De sindicalistas a sindicateros


elio_pedrazaElio Pedraza Vargas *

Para sorpresa de muchos proletarios del país, la dirigencia sindical que está en la obligación de precautelar los principios del sindicalismo, la estructura del sindicato y que los dirigentes busquen el bien común; nos lleva a la cruda realidad, que en los últimos años nada de la defensa intransigente e inclaudicable ha reflejado el dirigente, identificado con todo, menos con la clase trabajadora.

Hoy lo que se percibe es que más puede la actitud partidaria de quienes se hacen nombrar líderes o dirigentes con los mandatarios de turno, que muy bien aplauden cualquier mal chiste contado por los dirigentes afines a la idea del gobierno, porque de ideología nada, e incluso capaz que ni conozcan la etimología de la palabra proletario, a pesar de la cantidad de hijos que pueden tener.



Y es que los anteproyectos, como la ley de pensiones, el código laboral e incluso la Ley contra el racismo y toda forma de discriminación están dejando una profunda huella, de que se está legislando con el corazón antes que con la cabeza y, el odio y resentimiento burbujean, levantando pompas con aire viciado que pretende ahogar el pensamiento libre de ataduras nocivas, a pesar de que se pueden compartir algunas buenas ideas del gobierno.

Y ahora los dirigentes se han olvidado que las Asambleas de los trabajadores se enmarcan en la democracia participativa, la cual posee dos características bien definidas, la primera, es donde no existe autoridad fuera de la asamblea, porque la autoridad no deriva de individuos particulares, sino del conjunto de trabajadores presentes en la asamblea.

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Es en ese preciso instante, donde no existe esa relación jerárquica cuando las decisiones tomadas son legítimas siempre que surjan de un proceso deliberatorio igualitario, un proceso que requiere de un consenso sobre las decisiones a tomar. Segunda, al ser el proceso deliberativo igualitario, el funcionamiento interno de la organización tiene como orientación un valor supremo, que desde ya delimita las convicciones morales de los participantes.

Hoy por hoy los dirigentes se han olvidado de las asambleas, donde la horizontalidad nos empuja a ese valor supremo, que muy bien podría ser la deliberación por parte de los trabajadores, el cual constituye un principio democrático ineludible en la toma de decisiones cuando los afectados son la totalidad de la plantilla de una empresa u institución. No podemos en ese proceso de conflicto dejar de lado la responsabilidad de los trabajadores elegidos, porque se está bajo la regulación organizativa de normas, que dan garantías a los participantes en igualdad de condiciones.

La asamblea participativa de los trabajadores nos permite el flujo y reflujo de la información, que fluye entre los asistentes y que circula horizontalmente, es ahí donde en la asamblea se proporciona la posibilidad de discutir fundamentalmente y participar críticamente en la toma de decisiones y analizar y comprender a cabalidad la complejidad de los problemas tratados.

Como trabajadores, principalmente los que creemos en la democracia participativa, gracias a la deliberación, es cuando se refuerza el convencimiento de los implicados sobre el desarrollo o la acción a seguir en el problema e incluso el sublime valor es la consolidación de la democracia como un referente político ideal, tanto como valor a seguir como en su procedimiento.

Y lamentablemente, la asamblea ha dejado de lado el entablarse en largas discusiones para dar paso a la mentirosa democracia mayoritaria, que es cuando se utiliza a muchos asambleístas o congresistas como levanta manos para apoyar principalmente al dirigente que ya encaminó su postura a favor de un supuesto bien común.

Es ahora cuando la dirigencia a dado muerte al sindicalismo por intereses partidarios, mezquinos y de bolsillo, sin ideas, sin debate; y el sindicalista, el cual debería llevar en alto el trabajo esforzado e inclaudicable a favor de los trabajadores a pasado con un despectivo e insultante sobrenombre de sindicatero, por todo el daño que ocasiona y que lamentablemente encierra a la Asamblea Plurinacional.

*Lic. en Ciencias de la Comunicación Social y Egresado de Derecho.