Jimmy Ortiz Saucedo
“La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), de la Organización de Naciones Unidas (ONU), insta al gobierno de Bolivia a adoptar políticas más eficaces en la eliminación del cultivo de la coca y de la producción de esta planta en el país” (El Mundo 17-03-11).
Todos los días salen noticias relacionadas con esta macabra “cadena productiva”. El titular de portada del periódico cruceño El Deber de hoy dice: “Detienen a otro ex jefe policial por drogas”. La prensa internacional está llena de noticias bolivianas sobre la cocaína. Bolivia es droga hoy para el mundo.
Y esto a nadie le interesa en este país desquiciado. En este país a la deriva, en este país sin presencia real del Estado, en este país fallido. En este país donde las autoridades llamadas por ley para combatir la droga, son los más grandes narcotraficantes. En este país donde el propio Presidente es también presidente de los cocaleros del Chapare, con todo lo que ello implica.
¿Será que lo poco espanta y lo mucho amansa? ¿Será que nadie se resiste a que nos trasformemos en un Narco Estado? ¿Será que a nadie le importa el brutal desprestigio internacional que significa para los bolivianos esta lacra? ¿Será que a nadie le importa el aumento de la drogadicción de nuestra gente? ¿Será que a nadie le interesa la destrucción moral de la sociedad?
Alguna autoridad, o en su defecto algún líder emergente, tendrá que salir por los fueros de la decencia de este pobre país. Alguna autoridad tiene que sacar la cara por la dignidad de Santa Cruz y de Bolivia. No es posible el silencio cómplice de casi todo el mundo.
Ante la evidente falta de voluntad política de enfrentar al narcotráfico, de las autoridades respectivas, sugiero nuevamente la realización de una “Cumbre Antidroga en Santa Cruz”. Planteo que ella sea realizada por todas las autoridades departamentales que fueron elegidas por el voto popular, con la adición del Gobierno Moral de los Cruceños, nuestro CpSC.
Estas autoridades tienen el mandato que le dio la democracia, de buscar el bienestar del pueblo cruceño. Esto significa resguardad su dignidad, su vida y preservar la moral pública.
Sugiero que sean invitados a esta cumbre los embajadores de los países damnificados como: Brasil, Chile, Argentina, Estados unidos, la Comunidad Económica Europea y otros.
Que la autonomía nos sirva, por lo menos, para lanzar un grito de dignidad de un pueblo ante el mundo. Santa Cruz no es una tierra de narcotraficantes. Santa Cruz no quiere ser Ciudad Juárez, la Cruz de Santa Cruz no combina con este sucio negocio.