Fuerzas Armadas bloquean una investigación civil sobre muerte de subteniente Poma

Denuncia. Tras la muerte del subteniente Gróver Poma (26), que fue golpeado en la Escuela de Cóndores de Sanandita, los militares no dejan declarar a nueve citados por la Fiscalía. Rolando Villena| Defensor del pueblo: «Se buscará un amparo si obstruyen el caso Poma»

image Visita. El martes, el Comandante Iván Inchauste (der.) recibió a Aurora Ureña, madre del subteniente Jorge Castro



Roberto Navia. Sanandita, El Deber

Fuerzas Armadas bloquean una investigación civil

La Escuela de Cóndores de Bolivia es una caja fuerte y el Ministerio Público no tiene, por ahora, la clave para abrirla. Esa institución quiere investigar por dentro para saber lo que ocurrió con el subteniente Gróver Poma, que fue sacado de ese centro de adiestramiento militar el lunes 7 para ser llevado a una clínica de Yacuiba y luego traído a Santa Cruz, donde murió, dos días después.

La autopsia legal dice que Poma, paceño y de 26 años, falleció de traumatismo encefalocraneano grave, fractura de base de cráneo, edema cerebral y hematoma producto de un traumatismo. Lo que no está esclarecido es quién o quiénes provocaron esos daños en el cuerpo del militar, y por eso el Ministerio Público de Yacuiba, por orden expresa de la Fiscalía General, inició las primeras diligencias investigativas.

Pero la Fiscalía se ha topado con una ‘pared’ que le impide avanzar en el proceso.  El Comando General del Ejército ha informado de que, en cumplimiento a normas y reglamentos en vigencia, se ha ordenado la inmediata instauración de un sumario informativo militar, con la finalidad de establecer las causales del hecho, cuyos resultados se harán conocer oportunamente.

El cabo Marcial Martínez, de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de Yacuiba (Felcc), se hizo presente el martes 15 en Sanandita, a 57 km de Yacuiba (donde se encuentra el centro de instrucción), para citar a nueve miembros de la Escuela de Cóndores para que se apersonen a declarar en Yacuiba. En la lista figuraban el comandante Iván Inchauste, además de un médico, un chofer de ambulancia, un encargado de utilería, tres alumnos y un enfermero. El director de la Felcc de Yacuiba, Román Ameller, informó de que Inchauste hizo conocer su predisposición de cooperar, pero que se excusaba de asistir a declarar mientras no concluya el sumario, que se encuentra en curso y que puede finalizar el martes.

El defensor del Pueblo de Yacuiba, Andrés Tablada, también estuvo presente el martes y pidió tomar declaraciones a tres testigos clave del hecho. El comandante Inchauste lo invitó a que retorne el miércoles, pero cuando regresó no lo dejaron conversar con los testigos bajo excusa de que primero debe concluir la investigación militar.

El Defensor del Pueblo a escala nacional, Rolando Villena, conocedor de lo ocurrido, viajó hasta Sanandita el pasado viernes para exigir ingresar en la Escuela de Cóndores. “Me costó mucho hacer entender a los militares que en democracia está garantizado el derecho a la información y a la investigación”, enfatizó.

Villena hizo respetar su autoridad y consiguió proceder a la toma de declaraciones de personas clave en la muerte del subteniente Poma.

Pero el Defensor del Pueblo no está satisfecho. Lamenta que la Escuela de Cóndores se haya cerrado a la Fiscalía, que hizo citaciones para que vayan a declarar. Dijo que una negativa puede entenderse como un obstáculo a las investigaciones y que si ello continúa no descarta presentar un amparo constitucional.

El coronel Alfredo Vega, asesor jurídico de la Tercera División, el miércoles dijo a EL DEBER que el Comando General del Ejército sacó un comunicado mediante el cual informa sobre la instauración de un sumario informativo. Por su parte, el comandante de la Escuela de Cóndores, Iván Inchauste, indicó que no tiene autorización  para hablar con la prensa.

Erik Quiroga, fue hasta hace dos días fiscal en el caso Poma. El miércoles señaló que se estaba siguiendo una investigación de oficio y que “es un deber de toda autoridad, incluyendo un militar, cooperar con la justicia”. Ahora, el proceso lo sigue Narda Dorado, con quien EL DEBER no pudo establecer contacto.

Gróver Poma Guanto era uno de los alumnos que el lunes 7 de febrero cumplían su segunda semana de instrucción en la Escuela de Cóndores, que es considerada la meca de especialización de las FFAA.  

De acuerdo con el informe oficial del Comando General de Ejército, Poma sufrió una lesión traumática craneal durante el desarrollo de la materia Combate cuerpo a cuerpo, en el cumplimiento del programa de instrucción del curso Cóndor. 

Pero hay otras versiones. El subteniente Gonzalo Castro Ureña es uno de los hombres en los que el Ministerio Público ha puesto sus ojos para investigarlo. Él fue llamado a declarar porque figura como el que se enfrentó cuerpo a cuerpo al militar Poma.

En una declaración que tomó la Defensoría del Pueblo de Yacuiba el 10 de febrero, el militar narró que los alumnos, a las 17:00, se colocaron en círculo y él se ofreció como voluntario para boxear, y luego solicitó a su camarada Poma para pelear, porque así lo habían acordado la noche antes.

“Una vez en el campo de instrucción nos colocaron los implementos de seguridad en la cabeza y boca, y guantes en las manos. Después de sonar la campana, él me dio dos golpes y consecuentemente lo seguí, hasta que cayó al suelo. También puedo decir que los instructores que estaban alrededor nos golpeaban a ambos, a él por no pelear y a mi persona porque pegaba suave. Se paró la pelea cuando él empezó a sangrar. Llamaron al sanitario que estaba presente”. 

Un día antes del suceso, Poma estuvo conversando con su padre, Andrés, en Yacuiba. “Mi hijo estaba disfrutando su día libre. Se encontraba sano”, dijo desde La Paz, donde exige que sea la justicia ordinaria la que investigue quién causó la muerte de su ser querido. 

Aurora Ureña, la madre del subteniente Jorge Castro, el que peleó con Poma, viajó de Cochabamba a Sanandita. Llegó  la mañana del martes, pero recién pudo hablar con su hijo a las 18:00. “Él me contó que noqueó a su contrincante y que luego, como ya no quiso seguir peleando, los instructores empezaron a golpearlos a los dos para que sigan”.

Sanandita, tierra controlada por militares

Antes de llegar a la Escuela de Cóndores de Bolivia hay que pasar por Sanandita, un núcleo urbano de una sola calle de dos vías que mide aproximadamente 300 metros de largo.

Pero para ingresar a Sanandita hay que explicar a cinco soldados que custodian la entrada (un arco de tres metros de alto) el motivo por el cual se quiere poner los pies en esa población, ubicada a 57 km de Yacuiba, en el departamento de Tarija.

Cuando los uniformados se percatan que alguien extraño a la zona está arribando, se ponen en apronte y piden explicaciones: ¿a qué ha venido?, ¿a quién va a visitar? Si el visitante dice que viene a saludar a algún vecino del pueblo, preguntan, ¿qué se llama su amigo o amiga?, ¿hasta cuándo se queda? Si las intenciones son pasar hasta el centro militar, la situación se complica. Uno de los soldados llama a través de su celular a un superior que se encuentra en el cuartel y, si la respuesta es positiva, registran el nombre, el número de carné y la profesión del visitante.

Esa rutina se repetirá en las puertas de la Escuela Militar. Todo ese trámite demora por lo menos 40 minutos. Las cosas eran diferentes antes de que en el cuartel se lamentase de muerte al subteniente Gróver Poma la tarde del 7 de febrero.

Así lo recuerda Perfecta Soliz, la abogada del Defensor del Pueblo de Yacuiba, que el 10 y 15 del presente estuvo en lugar para indagar sobre lo ocurrido. “Antes se ingresaba con total libertad al pueblo y cuando uno quería seguir al centro de entrenamiento recién había que someterse a los controles”, dijo Soliz. 

Para el defensor del Pueblo de Yacuiba, Andrés Tablada, por lo general un pueblo es tomado por militares cuando se dicta una medida de excepción, como ser un estado de sitio. Pero hay un dato que se debe tomar en cuenta, dice Teresa, esposa de un militar que presta sus servicios en la Escuela de Cóndores: “Aquí en el pueblo también viven uniformados”.

Pero para Tablada, por más que en la pequeña urbe vivan militares entre medio de civiles, eso no convierte a Sanandita en un campamento castrense. Hasta antes de 1980, cuando fue creada la escuela de adiestramiento militar, Sanandita era una comunidad donde sus moradores estaban relacionados directamente con YPFB.

Pero la industria petrolera sufrió su crisis y muchos vendieron sus casas a los militares. Ahora, según estimaciones de los habitantes, existen unas 300 viviendas, de las cuales, por lo menos 100 pertenecen a los subordinados. 

El control militar ha generado posiciones encontradas. Hay vecinos que se sienten incómodos. “Ésta no es tierra de militares”, dicen unos, y otros no esconden su orgullo. “Yo admiro a esos rambos bolivianos”.

   La historia de la escuela de cóndores    

– La Escuela de Cóndores Bolivianos se encuentra ubicada en la localidad de Sanandita, provincia Gran Chaco de Tarija, en el sur de Bolivia.

– Sanandita, hasta los años 70 del siglo pasado, fue el centro petrolero más importante del país.  

– El 12 de octubre de 1980, el Comandante General del Ejército y Capitán General de las Fuerzas Armadas de la Nación, Gral. Ejército Luis García Meza Tejada, ordenó la creación y funcionamiento del Centro Especial de Formación de Oficiales y Clases Comando.  

– La Escuela de Cóndores  Bolivianos inició sus actividades oficialmente el 16 de marzo de 1981 con la promoción de subtenientes egresados del Colegio Militar del Ejército en 1980.

– La escuela tiene una extensión de 14.000 hectáreas. La Escuela de Cóndores es uno de los institutos más exigentes de las FFAA en los aspectos físico y mental. Entrena a oficiales y sargentos de Bolivia y del exterior en los cursos Cóndor y Satinador.  

– En los 30 años de funcionamiento continuo se graduaron 50 promociones de estudiantes.

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A pie. En Sanandita, una vista general de su única y principal calle de dos vías

 Testimonios   

Iván Inchauste

Comandante Esconbol

“Fue un accidente fortuito durante una instrucción. Jorge Gonzalo Castro Uraña (26) solicita combatir con Gróver Poma, aduciendo su negligencia. Una vez que comenzó la pelea le brincó a golpes. Lo único que hizo Poma fue protegerse. Posteriormente el oficial de semana se dio cuenta de que el soldado cóndor estaba escupiendo sangre. Él indicó que tenía dolor de cabeza…”

Jorge Castro

Conscripto testigo

“Fui el primer voluntario para el combate cuerpo a cuerpo. Solicité al camarada Poma, ya que por la noche acordamos al respecto. Desde hace aproximadamente cinco años que nos conocíamos. Al sonar la campana, mi camarada me dio dos golpes y lo seguí, hasta que cayó al suelo dos veces. Los instructores que estaban alrededor nos golpeaban a ambos: al uno por no pelear y a mí porque le pegaba suave…”

Franz Sánchez

Médico de Sanandita

“Aproximadamente a las 19:00 recibo la llamada del sanitario. Me pide ambulancia para trasladar a un alumno que estaba vomitando. Inmediatamente procedo a revisarlo. Tenía una lesión a nivel frontal  y nasal. Me percate de que en las pupilas hubo una anisocoria (manifestación de daño cerebral). Determinamos la transferencia inmediata a Yacuiba. Él estaba desorientado…”

Franz garcía

Instructor Esconbol

“Cuando tocó la campana comenzó a golpear el 86 B (J. Castro) y el 74 A (G. Poma) no respondió con golpes, sólo se protegió. Mi persona paró la pelea porque se encontraba sangrando; posteriormente se vino a presentar hacia mí y estaba normal. La nariz le sangraba. El subteniente Poma, luego de ser atendido, pasó a su formación para las palabras finales…”

Fuente: Defensoría del Pueblo

Poma y Castro eran amigos y músicos

Gróver Poma y Jorge Castro no eran desconocidos. En los cinco años de Colegio Militar forjaron una amistad fundada en la música. Dicha alianza terminó de forma trágica el 7 de febrero. Poma fue aceptado en el Colegio Militar de La Paz después de haber intentado ingresar durante cuatro veces consecutivas. Cuando su sueño ya estaba enterrado, se le abrió una luz de esperanza. 

Él se había convertido en el trompetista de un mariachi y  fue a tocar a la casa de un sargento del Ejército. Ahí, Poma le comentó que lo suyo no era morir de músico, sino vestir el uniforme militar. El sargento le dio una mano y le abrió camino entre la tropa. A Poma le fue tan bien que cinco años después ya se había graduado y estaba iniciando el curso de adiestramiento en la escuela de Cóndores.

A dos semanas de haberse internado en Sanandita participó de un combate cuerpo a cuerpo, fue noqueado y murió por traumastimo encefalocraneado grave, entre otros motivos revelados por la autopsia.

Su padre, Andrés Poma, lo recuerda como un muchacho que empezaba a cosechar en la vida el sacrificio que sembró en su niñez y adolescencia. 

“Mi hijo estudió en el Colegio Don Bosco. Después, ya en grande, cada vez que era rechazado en el Colegio Militar derramaba lágrimas. Decía que ahí había mafia y marginación. La música era su refugio. Fue la música la que al final le abrió las puertas para hacer realidad su sueño”, cuenta el hombre, que desde La Paz pide justicia.

Pero la música fue lo que también sello la amistad entre Poma y Jorge Castro, el subteniente con el que se enfrentó  el 7 de febrero en el curso de boxeo de la Escuela de Cóndores. 

Así lo asegura Aurora Ureña, la madre de Castro, que dice que el militar fallecido y su hijo eran amigos desde hacía cinco años y que la música los unió. “Poma era trompetista y mi hijo también tocaba instrumentos de viento. Fueron compañeros en el Colegio Militar y juntos vinieron a este curso”, cuenta la mujer, que ha llegado de Cochabamba a Sanandita. Ella dice que su hijo no es un iracundo, que se ha sacrificado para convertirse en militar y que hubo una época en la que se ganaba la vida tocando en los restaurantes. 

El padre de Poma también dice que su hijo era un muchacho humilde que no le gustaba la violencia, que sólo quería hacer realidad su sueño de vestir la bota militar.

Los perros, bajo cuidado

Osito era un perro amarillo que desapareció de una de las casas de Sanandita la mañana de hace ocho años. Su dueña lo buscó primero entre sus vecinos y salió a recorrer la única calle del pueblo.  Después, un soldado amigo suyo le confesó que a su mascota la habían utilizado en las prácticas de combate que ejecutaban en el curso de satinadores de la Escuela de Cóndores.

Desde entonces, esta mujer  evita que la perra que ahora tiene salga sin la presencia de ella o de uno de sus hijos.  La denuncia de que en la escuela de Cóndores mataban perros en sus prácticas de guerra también llegó hasta Yacuiba, distante 57 km del centro de entrenamiento militar. “Mariana recuerda que hasta hace cinco años los caimanes (camiones militares) recorrían las calles en busca de perros vagabundos. En la Escuela de Cóndores no se pudo conocer una versión oficial.

Un subteniente dijo que en la escuela hay pocos canes y apuntó a uno que caminaba por el patio buscando una sombra agradable.

   Perfil   

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Gróver  Poma Guante

Nació en La Paz, hace 26 años. Estudio en el Colegio Don Bosco y en el Colegio Militar. Murió a las dos semanas de llegar a Sanandita

   Día de cóndor   

– La jornada se inicia entre las 4:00 y las 5:00, con ejercicios de calentamiento y para fortalecer los miembros inferiores y superiores.

– El tiempo para tomar el desayuno y bañarse nunca excede una hora. A las 9.30 se dirigen a los campos de entrenamiento. En la selva y el desierto chaqueño aprenden técnicas para atacar y contrarrestar al enemigo.

– El cansancio es una palabra que no está en su vocabulario. Pueden recorrer cientos de metros en posición de combate –piernas y brazos al ras del suelo. Un cóndor controla sus movimientos de tal forma que no es detectado por sus adversarios.

– No hay un tiempo determinado para que una misión concluya. El entrenamiento puede extenderse por más de 20 horas continuas en un solo día. El sueño no los vence. Atentos, esperan el momento oportuno para conseguir la victoria en un operativo.

– Se sabe que los mejores oficiales del Ejército boliviano recibieron instrucción tanto en el curso Cóndor como en el Satinador.

Fuente: Armadas Sudamericanas

  DD HH   

– El Ministerio de Defensa cuenta con una dirección de derechos humanos e Interculturalidad, que fue creada en2009.

– Coordina actividades de capacitación y tratamiento de los casos de DDHH  con órganos del Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Defensor del Pueblo, Asamblea Permanente de DDHH y el Alto Comisionado para los DDHH.

– Está en vigencia la directiva 01/08, que prohíbe expresamente al personal militar dar tratos crueles, vejámenes inhumanos, humillantes y degradantes que atenten a la integridad corporal y psicológica de cualquier persona.

– También existen oficinas de Derechos Humanos en las Fuerzas Armadas, tales como la Dirección de DDHH y oficinas de esta rama en las grandes y pequeñas unidades (a cargo del Segundo Comandante)

– Estas instancias velan por el respeto a las personas, reciben denuncias directas de forma verbal o escrita de los soldados

– Se han instalado buzones de DDHH en todos los cuarteles, donde se reciben denuncias que tras ser confirmadas se eleva informe al Comandante de la Unidad.

Fuente: Ministerio de Defensa

Rolando Villena| Defensor del pueblo: «Se buscará un amparo si obstruyen el caso Poma»

Se compromete a esclarecer las circunstancias en las que Grover Poma Guanto (26) fue herido de muerte en la Escuela de Cóndores. Cuestiona la obstrucción de las investigaciones de la justicia ordinaria y de la defensoría. Afirma que las FFAA deben construir una nueva visión de respeto a la vida.

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Ruy G. D’Alencar., El Deber

Al interior de los cuarteles del país se sigue abusando de la fuerza. Con esa convicción se trasladó hasta Yacuiba el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, para investigar en persona cuáles fueron las circunstancias en las que se hirió de muerte al subteniente Grover Beto Poma Guanto (26) en la Escuela de Cóndores.

  A nueve meses de su gestión al mando de la defensoría, Villena explicó sobre algunos de los desafíos que deben superarse para hacer prevalecer los derechos humanos  (DDHH)dentro de la FFAA.

  – Otra vez los excesos en centros de adiestramiento militar hacen noticia. ¿Qué se está haciendo para evitar más casos como el del subteniente Grover Poma?

– Es preocupación nuestra el uso de la fuerza en la profesionalización de los militares. Todavía se da instrucción con criterios que no están dentro de la normativa y de los DDHH. Estamos muy preocupados y por eso hemos tenido reuniones con el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, para tratar el tema. 

– ¿Qué información conoce sobre las causas de la muerte de Poma?

– Todavía no conocemos la información que maneja la Fiscalía. Solamente tenemos el informe del médico forense de Santa Cruz y el de Cossmil, que son muy importantes. Eso hace que la fiscal de ese Distrito, Arminda Méndez, tenga que elevar también su propio informe del deceso.   

– Un equipo de prensa nuestro visitó Sanandita y verificó que desde la Escuela de Cóndores se desplegaron efectivos militares en el pueblo y que se está controlando el ingreso y salida de allí. Hay restricciones para el ingreso de funcionarios del Ministerio Público y de la Defensoría, ¿qué dice al respecto?

– Esa es la información que me han proporcionado desde allá. Precisamente nosotros nos trasladamos a Tarija para verificar que eso está ocurriendo.

– ¿Se está dificultando la investigación? ¿Cómo procederá usted?

– Ese es un tema que habíamos tocado con el ministro de Defensa y evidentemente se debe cambiar. Hay una cerrazón que preocupa mucho. No puede haber esa conducta porque choca con normas de convivencia democrática, más todavía si se considera la nueva Constitución.

  – ¿Cuál es el estado de la investigación que inició la Defensoría?

– Estamos en eso. Por eso se ha visitado el lugar. Sin duda, no debería  haber ninguna dificultad para seguir con la investigación.

– La Fiscalía citó a declarar a nueve personas que trabajan en la Escuela de Cóndores a raíz del incidente, pero las FFAA no lo han permitido, según informaron agentes de la Felcc…

– ¡Ah, eso es grave! Eso es gravísimo. En un Estado de Derecho este tipo de obstrucción de la justicia debe superarse.  Eso es inadmisible. Están fallando los códigos de comunicación entre las FFAA y la sociedad civil, pero todos somos parte del mismo Estado. No hay otras leyes superiores a la CPE. En consecuencia, las competencias de los fiscales para hacer su trabajo no tienen que tener obstáculo.

– Al corroborar la obstaculización de las dos investigaciones del caso Poma, ¿qué cartas tomará en el asunto?

– Si se obstruye el caso, consideramos que lo inmediato sería presentar un amparo constitucional. Pero primero vamos a hablar con las autoridades y a base de eso tomaremos una acción inmediata.

– ¿Cree que la justicia militar obstruye la administración de justicia universal?

– En este momento pareciera que sí. Ahora, la compatibilización del fuero militar con la justicia ordinaria es todo un proceso. Ellos no pueden actuar con otra Corte de Justicia paralela a la que juzga a todos. Los militares también deben sujetarse a la justicia ordinaria, definitivamente. Pero esto es parte de todo un proceso de reflexión, de abordar el tema incluso con los mismos militares. En esa línea yo siempre señalo que tenemos que construir una visión de Estado Plurinacional y una nueva concepción de respeto a la vida. Nuestra constitución dice que somos un país pacifista, eso es fundamental.

  – ¿Qué garantías ofrece usted a esta familia de que se va a aclarar esta muerte?

  – Nosotros damos todas las garantías de que así será. Hemos hablado del tema con los progenitores del subteniente Poma. Ellos estuvieron en mi despacho pidiéndome que haga las gestiones correspondientes. Como Defensoría vamos a ser muy claros y contundentes con esto, porque quien debe garantizar el esclarecimiento de una muerte es el mismo Estado y todos sus poderes. Yo creo que la explicación obedece a un tema interno. Hay una cadena de mando en las FFAA y, necesariamente, para cualquier acción tiene que haber una instrucción del Alto Mando Militar.

– ¿Quién debe ayudar a resolver la obstaculización de las investigaciones?

– Tocamos el tema con el ministro de Defensa y hemos coincidido en que esto amerita un diálogo franco y directo con el Alto Mando Militar. Ninguna investigación de la justicia tendría que tener obstáculos, especialmente si se trata de la Fiscalía o la Defensoría del Pueblo. Este tema ya lo tocamos el año pasado (cuando se difundieron imágenes de conscriptos torturados en un regimiento de Challapata), pero a raíz del caso Poma es justo y necesario retomarlo.

– ¿Conversó con autoridades nacionales para buscar esclarecer el caso Poma?

– Hemos conversado ya. He hecho llegar primero unas notas y he conversado sobre todo con el ministro Saavedra. Él sabe que estoy en Tarija para seguir de cerca el proceso. De cualquier manera esto ya es de conocimiento de ellos.

– ¿Usted se compromete a ayudar a resolver este caso?

– Desde luego, me comprometo. Estamos interesados en que se establezca la verdad con nuestro informe y el de otras instancias. Todos tenemos que ayudar a esclarecer esta muerte, eso es seguro.

   Perfil  

Crítico de las FFAA

Nació el 23 de julio de 1947 en Potosí, pero vive en La Paz. Es teólogo de profesión, obispo de la Iglesia Evangélica Metodista en Bolivia. Fue presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb). Es el tercer Defensor del Pueblo en la historia de Bolivia. Sus nueve meses en el cargo lo han hecho crítico de la violación de DDHH en las FFAA y en la Policía.