Del Granado: “El autoritarismo del MAS llega a la gente”; en riesgo el proceso de cambio

Entrevista. El líder del MSM expresa su temor por el posible fracaso del proceso de cambio y transformación por la mala conducción del MAS, que no superó la improvisación, la ineficiencia y la corrupción

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Juan Del Granado. Foto Rodolfo Goitia Los Tiempos



Por Jenny Cartagena T. – Los Tiempos – 10/04/2011

Del Granado: “El autoritarismo del MAS ya llega a la gente”

El jefe nacional del Movimiento Sin Miedo (MSM), Juan Del Granado, exaliado del Movimiento Al Socialismo (MAS) confiesa que una de las razones de la ruptura de esa alianza política fue la visión autoritaria que empezó a develarse en el Gobierno después de las elecciones de diciembre de 2009 y que hoy empieza a llegar a la gente de base, a los dirigentes sindicales, algo que manifiesta no debe permitirse.

En entrevista con Los Tiempos, el también exalcalde de La Paz se refirió a éstas o otras preocupaciones del MSM, así como a los desafíos planteados en lo que el denomina el segundo relanzamiento de esta fuerza política, que en las elecciones municipales de abril de 2010 se consolidó como la segunda más importante en el país.

– ¿Cuándo y por qué se dio la alianza MSM-MAS?

– El año 2005 iniciábamos la segunda gestión en la Alcaldía de La Paz, de manera más sólida y consistente, y apareció el liderazgo de Evo Morales, y lo vimos con gran simpatía. Habíamos ganado la Alcaldía por segunda vez en diciembre de 2004 al MAS y al MNR, y teníamos la tarea de cumplir a la gente la oferta de la transformación de la ciudad. La primera oferta la habíamos cumplido, la recuperación de la Alcaldía, cuando se convoca a elecciones generales. No pretendíamos saltar en el vacío y vimos con simpatía el surgimiento del MAS, y establecimos una alianza y la apoyamos durante sus primeros cuatro años de gobierno.

Habíamos ganado juntos las elecciones, no sólo de 2005, sino también las de 2009, para iniciar un segundo mandato, de transformación, porque el primero fue muy complejo, muy difícil. Habíamos planteado cuatro desafíos: El de la transformación económica y productiva, de construcción autonómica, de construcción legislativa institucional y la construcción plurinacional.

Ya no (era) el desafío de enfrentar a la Media Luna, la conspiración oligárquica o al imperialismo. Con un 63 por ciento de votos en diciembre de 2009, la gestión  2010- 2015 tenía que ser para concretar esos desafíos, sobre la base de los aciertos y la autocrítica de los errores, pero luego de celebrar la victoria del 6 de diciembre de 2009, que no era exclusiva del MAS ni el MSM, sino de mucha gente, a las 48 horas, el martes 8, Evo se reunió en Cochabamba con el MAS y deciden ir solos a las elecciones municipales, prescindir del MSM.

Hasta ahí la cosa no estaba mal. Por supuesto, era una falta de gentileza que después de 48 horas no nos inviten a evaluar juntos, ver cómo lo habíamos hecho, y si había posibilidades de ir juntos también en las municipales. La reacción del MSM fue ‘entonces nosotros también vamos solos’, pues el acuerdo de 2005 no fue para ganar elecciones o hacer cogobierno, sino para llevar adelante un proceso profundo de transformación.

– ¿Se sintieron engañados y utilizados?

Sin duda. Inmediatamente después de que empezó la campaña electoral resulta que el MAS había decidido no sólo prescindir de nosotros y enfrentarnos en urnas, sino liquidarnos. Ahí salió a flote una visión que la veíamos presente en el MAS, pero no desplegada, una visión hegemonista, autoritaria, contraria al pluralismo.

El MSM no cree que haya cambio si no hay democracia y está convencido de que la democracia no va a durar si no hay cambios. Lo que tuvimos en la campaña electoral fue un durísimo enfrentamiento con el gobierno del MAS con todo su dinero, aparato y con todo su liderazgo. Hablo de Evo Morales, que decidió destruirnos porque no aceptaba disidencia, competencia y peor aún competencia desde la izquierda. Fue una lección de oro porque ahí calibramos graves fallas de la conducción del Gobierno: Autoritarismo, hegemonismo, visión excluyente.

– ¿La victoria del MSM en varios municipios fue un golpe para el MAS?

– Después de que ganamos las elecciones municipales en los lugares que enfrentamos al MAS, las distancias fueron irreconciliables, porque se desplegó con todo claridad, lo que fue parte de las críticas que teníamos, la falta de una solida estrategia gubernamental, la falta de una gestión pública de acuerdo a un plan riguroso de gobierno. Entendimos que esas faltas podían darse los primeros seis meses de gestión, pero después de cuatro años nos pareció intolerable la burocracia, la corrupción, la ineficiencia. Nos pareció gravísimo lo sucedido con Santos Ramírez, así lo hayan llevado a la cárcel. Había cundido la corrupción.

Lo que vimos después de diciembre de 2009 no fue la ejecución de los cuatro desafíos aún desatendidos. sino la continuidad y el agravamiento de la improvisación, la ineficiencia, la falta de planes estratégicos, de la corrupción.

Estamos hoy con una preocupación, no que le vaya mal al Gobierno o a Evo Morales, sino que se está yendo por la borda el proceso de cambio y transformación. En estos 186 años de vida republicana hubo sólo dos oportunidades de cambio estructural profundo, en 1952 y 2006. El 52 fracasó por la mala conducción, por una conducción ineficiente y corrupta. Hoy, al cabo de cinco años presentimos que se puede repetir ese fracaso.

– ¿El MAS se declara autor y único conductor del actual proceso de cambio?

– Sí, por eso tenemos esa preocupación, por ello este segundo relanzamiento del MSM, para ofrecer al país una alternativa en un contexto distinto al del 99, ya no una alternativa a la derecha corrupta, partidocrática, conservadora, sino una alternativa al MAS en la conducción del proceso.

– ¿Cuándo advierten la visión autoritaria del actual Gobierno?

– En la confrontación electoral municipal de abril de 2010, sin duda antes estaba solapada por la estéril y penosa confrontación que tuvimos que sobrellevar en el primer periodo de gobierno con la media luna, con la oposición radical antidemocrática que armaron los prefectos con los comités cívicos y que en un momento desestabilizó el proceso de cambio, durante la Asamblea Constituyente . Entonces, claro, había que responder con fuerza, con autoridad y seguramente con autoritarismo. Hubo excesos también en la respuesta gubernamental, pero eso parecía ser parte del proceso difícil que vivía el país, pero no había razón para que continúe luego de que la derecha salió derrotada en las urnas, en el revocatorio, la aprobación de la Constitución y definitivamente en diciembre.

Nosotros nunca concebimos la eliminación política de la derecha. Ganaron Costas, Cossío, Fernández en las urnas y tienen todo el derecho de tener su proyecto. Además, ya no eran una amenaza. Lo que se venía después del 2010 no era un tiempo de confrontación, de persecución, sino de construcción de la economía, de la autonomía, pero persistió esa visión autoritaria, intolerante del MAS contraría a cualquier proceso de transformación y pluralidad que supone el cambio y se mantuvo la conducta ineficiencia y de improvisación que se visibilizo aún más en diciembre con el gasolinazo, no habíamos estado en el país de las maravillas de Alicia.

EL PROCESO DE CAMBIO EN RIESGO

-  ¿Cree que hay posibilidades de que el Gobierno de Morales cambie?

– Uno alienta todavía la esperanza de que esto se reconduzca, que el Gobierno corrija sus errores, pero estamos convencidos de que esto no va ocurrir por la actitud de algunos ministros que creen que todo lo que hicieron está bien y lo van a seguir haciendo. Lo que se tiene claro es que este proceso se embarrancará, tal vez este año o el próximo. No estamos frente a una crisis ni del Gobierno ni del Estado, estamos ante la posibilidad de que se malogre el proceso de cambio y transformación, y ante eso estamos en el riesgo de que la población, empiece a mirar al pasado y diga estuvimos mejor con los neoliberales, con los conservadores y el país retroceda.

Como no va haber un cambio de timón, ni rectificación, como MSM estamos ante el desafío de ofrecerle al país una alternativa desde la izquierda, desde el cambio en lugar del MAS, para que no vuelva la derecha del pasado y para que no se perpertue el MAS del presente. No estamos construyendo una candidatura ni buscamos desestabilizar al Gobierno o voltear a Evo Morales. Se quiere dar una alternativa para que la gente vea que el  cambio no es sinónimo de MAS y la debacle del MAS no es sinónimo de cambio, mostrarle a la gente que no debe temer expresar públicamente su adhesión política.

Yo tengo cinco juicios, las acciones autoritarias, persecutorias ya no se están quedando en el nivel de conducción opositora, de la derecha o de la izquierda, sino está llegando a la conducción sindical, a la COB, a los pueblos del oriente que son acusados de ser de Usaid porque hacen marcha, al pueblo de Potosí de conspiradores porque hacen huelga para que se atienda sus demandas. Esa visión autoritaria está empezando a llegar a la gente y eso no lo vamos a permitir.

No nos importa mucho el daño circunstancial que nos hagan a nosotros, claro que no es agradable ser enjuiciado o estar preso, nos preocupa que esta acción intimatoria esté llegando a la gente, de esa gente que tiene miedo a que les hagan algo por reunirse con un dirigente del MSM.

EL MSM EN LA MIRA DEL GOBIERNO

– ¿Las autoridades municipales del MSM están en la mira del Gobierno?

-Estamos de acuerdo con que se investiguen los supuestos delitos, las supuesta irregularidades de todos, de anteriores y actuales gestiones. Somos enemigos de la corrupción, de la impunidad, pero que se investigue con fines de esclarecimiento, no para amedrentar o eliminar al adversario.

Con las acciones política del Gobierno, se está haciendo un doble daño al proceso de cambio. Primero se está dañando la lucha contra la corrupción, está banalizando esa lucha y convirtiendo en héroes a quienes tienen prontuarios de villanos. No sabemos si son o no culpables Cossío, Fernández, pero a estas alturas son héroes, porque no hay una rigurosa, objetiva e imparcial investigación.

La sugerencia de crear un Ministerio de Transparencia, que la hizo el MSM, no era para que persiga, sino para que transparente la gestión estatal.

Un segundo daño es la deslegitimación del voto popular con asaltos a las alcaldías. Hay un plan estratégico para ir sacando a las autoridades opositoras, pero a Luis Revilla en La Paz no van a sacarlo, vamos a movilizar a La Paz entera, para evitarlo y eso lo sabe el MAS. Sólo a través de la convocatoria inmediata a elecciones en esos municipios se va a restablecer la legalidad y eso vamos a exigir a través de acciones legales, movilizaciones y todo lo que sea necesario.