¿Interés foráneo en el litio y el uranio?

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Bolítica

  2. El Día: Kaos y Control

  3. El Día: La gestora no arranca

  4. El Día: ¿Guerra justa?

  5. El Día: Otra para Ripley, ¡Urgente!

  6. El Día: Entre dos mundos

  7. Los Tiempos: CAMBIOS NECESARIOS, PERO INSUFICIENTES

  8. El Deber: Gobierno y economía de libre mercado

  9. Cambio: EEUU mata nueve ‘terroristas’

  10. La Prensa: El drama del pueblo japonés

  11. El Diario: ¿Interés foráneo en el litio y el uranio?

  12. El Mundo: "Sorpresas"

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: Obras y desafíos de la Universidad


El Día: Bolítica



No vamos a aceptar ese miserable aumento de salario que nos ofrece el Gobierno, por eso el ente matriz va a ir al diálogo pero nosotros en Santa Cruz convocamos a una marcha para hoy a las 16.00, invitamos a todo el pueblo’.

Feliciano Carrillo
DIRIGENTE DE LA COD DE  SANTA CRUZ


Se dice que: esta semana podrían volver los conflictos al país debido a que los trabajadores no han quedado conformes con el aumento del 10% del salario básico, porque no cubre el costo de vida luego del ‘tarifazo’.


Aprobar 8.300 bolivianos como pide la COB, sería como  elevar en 11 veces, en más del 1.000 por ciento, los actuales niveles salariales del país, pero estamos abiertos al diálogo y vamos a ir al encuentro para explicar cuál es la realidad del país’.

Félix Rojas
MINISTRO DE TRABAJO

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El Día: Kaos y Control

Como si hubiera sido Óscar Nina el que nombró a René Sanabria como director nacional de la Felcn o el que lo llevó luego a ocupar un cargo en una Unidad de Inteligencia del Ministerio de Gobierno, el régimen de Evo Morales ha descargado en el ex comandante de la Policía todo el fardo del megaescándalo del narco-general y decidió cambiarlo por un coronel, a quien le han dado un plazo de 90 días para sacar a todos los narco-policías de la institución verde olivo. A pesar de que existe una supuesta decisión de hacer limpieza general en la Policía boliviana, el Vicepresidente ha dicho que no quiere "ayuditas"  y propone crear una unidad de contraespionaje para detectar la presencia de agentes de la CIA o de la DEA que estuvieran haciendo el mismo trabajo que ahora le encargan a Óscar Ciro Farfán. Después del caso Sanabria, será difícil encontrar a los súper agentes que estén libres de toda sospecha, que sean capaces de atrapar a los narcotraficantes y que no estén dispuestos a unírseles a ellos. Habría que ver si está disponible alguien parecido a Maxwell Smart, aunque para éste será muy complicado identificar en Bolivia quiénes son de “Control” y cuáles son los que están en el bando de “Kaos”.

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El Día: La gestora no arranca

Con la promulgación de la nueva Ley de Pensiones el 10 de diciembre pasado, el Gobierno se ha mostrado decidido a dar fin a la gestión privada de las jubilaciones. En esa misma dirección, en lugar de las Administradoras Privadas del Fondo de Pensiones (AFPs) se ha colocado a la Gestora Pública de la Seguridad Social a largo plazo (GPS), la que tiene ante sí el enorme reto de administrar un nuevo sistema de pensiones sostenible, más flexible, con mayor cobertura y acceso. Otro de sus desafíos es el evitar el surgimiento de otra "generación sándwich" de personas de tercera edad, perjudicadas y mal retribuidas después de tantos años de servicios y aportes para una vejez pasable.

Una de las primeras observaciones que se le hizo al nuevo sistema de pensiones era la de su sostenibilidad. Aunque ya se han dado suficientes explicaciones sobre este punto, todavía persisten las dudas sobre la disponibilidad de los recursos. Por ejemplo, todavía no se han recuperado los aportes de los trabajadores que actualmente trabajan y están en vías de jubilarse. La mora de estos aportes asciende a poco más de quinientos veinticinco  millones de bolivianos. El Gobierno ha conminado a las AFPs a recuperar ese dinero que las empresas –como cajas de retención- no han depositado donde corresponde. Si las AFPs no recuperan la mora se enfrentarían a demandas judiciales.

Este problema no sólo demoraría la partida de las administradoras privadas, sino que entorpecería la transferencia al nuevo sistema de pensiones. Si bien AFP Previsión del BBVA ha asegurado que el cierre de sus operaciones en el país tendrá un impacto marginal en sus cuentas, todavía está por verse si decide acogerse a la nueva "lex mercatoria", que es producto de una arquitectura jurídica que refleja su inmenso poder económico y que le permite ejercer una presión diplomática y política de Gobierno a Gobierno para favorecer sus negocios internacionales. La suspendida visita a Bolivia del Presidente del Gobierno español ha puesto en la congeladora la fecha de su partida.

Por su parte, la AFP Futuro, del grupo financiero suizo Zurich Financial Services, está preparando su salida del país, pero tropieza con el problema de las empresas que están en mora para pagar el dinero que adeudan al Fondo de Capitalización Individual (PCI) por los aportes devengados de sus trabajadores. Con esta variedad de problemas, la Gestora Pública no da visos de arrancar, al mismo tiempo que el nuevo sistema de pensiones genera más dudas que certidumbres. Las señales, hasta el momento no son positivas. Los tramites en el Senasir son un auténtico "vía crucis" para los que están en aprontes de jubilación y este panorama sombrío entristece y aflige a los trabajadores.

El Gobierno debería preocuparse por ofrecer una mejor imagen del nuevo sistema de pensiones, con información pública apropiada y oportuna, instruyendo la eliminación de las trabas burocráticas que hoy por hoy afectan a la posible nueva "generación sándwich". Además, resulta una elevada responsabilidad llevar a buen término la negociación con las salientes administradoras privadas, de modo que no queden cabos sueltos para poner en marcha, como corresponde, el nuevo sistema público de pensiones a cargo de la Gestora Pública. A los trabajadores no les queda otra que esperar –nunca mejor dicho- con la mayor ilusión, que la Gestora Pública arranque para bien de todos.
 

A los trabajadores no les queda otra que esperar –nunca mejor dicho- con la mayor ilusión, que la Gestora Pública arranque para bien de todos

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El Día: ¿Guerra justa?

¿Es o no es Verdad?

Mire Ud. por dónde, caro lector, la guerra civil de Libia me ha recordado unos principios que desde tiempos pasados prescribían si era lícito o no declarar la guerra. Teólogos, internacionalistas y otros sabios que en el mundo han sido, se despepitaron los sesos tratando de aclarar el enigma.
 
Sus conclusiones pueden reducirse a las siguientes. La violencia o la guerra pueden ser legítimas:

1. Cuando el mal causado es de extrema gravedad.
2. Cuando se han agotado todos los medios pacíficos para remediar el mal ocasionado.
3. Cuando, se utilizan medios proporcionados y no superiores a lo estrictamente necesario.
4.  Cuando existen razones para confiar que el nuevo orden de cosas será mejor que el anterior.

A partir de estos principios, ¿puede darse una guerra justa?
 
A la pregunta se responde que una guerra defensiva, e incluso las acciones militares preventivas, llamadas de disuasión, ante un probable ataque enemigo, podría justificarse moralmente, en tanto sea la aplicación del derecho a la legítima defensa contra la amenaza de una agresión injusta. Otros sostienen que no hay ninguna guerra justa. Pero no aclaran cómo un pueblo puede defenderse de la agresión injusta
 
Llegado a este punto,  tengo la certeza de que, cuando el conspicuo lector haya considerado los cuestionamientos enunciados, saltará de su asiento y exclamará: ¡No me sirven! Gaddafi es un despiadado asesino de su pueblo. Los rebeldes que hacen la guerra por su vida y su libertad y dignidad son impotentes frente a los tanques y aviones de Gaddafi que los masacran como moscas.  La única solución efectiva de derrocar a Gaddafi y a sus hijos es la guerra encarnizada y heroica. La comunidad internacional debe tomar partido y apoyar a los rebeldes.
 
A la vista de estas realidades: 1 Para Gaddafi, la libertad del pueblo y los derechos humanos son “peanuts” que no vale la pena respetar.  2. Los medios disponibles de los rebeldes son insuficientes para la defensa de sus derechos fundamentales.  3 La comunidad internacional (ONU, OTAN, EU) se diluyen en conciliábulos indecisos. 4. Y, aún cuando se llegara a negociar con Gaddafi, nadie garantiza que lo acordado por las partes, fuera respetado y cumplido. 5. La propuesta de una intervención armada de Occidente, sería vetada por Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU. 6. La acción armada unilateral de los, llamémoslos, “aliados”,  podría significar el inicio de la III Guerra Mundial. ¡Que Dios nos libre!
 
Pasan los días y las semanas, y la comunidad internacional no logra consensuar los medios eficaces para disuadir al tirano de que abandone el poder y deje de masacrar al pueblo libio. Y si no se logra defenestrar al déspota, la contumacia impune de Gaddafi envalentonará a los demás jeques y reyezuelos feudales que abundan en el Medio Oriente.
 
Así las cosas, si usted, prudente lector, encuentra una salida al diabólico laberinto, hágalo saber a quien corresponda.  No obstante, la Iglesia nos da una pista: “Luchen con integridad moral y con prudencia, contra la injusticia y la opresión, contra la intolerancia y el absolutismo de un solo hombre o de un sólo partido político. Conságrense con sinceridad y rectitud, más aún, con caridad y fortaleza política al servicio de todos” (Concilio Vaticano II, 75. Contribución de todos en la vida pública) Lo demás será tirar pelillos a la mar.

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El Día: Otra para Ripley, ¡Urgente!

"Para algo debemos ser buenos. No puede ser que en todo seamos tan chambones, como parece. En materia de producción y productividad no podemos negar que andamos haciendo aguas; tanto que no sabemos qué hacer; nos están inundando en pleno Carnaval; ni al dios Momo respetan. ¡Es  una barbaridad!”
 
En eso estaba, cuando recordé la inagotable creatividad de nuestros políticos. Como se sabe, por factores internos y externos nuestros ingenios, principalmente los azucareros, funcionan a medias, algunos ya ni funcionan;  pero el de los ministros y los “honorables” no hay más que ver en el día para convencerse de lo fecundos que son. No sólo son ingeniosos sino que ojalá no lo fueran. Pruebas al canto:
 
Cuando rondaba por el mundo la crisis financiera, hubo en el país cierta inquietud. Entonces salió al paso el ministro de Economía y Finanzas, y dijo: “No hay nada que temer; la economía del país está blindada”. Nadie sospechó que sólo era un consuelo. La borrascosa tormenta se descargó en Navidad. Y pese al arrepentimiento presidencial, el mal se quedó en los mercados.
 
A raíz de ello, y por el oscuro manejo de la economía y la deuda acumulada,  la oposición quiso interpelar al ministro mencionado. Y la bancada oficialista entendió que se le había convocado  para resaltar su figura ministerial; por eso lo aplaudieron clamorosamente. Funcionó el espíritu de cuerpo y la consigna: “Tonelada de lealtad por un gramo de inteligencia”.
 
Otro suceso del “proceso de cambio” vino en seguida. Cayó en Panamá un narcogeneral de la policía boliviana; dicen que por venganza lo hizo la DEA. Para víctima Morales sigue siendo un referente ideal. En el momento de su detención, el Gral. Sanabria era jefe de inteligencia del Ministerio de gobierno; por tanto, el funcionario de más alta confianza del ministro. Al ser interrogado, Sacha respondió con inocencia: “no sabíamos”. Cuál es de más culpa, ¿el desconocer o el aparecer como cómplice? Optó por el primero, pero que no le redime de culpa. Por eso querían censurarlo. Sin embargo, los aplausos de la masa cerraron abruptamente el show plurinacional.
 
Y aunque usted no lo crea, lo que sigue es verdad:
 
En su intento de censurar, la oposición se quedó nuevamente con un palmo de narices. ¿Es que no se van a convencer nunca?  Con el “proceso de Cambio” muchas cosas han cambiado. “Compañero Linera, su sindicato está funcionando muy bien; muy contento”, dijo Morales al observar la agilidad en el procesamiento de leyes.  Fijaos bien, ya no es legislativo; es sindicato.
 
Tampoco había que olvidar que se halla vigente el “decreto” cuya resolución en su artículo único dice: “Ministro no censurado será cambiado; ministro censurado seguirá siendo ministro”. Por lo que la censura es pues más provechosa que perjudicial. Hacer mala letra es bueno. Hacerla buena es malo. Esas son las reglas del juego.

*El autor es columnista independiente.

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El Día: Entre dos mundos

Mirando de Abajo

Mientras en Bolivia sonaban las bandas y el baile era flor, en Aurora, Colorado, el invierno se hacía benigno y nos regalaba apenas diez grados bajo cero.  El hielo se rompía como en cristal  bajo las ruedas del automóvil y  la nieve oblícua deformaba la realidad de las cosas.

Los días son un vaivén entre la nostalgia y el desespero del tiempo; difícil mantener un equilibrio que permita no formarse ideas erróneas sobre lo que fue y lo que es.  Péndulo doloroso, quizá, de todo inmigrante, aunque la riqueza de saberse partícipe de dos o muchos mundos, en lo cotidiano, alienta el deseo de vivir y conocer, de sentirse tan uno ante una máscara punu -gabonesa- como ante un tejido de los yuras de Potosí, ante una cachaça nordestina y un tequila blanco de cien años;  con un danzón-veracruzano o matancero- o un taquirari de los llanos orientales.

Los días de Carnaval agudizan el recuerdo, porque siempre conservamos algo de la niñez, o de la juventud en que los globos con agua se acompañaban de mujeres alegres que tal vez ya sean tristes, que ya no jueguen con globos porque hasta éstos caen víctimas de las horas, inocentes e irrestrictos como parecen.

Los danzantes en ese rectángulo populoso de la televisión, llegaban en hordas desde Oruro, Nueva Orleans, Río de Janeiro, Vallegrande, Trinidad; en Aurora los motores echaban exhausto, agredidos los vehículos por el frío, que amenaza con extremo convertir a los hombres en animales salvajes, cubiertos de pieles, sangrantes las bocas de carne cruda, ateridos, aterrados y energúmenos frente a la superioridad natural, cuando, al mismo tiempo, las tetas del Mardi Gras  se cubren de collares de cuentas, donde los que trafican reciben amor a cambio de pelotitas plásticas, de violetas imperiales que alucinan ser las conchas marinas de admirable color que alguna vez cubrieron los cuerpos creoles de la Luisiana.

Un día sí, un día no, deambulando como Evtuchenko entre los lados del péndulo, en el eterno retorno que tanto evoca a Nietzsche como a Azorín, intentando hacer de dos senderos uno, o al menos dos que se unan de cuando en cuando para asegurar un fin conjunto y compartido, aquel que permita conservar los dos polos del mestizaje cultural que no pueden ser menos que buenos, así frío y calor, baile y abstinencia, Carnaval y ostracismo, aportan al desarrollo personal, al intelecto, a la sensibilidad y también a la sensiblería para no dejar de ser humanos.

Momento habrá en que los cabos que en apariencia flotan sueltos se unan, que esta novela negra de subsistir y progresar al mismo tiempo, de incertidumbre y de verdades encuentre su medio, una ínsula donde los continentes y las lenguas  converjan, no para convertirse en unidad, sino para convivir en paz entre todas en instantes que pueden ser segundos o largos, cuando los bailarines desnudos de Bahía descongelen el invierno de Vancouver, o cuando los ciervos de las altas  colinas de Colorado se paseen por lo bellamente histérico del Socavón en febrero.

I Tunes toca "La guacamaya", de Veracruz:  "cuando me llevaban preso de Veracruz  a Orizaba", "ser quisiera guacamaya, pero de las más azules, para sacarte a pasear sábado, domingo y lunes y hasta el martes que me vaya".  Ave popular en tonada popular que me hace volar sobre diabladas y morenadas, sobre linces y estruendo de hielo.

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Los Tiempos: CAMBIOS NECESARIOS, PERO INSUFICIENTES

Todo indica que el Estado boliviano está perdiendo la guerra contra las drogas. Exactamente igual que todos los países involucrados

Las sucesivas renuncias, cuando no destituciones, que se están dando en la Policía boliviana desde que se descubrió, en Panamá, que el jefe de Inteligencia de la lucha contra el narcotráfico habría sido jefe de una banda de narcotraficantes, es una rectificación correcta pero, de ninguna manera, suficiente.

Hay que recordar que las primeras reacciones de parte de las autoridades al arresto del general –en una operación en la que participaron, por lo menos, efectivos de la agencia estadounidense contra las drogas (DEA) y la policía chilena– fueron desacertadas y contradictorias. Unos minimizaban este fuerte impacto, mientras otros la atribuían a intereses foráneos para afectar la imagen del régimen. Es decir, las actuales autoridades repitieron un libreto ya utilizado en las anteriores gestiones cuando les tocó alguno de los escándalos en este ilícito negocio.

Pocos días después del arresto, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) y el Departamento de Estado de Estados Unidos emitieron sendos informes criticando la lucha contra las drogas en el país.

Y la verdad es que parece que los operadores del narcotráfico están ganando la guerra entablada en su contra, tal como fue diseñada por los Estados Unidos a principios de la década de los 80, pero no sólo en el país sino a nivel planetario. Los datos empíricos demuestran la pérdida de terreno por parte de los Estados y el incremento desmesurado de la inseguridad ciudadana. Las calles de Estados Unidos, Colombia, México son ejemplo fehaciente de esta derrota, así como la aparición de signos crecientes de violencia en Bolivia, Argentina, Brasil por señalar algunos que en los últimos tiempos han hecho noticia en este campo.

De ahí que, como ya hemos dicho en Los Tiempos, parecería aconsejable que, sin dejar de controlar con eficiencia y transparencia la cadena de la producción y comercialización de drogas ilegales, Bolivia se sume, junto a otras nacionales de la región, a quienes postulan establecer un serio debate a nivel mundial sobre el tema a partir de los importantes aportes que han dado ex mandatarios de Brasil, México y Colombia, así como reconocidos escritores, filósofos y políticos, cuyas voces tienen peso en el concierto de las naciones de mundo.

Todo indica -incluso aparentemente el Mandatario estadounidense está consciente ello– que es preciso cambiar radicalmente el enfoque de la lucha contra las drogas saliendo del estrecho y perverso marco de la exclusiva penalización. De mantenerse la actual estrategia, no habrá informe que muestre éxitos, se multiplicarán las burocracias encargadas de este tema, aumentará la inseguridad ciudadana y la corrupción seguirá campeando en los organismos encargados de la represión y la administración de justicia. Tampoco serán creíbles las plañideras reacciones ni aquello de echar la culpa a las autoridades del pasado.

En este marco, es preciso reconocer que los cambios en la Policía boliviana son oportunos, porque el impacto de la detención de uno de sus generales acusado de narcotráfico es muy fuerte. Pero hay que asumir que ello no basta y se requiere una política nacional de Estado previamente concertada en forma plural, para comenzar a andar el difícil camino de buscar fórmulas alternativas pero eficaces.

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El Deber: Gobierno y economía de libre mercado

En el mundo se han sucedido muchos modelos económico-sociales, ajustados, todos ellos, a la onda ideológica de moda. El único que logró sobrevivir al paso del tiempo fue el de economía de libre mercado. Con variantes más o menos, rige ahora en los países de mayor desarrollo económico e influencia en el mercado internacional, como son Estados Unidos, Japón y los países de la siempre poderosa Unión Europea. A veces se inclinan levemente del centro a la izquierda (socialdemocracia) y otras a la derecha (neoliberalismo a secas), pero en todos los casos apuestan esencialmente a las leyes del mercado y los rendimientos de la competencia empresarial privada. ¿El Estado? Sí, claro, interviene, pero solo como regulador. Algo así como el árbitro de un partido (la economía) que impone reglas genéricas del juego y cuida que todos los participantes, en la difícil y compleja tarea de hacer goles (ganancias), las respeten.

En América Latina, Chile, Brasil, México, Perú, Colombia, entre otros países, deben al libre mercado su actual y buena posición en la economía regional y mundial. Obviamente que aún no han logrado superar la situación de pobreza que confrontan ciertos estratos populares de su demografía, pero, en general, se alejan cada vez más de ese Tercer Mundo al cual una vez pertenecieran. De acuerdo con últimos datos estadísticos, incluso el pequeño Paraguay, por sujetar su economía de forma rigurosa a las reglas de la economía de mercado, registra un crecimiento económico que le depara mejores días. De Perú se puede decir lo mismo, puesto que su actual presidente, Alan García, en la línea de sus predecesores, manejó la economía con pragmatismo alejado de perjudiciales ‘ideologismos’.

Desde la década de los 50 a los 80 del siglo pasado, en ciertos países de la región -Bolivia, entre ellos- se registró un furioso brote de nacionalismos empeñados en un parcial o total dirigismo estatal de la economía. Fracasaron de forma estrepitosa, no solo por la ya crónica ineficiencia burocrática en sector tan crucial, sino también por la corrupción que siempre le ha caracterizado. Fue patético que entre nosotros, nada menos que el más insigne propulsor del modelo, Víctor Paz Estenssoro, sepultara al capitalismo de Estado con el famoso y hasta ahora vigente DS 21060.

Un parcial dirigismo estatal en la economía, matizado de ‘socialismo comunitario’ y de otras cosas, le pasa ahora la factura al Gobierno del Estado Plurinacional que nos rige. La denominada ‘nacionalización’ de los hidrocarburos le provoca anemia financiera a YPFB. No dispone de capitales en la cantidad suficiente para ampliar las áreas de producción e incrementar nuestras exportaciones de hidrocarburos, que están en caída. Dan resultados adversos los intentos gubernamentales de controlar el mercado a través de ciertas medidas para frenar la inflación de precios y evitar la carestía de alimentos.

Es nuestra actual situación. Una que le exige al Gobierno central un golpe de timón hacia la economía de libre mercado, estimulando a los sectores productivos, a fin de evitarse males mayores en el futuro mediato.

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Cambio: EEUU mata nueve ‘terroristas’

Nueve niños, de entre siete y trece años de edad, fueron los últimos ‘terroristas’ muertos el pasado 1 de marzo por los bombardeos de aviones militares de Estados Unidos en la provincia oriental de Kunar, Afganistán. Los niños recolectaban leña —en el distrito Manogay— cuando fueron blanco de los ataques ‘antiterroristas’; y como corolario de ese vil crimen de lesa humanidad, el secretario de defensa de Estados Unidos, Robert Gates, se ‘disculpó’ la semana pasada en Kabul por "los daños colaterales" de su lucha ‘antiterrorista’.

"Nos rompe el corazón. Mis disculpas personales al presidente (Hamid) Karzai y al pueblo afgano (…) Su pérdida no es sólo una tragedia para sus familias, es un revés para nuestra relación con el pueblo afgano", dijo Gates, palabras sacadas de un culebrón melodramático signado por una guerra colonialista que desde el 7 de octubre de 2001 intenta doblegar a ese pueblo asiático.

La masacre de los nueve niños sacudió la conciencia de los pueblos que luchan contra la secular dominación colonialista y el propio presidente de Afganistán, Hamid Karzai —títere de los intereses occidentales—, no tuvo otra opción que solicitar (no puede exigir) que las fuerzas militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de Estados Unidos, no vuelvan a asesinar impunemente a inocentes.

"Pido a la OTAN y a Estados Unidos, con honor y humildad y no con arrogancia, que detengan sus operaciones en nuestro suelo", imploró Karzai.

La agencia DPA reportó que Karzai visitó Kunar este sábado por la mañana para expresar personalmente sus condolencias a las familias de los nueve niños muertos por ataques aéreos de Estados Unidos. "Los afganos quieren paz y seguridad y cooperan con el mundo para lograrlas —dijo Karzai—, pero no queremos que esta guerra continúe por más tiempo. No queremos que se repitan semejantes bombardeos y víctimas".

El objetivo declarado de la invasión a Afganistán —hace casi diez años— era encontrar a Osama bin Laden y a otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar al régimen Talibán, porque supuestamente apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de esa organización que fueron vinculados a los atentados terroristas a Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001.

En ese contexto, cuando Gates dice que el crimen de los nueve niños afganos le "rompe el corazón" y pide ‘disculpas’ al "presidente Karzai y al pueblo afgano", no hace otra cosa que interpretar el mismo discurso recurrente que utiliza el imperio para justificar los crímenes de guerra que comete, paradójicamente en nombre de la libertad, la democracia y la defensa de los derechos humanos.

Sin embargo, ¿qué busca Estados Unidos en Afganistán? ¿Por qué lanza toda la furia devastadora de su maquinaria bélica para arrasar a uno de los países más pobres del mundo, consumido por una interminable sucesión de guerras y sin la más mínima capacidad de influir, no ya en el mundo, tan siquiera en sus vecinos?

En 1997, Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional durante el gobierno de Jimmy Carter, confesó: "Una potencia que domina a Eurasia controlaría a dos de las tres regiones más avanzadas y económicamente productivas del mundo. Cerca del 75% de las personas del mundo viven en Eurasia, y la mayoría de las riquezas materiales del mundo está ahí. Eurasia representa cerca del 60% y cerca de tres cuartos de los recursos de energía conocidos del mundo".

Por eso, al poner en el punto de mira a Afganistán, Estados Unidos y sus aliados apuntan en realidad al Asia Central, vasta región con enormes recursos naturales que posee su subsuelo, con bolsas de petróleo y gas natural muy superiores a las de Arabia Saudí o el Golfo de México. Y para alcanzar sus objetivos geoestratégicos y económicos, pese a las protestas de Karzai, seguirá cobrando vidas inocentes, es decir, ‘daños colaterales’.

Al poner en su mira a Afganistán, EEUU apunta a las enormes bolsas de petróleo y gas natural del Asia central. Y para lograrlo, pese a las protestas de Karzai, seguirá cobrando vidas inocentes, es decir, ‘daños colaterales’.

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La Prensa: El drama del pueblo japonés

El desastre ocurrido pudo haber sido mayor de no haberse puesto en marcha un mecanismo de acción colectiva frente a los desastres…

Como el resto del mundo, los bolivianos hemos sido testigos lejanos de la enorme tragedia que enfrenta por estas horas el pueblo japonés tras el devastador terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter que dejó un tendal de muertos, heridos y desaparecidos.

El drama de millones de personas por este implacable fenómeno no puede sino despertar nuestra más absoluta solidaridad y apoyo con aquellos que hoy sufren por este evento mayor de la naturaleza. En particular, con los miles de ciudadanos del país asiático y sus descendientes, que hoy habitan el suelo boliviano y aportan con su ingenio y trabajo al desarrollo del país.

El terremoto seguido de un tsunami deja varias importantes lecciones para las sociedades contemporáneas. La primera tiene que ver con la prevención y la organización. Aunque las cifras de muertos y heridos siguen creciendo, los reportes preliminares muestran que el número de víctimas durante el desastre ocurrido en Japón pudo haber sido aún mayor de no haberse puesto en marcha un sofisticado mecanismo de acción colectiva frente a los desastres naturales, una circunstancia que se ha considerado clave para evitar mayores consecuencias, por lo que se subrayó esta situación como ?el triunfo de una cultura preventiva?, pues de haber sucedido en otro lugar, el desastre hubiera sido completo.

La participación de toda la sociedad en los pasos que se deben seguir para resguardar la vida durante un terremoto; la movilización de un inmenso aparato de salvamento y auxilio a las víctimas; la activación del sistema de alarma temprana de tsunami y la construcción de una infraestructura que soporte los constantes sismos que enfrenta Japón debido a su ubicación geográfica. Todas ellas, son medidas que se planificaron con anticipación y que confirman el grado de desarrollo al que puede llegar una sociedad.

Pensemos, si no, como contracara, lo ocurrido durante el terremoto en enero de 2010 en Haití, donde la falta absoluta de organización estatal explica, además del impacto del fenómeno, la friolera de más de 200.000 muertos. En la misma línea de Japón, nuestro vecino Chile, enfrentó un sismo de 8,8 grados en la escala de Richter y tuvo 525 muertos y una gran destrucción, pero fue evidente que la organización salvó miles de vidas.

Para enfrentar este tipo de fenómenos, en primer lugar, hay que conocer cómo funcionan y cuál es su naturaleza. Por eso, la afirmación del vocero presidencial ?en sentido de que el terremoto ocurrido en Japón estaría relacionado con el cambio climático y que el hecho estaría ocurriendo porque el mundo no escucha las advertencias del presidente Evo Morales? refleja una desopilante ignorancia que no hace más que mostrar la precariedad en que se encuentra una parte significativa de nuestros dirigentes.

Sin embargo, como si el desastre natural registrado hubiera sido poco, se sumó una gran explosión en una central nuclear, aunque según el Organismo Internacional de Energía Atómica se ha confirmado que el recipiente de contención del reactor de la planta aún permanece intacto.

Ahora hay que pensar en las víctimas del terremoto en Japón y cómo todos los ciudadanos del mundo podemos colaborar para aplacar en algo su dolor.

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El Diario: ¿Interés foráneo en el litio y el uranio?

La existencia de grandes reservas de litio y la posible presencia de uranio en nuestro territorio han servido para que los mandatarios de Irán y Venezuela, en visitas que hicieron al país, declaren “gran interés” en realizar inversiones que permitan a sus países “ser socios de Bolivia en la explotación de esos recursos energéticos”. Muchas veces se reiteró la oferta en visitas del Presidente boliviano a esos países.

Hay verdades que son inconfundibles: la energía hoy disponible en el mundo, más temprano que tarde, se acabará; consecuentemente, habrá necesidad de nuevos recursos que permitan al hombre disponer de medios para movilizar su tecnología y no paralizar lo que hoy es vital para la vida y el funcionamiento de todo lo que sirve al ser humano. Corresponde, pues, que haya preocupación por encontrar nuevos energéticos que permitan sustituir a los que puedan periclitar. El litio es, innegablemente, uno de los minerales que, por sus multiples usos, podría reemplazar con ventaja a muchos minerales que hoy sirven a la industria pesada y, sobre todo, ser el nuevo motor que movilice al mundo.

El interés mostrado tanto por Venezuela como por Irán, por la forma como ha sido planteado, más parece declaración protocolar del momento, que una oferta seria que daría lugar a realizar estudios que permitan inversiones para la creación de industrias que generen producción, que tenga mercado asegurado y sea necesaria para el uso o consumo.

Lo grave de esta situación radica en que se hace difícil creer en ofertas o promesas de los mandatarios nombrados, cuya verborrea es conocida y que sólo obedece a razones políticas con las que buscan reimplantar políticas económicas del tipo socialista extremo, que tuvo vigencia en la ex URSS y que ha sido descartada totalmente. Pero “países revolucionarios”, como el que pregona ser nuestro Gobierno, tienen la esperanza de reponer lo que fracasó y tratan de reivindicarse a costa de quienes creen aún en milagros de las políticas que buscan cambios sin cambiar sus promotores, porque no saben cómo hacerlo.

El litio, sin necesidad de tomar en cuenta las ofertas mencionadas, puede conseguir inversionistas que satisfagan nuestras expectativas y, en su caso, llegar a ser un soporte que dé lugar a la creación de industrias como la de baterías y elementos necesarios para la cibernética que tantos progresos realiza en el diario vivir. Lo importante para quienes tienen expectativas en Bolivia, es que aún esperan la aprobación de garantías para las inversiones, seguridades que impliquen la disponibilidad de las utilidades que corresponda al inversionista, sea exportándolas o invirtiéndolas en el país con miras a la diversificación.

El Gobierno, antes de creer en “cantos de sirena” de los llamados “amigos socialistas”, tendrá que examinar el mercado, revisar sus políticas en el campo de las garantías que debe otorgar a la actividad privada y crear los mecanismos que permitan solucionar las dificultades que el país padece desde el año 2006.

Hay mucho por hacer, pero, en todo caso, tendrá que ser sobre bases realistas y evitando los yerros cometidos que, de repetirse, sólo implicarán más desconfianza en el Gobierno y es el Estado boliviano el que se vería perjudicado, no sólo para las posibles inversiones inmediatas sino para las que puedan presentarse a futuro.

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El Mundo: "Sorpresas"

Un grupo de instituciones relacionadas con las relaciones internacionales del país, especialmente en lo que se refiere a la actividad comercial, como la Cámara de Exportadores o la Cámara de Despachantes de Aduana, tendrán oportunidad de hacer una evaluación de estado de las relaciones de nuestro país en el aspecto de integración. Por su situación geográfica en el centro del continente, nuestro país ha sido un motivo de permanente atención en el aspecto de integración y personas con especialización en ese tipo de actividades, dieron lugar a que la participación nacional hubiera sido, si no determinante como sucede con otros países, por lo menos importante.

Si nos ponemos a ver la forma en que el país ha estado actuando en los últimos años a nivel internacional, podemos asegurar que la imagen, si bien ha alcanzado un mayor relieve por la frecuencia con el país es citado, tenemos que convenir que la imagen actual no es la mejor, por lo menos no la que quisiéramos proyectar al mundo.

En el pasado, alguna vez se ha mencionado el hecho de que algún gobernante hubiera dedicado una gran parte de su tiempo a las relaciones internacionales, participando en foros y otro tipo de eventos, en los que el interés nacional estaba en juego.

En ese aspecto, creemos que el actual Presidente se lleva la flor, es el que más ha viajado, se ha dado el lujo de gastar nuestro dinero en un avioncito, a fin de que sus viajes se vean más cómodos y atractivos, y a pesar de lo costoso de la empresa, no ha vacilado en darse una vuelta al mundo.

En los últimos años, el país no solo ha participado en foros internacionales como las Asamblea de las Naciones Unidas o de la Organización de Estados Americanos sino que también se ha dedicado a buscar contactos en los lugares más insólitos, como: Irán, India, China, Rusia y otros lugares en los cuales no solo ha estado de visita sino que ha hecho compromisos para comprar armamento y ofrecer en cambio la explotación de recursos como el litio, así como también la instalación de un satélite, tal vez en el afán de realizar un viaje a las estrellas.

Lamentablemente, en las reuniones de mayor relieve no se ha actuado con la seriedad necesaria y se ha buscado más bien sobresalir en base a anécdotas y ocurrencias que estaban mejor en una reunión de amigos en la Monseñor o en un boliche, pero no en un foro internacional, como el caso de mencionar el tema de los pollos alimentados con hormonas que cambian las inclinaciones de algunas personas, o la Coca Cola utilizada con fines de descongestionamiento de aguas servidas. Nos hemos convertido en un atractivo folclórico por excelencia.

En el momento actual, la imagen está relacionada con la exportación de droga en gran escala, el jefe de la inteligencia sobre narcotráfico del Ministerio de Gobierno tenía comprometida la exportación de más o menos 47 toneladas de cocaína y la tarea fue frustrada por unos carabineros chilenos que le hicieron cantar al mejor estilo de la Felcc o la Felcn, de la cual él fue el director, con solo hacerle probar un par de whiskys.

La versión oficial indica que esa tramoya fue montada por la DEA, el imperialismo norteamericano y los empresarios cruceños que tratan siempre de deslucir la brillante obra de las autoridades.

Lo grave es que el aparato de inteligencia que fue capaz de detectar un complot tramado en Hungría para hacer desaparecer al Presidente y que permitió al fiscal Soza tener una larga lista de implicados, no fue capaz de detectar una tramoya que estaba montada en el Ministerio de Gobierno, sin la autorización del jefe que goza de toda la confianza del Presidente del Estado Plurinacional, pero que sería importante que caigan en cuenta que con esa forma de trabajar, su seguridad no está garantizada en lo mínimo, especialmente si pensamos que esa seguridad comprende también el prestigio que merece un gobernante sobre el que en el concierto internacional, hoy se crean serias dudas, con mayor razón en su condición de Presidente de las Seis Federaciones de Productores de Coca que como se recordará, es la materia prima fundamental e insustituible para la fabricación de la cocaína con la que se trafica.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Obras y desafíos de la Universidad

La Universidad de Buenos Aires ocupa una posición central en la educación superior del país, tanto por su prestigio -abonado por la formación de tres premios Nobel en disciplinas científicas-, como por su masividad. Sin embargo, es notable el retraso que registra en áreas clave como la infraestructura y la vinculación de la docencia con la investigación.

En materia edilicia, la culminación de la segunda etapa del edificio de la Facultad de Ciencias Sociales y la ampliación de la facultad de Ciencias Económicas son dos logros que vienen a superar un muy largo período de la UBA en el cual no se registraron obras sustanciales. Pero es mucho lo que resta para que esta institución cuente con el equipamiento necesario para atender las demandas de los cursos de grado y posgrado y llevar adelante tareas de investigación. Además, entonces, de la estratégica inversión en infraestructura, se deben multiplicar las dedicaciones exclusivas de los docentes, de modo de articular la enseñanza con la producción de conocimiento.

La UBA ocupa una posición central en la educación superior argentina, pero tiene un notable retraso en infraestructura y vinculación de la docencia con la investigación.

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