Evonomics y narco-inflación

ARCE Después de haber intentado negar la presión inflacionaria, para posteriormente reconocerla pero achacándola a las causas más rocambolescas (el cambio climático, la conspiración de los agropecuarios, la especulación de los minoristas, etc.), el ministro de hacienda Luis Arce Catacora finalmente arribó a la única explicación plausible para la inflación, en toda etapa histórica y latitud: la existencia de excesivo circulante que recalienta la economía. Esto no es otra cosa que el monetarismo, la teoría ortodoxa defendida por el Premio Nobel de Economía, Milton Friedman, padre del neoliberalismo. Claro que Arce atribuye la excesiva liquidez a un idílico crecimiento económico que no está presente en la realidad. “Se exporta más, se produce más”, ha dicho el ministro, obviando la contracción del sector exportador generada por la política de cupos y por la desdolarización, así como la caída en la producción agropecuaria provocada por la inseguridad jurídica. Nada de eso: la verdadera causa para el “recalentamiento” y el aumento de circulante no respaldado en una mayor oferta de bienes no es otra que la entrada anual en la economía boliviana de 800 millones de dólares provenientes del narcotráfico, único sector en pujante desarrollo en el régimen cocalero de Evo Morales. No es casualidad que el volumen de dinero que será retirado de circulación por el Banco Central de Bolivia, 5.000 millones de Bs., coincida con esas cifras. Tras la caída de las ficciones divulgadas por Arce Catacora han llegado los tiempos del sinceramiento: el narco-circulante había sido la verdadera clave de la Evonomics…

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