Bolivia. Desastre ecológico en Santa Cruz

Incendios pueden ser la causa. Miles de especies acuáticas aparecieron ayer muertas en las aguas del río Chané, que pasa por la comunidad de Chané Independencia, en el norte cruceño. Piden a la población que se evite el consumo

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Impacto. Una raya sin vida, entre la variedad de los peces muertos en el río Chané. Se perdió una gran cantidad de surubíes, pacúes,pirañas, bógalos, sábalos y tachas



Fernando Rojas /J.C. Salinas, El Deber

Desastre ecológico

Un desastre ecológico toca el río Chané. “Desde las 5:00 de hoy (por ayer) escuché retumbar caños de escape de motocicletas en la orilla del río. La intriga por saber qué sucedía me llevó hasta la ribera del afluente y grande fue mi sorpresa cuando vi a un grupo de personas que presurosamente sacaba unos enormes peces que flotaban en el agua al parecer por falta de oxígeno”, señaló Paulino Mamani, poblador de Chané Independencia, distante 95 kilómetros de la capital cruceña, donde ayer se registró una mortandad de peces por causas que todavía se desconocen.

Según Mamani, comunicó a su esposa el suceso y poco después ella lo animó a unirse a la captura de peces. “Logré sacar unos siete surubíes de entre ocho y 15 kilos, un par de pirañas y hasta una raya que logré atravesarla con el gancho. En la orilla del río vi morir muchos peces pequeños con la boca abierta, como si les faltara oxígeno. No voy a venderlos, los charquearé para posteriormente comérmelos”, dijo Mamani.

Justina Castro, que junto a su pareja llegó hasta el arroyo Bibosi -ubicado a poco menos de 800 metros de la comunidad Villa Tunari- hasta cerca del mediodía consiguió sacar del río más de una decena de peces surubí, boga y piraña  entre chicos, medianos y grandes.

La mujer, al igual que muchas personas que llegaron hasta dicha zona, manifestó que se comerá los peces porque está segura de que no murieron por envenenamiento, sino por el lodazal que hay producto de la canalización del río Chané, que enturbió y disminuyó el oxígeno del agua, lo que terminó matando a varias especies de peces y otros animales acuáticos.

Hasta Chané Independencia llegó el funcionario de la unidad departamental de Recursos Naturales y Biodiversidad de la Gobernación cruceña, Erno Martinec, en compañía de autoridades municipales de dicha comunidad, quienes después de recorrer el río Chané y evaluar la situación advirtieron de un desastre ecológico de magnitud provocado a miles de peces y otras especies de animales acuáticos que habitan en el río Chané.

“Nos hemos constituido para verificar la mortandad y tratar de determinar si la causa de la muerte de los peces es por envenenamiento u otro factor externo”, apuntó Martinec.

No obstante, el funcionario de la Gobernación cruceña preliminarmente dijo que el fenómeno pudo ser causado por la eliminación de agroquímicos y desperdicios industriales lanzados al afluente, aunque no se descarta que los residuos producto de las quemas hubiesen sido arrastrados al río después de las últimas lluvias y eso provocó la falta de oxígeno en el agua.

Otra hipótesis, según Martinec, es que personas dedicadas al narcotráfico hubieran destruido una fábrica y los agentes químicos que utilizaron para procesar la droga lo hubiesen lanzado al afluente y consecuentemente contaminado el río. 

Lo único cierto, en juicio del funcionario, es que el daño a la vida acuática en la zona de Chané Independencia es enorme si se toma en cuenta que durante el recorrido se encontraron miles de peces muertos y en otros casos agonizando, que corresponden a las especies surubí, pacú, boga, sábalo, tacha, pirañas y hasta rayas de gran tamaño.

“Además, hay que considerar que está  vigente la veda por un año en varios ríos del departamento y que en esta época muchos animales acuáticos están por reproducirse, lo que supone, en el caso de los peces, que tienen miles de huevos”, puntualizó Martinec.

En el ámbito preventivo, el subalcalde de Chané Independencia, Pedro Vela, indicó que solicitará al Concejo Municipal de Fernández Alonso se emita una resolución en la que incluya la prohibición de consumo y venta de los peces que fueron retirados del río y que presumiblemente han muerto por contaminación del agua. “A simple vista hemos visto que el hígado y las branquias de varios peces están cocidos y manchadas, según los profesionales que trabajan en Medio Ambiente de la Alcaldía, es por la contaminación del agua con sustancias tóxicas, es por eso que recomendamos a la población no consumir ningún animal acuático, tampoco venderlo a terceras personas”, dijo Vela.

El secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Gobernación cruceña, Manlio Roca, adelantó que hoy un equipo de laboratorio móvil se trasladará al río Chané para extraer muestras de agua y de tejidos de los peces muertos para determinar en el más breve plazo posible de qué están muriendo los animales acuáticos. Pidió no consumir, peor aún vender al público.

Ayer, durante el recorrido hecho por Chané Independencia, se verificó que en el puente del mismo nombre varias personas ofrecían carne de surubí, retirado del río, a Bs 20 el kilogramo.

Incendios pueden ser la causa

Desastre. Según los analistas, la alta concentración de dióxido de carbono, producto de los incendios, es uno de los factores de esta mortandad. Recomiendan no consumir este alimento

image Peligro. Algunas personas, como esta comerciante, aprovecharon para vender estos peces muertos en el río Chané

Para las especialistas Yaneth Roca, Sonia Matijasevic y Karina Quiroga, la mortandad de peces que se produjo en el río Chané es un llamado de alerta para que las autoridades competentes hagan una evaluación sobre las condiciones reales de los ríos del país.

Matijasevic, veterinaria y especialista en medio ambiente, señaló que ya no se puede culpar a las bajas temperaturas por este daño, sino que es tiempo de hacer un estudio en la región para determinar si la actividad agroindustrial o los incendios forestales son los responsables de esta mortandad.

“Considero que la gran cantidad de incendios que afectó al departamento puede ser una de las principales causas, dado que la fuerte presencia de dióxido de carbono en el agua provoca una menor concentración de oxígeno, lo que afecta a los peces”, sostuvo Matijasevic.

Similar criterio tuvieron Roca y Quiroga, que precisaron que para no elaborar conjeturas equivocadas es importante realizar un estudio del agua y ver cuáles son los factores externos que están provocando la mortandad.

Quiroga remarcó que la presencia de carbón, producto de los incendios forestales, es un elemento que no se puede descartar como tampoco la contaminación industrial o agropecuaria.

En cuanto al consumo de este alimento la nutricionista Paola Román advirtió de que es una irresponsabilidad hacerlo, dado que la condición de salubridad de este alimento no es de la mejor. “Imagínese encontrar cientos de peces flotando. Uno no puede llegar y querer consumirlos. Hay reglas que se deben cumplir”, dijo Román.

El control empieza en el municipio

Roberto Tórrez | Salud Pública

Antes que nada cualquier control debe comenzar en el propio municipio. Son las autoridades locales las que deben velar por la salud de sus pobladores y más si se trata de algún determinado alimento.

No se debe permitir que comerciantes irresponsables aprovechen la situación y empiecen a vender estos peces que murieron por algún impacto externo.

El alcalde como máxima autoridad de la zona debe alertar a los demás funcionarios sanitarias para que lleguen hasta el lugar y hagan distintos controles que permitan evaluar el grado de peligrosidad que puede haber si uno consume este producto.

Nosotros recién nos enteramos de este problema y vamos a pedir a las autoridades locales que nos informen.

  Otro caso 

26 de julio de 2010. En esta fecha EL DEBER informó sobre la gran mortandad de peces producida en los ríos Grande y Piraí. En esa oportunidad varios testigos indicaron que peces pequeños, medianos y grandes de hasta un metro de largo habían muerto por el frío polar que llegó a Santa Cruz por aquellos días. Rafael Paz, agropecuario que tiene su propiedad al borde del Río Grande, dijo que lo que se ve en el agua es un ‘desastre’ porque en decenas de kilómetros están diseminados miles de estos animales acuáticos que flotan inertes en el agua.

2 de agosto. Después de dos semanas que empezaron a morir miles de peces en algunos ríos de Santa Cruz, producto del frío polar a mediados de julio, el gobernador Rubén Costas declaró alerta naranja por el desastre ambiental y anunció que se determinaría una pausa ecológica y una veda a la pesca en los ríos Grande, Piraí e Ichilo. Según la primera autoridad política cruceña, en esta catástrofe ambiental se estima que han muerto alrededor de seis millones de peces en una extensión de aproximadamente 300 kilómetros en tres ríos: Grande, Piraí e Ichilo.

15 de agosto. Los ríos Grande y Piraí, los dos más afectados por la mortandad de unos seis millones de peces, según la estimación oficial de la Gobernación cruceña, comenzaron a limpiarse de una forma natural y también, en algunos lugares, por la acción de vecinos que estaban sintiendo el impacto negativo de la contaminación, con fuertes olores de materia orgánica en descomposición.

7 de septiembre. Un informe mandado a realizar por este periódico establece que, particularmente en el Río Grande, donde hubo una alta concentración de peces muertos, hay una cantidad elevada de amoniaco, sólidos suspendidos, fenoles, aceites y grasas y una excesiva Demanda Química de Oxígeno (DQO) más que lo permitido en la clasificación C, e incluso clasificación D, de los cuerpos de agua según su aptitud de uso establecida en la de Ley de Medio Ambiente.