Clausura de EMAPA


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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: A ciegas

  2. El Día: Amargas lecciones

  3. El Día: Ética revolucionaria

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Los paceños y el barco

  6. El Día: Nuevo liderazgo cruceño

  7. Los Tiempos: EL CERRO RICO ANTE LA INDIFERENCIA COLECTIVA

  8. El Deber: Efectos perversos del intervencionismo estatal

  9. Cambio: EEUU viola la ley y pide explicaciones

  10. La Prensa: Inseguridad en la inversión minera

  11. El Diario: Clausura de EMAPA

  12. El Mundo: Record

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: Distorsiones institucionales


El Día: A ciegas



Miradas

Ningún analista político previó la caída del muro de Berlín ni siquiera un día antes. De niño, mi perro Chevalier comenzaba a ladrar a la hora exacta en que yo salía de la escuela y desde muy lejos percibía el sonido de los lápices Alpino que rebotaban dentro de mi estuche cuando volvía corriendo a casa. Muchos años después, mi perro Toby intuía sin equivocarse nunca si yo había ganado al póquer esa vez y me recibía de madrugada con gran alegría moviendo el rabo de una forma determinada. Ningún analista político imaginó con unas horas de antelación que el imperio soviético se disolvería en la nada y Europa sería invadida por un ejército de mendigos del Este y el hombre nuevo, que vaticinó Lenin, sería ese ejemplar de multimillonario ruso adscrito a la mafia. Ningún animal salvaje pereció en el tsunami de Indonesia de 2004. Elefantes, monos, serpientes e incluso las hormigas se pusieron a salvo antes de que ocurriera la catástrofe. Ningún director del Banco Mundial y del Fondo Monetario sospechó la llegada de esta crisis económica hasta que se les derrumbó el edificio encima.

La asonada multitudinaria de Túnez y de El Cairo ha supuesto la misma sorpresa que en su momento causó el atentado de las Torres Gemelas sin que ningún político, intelectual y sociólogo acertara con el futuro siniestro que se avecinaba. Los animales poseen unos sensores para detectar las ondas sísmicas, eléctricas y magnéticas que emiten los cataclismos, un don que está negado a los humanos. Para nosotros, queda reservado sólo el ridículo de los análisis del pretérito imperfecto, el enorme guirigay de opiniones entre los profetas del pasado. Nadie sabe ahora lo que va a suceder en el mundo islámico con las réplicas de la ebullición política de Egipto. Sólo una cosa está clara. Cuando un pulpo sale de la pecera es casi imposible volverlo a introducir en ella. Los pulpos caminan muy bien fuera del agua. Tampoco la energía parapsicológica que emerge de las pirámides de Gizeh y la enigmática expresión del rostro carcomido de la esfinge servirán para saber si la rebeldía popular de Egipto se extenderá por todo el Magreb, si llegará allí la democracia previo un baño de sangre o si la CIA a medias con el Ejército egipcio logrará devolver el pulpo a la pecera y aquí no ha pasado nada.

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El Día: Amargas lecciones

Buscando la verdad

No siempre algo que comienza como una "buena intención"  tiene un final feliz. El día del matrimonio todo es fiesta y sonrisas, pero será el tiempo el que diga si tal decisión fue acertada; de no serlo, las malas consecuencias afectarán no sólo a los cónyuges, sino también a sus hijos. Igual sucede con las políticas públicas. Una política bien intencionada, pero ajena a la realidad puede llegar a afectar al ciudadano y a la propia agenda pública. Sólo hay que recordar el Decreto 748 y ver cómo una política -buena en el fondo- falló en su forma de aplicación, con terribles consecuencias. Ocupémonos ahora de otro caso más "meloso" pero no por ello menos traumático.
 
¿Por qué escasea el azúcar en Bolivia cuando teníamos "soberanía alimentaria" por décadas en este rubro? La producción nacional abastecía largamente el mercado interno y prodigaba generosos saldos exportables. El ciudadano estaba satisfecho así como los cañeros, zafreros e industriales, porque el mercado -aunque imperfecto- funcionaba muy bien. Pero, algo pasó a inicios del 2010.
 
La buena intención de fijar un "precio justo" (baratito) rompió el equilibrio y terminó afectando a los más pobres. El establecer en Bs 3,60 el kilo de azúcar -cuando en derredor nuestro se cotizaba en el doble o más- sólo provocó que el producto saliera de contrabando.
 
Advirtiendo que la producción de azúcar del 2010 podría enfrentar una baja de más del 30% –por la falta de diesel en el 2009, que alargó en tres meses la zafra de la caña obligando a los productores a cosechar hasta diciembre, y luego el negativo impacto del exceso de lluvias y la sequía después- los ingenios azucareros asumieron una posición responsable decidiendo suspender sus compromisos de exportación a fin de que no sufriera el mercado interno. Sin embargo, la especulación y el contrabando ya se habían desatado.
 
Entendiendo que el bajo precio era la causa para la especulación y el contrabando –tal como también ocurre con el diesel, el GLP y la gasolina, con precios artificialmente bajos en el país- y viendo la constante subida del precio internacional del azúcar, el Gobierno decidió fijar un nuevo "precio justo" incrementado a Bs 4,30 el kilo, pero ni siquiera la subida a Bs 5,30 sería ya suficiente.
 
¿Cómo acabaría esta historia? Con un inédito y destacable esfuerzo público-privado para importar más de un millón de quintales de azúcar para abastecer el mercado interno a un "precio justo" más realista de Bs 7,50 para la gubernamental Emapa (más del doble del precio original del 2010) y a Bs 8,00 para la venta por parte de los ingenios. Pese a ello, las colas aumentaron y toda la población se molestó, no sólo el ciudadano de a pie, sino también los gremialistas acusando al Estado de competir deslealmente.
 
¿Cuáles son las lecciones aprendidas? Lo más importante: la ley del mercado es inmutable y no puede ser ignorada. Segundo: siempre será mejor un "precio real" antes que un precio artificialmente bajo que haga que el producto salga de contrabando. Tercero: es mejor tener un mercado abastecido, que perder el tiempo y la salud haciendo cola durante días o pasando largas horas bajo el sol, la lluvia, en frío o en calor, incluso durmiendo algunos con sus hijos en las calles, a fin de conseguir un poco de alimento. Cuarto: siempre será mejor pagar un poco más en el mercado abierto que muchísimo más en el "mercado negro". En suma, que ‘no hay precio más alto por pagar, que el no encontrar azúcar en el mercado".

Gary A. Rodríguez A. es economista
y Gerente General del IBCE

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El Día: Ética revolucionaria

Mirando de Abajo

Me sorprendía ver, hace unas semanas, a la ministra de Desarrollo Productivo, Antonia Rodríguez, vendiendo azúcar del Gobierno en la calle, para, en simple demagogia andina, mostrar al pueblo la solidaridad gobernante. Qué mentira.  El MAS resulta con gran probabilidad el Gobierno más corrupto de Bolivia.  Roban por encima de lo que robaron los miristas (también decíanse revolucionarios), mienten peor que los curas y andan de empanadas con los botudos de siempre, los criminales de gorra, militares que perdieron toda guerra pero de toda salieron con plata.

La Ministra perdió el cargo. El por qué lo sabrán ellos con su cuoteo insano de poder.  Pobre Ministra, me dije, tanto que hizo por alivianar los males de la gente, y tan dulce en su actividad vendística, que comprame, hermanita, que buen precio, hermanito, que mamita te lo daré azúcar barato, que no vas a encontrarir mejor (no lo escribo con ánimo peyorativo, soy textual). Resulta que la Ministra había sido amante del gran capital, con cuatro, o tres, o media docena de casas conocidas. No sería nada, aunque tal desenfreno contradice el estoicismo y la modestia revolucionarios. Lo inaceptable es que se la encontró vendiendo azúcar, por quintales, en una de sus casas, el mismo que la gente desespera por tener, que duerme en la calle para llegar a la fila de dichosos que podrán contar con él. La Ministra robó al pueblo, se quedó con azúcar para especular, para enriquecerse. Y ella es una de la larga lista de masistas (léase los que tienen más) que de continuo aprovechan el poder para lucrar desmedido.

Hoy mismo (viernes) un tal Silva, concejal de los susodichos, también fue hallado con el oro blanco. Si siguiéramos la norma socialista, debieran ser ejecutados in situ, pero ello no existe en Bolivia, donde la ley es burla, el decoro vergüenza, la honestidad estupidez. Miren al borracho de Fidel Surco, senador, que rebuzna en los medios con altavoz; ji jo, grita, ji jo, el asno que envilece a un país sufrido, atacado y devorado por traidores, la recua sagrada de indigenales y señoritos, que pierden su complejidad étnica para caer en la bolsa general de los llamados ladrones.

¿Qué hacer? Que la justicia tarda pero llega es una opción cuasi cristiana que conforta. Saber que hay todavía celdas para acoger a la élite de la revolución mundial, aunque su número suma tanto, tantos los que se benefician con la falsedad del "Gobierno del pueblo", del "vivir bien" indígena, pero cómo no van a vivir bien con lo que esquilman estas lauchas, cómo si hacen lo que les da la gana y van dejando en ruinas un país que tendrán que bancárselo los pobres, como siempre lo hicieron, los trabajadores, los indios. Tendrá que llegar el tiempo de la sangre para remover la desidia. Creo que si no, de nuevo estaremos en la cuerda floja, en estampida para buscar qué comer, mientras los oligarcas, de terno o de poncho, disfrutan los frutos de sus viles pormenores.

Claudio Ferrufino – Coqueugniot es escritor.

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El Día: Bolítica

La gente, cuando va al mercado, tiene la sensación de que está pagando mucho más de lo que dicen los índices, y eso genera una señal de incertidumbre, de poca credibilidad, y eso no es bueno para la política pública".

Gonzalo Chávez
Analista económico


Se dice que: Sugirieron crear un Directorio en el INE para que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sea avalado por la sociedad civil y deje de tener "poca" credibilidad".


El INE entrega datos reales y precisos y reveló que se realizan 37.998 cotizaciones al mes en 22.245 establecimientos comerciales del país.
Desarrollamos cotizaciones diarias y no falseamos información".

Ramiro Aguirre
DIRECTOR DEL INE

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El Día: Los paceños y el barco

Bajo el Penoco

Hasta ahora, las élites paceñas -intelectuales, políticos y empresarios-, habían mirado de palco el “proceso de cambio”, con una actitud complaciente, mientras Evo Morales disparaba contra Santa Cruz, con miras a destruir su economía y criminalizar a su dirigencia. Las cosas parecen estar cambiando y eso se nota a partir de los puntos de vistas de dos connotados representantes de la inteligentzia que rodea a la Plaza Murillo. Primero fue la periodista e historiadora Lupe Cajías, quien le reclamó al Gobierno por qué no pone cambas en su gabinete, a los que calificó de modernos, globalizados e incluso idóneos para el manejo de la cartera de cultura, tema en el que los occidentales siempre han creído estar en posesión de la piedra angular. El segundo en tomar la palabra ha sido el politólogo y economista Carlos Toranzo, quien ha protestado airadamente por los ataques al aparato productivo cruceño, que según él, es el responsable de alimentar al país y que además responde a un modelo incluyente, en el que chicos, medianos y grandes han establecido una convivencia pacífica y exitosa. Nadie esperaba a estas alturas semejante obviedad de tan sesudos comentaristas. “En La Paz están comenzando a abandonar el barco”, se dice por aquí.

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El Día: Nuevo liderazgo cruceño

Editorial

Quién ganó en el Comité Cívico? El flamante vencedor de las elecciones celebradas el pasado sábado asegura que las derrotadas fueron las logias cruceñas. “Santa Cruz se cansó de las logias”, ha dicho el médico nefrólogo Herland Vaca Díez, quien ya había intentado en el pasado postularse como candidato independiente y no había conseguido penetrar la vigorosa barrera que han elevado los grupos de poder locales alrededor de las instituciones, desde las comparsas y fraternidades, hasta las cooperativas de ahorro y las gigantescas entidades de servicios públicos.

Vaca Díez afirma que ha ganado el pluralismo y la apertura. También se puede afirmar que ha triunfado la meritocracia. El nuevo líder cívico ha conseguido un prestigioso sitial en la medicina y en la ciencia gracias a sus aportes como precursor del trasplante de órganos. El equipo de profesionales que ha ayudado a formar y los logros conseguidos han colocado a Santa Cruz como un centro de referencia nacional e internacional en la práctica de la ablación. No se puede dejar de celebrar que un cruceño con estas credenciales ingrese en el mundo de la política.

Los desafíos del Comité Cívico son de gran trascendencia. Es tan grande el extravío en el que ha caído la dirigencia local que de pronto ya nadie habla del papel que está llamado a cumplir la región en el país. El derrotismo, el acomodo y los complejos han dominado por completo a las instituciones que durante las últimas décadas han manejado las riendas del departamento. Dos connotados intelectuales paceños han tenido que ser los encargados de recordarles recientemente a los cruceños el tamaño que tienen, el rol político preponderante que deben asumir a nivel nacional, el éxito del modelo productivo departamental y finalmente un hecho concreto e indiscutible: esta región le da de comer al resto del país.

No se puede afirmar que ha sido el MAS el único responsable de haber amilanado a los cruceños hasta el extremo de confundirlos, dividirlos y castrarlos desde el punto de vista político. Cómo es posible que el complejo de sonsos grandotes que sólo sirven para trabajar y producir haya calado tan hondo en la dirigencia, que hasta llevó a afirmar a uno de ellos que a Santa Cruz le da igual el capitalismo y el socialismo, pues lo único que busca es trabajar en paz. Se trata de los mismos líderes que se dejaron correr con la vaina del sable y abandonaron sin mayores complicaciones el proceso autonómico. ¿Les da lo mismo el centralismo?

Es obvio que una dirigencia con estas características no podía seguir al mando de la institución, cuya misión es justamente ponerse en sintonía con la visión regional, con sus grandes intereses y los principios que hay que defender de manera irrenunciable. Resulta inaudito subordinar el papel y la proyección de toda una región a los apetitos de unos grupos clientelares que han perdido la brújula y que no representan más que a su propia conveniencia. El principal reto de Herland Vaca Díez es recuperar la mística cruceña, el orgullo de ser y pensar diferente y desde esa perspectiva ser protagonistas fundamentales del destino de un país que merece el aporte de Santa Cruz.
 

Los desafíos del Comité Cívico son de gran trascendencia. Es tan grande el extravío en el que ha caído la dirigencia local que de pronto ya nadie habla del papel que está llamado a cumplir la región en el país. El derrotismo, el acomodo y los complejos han dominado por completo a las instituciones que durante las últimas décadas han manejado las riendas del departamento.

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Los Tiempos: EL CERRO RICO ANTE LA INDIFERENCIA COLECTIVA

Las autoridades mineras de nuestro país están ya plenamente conscientes de la magnitud del peligro pero no actúan en consecuencia

En medio de una sorprendente indiferencia colectiva, sin que el asunto parezca tener ni la más mínima importancia, el Cerro Rico de Potosí está a punto de desmoronarse. En realidad, ya está desmoronándose todos los días, poco a poco. Y aunque todos saben que se está acercando el momento de un inminente colapso, no hay quién haga algo al respecto más allá de declaraciones formales.

Que el Cerro Rico de Potosí con su cónica forma sea uno de los sitios más importantes del patrimonio cultural y natural no sólo de nuestro país ni del continente, sino del mundo, no parece motivo suficiente para conmover a las autoridades municipales, departamentales y nacionales. Que todos los días ingresen a sus socavones más de 15 mil mineros, y que todos ellos lo hagan conscientes de que corren el riesgo de quedar sepultados bajo el peso de lo que queda del cerro, tampoco.

¿Cómo se explica tan negligente actitud? Ni motivaciones objetivas y racionales -las ligadas al alto precio y las enormes ganancias que todavía producen los minerales que salen del Cerro- ni las subjetivas -las atribuibles a un muy conflictivo inconsciente colectivo nutrido de casi 500 años de historia de cruel explotación colonial, primero, y capitalista, después- alcanzan para comprender la indiferencia con la que todo un país espera pasivamente la desaparición de uno de los más importantes elementos de su patrimonio natural y cultural.

Desde el punto de vista de la racionalidad económica, lo que se está haciendo es un monumental absurdo, pues si bien es cierto que los altos precios de los minerales en el mercado internacional proporcionan muy importantes ingresos a Potosí, éstos no llegan a rivalizar con los que proporciona la actividad turística, gran parte de la cual tiene en el Cerro Rico su principal atractivo.

La explotación minera del Cerro Rico, por otra parte, después de 466 años, tiene sus días contados. Más tarde o más temprano llegará a un límite más allá del cual será imposible continuar extrayéndole minerales a no ser que se lo haga, en un futuro no lejano, cerniendo el montón de escombros hasta obtener los últimos saldos.

Más complicado es el asunto si se lo considera desde el punto de vista de los más de 15 mil mineros que, asociados en 36 cooperativas, ingresan todos los días, frecuentemente acompañados de sus niños, a las casi 700 bocaminas que aún son explotadas. Para esas personas no hay una alternativa económica inmediatamente factible, pero tampoco es admisible que su suerte quede definitivamente unida a la de un cerro que se desmorona.

Las autoridades mineras de nuestro país están ya plenamente conscientes de la magnitud del peligro y de la responsabilidad que les corresponde, pero no actúan en consecuencia. Ya saben, porque abundan los informes técnicos que así lo confirman, que las implacables leyes de la física están ya en plena acción. Así lo indica, por ejemplo, lo ocurrido hace tres semanas cuando la punta del cerro, la que le daba su forma cónica, se derrumbó abriendo un cráter de 38 metros de circunferencia y 56 de profundidad.

Ante ello, las autoridades gubernamentales han decidido invertir "hasta 50 mil dólares si es necesario" para "estudiar" el problema. Con ese monto -dicen- es probable que dentro de cinco años tengan por fin los elementos de juicio necesarios para tomar una decisión.

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El Deber: Efectos perversos del intervencionismo estatal

Desde el frustrado “gasolinazo” de fines de diciembre, la situación económica ha ido de peor en peor. Ya venía en declive, pero todavía no afloraba en su verdadera magnitud. A partir de esa malhadada decisión  gubernamental -que luego de crear conmoción fue revertida- el proceso se aceleró. Nos encontramos ahora con precios en alza incontenible y desabastecimiento de bienes esenciales. No se puede negar la dimensión de esta crisis que afecta  hoy a toda Bolivia, generando  descontento popular y convulsión social.

Los sociólogos definen al efecto perverso como un resultado contrario al esperado y ello, como producto  involuntario de una decisión o de múltiples decisiones por separado. Tomemos como ejemplo un embotellamiento de tránsito. Si la circulación está bloqueada no es porque los automovilistas han elegido deliberadamente molestarse mutuamente. Simplemente deciden, todos, al mismo tiempo, emprender un mismo itinerario y terminan también todos perjudicados por la suma de sus comportamientos. En la base de la noción de efecto perverso, existe la ausencia de intención,  es un resultado independiente de la voluntad de los actores.

Nadie duda de las buenas intenciones que motivaron el intervencionismo estatal y los controles de precios impuestos por el Gobierno de Evo Morales, pero es un hecho que involuntariamente  se ha creado un efecto perverso, un efecto contrario al esperado. En lugar de solucionar el problema, lo está agigantando.

No es la primera vez que esto sucede en el mundo. Los casos de manipulación oficial de precios y controles de exportaciones son numerosos. Se han dado en nuestro país en el pasado y en varias naciones sudamericanas, siempre con resultados desastrosos. Una de las razones del derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) fue justamente el nefasto manejo estatal de los sistemas de precios, lo que terminó –entre otros factores- creando desbarajustes que precipitaron el colapso del comunismo y la extinción de la otrora súper potencia. El caso actual de Cuba -con sus cupones de racionamiento- es típico también. Y ya vemos en Venezuela lo negativo de esa política. 

Para expresarlo sin ambages: la crisis presente y las  peligrosas expectativas inflacionarias no son producto de ningún ‘imperialismo’, sino de la incapacidad del régimen vigente para administrar la economía y tomar previsiones ante la coyuntura internacional en materia alimentaria.  No basta con la estabilidad macroeconómica, importante en sí, hace falta algo más. A lo largo de cinco años se ha castigado injustamente a los productores agropecuarios con diversas medidas que redundaron en una drástica disminución de la oferta de alimentos. Por otro lado, durante estos recientes años de bonanza se ha desperdiciado una oportunidad única para generar inversiones en la minería y en el sector energético e impulsar mecanismos de crecimiento. El populismo y las prebendas pudieron más que la simple lógica. Ahora nos encontramos en una difícil  situación, pero ésta aún podría revertirse si se deja  de lado tanto intervencionismo estatal y el Estado más bien se dedica a lo suyo: controlar prudentemente los procesos estimulando la libertad económica y regulando eficazmente lo que corresponda sin meterse tanto en  campos que no le competen.

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Cambio: EEUU viola la ley y pide explicaciones

El pasado jueves, un avión militar estadounidense intentó ingresar a Argentina un cargamento no declarado. Y ante la negativa de las autoridades diplomáticas norteamericanas de permitir su inspección, el Gobierno argentino no tuvo otro camino que ordenar abrir una valija, y vaya sorpresa que se halló: armas de guerra, equipos de comunicación encriptada, programas informáticos, drogas narcóticas y estupefacientes, según reportaron desde Buenos Aires varias agencias internacionales de noticias

En ese contexto, el juez penal económico Ezequiel Berón de Astrada pidió ayer a la Aduana —con carácter urgente— que le informe sobre el material incautado en el aeropuerto de Ezeiza. Es decir, un informe detallado a todos los funcionarios de la Aduana, Policía de Seguridad Aeroportuaria, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Embajada de Estados Unidos en la Argentina que intervinieron en el procedimiento.

Lo que llama poderosamente la atención es que para evitar que las autoridades argentinas inspeccionen la carga que ingresaba ese avión militar, la Consejera de Asuntos Administrativos Dorothy Sarro, de la Embajada de Estados Unidos, solicitó autorización para que un camión con acoplado pudiera ingresar a la plataforma operativa, bajo el argumento de que se trataba de "una carga sensitiva" —secreta— y no ofreció ninguna explicación que satisfaga a las autoridades locales.

El enorme C17, un carguero Boeing Globmaster III, más grande que los conocidos Hércules, llegó en la tarde del jueves con un arsenal de poderosas armas largas para un curso sobre manejo de crisis y toma de rehenes ofrecido por el gobierno de Estados Unidos al Grupo Especial de Operaciones Especiales de la Policía Federal (GEOF) —dependiente del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por el período 2007-2011, del derechista Mauricio Macri— que debía tener lugar durante todo febrero y marzo.

Cuando el personal chequeó que el contenido de la carga coincidiera con la lista entregada de antemano, aparecieron cañones de ametralladora y carabina y una extraña valija que no había sido incluida en la declaración.

Aunque el curso estaba destinado a fuerzas policiales argentinas, la carga llegó en un transporte militar y en Ezeiza la recibieron los agregados militar y de defensa, coroneles Edwin Passmore y Mark Alcott, respectivamente, reportó Radio Nacional de Venezuela. Todas las cajas tenían el sello de la 7ª Brigada de Paracaidistas del Ejército de Estados Unidos con sede en Carolina del Norte.

No es la primera vez que Washington intenta ingresar a la Argentina un cargamento de armas eludiendo el control aduanero. Ya en agosto de 2010, las autoridades aduaneras ordenaron retirar carga que había llegado en un avión de la Fuerza Aérea norteamericana. Se trataba de material para interceptar comunicaciones, varios GPS de sofisticada potencia, elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos, así como un baúl completo con drogas medicinales caducadas.

En ese contexto, según los reportes procedentes de Buenos Aires, la misma noche del jueves pasado, la presidenta argentina, Cristina Fernández, instruyó precintar la valija sospechosa y reanudar la tarea el viernes, para lo cual dispuso que la Cancillería y el Ministerio del Interior enviaran al lugar personal técnico capacitado para entender de qué se trataba.

Durante seis horas, marines de Estados Unidos se sentaron en forma rotativa sobre la valija, lo cual sugiere la importancia que le asignaban a su contenido. Según la Embajada se trataba de software y ‘material sensitivo’ para la seguridad. Un coronel incluso dijo que no debía abrirse a cielo abierto porque podría revelar secretos a los satélites que sobrevolaran en ese momento y se negó a consentir la apertura de la valija, postura que obligó al canciller argentino Héctor Timerman ordenar que se verifique su contenido.

Cuando esto ocurrió, aparecieron equipos de transmisión, mochilas militares, medicamentos vencidos, pen drives, sobre cuyo contenido deberán dictaminar los expertos, y drogas estupefacientes, narcóticas y estimulantes del sistema nervioso. Las armas y la valija no declarada fueron requisadas.

No obstante de que el gobierno de Barack Obama intentó ingresar de contrabando esos materiales, el Departamento de Estado citó al embajador argentino Alfredo Chiaradía y le expresó su "sorpresa" por el procedimiento ya que "Estados Unidos desea mantener relaciones amistosas con la Argentina".  A todas luces, una manera muy peculiar de "mantener relaciones amistosas" violando las leyes argentinas al ingresar material camuflado dentro de un cargamento oficial.

Y cuando Washington exije explicaciones a Buenos Aires por la incautación del material que intentaba ingresar vía contrabando, corrobora no sólo una actitud imperial de irrespeto a la soberanía de los países de América Latina sino que asume el papel de ‘víctima’ de una supuesta actitud ‘no diplomática’ por parte del gobierno de Cristina Fernández.

Sin embargo, hay muchas preguntas que no encuentran respuestas. ¿Qué destino tenían las armas de alto calibre, las drogas narcóticas, los medicamentos vencidos, equipos GPS con tecnología de última generación? Seguro que no estaban destinados al ‘curso’ sobre el manejo de crisis y la toma de rehenes.

En este contexto, quien debe explicaciones a la Argentina es Estados Unidos; por la sencilla razón de que intentó violar las leyes de ese país hermano. Además, ¿qué pasaría si cualquier argentino —civil o militar— intentara ingresar armas y drogas no declaradas a los Estados Unidos? Iría preso en forma inmediata y también, es seguro, sería acusado de ‘terrorista’.

Quien debe explicaciones es Washington; porque intentó violar las leyes argentinas. ¿Qué pasaría si cualquier argentino intentara ingresar armas y drogas no declaradas a EEUU? Iría preso en forma inmediata y también, es seguro, sería acusado de ‘terrorista’.

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La Prensa: Inseguridad en la inversión minera

Las autoridades parecen ignorar que estos avasallamientos no sólo causan daño a los inversores, también golpean a trabajadores mineros?

El pasado 20 de enero, un grupo de comunarios de la localidad del Yaco, apoyados por cooperativistas de la mina Caracoles, procedieron a la invasión de la mina de estaño Laramcota, que la empresa de minas Barrosquira había tomado en concesión legal para la explotación de estaño hace alrededor de tres años, tiempo que estuvo trabajando con una inversión de alrededor de 750.000 dólares hasta el momento de la toma. Hace dos años, la misma empresa había sufrido un avasallamiento similar en la mina Himalaya, en el cantón Cohoni, provincia Murillo, la que aún sigue en manos de los avasalladores.

Un comunicado emitido por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) condena el atropello injustificado en Laramcota, denunciando que tanto el sereno como los trabajadores que allí se encontraban fueron brutalmente golpeados, gasificados y tomados como rehenes por los invasores. La FSTMB, en defensa de las fuentes laborales de los mineros, condena el avasallamiento denunciando que éste fue corroborado por algunas autoridades de la Gobernación de La Paz y ministerios, por lo que responsabiliza al Gobierno central de la posibilidad de un enfrentamiento eventual que pueda darse.

Lo sucedido en el cantón Yaco, provincia Loayza de La Paz, no es nuevo en el país. De acuerdo con la Cámara Nacional de Minería, desde el año 2004 ?cuando comenzó esta escalada mundial en el precio de los minerales? hasta noviembre de 2010, comunarios de diversas regiones ya avasallaron unas 201 concesiones mineras pequeñas, medianas y cooperativas mineras, y en sólo tres o cuatro casos se llegó a algún acuerdo entre concesionarios y avasalladores. Las demás concesiones ocupadas ilegalmente siguen siendo explotadas por los avasalladores.

Todos estos actos de evidente ilegalidad parecen ser ignorados por las altas autoridades del Gobierno. A pesar de tratarse de empresas legalmente instaladas y que trabajan con el respaldo de concesiones certificadas por las altas autoridades del área de acuerdo con las leyes vigentes, este tipo de avasallamientos parecen gozar de la más alta impunidad. No se trata de ocupaciones de terrenos vírgenes. Estos grupos delictivos esperan que las empresas realicen sus estudios de exploración y todos los pasos previos de explotación minera, etapas que requieren una alta inversión, para recordar que esas empresas están explotando terrenos que ellos ?han heredado de sus ancestros?.

Es en este punto donde las autoridades parecen ignorar que estos avasallamientos no sólo causan un daño irreparable a los inversores, sus efectos también golpean a cientos de trabajadores mineros que, pese a la gran experiencia que cargan, ven limitadas las pocas fuentes de trabajo que se disponen en el área. Pero los daños no se restringen a estos grupos sociales, también recordemos que todo el producto del trabajo ?o gran parte de él? de los avasalladores es comercializado en el mercado negro de minerales, ergo, el Estado pierde ingentes ingresos por concepto de impuestos.

Urge, pues, que el supremo Gobierno tome medidas en torno a estas ocupaciones delincuenciales que dañan no sólo la economía de los inversores y trabajadores mineros, también la del Estado.

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El Diario: Clausura de EMAPA

Los sectores sociales de las ciudades del país al padecer en carne propia los agudos efectos de la escasez de alimentos, en particular de azúcar, han percibido que el origen del mal se encuentra, en gran medida, en el intento “socialista” de monopolizar la distribución de varios productos y por esa causa han demandado enérgicamente la clausura de la dependencia oficial llamada EMAPA y con ese motivo han realizado paros y movilizaciones en todo el país.

Es sabido que todo sistema económico está formado por varios “engranajes” principales y muchos secundarios, todos los cuales se mueven, como los finos mecanismos de un reloj, en forma coordinada e interrelacionada. Esa es una perogrullada (ninguna pieza gira a capricho o en sentido contrario a las otras). Empero, si en esa máquina uno de los grandes engranajes gira en sentido contrario al orden del conjunto de partes, lógicamente el aparato empezará a dar mal la hora, fallar, finalmente estallar en mil pedazos y… ¡adiós, amigos!

Efectivamente, eso está sucediendo y ocurrirá con mayor intensidad con EMAPA, pues se constata que esta empresa estatal (que es un engranaje de la máquina de la economía), se ha puesto a girar en dirección contraria a todas las otras partes y ese movimiento anárquico está produciendo una descomposición general que, lógicamente, ha producido el enérgico rechazo de los más variados sectores de la población.

Está por demás recordar que cada sistema económico se rige por el funcionamiento de sus partes principales. Esas partes son la producción, la distribución, el cambio y el consumo, y que como un todo está sujeto a sus propias leyes. Todas sus partes giran al unísono y, finalmente, mueven todo el aparato en una sola dirección. En efecto, el factor de la producción mueve otros factores con las mismas características o, haciendo una comparación, una forma de producción determinada tendrá obligadamente la distribución, el cambio y el consumo de la misma clase. En ese sentido, cambiar de orientación la rotación del “engranaje” de la Distribución, provocará que las otras partes del sistema dejen de funcionar o alteren el funcionamiento de los otros “engranajes”. Y eso es lo que efectivamente sucede con EMAPA.

La existencia y actividad de esa dependencia estatal ha traído consigo un desorden general en la economía actual del país y, por lógica elemental, se ha producido el rechazo enérgico y unánime de la población que, al ver un atentado contra “el orden establecido”, se ha visto afectada en su actividad y de inmediato ha exigido clamorosamente la clausura de esa oficina y, por tanto, que permita funcionar sin dificultad el sistema económico actual del país.

La exigencia popular de cerrar EMAPA no es una demanda caprichosa. Por el contrario, constituye un pedido lógico para mantener en funcionamiento la economía actual del país; confirmar que esa dependencia de extraño funcionamiento no es necesaria y está destinada a ser eliminada. De esa forma se deberá retornar a que el gran “engranaje” de la Distribución gire en el mismo sentido que los otros “engranajes” y así todo el sistema económico se mueva en una sola dirección. Es por esos aspectos de pura economía y que nada tienen de políticos, que se hace necesaria la clausura de esa dependencia y permitir que todas las otras partes del actual sistema económico del país se muevan como corresponde.

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El Mundo: Record

Los tiempos en que nuestras autoridades ser esforzaban por llevar el país al terreno de las exportaciones, no solo con hidrocarburos y minerales sino con soya, azúcar y otros productos de exportación no tradicionales, parecen haber pasado a la historia. Los indicadores económicos nos hacen saber que el país ha superado los índices de importaciones con relación a la gestión anterior, cosa que bien tendría que hacernos avergonzar por lo que significa para el desarrollo de la política económica nacional.

Se trata de un nuevo record que sumamos a la lista de pocos, pero significativos logros negativos que obtenemos y que al parecer nos esmeramos para mantener a como dé lugar.

Otro de los indicadores que muchas veces ha sido preocupante y que las autoridades lo han atribuido a las políticas neoliberales, es el de la corrupción y que ahora parece haber superado a los datos precedentes, en efecto no se había indicado antes que la especulación y el agio se manejaban desde el domicilio de parlamentarios y ex ministros, parece que en ese aspecto los neoliberales tenían la prudencia de utilizar algunos palos blancos a fin de no lastimar el prestigio de la familia.

Vale la pena mencionar en este caso las denuncias que se han realizado con relación a un partido de prueba de la selección nacional de fútbol ya que de estar involucrados directamente en ese negocio, podríamos también sumarlo a la lista que no nos hace ningún favor, todo lo contrario.

En estas situaciones no podríamos prescindir de algunos datos que se han convertido en un motivo de orgullo para el Gobierno y que debería ser tratado con mayor seriedad, el Presidente del Estado Plurinacional ha mostrado su preocupación por el tema, el hecho nos parece muy interesante; sin embargo, no es suficiente con preocuparse sino que también tomar alguna medida que trate de revertir una situación que hace que nuestro país sea conocido en todo el mundo y preocupa también a todos esos gobiernos que brindan su atención al boliviano por los arranque de folclore de sus dirigentes.

Nos referimos al crecimiento de las áreas cultivadas de coca que cada vez es mayor y cuyo destino no puede ser atribuido al crecimiento de la masticación, ya que inclusive los originarios que deciden llegar a las principales ciudades para dedicarse a algún negocio, optan por dejar de lado o por lo menos disminuir sus costumbres tradicionales y/o religiosas, limitándolas a horarios en que sus actividad no sea tan evidente. Tampoco podemos contar entre ellos a los originarios del oriente ya que ellos no tienen esa práctica dentro de su cultura.

En este aspecto, inclusive los mecanismos de control foráneos que antes aseguraban que tenían entre sus tareas la regulación de los cultivos y que fueron echados del país por conspirar contra el gobierno, se dan el lujo de descetificarnos, precisamente por los altos índices de exportación de la hoja y sus derivados y que lamentablemente no pueden ser tomados en cuenta en los indicadores de la macroeconomía, porque se realiza con todas aquellas avionetas que periódicamente caen en los lugares próximos a las carreteras y que el Presidente ha llamado en algún momento zancudos, y eso que no somos productores de Bayón.

Se han mencionado en varias oportunidades las cualidades de las autoridades encargadas de la planificación económica y que al parecer se resisten a mostrar sus habilidades en momentos en que su aporte podría ser determinante para salir del subdesarrollo como otros países socialistas tomando, el ejemplo de algunos países vecinos que siguen la misma línea ideológica, el ejemplo más interesante de que se puede sin traicionar los ideales resulta la China comunista que acaba de escalar a la segunda posición en el mundo del desarrollo, relegando al Japón.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Distorsiones institucionales

El desarrollo de la causa sobre la mafia de los medicamentos es escenario de graves distorsiones institucionales. La causa se inició a partir de la comprobación de una asociación entre sindicalistas y laboratorios para cometer ilícitos con medicamentos dedicados a obras sociales, lo cual tenía lugar por la falta o la deficiencia de control del Gobierno Nacional. Precisamente, la Justicia acaba de procesar a Héctor Capaccioli, que fuera superintendente del Servicio de Salud y recaudador de la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner.

Como parte del desarrollo de la causa, en la cual se investigan decenas de obras sociales, el juez federal Norberto Oyarbide detuvo a Gerónimo Venegas, titular del sindicato de trabajadores rurales. La medida sorprendió porque otros investigados y aún procesados mantienen su libertad y porque Venegas forma parte del Justicialismo opositor, lo cual generó sospechas de que la medida había tenido motivaciones políticas.

Ante el hecho, la CGT, dirigida por el oficialista Hugo Moyano, emitió un duro documento criticando al juez, al tiempo que el sindicato de trabajadores rurales lanzó una serie de movilizaciones y desde diferentes ámbitos del sindicalismo se plantearon quejas y hasta veladas amenazas de represalias, en una clara reacción corporativa en defensa de los intereses de la cúpula sindical.

Cabe recordar que la investigación judicial en curso apunta a esclarecer e investigar la comisión de delitos que afectan a los trabajadores y que, por lo tanto, cualquier representante de los mismos debería promover ese trabajo.

Finalmente, el juez Oyarbide decidió excarcelar a Venegas, respondiendo ya sea a la presión sindical o, como se sospecha, a pedidos de círculos oficialistas preocupados por las consecuencias que podría tener el malestar sindical.

Se ha expuesto, por lo tanto, el escenario de presiones corporativas y políticas que comprometen el buen funcionamiento de la Justicia y, en la causa que se trata en particular, de la defensa de los intereses de trabajadores y del fisco.

El desarrollo de la causa por la mafia de los medicamentos es escenario de graves distorsiones institucionales, como las sospechas sobre la actuación de jueces y las presiones sindicales.

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