ampliamente al “pollazo”; es decir, al discurso que pronunció hace unos meses Evo Morales, relacionando el consumo de pollos granjeros con la homosexualidad. La notoriedad mundial que ha alcanzado el reciente episodio es de lejos mayor a la anterior c… (mejor no decirlo). Los miembros de las comunidades gay de España tuvieron suerte ya que el Primer Mandatario boliviano terminó disculpándose con ellos, mientras que el pobre funcionario municipal que fue víctima de semejante golpe en los testículos anda escondido con temor a que lo metan preso, supuestamente por haber lesionado al jefazo. A propósito, el Presidente, quien calificó un “pisotón en el pie” como un “planchazo en las canillas”, ha estado cojeando y dicen que dicen sus médicos que estuvo a punto de sufrir fractura de tibia y peroné. Este Penoco nunca ha sido un crack, pero como buen chico de barrio pateó cuero de lo lindo y por supuesto, también canillas. En aquellos tiempos la conducta del Presidente tenía un nombre, aunque hoy lo relacionen con los inocentes pollos.

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Los Tiempos: TENTACIÓN TOTALITARIA Y MIEDO A LA LIBERTAD

La nuestra es una sociedad en la que son cada vez más notorios los síntomas de las dos vertientes de las que se nutre el totalitarismo

Durante los últimos tiempos, en lo que tiene todos los visos de ser un proceso en continuo avance, han comenzado a proliferar en nuestra sociedad indicios de un fenómeno que puede ser descrito como "la tentación totalitaria" o "el miedo a la libertad".

El caso más reciente es el entusiasmo que en gruesos sectores de la ciudadanía ha despertado la propuesta de imponer una especie de "toque de queda" de modo que los jóvenes estén obligados a replegarse a sus hogares a tempranas horas de la noche. El argumento que respalda la propuesta consiste en que, según las estadísticas, es bajo la influencia del alcohol que se produce la mayor parte de los actos de violencia y éstos, a su vez, una importante causa de consultas médicas.

A la iniciativa, originalmente planteada por funcionarios de un hospital público, se han sumado otros sectores a cual más respaldado de aparentemente sólidos argumentos, todos los que parecen converger en un mismo punto: la necesidad y conveniencia de que se aprueben e impongan reglas, normas y leyes más drásticas y que agentes estatales -sean funcionarios municipales, policiales o de alguna instancia de vigilancia y control social aún por crear- se encarguen de "disciplinar" a los jóvenes díscolos.

Muchos padres y madres de familia se han sentido identificados con la propuesta. Y aun antes de que ésta se plasme en disposiciones legales, decenas de locales públicos, gran parte de ellos espacios de intensa actividad artística y cultural, han sido clausurados por comisarios que actúan en nombre de las buenas costumbres.

A este ejemplo, que es el más reciente pero no el único, se pueden sumar muchos otros igualmente sintomáticos del fenómeno al que nos referimos como el entusiasmo con que se defiende la castración como fórmula para prevenir actos de pedofilia o la complacencia con que se acepta la explicación según la que la tortura de conscriptos forma parte de un necesario currículo académico para aprender a "defender a la patria", son otros entre los más recientes.

El fenómeno no es nada nuevo. Muy por el contrario, son muchos los estudios sociológicos y de psicología social que durante el siglo XX se han hecho con el propósito de comprender por qué en ciertas circunstancias las sociedades se tornan proclives no sólo a aceptar sino a exigir que se les impongan leyes cada vez más severas, castigos más implacables, regímenes autoritarios que conculquen sus libertades y tomen en su nombre las más importantes decisiones.

Algo que tales reflexiones contribuyeron a dilucidar es que la desaparición de la libertad no se produce de un día para otro ni la impone por su propia voluntad ningún tirano, sino que son los miembros de una sociedad los que van renunciando a ella poco a poco, a veces sin darse cuenta y otras veces muy conscientes de ello, voluntaria y entusiasmadamente.

Como es fácil constatar, la nuestra es una sociedad en la que son cada vez más los síntomas de las dos vertientes de las que se nutre el autoritarismo. La tentación totalitaria y el miedo a la libertad ya están entre nosotros, ganando los deseos y la voluntad no sólo de quienes tienen la mano dura sino también, lo que es peor, de quienes quieren ser gobernados con mano dura.

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El Deber: La austeridad ausente

En Bolivia se habla de austeridad en el gasto público sólo de dientes para afuera. El derroche de recursos económicos, de lo que cuesta mucho sacrificio conseguir y hasta de lo que no se tiene, constituye una constante que se mantiene inalterable, si no en aumento, en uno de los países más pobres del mundo como es considerado el nuestro y donde sin mucho disimulo ni remordimiento se incurre en fuertes gastos tan innecesarios como suntuosos. A la luz de los hechos, así viene siendo incluso en estos tiempos que se dicen ser de ‘revolucionarios cambios’ y en los cuales, sin embargo, nada parece haber cambiado.

Aunque trillado, el caso de la reciente compra del nuevo y sofisticado avión presidencial por una millonada de dólares, ejemplifica todo lo contrario de un comportamiento austero con relación a la que tiene que ser una muy cuidadosa y medida administración de los fondos del erario público. Mientras el Jefe de Estado va y viene conectado a interminables periplos internos y externos, todavía hay explicación pendiente sobre los pasos que fueron dados para la adquisición de su costosa aeronave.

La austeridad también ha ido a dar al traste entre los parlamentarios del Estado Plurinacional que para el periodo legislativo comprendido entre 2006 y 2010 presupuestaron más de 70 millones de bolivianos para sus viáticos y ‘gastos de representación’, de acuerdo con la información consignada en la página electrónica del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. La inclusión de partidas presupuestarias adicionales destinadas a la compra de ropa y calzados para los legisladores, además de otros curiosos requerimientos, encendió una polémica que todavía se airea y echa por tierra el compromiso asumido en la apertura de su gestión por las actuales autoridades nacionales de imponer austeridad a todos sus actos.

El ciudadano, a expensas de sus apreturas cada vez más insufribles, se ha impuesto un régimen estricto de privaciones materiales que viene cumpliendo a conciencia y con resignación. Pero tienen que ser muy comprensibles y legítimos sus resentimientos y protestas frente a las no pocas excentricidades costosas que se dan en los estratos gubernamentales.

De alcance nacional y en beneficio de todos los sectores, empezando, eso sí, por los menos favorecidos de la crítica hora presente, qué se ha hecho, qué programa de emergencia se ha instrumentado. Con pobreza de espíritu se tiene cerrados los ojos de cara a los más infelices, muchos de los cuales ya no tienen con qué parar la olla. ¿Es ésta la gente, con el estómago vacío, la que motiva complejas y utópicas reglamentaciones sociales?

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Cambio: Violada por su director

"¿No le habrás avisado a tu tía, no? Sabes que tengo tus notas", solía advertirle el director de la unidad educativa Yugoslavia a una estudiante de 15 años a quien supuestamente abusó sexualmente. Esa amenaza —a todas luces una confesión de parte— refleja una dramática realidad que golpea la conciencia de nuestra sociedad, ya que no se trata de un episodio aislado, sino que es un solo ejemplo de hechos criminales similares que ocurren en algunos colegios de Bolivia.

Esa noticia —publicada ayer en la edición de Cambio— desnuda una total falta de escrúpulos por parte de algunos ‘docentes’ que al amparo de sus bajos instintos y olvidando que son depositarios de la confianza de madres y padres de familia abusaron de indefensas e inocentes niñas.

En el caso que comentamos, aquella amenaza del director de marras no surtió su tenebroso efecto: garantizarle impunidad al delincuente sexual, porque no amedrentó a la pequeña, quien confió a su papá el abuso del que había sido objeto.

Es por eso que el padre de la estudiante denunció el caso a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, cuyos personeros interpusieron una demanda ante el Ministerio Público en contra de ese ‘profesor’ por el delito de violación. Desde ese momento, el educador no apareció por el establecimiento y fue declarado prófugo.

De acuerdo con el director del Servicio Departamental de Educación (Seduca), Sebastián Gutiérrez Quispe, el ahora prófugo de la justicia tiene antecedentes de acoso sexual a una secretaria de la unidad educativa Francisco de Miranda, por lo que fue suspendido durante siete meses del cargo y luego reubicado en el colegio Yugoslavia, donde volvió a sus andanzas, con la agravante de que su víctima fue una niña de 15 años de edad.

Ésta es una muestra de abuso sexual y acoso por parte de algunos profesores en contra de estudiantes, especialmente adolescentes, ya que la Unidad de Transparencia del Ministerio de Educación recibió alrededor de 10 denuncias de violación sexual entre enero y septiembre de este año, y las víctimas son niñas de entre 10 y 15 años de edad.

Si tomamos como referencia la información proporcionada por el jefe de la Unidad de Transparencia del Ministerio de Educación, Carlos Echazú, quien asegura que cada mes se recibe al menos una denuncia de violación, ¿cuántos casos de violación de niñas y adolescentes no son denunciados por las víctimas presionadas por el temor de represalias por parte de sus agresores sexuales? Sin lugar a especulaciones, los hechos señalan que los casos son mucho más que los registrados por parte de las autoridades de Educación.

Es que las violaciones a niñas son numerosas y la mayoría no se denuncian, ya sea por vergüenza, por temor o por algún otro motivo personal, con la agravante de que gran parte de las violaciones las cometen familiares directos de las víctimas. Los menores son los que mayores violaciones sufren por su indefensión, a veces en forma reiterada, sin que puedan evitar esos abusos. Los niños y niñas suelen ser abusados sexualmente por hermanos, tíos y hasta por los propios padres, a veces con anuencia de sus mismas madres

Sólo en septiembre se reportaron dos casos de abuso sexual contra inocentes niñas. En el primero de ellos está involucrado el hijo de un terrateniente que violó a una niña; como no podía ser de otra manera, el delincuente sexual se encuentra detenido y sometido al proceso legal correspondiente. En tanto, el segundo caso ocurrió en una comunidad cerca de Tiquina (La Paz). El profesor involucrado se encuentra prófugo y fue expulsado del magisterio rural.

El Servicio Departamental de Educación de La Paz (Seduca) tiene denuncias de que algunos agresores llegan a un acuerdo con sus víctimas a cambio de pagos en dinero, lo que imposibilita que los delincuentes sexuales sean juzgados por la justicia ordinaria.

Además, la Defensoría del Pueblo informó que el pasado año recibió 36 denuncias de violación por parte de profesores en el área urbana y rural en contra de niñas y adolescentes. La responsable del Programa de Derechos Humanos de la Niñez y Adolescencia, Lidia Rodríguez, informó que afligidos padres denunciaron a profesores que vulneran las normas que rigen en el magisterio e incurren en castigos físicos y psicológicos, que también son moneda corriente en la entidad.

En este contexto, urge que el violador sexual de la menor de 15 años del colegio Yugoslavia sea perseguido por la ley, detenido, puesto a disposición de la justicia ordinaria y sancionado con la pena máxima que prescribe el Código Penal boliviano.

Es que las violaciones dejan secuelas graves que comprometen el desarrollo normal de la personalidad y las futuras relaciones sexuales de la víctima cuando ésta ya es adulta. Una persona que ha sido violada, si es un varón, es altamente probable que se convierta él mismo en un violador; y si es mujer, que asocie su sexualidad con la violencia.

Las consecuencias físicas y psicológicas de las mujeres que sufren una violación son severas, ya que el abuso sexual deja profundas huellas que se reflejan en la calidad de vida y en la familia de la abusada. Por eso es menester no sólo condenar ese delito, sino sancionar ejemplarmente a los violadores.

Las consecuencias de las mujeres víctimas de violación son severas, ya que el abuso deja profundas huellas que se reflejan en la calidad de vida y en la familia de la abusada. Por eso es menester no sólo condenar ese delito, sino sancionar ejemplarmente a los violadores.

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La Prensa: Cambios en Brasil

Será bueno que el Gobierno del presidente Morales tome en cuenta todo lo que ocurre en Brasil, principal comprador del gas natural boliviano.

Con los resultados de una sola elección, la que se dio en Brasil el fin de semana, casi la mitad de Sudamérica muestra un cambio político que podría sentirse en la otra mitad, en la que está Bolivia.

El hecho de que la candidata del partido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff, no hubiera alcanzado la mitad más uno de los votos en la primera vuelta es un cambio que no puede pasar inadvertido para Sudamérica y el mundo.

La posibilidad, cierta o remota, de que en la segunda vuelta, prevista para el fin de mes, gane el opositor José Serra, del Partido Social Demócrata, viene a señalar una salida que hasta hace poco parecía totalmente improbable.

Pero la sorpresa mayor de esta elección, superior incluso a que el presidente Lula no hubiera podido transferir su enorme popularidad a su pupila, es el 20 por ciento obtenido por Marina Silva, la candidata del Partido Verde, oriunda del Acre. La conciencia de los brasileños por el medio ambiente y la ecología ha sido medida en estas cifras.

Bolivia tiene mucho interés en las elecciones del más grande de sus vecinos, con el que comparte 3.000 kilómetros de frontera.

La señora Rousseff estuvo en el cargo de ministra de Energía de Brasil el 1 de mayo de 2006, cuando el presidente Evo Morales hizo la ceremonia de ?nacionalización? en el campo San Alberto, administrado por Petrobras en ese momento. Se sabe que todo lo que ocurrió entonces la molestó mucho, pues generó un clima de inseguridad en la provisión de gas natural desde Bolivia, pero sobre todo lo interpretó como un gesto hostil hacia una empresa que había respaldado a YPFB incluso en los momentos de capitalización y disgregación de esa empresa.

La molestia que sintieron los líderes brasileños por aquel gesto boliviano quizá haya cambiado, porque la incertidumbre sobre el abastecimiento de gas los llevó a impulsar la búsqueda de alternativas, y los esfuerzos que hicieron en esa dirección convirtieron a Brasil en una potencia petrolera.

La otra opción que deja abierta la segunda vuelta es más difícil para Bolivia, porque el gobernador Serra ha convertido el tema de la droga boliviana en el principal tema de su campaña. Durante esa campaña, el candidato Serra llegó a decir que el Gobierno boliviano era ?cómplice? de los narcotraficantes bolivianos que llevan la droga a Brasil.

Se sabe que la candidata Rousseff ha tomado muy en cuenta ese mensaje y también se propone pedir al Gobierno boliviano una posición muy firme respecto de la droga.

El proceso eleccionario que se viene desarrollando en el Brasil, por lo tanto, deja abierta la posibilidad de un cambio muy profundo en la agenda bilateral de la octava potencia del mundo con Bolivia.

Será bueno que el Gobierno del presidente Evo Morales tome en cuenta todo lo que ocurre en Brasil, principal comprador del gas natural boliviano.

Los astros de la geopolítica sudamericana se están alineando de otra manera. Los cambios en Brasil, además del cambio en Venezuela, registrado por las últimas elecciones desarrolladas recientemente, exigen que nuestros líderes comiencen a entender que nada es eterno y que lo único constante en la política es el cambio.

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El Diario: El litio, otra vez sólo con proyectos

Desde la década de los años 80, en el caso del litio -mineral estratégico y de gran valor que se tiene en Potosí y otros sitios del país- se ha hecho convocatorias o licitaciones internacionales para su explotación. Fueron hechos anuncios con miras a conseguir que el aprovechamiento de los yacimientos existentes, que alcanzarían para 500 años o más, se haga “a partir de poco tiempo”. Sin embargo, han pasado muchos años y el litio es, sólo de vez en cuando, tema para recuerdos y conversaciones.

En los últimos meses, a nivel del Gobierno y de instituciones privadas se ha tratado el tema y, por supuesto, se ha recordado que durante el gobierno del MIR (presidencia de Jaime Paz Zamora) ya se hizo una adjudicación para la explotación de una mínima parte del Salar de Uyuni; pero la mezquindad, un regionalismo absurdo y posiciones retrógradas, han dado lugar a que el Gobierno (“muy a pesar de sí…”) haya tenido que anular los contratos.

El litio, “metal de color blanco plata, tan poco denso que flota sobre el agua, la nafta y el petróleo; se funde a 180 grados y, combinado con el oxígeno, forma la litina”, es de gran valor energético y es requerido por varias industrias modernas para la producción de muchos artículos estratégicos. Muchos países, entre ellos Argentina, que recibió a los inversionistas que rechazó Bolivia, explotan este mineral. Las cantidades existentes en nuestro territorio son consideradas las mayores del mundo; sin embargo el egoísmo para su explotación ha sido tan grande que, en su momento, ha pospuesto cualquier negociación.

Han pasado los años y ahora sólo queda el recuerdo de lo mal hecho por el Gobierno del MIR y se intenta -se dice previos los estudios del caso- licitar internacionalmente para adjudicar su explotación, sea en forma mixta con la Comibol (Estado) o adjudicándola íntegramente al sector privado.

Lo importante de este caso es que su adjudicación respectiva permitiría, además, la atracción de capitales y tecnología para la conformación de importantes industrias que den al litio un valor agregado muy interesante, la diversificación de nuestra economía y la generación de empleo, a más de lo mucho que se alcanzaría en la preparación de elemento profesional que trabaje no sólo en su explotación e industrialización sino en los estudios para la conformación de empresas subsidiarias que utilicen otros minerales importantes que existen en los mismos yacimientos.

El caso ha sido estudiado muchas veces; antecedentes de gestiones anteriores las hay al por mayor; algunas universidades tienen conocimiento de todo lo avanzado en su momento; dependería de los pasos iniciales que sean dados, de las decisiones políticas al respecto y de tener la vocación y responsabilidad para llevar adelante proyectos que podrían beneficiar grandemente al país.

El Gobierno tiene en sus manos la oportunidad de lograr avances definitivos en este campo; no hacerlo y pronto, sería descuido imperdonable. Será bueno que, de todos modos, se considere en los proyectos la inclusión del sector privado y no atenerse a la propensión reinante en este tiempo de “encomendarle todo al Gobierno en representación del Estado”, aun teniendo la certeza, por las experiencias acumuladas, de que toda gran operación estatal tiende al fracaso. Es, pues, mucho lo que hay que tomar en cuenta en este problema del litio; de hacerlo, debe ser en el tiempo inmediato; de otro modo, resignarse a que otros países lo hagan con grandes beneficios.

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El Mundo: El primero

En muchas oportunidades, hemos escuchado aquella frase que dice que la cadena se rompe por el eslabón más débil y ello ha llevado a los esfuerzos de conseguir fortalecerse, para evitar quedar marginado. El ambiente político e inclusive aquel de contenido social, ha estado convulsionados en los últimos días por la aprobación de una ley que exige la desaparición de todos los signos de racismo y discriminación que pudieran manifestarse dentro de nuestra sociedad.

La propuesta ha dado lugar a un sinnúmero de opiniones y dentro de ellas hemos recordado cómo la discriminación que fue parte de la vida de la sociedad en esta y en otras parte del mundo, desde mucho tiempo antes de la llegada de los colonizadores y que se convierte en un esfuerzo de sobrevivencia de la raza humana, discriminado a las personas más que por su raza o su color, por la capacitad que puedan tener de apoyar al desarrollo de la sociedad.

En ese sentido, los pueblos con debilidades fueron víctimas de discriminación en el campo de la fuerza, donde unos mostraron su poder con las armas esclavizando a los otros; en el campo de la economía, donde se impusieron los más hábiles para generar riqueza explotando a los demás; en el campo intelectual donde surgieron los más inteligentes e inclusive en otros campos, como el religioso, donde ciertas culturas reconocieron que el Dios o los dioses de otras eran mas poderosos.

Lejos de pensar en esas causas de discriminación que podrían ser superadas sobre la base da la educación y a la formación en valores, la nueva ley intenta imponer la fuerza como el camino para eliminar la discriminación, sin pensar en las causas que dan lugar a esa forma de actuar las que difícilmente han de desaparecer.

En esas condiciones, como hay necesidad de comenzar por algún lado, el proyecto de ley ve como más vulnerables las personas o las instituciones que están encargadas de hacer público todo cuanto acontece a nuestro alrededor, para satisfacer el derecho que tienen todas las personas de ser informadas de todas las cosas importantes que suceden y que con el desarrollo de la tecnología hoy abarcan a todo el mundo.

Sin embargo, había que dar a conocer hasta qué medida el gobierno puede hacer que su ley se ponga en vigencia y nada mejor que demostrarlo aprovechando de apelar al eslabón mas débil que resultó siendo uno de sus miembros, el senador que se encontraba a la cabeza de la Comisión de Constitución del Senado y que requerido por los comunicadores, se animó a aceptar que los periodistas tenían razón en sus reclamos , contradiciendo la disposición de jefe de su partido, de aprobar la ley tal como había sido elaborada por los estrategas del gobierno que no vacilaron en violar la misma Constitución con el fin de amedrentar a los comunicadores e inclusive a aquellas personas que manifiesten su opinión favorable a ellos, con mayor razón si son miembros del gobierno donde se debe obedecer, siguiendo el concepto de democracia de las mayorías dóciles.

En este caso, se trata sólo de una destitución; sin embargo, las advertencias que hemos escuchado van por caminos más difíciles y con seguridad tendremos pronto los primeros clausurados y encarcelados, a no ser que siguiendo la líneas oficial, sea aceptada la mordaza que evitaría vernos crecer como nación civilizada, capaz de vivir con el disenso y la conciliación.

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Opinión: La fuerza no resuelve las diferencias raciales

Los sistemas jurídicos que contribuyen al perfeccionamiento de la humanidad, tienen doble contenido, por una parte, el propósito de resolver los problemas que impiden una convivencia civilizada y ascendente. Y por otra, una dimensión más concreta e inmediata que es la sanción que los jueces aplican a los culpables a nombre de la sociedad. En legislaciones avanzadas, la pena no tiene un fin en sí mismo, sirve para advertir a quienes podrían incurrir en delitos lo que les sucedería en esa situación.

Los países o los gobiernos que dictan normas con carácter exclusivamente punitivo, no están interesados en la transformación ascendente de la sociedad ni de sus componentes. En la lógica sólo de la sanción, es decir, de una concepción draconiana, las autoridades hacen sentir su poder, es posible que también infundan miedo. En esa vía quizá se evite el delito momentáneamente, sin embargo, los hechos antisociales se repiten más temprano que tarde. Sólo la represión, la fuerza y la violencia agravan las diferencias sociales y consecuentemente los enfrentamientos que se dan en la dinámica de esos desniveles.

C ualquier intento reformista respecto de la conducta de las personas, debe partir del principio básico relativo a la calidad del ser humano, esto es, la naturaleza generosa, pacífica y solidaria de hombres y mujeres. Legislar partiendo de una hipótesis contraria y perversa, no es establecer un orden racional, sino imponer un sistema policiaco para sancionar a individuos o grupos no fácilmente dominables. La historia demuestra muchos ejemplos a través de los cuales se puede comprobar, cómo gobernantes con pretensiones totalitarias utilizaron temas humanos de gran significación, sólo para prorrogarse en el poder o para eliminar críticas y observaciones ajenas a los intereses dominantes.

No hay grupos humanos uniformes, aun allá donde parece que todos son iguales, existen diferencias culturales, económicas y somáticas. Biológicamente hablando, no hay dos personas iguales. Estas diferencias, en sí mismas no son conflictivas, se convierten en motivo de enfrentamientos, por causas económicas. Las personas de las ciudades tienen algunas contradicciones con las del campo, no precisamente por el lugar donde viven, por la ropa que visten, o por el color de la piel, sino por los desniveles económicos. Contradicción que se agrava por el lugar que las personas ocupan en los procesos productivos, es ahí donde se presenta la dicotomía trágica explotador versus explotado. Quienes están honestamente interesados en resolver diferencias, presuntamente, raciales, tendrán que llevar a cabo medidas profundas para transformar la organización política y económica de la sociedad. Lo que ahora existe está pensado y estructurado para que los más fuertes impongan su voluntad a los más débiles. De esos desniveles surgen las diferencias económicas y también raciales. La mayor parte de las injusticias que soportan las personas no es por el color de su piel ni por la forma de sus ojos, sino por la pobreza, por la ignorancia y por su falta de poder. Esto quiere decir que para resolver los malos tratos y las injusticias lo fundamental, lo decisivo es dar a cada persona la oportunidad de ganar su pan con su propio esfuerzo. Las desigualdades, la pobreza y el atraso constituyen la forma más perversa del racismo.

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Clarín, Argentina: La primera vuelta electoral en Brasil

La democracia más grande de América latina, en tamaño demográfico y extensión territorial, ha mostrado signos de una madurez política consistente con su crecimiento económico y proyección internacional.

Más de cien millones de brasileños acudieron a votar en esta elección presidencial que también empieza a definir el mapa político del Brasil de los próximos años. El triunfo de la candidata oficialista Dilma Rousseff es la consecuencia lógica de los logros económicos y sociales del presidente Lula, que completa su segundo mandato con altos índices de popularidad pero deja paso a una nueva etapa.

La amplia victoria de Rousseff no fue suficiente, sin embargo, para evitar una segunda vuelta con su competidor, el aspirante opositor José Serra del PSDB, partido del ex presidente Fernando Cardoso. La competencia entre Rousseff y Serra obligará a ambos candidatos a buscar los respaldos que les permitan llegar a la presidencia.

Pero la gran sorpresa de esta elección fue, sin dudas, el apoyo obtenido por Marina Silva, candidata del Partido Verde, que quedó tercera, con cerca de un 20% de los votos. El electorado brasileño ha aprobado los logros de la gestión de Lula, pero al mismo tiempo es renuente a otorgar mayorías aplastantes.

Por primera vez, una mujer está a las puertas de consagrarse como presidente del Brasil. Para lograrlo, deberá buscar más apoyos, conversar con otros actores y asumir compromisos, en un escenario sin hegemonías ni liderazgos personalistas.

La primera vuelta electoral en Brasil mostró una madurez política consistente con las transformaciones de los últimos años. Por primera vez, una mujer está cerca de ser presidente.

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