Consejos de un patriota a Evo

PATRIOTA La reciente gira de Barack Obama por Latinoamérica ha sido mucho más que un mero acto protocolar; se trata de una medida de política internacional que ya empieza a generar sus primeros efectos, en cuanto a la construcción de una nueva confianza hemisférica. Ejemplo de esto son las palabras del canciller brasilero, Antonio Patriota, que en reunión con Evo Morales le aconsejó al mandatario cocalero reiniciar las relaciones con Estados Unidos, agregando que “Hace poco hemos tenido una visita del presidente norteamericano, creo que fue una demostración del interés de retomar un diálogo constructivo con la región”. Es fácil leer en las entrelíneas del canciller de Rousseff, cuando habla del reinicio de relaciones con EEUU, no sólo una exhortación a la designación de embajadores sino, probablemente, a la readmisión de la DEA en territorio boliviano. Y es que Brasil se ha convertido en los últimos años en el principal destino de la creciente producción de cocaína de Bolivia, superando los volúmenes traficados hacia Europa. Por lo tanto, la penetración del narcotráfico en esferas gubernamentales bolivianas, así como el ingreso de cárteles en el país, han llevado a Patriota a advertir con una “mexicanización” de Bolivia si no se actúa a tiempo para desactivar a las mafias. ¿Le habrá recordado el canciller brasilero a Evo el proyecto planteado por Dilma Rousseff cuando era ministra de Lula da Silva, para un desarrollo alternativo del Chapare orientado a la producción de biocombustibles? ¿Estará a tiempo el gobierno de Evo Morales de reorientar su rumbo estratégico, sustituyendo los consejos perversos del coronel Chávez por otros más prudentes llegados desde Brasilia? Difícil, a esta altura del partido, cuando se optó durante cinco años por la radicalidad neopopulista y furiosamente “antiimperialista” de la ALBA, bloque hoy convertido en un club de aspirantes a tiranos que ven con preocupación cómo el oleaje de la historia va en rumbo contrario…

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