“La crisis alimentaria ha hecho que el Gobierno se abra al diálogo”

Avance. Los empresarios privados creen que aún no hay un clima favorable ni reglas claras para la inversión. El Presidente de los empresarios calificó de “positivo” el intercambio de ideas con el Ejecutivo

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De izquierda a derecha: Javier Viscarra, editor de opinión; Alberto Bonadona, editor de economía; Daniel Sánchez, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, y Raúl Peñaranda, director de Página Siete.



Página Siete

La quinta edición del “Desayuno de Trabajo” de Página Siete está destinada a conocer la posición de la empresa privada boliviana respecto a la crisis que vive el país, como resultado de la elevación de los precios de artículos de consumo masivo, la falta de inversiones y las demandas por leyes económicas claras.

Para abordar esta compleja temática nuestro invitado, Daniel Sánchez, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, formuló importantes revelaciones.

Raúl Peñaranda.- La relación entre el Gobierno de Evo Moralesy los empresarios ha tenido vaivenes, momentos de mayor tensión etc., pero parece que las cosas están mejor. ¿Cómo ha sido y cómo está actualmente esta relación ?

Ha sido una relación casi inexistente durante estos cinco años de Gobierno.

Se intentó tender puentes, tratar de generar alianzas estratégicas por el tema productivo, pero fue difícil. La atención del Gobierno se concentró más en objetivos políticos que económicos. Sin embargo, la instrucción de los gremios empresariales era evitar una relación de confrontación con el Gobierno e insistir en el camino del diálogo y el entendimiento.

De pronto, esta crisis alimentaria y el escaso crecimiento económico han permitido que se pueda abrir un espacio para el diálogo sobre los temas que nos preocupan, las nuevas leyes económicas, la crisis alimentaria, también el riesgo de una crisis energética y, ante todo, la necesidad de promover las inversiones para reactivar la producción.

Javier Viscarra.- Usted menciona que han sido cinco años de una casi inexistente relación con el Gobierno. Sin embargo, ahora que se ha producido un reencuentro, ¿cuál es la expectativa de la Confederación de Empresarios Privados?

Tenemos una expectativa positiva. Las últimas reuniones han sido satisfactorias. Han participado sectores muy importantes, banca, minería, exportadores y electricidad, que son sectores que están bastante agobiados justamente por los códigos y leyes que están faltando: minería, laboral, electricidad y bancos. Hemos planteado una agenda económica de cinco puntos: impulso a la producción y las inversiones; seguridad alimentaria; seguridad energética; empleo y regulaciones laborales.

Esta agenda ha sido bien recibida y es el marco dentro del cual deben realizarse una serie de reuniones de trabajo para llegar a resultados concretos. El presidente Morales ha aceptado la conformación de un consejo consultivo para coordinar y hacer seguimiento a esta agenda. Esperamos que este consejo tenga un funcionamiento efectivo y sea el mecanismo que nos permita mantener un diálogo permanente e institucionalizado.

Raúl Peñaranda.- Tengo la impresión de que la mala relación entre Gobierno y empresarios es sólo retórica. La nueva Ley de Pensiones, por ejemplo, mantiene el espíritu de los aportes individuales y es en esencia la misma que la aprobada en los años 90. ¿O podemos encontrar casos concretos en los que el Gobierno ha perjudicado a la empresa privada, excepto en el control del precio del azúcar?

La Ley de Pensiones tuvo una larga discusión y, de pronto, el Gobierno en una señal proteccionista puede afectar los flujos de las empresas. Eso es algo que se va a ver en mediano plazo. Pero también hubo algunos decretos que han generado incertidumbre, como el de los incrementos salariales, por ejemplo.

Raúl Peñaranda.- Pero en general, la economía ha tenido una bonanza en estos años producto del precio de los minerales que siguen altos, el precio del gas, etc., y la banca es una demostración, tiene una liquidez enorme. ¿Cómo se ve esta situación y esa supuesta bonanza?

No nos olvidemos que en cinco años no hubo grandes bloqueos carreteros; hubo una relativa paz social.

Es verdad, los empresarios ya no damos abasto para cubrir las necesidades internas. Entonces ¿por qué no pudimos haber planificado y coordinado entre todos este crecimiento y habernos convertido en una potencia exportadora, por ejemplo? Entonces la falta de planificación y coordinación ha hecho que no podamos crecer más. El clima de negocios y para las inversiones no es el adecuado. Hay más dinero en el país del que nosotros creemos pero no crecemos más del 4% anual, estamos anclados a esa cifra. Al final estamos 15 años tratando de salir del subdesarrollo, sin éxito.

Alberto Bonadona.- Pero hablabas de una necesidad de planificación, para aclarar este aspecto, no estás tú pidiendo una planificación central, por supuesto. ¿Qué se espera del Gobierno?

El crecimiento se mide en planificación, la confianza se mide planificando. El 50% de la economía es confianza y al no haber esa confianza lógicamente nadie planifica ni coordina. Y esa “planificación desordenada” actual es de ambas partes; la nuestra, porque estamos a la defensiva y la de ellos porque están a la ofensiva. No estamos planificando ni coordinando nada ni conjunta ni individualmente.

Javier Viscarra.- En esa visión de planificación dentro del libre mercado y la planificación estatal, la empresa privada propone empresas mixtas. ¿Son éstas realmente viables?

El concepto de empresa mixta no debería ser un tabú ni con este ni con otro Gobierno, pero tampoco hay una ley que te diga cómo va a funcionar una empresa mixta.

Por ejemplo, una empresa mixta para el proyecto de hidroelectricidad de Cachuela Esperanza requiere 2.000 millones de dólares. Nadie en Bolivia tiene ese dinero, entonces tienes que tener alianzas estratégicas con empresas extranjeras para hacerlo.

Javier Viscarra.- Normalmente cuando hay una empresa mixta, y el 50 % es del Estado y el 50% es privado, usualmente es el Estado el que toma la administración. ¿Hay confianza para que el aparato estatal lo haga?

Yo creo que está demostrado que el sector privado ha tenido siempre mejores resultados cuando administra. El problema es cuándo va a haber esa ley de empresas mixtas. Por ahora son puras buenas intenciones del Presidente; para que los empresarios puedan invertir. La cosa es cómo hacerlo si no hay una ley de empresas mixtas o un reglamento.

Alberto Bonadona.- ¿Qué es lo que esperan ustedes del Gobierno? ¿Algunos incentivos? ¿Esperarían alguna cooperación en mercados externos o nacionales?

En el tema de mercados sí hay una preocupación, el resultado de cualquier industria va a ser vender, si el mercado local consume todo lo que se produce, perfecto, pero sabemos que nuestro mercado nacional es bastante chico para poder generar emprendimientos mayores. Tiene que haber una política de mercados fuera del país que te permita encontrar clientes en el exterior.

Se necesita un gran esfuerzo del empresario pero también del Estado para generar esas relaciones con los países que son potenciales compradores.

Alberto Bonadona.- La banca ha ofrecido más de 4.000 millones de dólares pero no hay empresarios dispuestos a tomar parte de ese dinero. Aparte de las leyes que ustedes solicitan, ¿qué diría la empresa privada, cómo se podría tener mayores proyectos?

El clima de negocios es importante. No puede haber leyes muy duras contra la actividad privada y un buen clima a la vez. Y por lo pronto no hay ni las leyes duras ni el buen clima. No hay ese ambiente favorable para desarrollar, en este momento, nuevas inversiones y tomar créditos.

Raúl Peñaranda.- Varios factores traban el desarrollo boliviano y entre esos también pueden estar los empresarios. ¿No necesita la empresa privada boliviana ser más audaz, más emprendedora, invertir más?

Hay una mezcla de eso también. La gente ha estado demasiado desmotivada pese a que hay una gran ventana de oportunidades afuera, el tema de los precios sigue disparándose, en el tema de alimentos esto va a seguir incrementándose.

Qué es lo que deberíamos haber hecho, estar preparados para eso. Bueno pues, no hemos podido aprovechar ese crecimiento externo e interno en el tema de ingresos, precisamente por no planificar. Es culpa de todos.

Alberto Bonadona.- Sin embargo, cuando uno ve el aspecto regional se puede encontrar que Santa Cruz, por ejemplo, tiene un creciendo de más del 4%, y no así el occidente del país. ¿Significa que el peso de las leyes afecta más aquí o que en Santa Cruz hay otras condiciones?

Hay una particularidad, Santa Cruz se ha vuelto un polo de desarrollo importantísimo y eso nadie lo puede negar. El tema agroindustrial es impresionante en Santa Cruz y hay que apoyarlo en todo momento. En el occidente se mide la situación de otra manera, la cantidad de empleo formal en el occidente es mucho mayor que en oriente.

Pero también hay problemas estructurales. Mientras en otros países hay carreteras pensadas para 30 ó 50 años, nosotros estamos con una falla geológica en El Sillar que no la podemos resolver desde hace décadas. Si tuviéramos una buena carretera se generaría mucho más movimiento entre oriente y occidente.

Los empresario privados demandan la aprobación de leyes económicas

La Confederación de Empresario Privados, a nombre de sus afiliados, demanda al Gobierno la aprobación de las leyes económicas que aún están pendientes, según expresiones del presidente de esta institución, Daniel Sánchez, durante la entrevista con Página Siete.

“Se aguarda que salgan las leyes. Entre tanto hay una amenaza por parte de los movimientos sociales y de algunos sectores que se aprovechan que este vacío existe y se están tomando tierras. Se formulan comentarios que espantan a la inversión”, dijo Sánchez.

La norma más importante y que se espera con premura –según el líder empresarial– es la nueva ley laboral, pues ésta determinará el rumbo que tome el sector. “No se sabe cómo vamos a desarrollar nuestra trabajo, cómo contratar personal, si va a ser una norma muy proteccionista hacia el sector laboral, etc. Si las leyes económicas no salen, lo más probable es que la incertidumbre continúe y se sigan retrasando las inversiones locales y extranjeras”, manifestó.

“La ley laboral es la que te va a medir si tienes las espaldas o no de contratar más gente. Hoy tenemos mucha informalidad en el país, un claro ejemplo que en el registro de comercio hay más de 45.000 empresas registradas, pero en el registro de empleadores del Ministerio de Trabajo figuran sólo 9.000. Si las leyes son demasiado duras, cada vez va a haber más informalidad”, sostuvo el dirigente empresarial.

Sobre el encuentro con el presiente Evo Morales, realizado hace dos semanas, Daniel Sánchez expresó su confianza en la próxima emisión de estas leyes. “El Presidente, en la reunión, ha instruido que nosotros debemos participar en el debate de las leyes que se están tratando, sobre todo en el tema económico”.

Sobre la posibilidad de que las empresas acudan a los recursos de la banca, que ha puesto a disposición de la iniciativa privada créditos con tasas favorables, Sánchez sostuvo que “hay normas que son anteriores a este Gobierno, como las leyes de préstamos”, que en algunos casos dificultan el acceso a éstos.

“Mientras no tengas la posibilidad de saber qué terreno pisas, va a ser muy difícil que la gente acceda a esos créditos, sería suicida y la gente ha aprendido eso”, concluyó el presidente de los empresarios privados.

HOJA DE VIDA

Personaje Daniel Eduardo Sánchez Soliz, 41 años. Empresario con inversiones en rubros de industria, comercio, transporte y servicios petroleros.

Industria Director de la Cámara Nacional de Industrias desde 1994 a la fecha.

Internacional Presidente Pro Témpore del Consejo Consultivo Empresarial Andino (CCEA). Es miembro activo de esta organización desde 2007.

Representante Es representante titular de Bolivia ante la Asociación de Industriales Latinoamericanos, de 2007 a la fecha.