La Revolución del Jazmín llega a China

CHINA La Revolución del Jazmín, cuya extensión por el mundo islámico tambalea en las últimas semanas los cimientos de varios regímenes árabes, podría estar buscando su sitio también en el Extremo Oriente. Ayer, varios cientos de personas se congregaron en Pekín y Shanghái después de que una misteriosa web estadounidense, Boxun, convocara a la población china para «extender la Revolución del Jazmín» por todo el país. El conato de protestas congregó a un número indeterminado de manifestantes en las principales ciudades, pero fueron disueltos rápidamente por la Policía.

Según informaron la Prensa oficial y Boxun, las autoridades detuvieron a dos personas en la céntrica calle de Wangfujing en Pekín, la principal arteria comercial de la capital –situada a pocos centenares de metros de la plaza de Tiananmén, escenario de las trágicas protestas de 1989–. Se trata de un anciano que habría increpado a los agentes y de un joven que dejó una flor de jazmín junto a un restaurante de la cadena McDonalds en la citada calle, el establecimiento donde había sido convocada la protesta.

Algunos vídeos de la concentración han sido colgados en la web YouTube bajo el título «Molihua Gemin» (Revolución del Jazmín) en el que puede verse a cientos de personas congregadas en Wangfujing, aunque es difícil determinar cuántos de ellos eran realmente manifestantes, ya que se trata de una calle habitualmente muy concurrida.



Según la agencia oficial Xinhua, no hubo enfrentamientos violentos cuando los agentes de Policía acudieron al lugar de la protesta, pues la muchedumbre se habría dispersado en cuanto éstos intervinieron.

En Shanghái también se produjeron pequeños incidentes entre la Policía y un grupo de personas que se concentraron a las puertas de la cafetería Starbucks que respondían también a la convocatoria publicada en Boxun, web alojada en EEUU que había llamado a manifestaciones en otras diez ciudades del país. En dicha ciudad fueron detenidas al menos tres personas más, que habrían sido puestas en libertad de inmediato. El régimen chino temía ya una extensión de las revueltas árabes en el país, por lo que, siguiendo su línea de censura en internet, ha intentado incluso bloquear este fin de semana la palabra «jazmín» en la red. Sin embargo, ello no impidió que algunas se mantuvieran en ciertas páginas webs en las que se pedía a los potenciales manifestantes que corearan consignas exigiendo puestos de trabajo, vivienda, alimentos y justicia, pero sin peticiones políticas concretas.

China teme que en los próximos meses aumente la inestabilidad social, más que por circunstancias políticas, por la creciente inflación, que ha producido aumentos de precios de los alimentos de hasta el 10% interanual y una subida del IPC del 4,5% en enero. El sábado pasado se anunciaron subidas del 4,6% en los precios de los carburantes, algo que puede disparar todavía más la inflación de la economía china.

La Razón – España