Asesinato de Junco: Llorenti dice que policías metieron el arma al penal

Chonchocoro: La viuda del fallecido y un reo señalaron que un capitán de apellido Valda habló con el homicida poco antes del hecho de sangre. Sacha Llorenti dice que se dará la mayor garantía al Ministerio Público para encontrar a los responsables.

image El viernes. Mantilla (centro) escucha la determinación de la jueza.

La Razón



Llorenti dice que policías metieron el arma al penal

Pesquisa. Indica que se debe indagar a Valda

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, afirmó que policías están implicados en el ingreso del arma al penal de Chonchocoro que el miércoles utilizó el reo Ángel Mantilla para terminar con la vida de Carlos Alberto Junco, sospechoso del atraco a Vías Bolivia.

“Daremos la mayor garantía al Ministerio Público para encontrar a los responsables, no sólo de quiénes ingresaron el arma, qué efectivos policiales están involucrados en esto porque obviamente hay policías implicados en el ingreso del arma”, señaló ayer el Ministro en la unidad de Bomberos.

La declaración la hizo un día después de que la viuda de Junco, Elba Calisaya, afirmara que un capitán de apellido Valda conversó con el asesino confeso de su esposo días antes de su muerte.

Llorenti manifestó que su ministerio colaborará en la investigación para que todos los posibles involucrados sean investigados “incluido este policía”. Asimismo, dijo que es importante conocer cuáles fueron los motivos por los que mataron a Junco.

Carlos Alberto Junco perdió la vida el miércoles cerca de medio día cuando regresaba de una audiencia. Mantilla realizó 10 disparos con una pistola 9 milímetros, de los cuales cuatro impactaron en el cuerpo del fallecido.

Calisaya sospecha que querían acallar a su esposo porque él tenía información valiosa sobre el atraco de Vías Bolivia, ocurrido en julio, y sobre la muerte de David Olorio, sospechoso de ese hecho. El ministro Llorenti dijo que garantizará el proceso con la mayor transparencia, aunque los involucrados sean policías o funcionarios de Régimen Penitenciario.

Acusan a policía de entregar arma para asesinar a Junco

Chonchocoro: La viuda del fallecido y un reo señalaron que un capitán habló con el homicida poco antes del hecho de sangre. Sacha Llorenti dice que hay policías involucrados.

Elba Calisaya, viuda de Carlos Alberto Junco Cáceres, pidió que se investigue por qué un capitán de Policía conversó minutos antes del asesinato de su esposo con Ángel Fernando Mantilla Apaza, autor confeso del homicidio; mientras que un interno de ese centro penitenciario aseguró que, junto a otros compañeros de encierro, vio cómo ese oficial entregaba una bolsa negra al recluso que admitió haber disparado.

Junco Cáceres recibió cuatro disparos minutos antes del mediodía del miércoles 24. Murió desangrado poco después en el hospital Corea, de El Alto.

Ayer, en conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, aseguró que este oficial y otros policías implicados en el ingreso y la entrega del arma homicida serán investigados.

Llorenti aseguró que “hay policías involucrados” en ese hecho y se mostró extrañado por que dos sospechosos de participar en el atraco al peaje de la autopista “hayan perdido la vida”.

La autoridad se refirió a David Olorio Apaza, torturado y muerto por asfixia en instalaciones de la fuerza anticrimen alteña, y a Carlos Alberto Junco.

“Nosotros estamos dispuestos a garantizar la mayor transparencia en la investigación. (No importan) si los involucrados son funcionarios de Régimen Penitenciario, si son funcionarios policiales, se investigará a todas estas personas para hallar la verdad”.

Entretanto, un allegado a la familia del ciudadano peruano muerto informó que la viuda de Junco no pudo lograr su cometido de trasladar el cadáver de su marido a Perú, pues recibió la advertencia de que efectivos de la institución del orden la esperaban en la frontera para evitar que abandone el país.

Ante esa posibilidad, la mujer decidió retornar a El Alto, donde reside junto con sus tres hijos de nueve, cinco y dos años, y enterrar los restos en esa urbe.

La Fiscalía alteña comenzó ayer a procesar la demanda interpuesta por la abogada Beatriz Segales contra quienes resulten autores, cómplices y encubridores de este asesinato. La demanda correspondiente fue admitida a las 17.50 del viernes pasado.

Condiciones infrahumanas

La celda en la que Junco estaba recluido mide alrededor de 15 metros cuadrados, en los que están baño, dormitorio y comedor.

La letrina estaba tapada y despedía una fuerte pestilencia. De una pila, el agua fluía sin detenerse.

La cama estaba al lado de un ventanuco abierto para ventilar el lugar, pero los guardias lo clausuraron.

Los uniformados observaron que por ese espacio algunos reos se daban modos para darle el desayuno. LA PRENSA