El despecho de Evo Morales por su anhelado Nobel

Rafael Fernández

evo-morales-saludando-a-obama-joya777 El presidente de Bolivia Evo Morales y sus agravios con el premio Nobel de la paz vuelven a relucir en el plano internacional. Este lunes, Morales ha vuelto a dejar saber su inconformidad con el comité noruego del Nobel, al solicitarle a la comunidad internacional la separación del premio del presidente Barak Obama, quien lo obtuvo en el año 2009.

No hace mucho se vivía la euforia por la épica victoria de Evo Morales en las elecciones generales de 2005 en Bolivia. En aquellos días, su proyección internacional como primer indígena presidente de Latino América daba indicios que un premio Nobel por su trayectoria no estaría muy lejos, especialmente para el premio de 2006 y 2007.



Evidentemente, Morales no ganó el premio en estas ocasiones y la indignación cundió en los medios de izquierda bolivariana. No es la primera vez que el presidente boliviano cuestiona las decisiones del comité noruego: en 2010 arremetió contra Mario Vargas Llosa por su premio Nobel de literatura y simultáneamente contra el premio Nobel de la paz de Liu Xiabao, disidente chino actualmente encarcelado.

Cabe destacar sobre esta última arremetida contra Vargas Llosa y Liu Xiabao la posible resignación del presidente Morales a sus aspiraciones: "He llegado a la conclusión de que el Premio Nobel de la Paz jamás va a ser para movimientos sociales o personalidades anticapitalistas y antiimperialistas. De eso estoy convencido".

Por otro lado, Evo Morales no es el único personaje "bolivariano" que anda moviendo el piso para ganarse el premio Nobel. La ex-senadora colombiana Piedad Córdoba aspiraba al premio en el 2009, que eventualmente terminó en las manos de Barack Obama. Córdoba, cual mito de Sísifo, lleva más de una década negociando y protagonizando liberaciones de rehenes militares colombianos mantenidos en humillantes y degradantes condiciones por las FARC. En una última instancia de cabildeo, Piedad Córdoba inexplicablemente protagonizó en la comitiva que retornó a Haití al ex-presidente Jean Bertrand Aristide.

Lo cierto es que la obsesión del presidente Evo Morales y sus aliados de hacerse con esta distinción a veces raya en lo absurdo y la sinceridad de estas aspiraciones son bastante cuestionables. Primero, porque la buena reputación de este premio es indefendible cuando personajes sombríos como Henry Kissinger, Shimon Peres y Yasser Arafat (fallecido en 2004) ostentan el título sin la más mínima vergüenza. Segundo, porque líderes bolivarianos como Evo Morales y Hugo Chávez denuncian al presidente Obama por la implantación de una zona de restricción aérea sobre Libia, y sin embargo guardaron un vergonzoso silencio cuando Gadafi utilizó aviones de guerra para reprimir protestas civiles en sus ciudades.

Mahatma Ghandi, quien nunca ganó el Nobel de la Paz, dijo: "Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo está reservado para los valientes". Si Morales jamás tuvo el valor de defender a los masacrados protestantes Libios, entonces que no proteste cuando vea que él mismo se ha descalificado.

Impre.com