El gas y los espejismos

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Jurisdicción internacional para proteger los derechos humanos

  2. El Día: Ecuador va cuesta abajo

  3. El Día: Qué bonita bandera

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: La ‘muñeca’ de Ollanta

  6. El Día: El gas y los espejismos

  7. Los Tiempos: PERÚ BUSCA SU DESTINO

  8. El Deber: Demandas justas

  9. Cambio: Que gane Bolivia

  10. La Prensa: Un día para los niños

  11. El Diario: Sustancial cambio socio – político

  12. El Mundo: Deuda

  13. Opinión:

  14. Clarín, Argentina: Persistencia del trabajo precario


El Día: Jurisdicción internacional para proteger los derechos humanos



Fue larga y meritoria la tarea de quienes contribuyeron a redactar el texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento que tiene permanente gravitación en la política de los Estados y que, además, permite medir el  nivel de respeto al individuo, alcanzado en los diferentes países y constatar que sus ordenamientos jurídicos hayan recogido en sus textos los alcances y propósitos de esa proclama. Como antecedente histórico que contribuyó a esta Declaración se menciona el discurso que el Presidente de EEUU, Franklin D. Roosevelt,  pronunció ante el Congreso, en enero de 1941, donde señaló cuatro libertades fundamentales que deben ser garantizadas y protegidas en todo el mundo: libertad de palabra y de pensamiento, libertad de religión , libertad ante la necesidad y libertad ante el miedo.

La universalidad de los derechos humanos es ahora incuestionable y ese rasgo esencial  hace que su protección tenga que hacérsela efectiva no sólo en el ámbito interno de las naciones sino en el plano internacional. No puede ser de otra manera porque las jurisdicciones nacionales por diferentes circunstancias, político-ideológicas por ejemplo o por presiones de órganos gubernamentales comprometidos en la represión política,  adoptan decisiones o pronunciamientos negativos a la protección de los derechos humanos. Por ello, la comunidad internacional ha creado órganos jurisdiccionales que puedan restablecer  esa protección, cuando en el país respectivo no se les hubiera brindado esa tutela.
 
Entre los más conocidos figuran: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ambos con jurisdicción en sus propios ámbitos regionales, Europa y América. El primero es emergente del Convenio para la Protección y de las Libertades Fundamentales  de 4 de noviembre de 1950 y la segunda fue instalada oficialmente en San José de Costa Rica el 3 de septiembre de 1979. Se la incorporó como órgano jurisdiccional, en la Convención Americana de Derechos Humanos celebrada en Costa Rica el 22 de noviembre de 1969.

A esta relación sucinta de antecedentes, convendría añadir que dentro de una concepción moderna, no sólo los Estados son sujetos del Derecho Internacional sino el individuo, especialmente tratándose del resguardo de sus derechos fundamentales, tutela que puede dar lugar a la responsabilidad del Estado y su obligación de reparar por la violación de aquellos.  “El individuo es, pues, sujeto del derecho tanto interno como internacional”, y como tal tiene acceso directo a los tribunales internacionales de protección de los derechos humanos.

Así está aclarado por la doctrina y la práctica. En consecuencia, las instancias indicadas líneas arriba representan para el individuo que estuviera desprotegido judicialmente en su país, una alternativa que va más allá de la protección de sus derechos hasta constituir una legítima negación al autoritarismo que caracteriza a ese Estado omnipoderoso, omnipresente, propio de épocas pasadas. Por ello se reconoce que hoy, el Estado, es responsable por sus actos y omisiones que puedan afectar a los derechos fundamentales de la persona, algo que debieran tener en cuenta los gobernantes.
 

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El Día: Ecuador va cuesta abajo

Correa, quien siguiendo el guión del presidente venezolano, Hugo Chávez, está reescribiendo constantemente las leyes de su país para acumular poderes absolutos, está a punto de celebrar una nueva "consulta popular" el 7 de mayo. Esta vez, su objetivo no tan disimulado es reducir aún más la libertad de prensa y eliminar cualquier forma de crítica contra el Gobierno.

La expulsión de la embajadora y el referéndum son dos temas posiblemente relacionados. Mientras algunos ecuatorianos bien informados me dicen que Correa es un líder errático que actúa por impulsos, otros me dicen que la muy publicitada expulsión de la embajadora Heather Hodges es una maniobra de populismo barato del presidente destinada a aparecer como un defensor de la soberanía nacional, y subir en las encuestas antes del referéndum.

El Gobierno le pidió a Hodges el martes que abandone el país por haber firmado en 2009 un cable confidencial, que fue publicado un día antes por el EL PAÍS, donde la embajadora afirmaba que la corrupción en las filas de la policía ecuatoriana es "generalizada", algo que pocos ecuatorianos negarían. Además, Hodges escribió que "algunos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos" creen que Correa estaba al tanto de las actividades corruptas de un ex jefe de policía cuando lo designó.

El hermano del presidente, Fabricio Correa, que se distanció de él después de que la prensa revelara sus lucrativos contratos con el actual Gobierno, me dijo en una entrevista telefónica que aunque el presidente es "un hombre muy colérico", la decisión de expulsar a Hodges probablemente provino del ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, a quien describió como "totalmente antiyanqui". Y agregó: "El presidente está en campaña, y probablemente tuvo que montar esto para no mostrarse débil".

Joyce de Ginatta, periodista y líder empresarial, cree que es más probable que la decisión del presidente haya tenido motivaciones políticas. "Esto le ayudará en el referéndum del 7 de mayo, porque pegarle a EEUU siempre da votos", me señaló.

El referéndum propuesto por Correa contiene 10 preguntas, algunas de las cuales son obvias trampas para atraer a la gente a las urnas y lograr que voten a favor del paquete completo. Una de las preguntas anzuelo dice: "Con la finalidad de evitar la muerte de un animal por simple diversión, ¿está usted de acuerdo en prohibir… los espectáculos públicos donde se mate animales?".

Más abajo se encuentran las preguntas más preocupantes, como la que plantea si "con la finalidad de evitar los excesos de los medios de comunicación, ¿está usted de acuerdo en que se dicte una ley de comunicación?". La pregunta propone explícitamente un "consejo regulador" para controlar los contenidos de la televisión, la radio y los medios impresos.
Todo esto se produce en medio de una ofensiva total del Gobierno de Correa contra los pocos medios independientes que quedan en Ecuador. El presidente ha entablado una demanda de 80 millones de dólares contra el editor de las páginas de opinión del diario El Universo, Emilio Palacio, y contra los dueños del periódico, supuestamente por haberlo difamado. También entabló otra demanda de 10 millones de dólares contra Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, dos periodistas que escribieron un libro sobre los contratos de Fabricio Correa con el Gobierno de su hermano.

Además, el Gobierno de Correa ha empezado a interrumpir los noticieros televisivos, ha forzado cambios en las grandes cadenas de televisión y ha intimidado a casi todos los otros medios electrónicos para que se autocensuren.

"Al que dice algo de su Gobierno, lo aplastan", me dijo Palacio, el editor de opinión del diario El Universo. "Si Correa gana el referéndum, todos los medios serán silenciados. Vamos a tener un órgano regulador que va a decidir qué podemos escribir". Mi opinión: no me preocupa demasiado la expulsión de la embajadora de Estados Unidos. Correa tiene una historia de tomar decisiones impulsivas y luego dar marcha atrás. En 2008, Correa expulsó al embajador de Colombia, y a los dos años volvió a normalizar las relaciones con ese país. Correa también expulsó a la gigantesca empresa constructora brasilera Odebrecht, para después silenciosamente volver a recibirla en el país.

La expulsión de la embajadora estadounidense no será diferente. Lo que resulta mucho más preocupante es el plan de Correa de convertir a Ecuador en un país autoritario sin un sistema de pesos y contrapesos. Eso solo servirá para aumentar la corrupción, ahuyentar la inversión y crear más pobreza.
 

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El Día: Qué bonita bandera

¿En qué quedamos, señor García Linera? ¿Es usted marxista o salió de un lacrimoso novelón donde a los políticos se les quiebra la voz hablando de la maldad de sus feligreses? Esté quien esté hoy en la Central Obrera Boliviana, no puede usted negar una historia de lucha y sacrificio; querer reducirla a una patraña supuestamente al servicio suyo y del señor Morales como en su momento fue (tampoco hay que mentir), no cabe.

Olvidó, parece, el alma de la protesta. No lo conozco de antes pero me da la impresión que cuando habla  tiene más de monaguillo o de fraile que de feroz revolucionario. O es Stalin o no lo es. No juegue al Stalin plurinacional, lleno de dengues, ojos cerrados, apretón de rodillas, y etcéteras que proponen a la reflexión. Claro que asuntos tales son pan de cada día en su gobierno de célibes. A veces, muchas a decir verdad, me da la impresión de que el Vaticano se trasladó a nuestra realidad morena y chaparra, porque oyendo a Choquehuanca, Morales, Llorentty, usted, Surco, y lista extensa de elementos no incluidos en la tabla química, me parece escuchar cardenales, obispos, y gentío de sacristía, y hasta de tocador. ¿O son ustedes miembros honorarios del coro de niños cantores de Viena, queriendo hacerse pasar por kantuteros de Niño Korín?

Las banderas se mancharon ¿y qué? ¿Llorar por ello? Amenaza con despedir a los de la huelga porque van en "contra" de las reglas. Entonces despidamos de su cargo al Presidente que paralizaba el país cuando le venía en gana. No hay diferencia, y el derecho de protestar no nos lo quita nadie, así solloce en cámaras y besuquee los trapos algún alto funcionario.
Finalmente una bandera es un simbolismo, y ustedes se cagaron en los simbolismos de Bolivia, tanto que cierto espécimen, dito gobernador de Chuquisaca, quiso borrar de un plumazo Junín y Ayacucho. Y sin embargo el tal lleva sombrero, español, bigotes, que no condicen con la piel de glúteo del canciller por ejemplo. Patria es abstracción que difiere de uno a otro. Hoy que la ganga se les va de las manos de pronto se volvieron patriotas, se lamentan por la vieja y humillada Bolivia, a la que quisieron hundir, quitarle los héroes, vilipendiar el emblema, cambiarle las fechas de recuerdo. No les reprocho, sin embargo, el haber hecho del "glorioso" ejército nacional una comparsa carnavalera, de mayor marcialidad en el Gran Poder o Urkupiña que en un 6 de agosto que rememora el día en que pelearon los hombres, indios y no, y no los que corrieron del Chaco, del Acre y abandonaron al Perú a su suerte en el Pacífico (no hablo de los soldados).

Si los manifestantes arrojaron pintura al gobierno, y mancharon las banderas, será que la paciencia tiene un límite, y que la eternidad de la presidencia se esfumó, como se esfumaron extrañamente los viajes.
 

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El Día: Bolítica

"La posición chilena es muy clara, está contenida en una serie de instrumentos que nosotros hemos emitido a lo largo de la historia y han sido muy claros en ese sentido. Sobre la reunión en sí misma no tenemos nada que comentar".

Fernando Schmidt
Subsecretario De Rree De Chile


Se dice que: Chile ratificó ayer la posición histórica de su país frente a la demanda marítima de Bolivia, y declinó referirse a una reunión convocada por el presidente Evo Morales con ex mandatarios de su país sobre este teme".


Quiero celebrar que el Presidente haya invitado a  ex presidentes constitucionales de Bolivia. Estoy optimista y dispuesto a colaborar en todo lo que sea de bienestar para Bolivia y sobre todo para la unidad de los bolivianos".

Jaime Paz Zamora
Ex Presidente De Bolivia

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El Día: La ‘muñeca’ de Ollanta

El presidente Morales pensó que la “muñeca” de su amiga socialista Michelle Bachelet le serviría para recuperar el mar y coronarse como el “gran reconquistador” del Pacífico. Lo único que consiguió fue cierta alcahuetería de la mandataria, pero del mar…ni una gota.

También creyó que la “muñeca” de su colega brasileño Lula da Silva, a quien llamó en reiteradas ocasiones “el hermano mayor” (porque su papito es Fidel), sería suficiente para sacar adelante la nacionalización a machetazos que puso en marcha y que Petrobras seguiría poniendo plata a lo loco para solventar sus aventuras hidrocarburíferas. Esa es la forma en la que piensa cualquier boliviano de a pie, siempre buscando “la muñeca” en lugar de hacer las cosas derechitas. Ahora el jefazo está convencido que el triunfo de su cuate populista Ollanta Humala en Perú, terminará con todas las trabas que ha estado poniendo ese país para avanzar en el tema marítimo con Chile. Lamentablemente, el presidente tendrá la ocasión para darse cuenta de que aquello de la “muñeca” sólo sirve en Bolivia para sacar un carnet o evitar las filas, pero nunca en las relaciones internacionales.
 

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El Día: El gas y los espejismos

Según el presidente Morales, al Gobierno boliviano le tomó más de 1.800 días para darse cuenta que Chile lo estaba engañando con un diálogo “de mentiritas” sobre el mar. Y en el caso de las reservas del gas, el presidente de YPFB, Carlos Villegas, asegura que necesitaron algo así como 2.500 días para constatar que los 27 trillones de pies cúbicos de gas certificados en el año 2004, no eran más que un espejismo, una mentira de los gobiernos neoliberales, que ellos se han encargado de desenmascarar, con la ayuda de una consultora norteamericana, cuyo informe fue publicado con varios meses de retraso y luego de varios pedidos gubernamentales de corrección.

La empresa que cuantificó las reservas hace siete años tiene tanto o más prestigio que la contratada el año pasado por el Estado Plurinacional, que anteriormente había acudido a otra compañía, cuyo informe fue guardado bajo siete llaves. Es curioso que Villegas llame ahora ficticias a las reservas sobre las cuales ellos mismos basaron los proyectos de YPFB y las perspectivas de la industria petrolera nacional.

Es más, la llamada “guerra del gas”, impulsada por Evo Morales para convertirse luego en presidente, fue motivada por los grandes números del gas boliviano y que anticipaban jugosos ingresos para partir y repartir y obviamente, atornillarse en el poder. Si Villegas estuviera en lo cierto, tendría que calificar de torpes a todas las multinacionales que confluyeron en el país para desarrollar sus actividades y que gracias a ese dinamismo se consolidó el proyecto de exportación a Brasil y se diseñó también el plan LNG que incluía sacar el gas por Chile hacia México y Estados Unidos. Si todo eso es parte de una alucinación, habría que encontrar y meter preso al hechicero que nos engatusó a todos.

Si el Gobierno no saliera con semejante despropósito, tendría que explicar entonces qué tuvo que pasar para que las reservas de gas bolivianas se hubieran reducido a un tercio desde que el Estado Plurinacional tomó las riendas de la industria hidrocarburífera. Lo que ha estado pasando con el petróleo y el gas boliviano ya es conocido por todos y forma parte del nefasto presente, de falta de inversiones, caída de la producción, desabastecimiento, importación de carburantes, gasolinazo y la amenaza de una quiebra energética.

Al admitir que las reservas de gas apenas sobrepasan los 10 trillones de pies cúbicos se está dejando en claro que el futuro de la industria está hipotecado y que no tiene un horizonte mayor a los diez años. Es aceptar que, de no producirse una verdadera revolución, con cuantiosas inversiones en exploración, producción y en la expansión de los mercados en los próximos cinco años, Bolivia tendrá serios problemas para cumplir con sus contratos de exportación y abastecer la demanda interna, que de hecho ya atraviesa serias limitaciones. Esa revolución podría resultar improbable en un país donde no se ha perforado más que un puñado de pozos petroleros en cinco años y cuya empresa rectora de una actividad tan estratégica sigue sumergida en un mar de espejismos, ineficiencia y corrupción. Los bolivianos deberían tomar sus precauciones para cuando se produzca el descalabro final. Serán los últimos en hacerlo porque todos los países que dependen del gas boliviano ya lo hicieron.

Al admitir que las reservas de gas apenas sobrepasan los 10 trillones de pies cúbicos se está dejando en claro que el futuro de la industria está hipotecado y que no tiene un horizonte mayor a los 10 años. Es aceptar que, de no producirse una verdadera revolución, con cuantiosas inversiones en exploración, producción y en la expansión de los mercados, Bolivia tendrá serios problemas para cumplir con sus contratos de exportación y abastecer la demanda interna, que de ya sufre limitaciones. Esa revolución podría resultar improbable en un país donde no se ha perforado más que un puñado de pozos petroleros en cinco años.

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Los Tiempos: PERÚ BUSCA SU DESTINO

Los resultados de las elecciones muestran la emergencia de sectores que buscan cada vez mayor participación en la vida política de su país

Las elecciones generales que se realizaron en Perú el domingo, en las que ha obtenido la primera mayoría Ollanta Humala ("Gana Perú"), seguido de Keiko Fujimori ("Fuerza 2011"), Pedro Pablo Kuczynsky ("Alianza por el Gran Cambio"), Alberto Toledo  ("Perú Posible") y Luis Castañeda ("Solidaridad Nacional"), dan una nueva muestra de las profundas y complejas transformaciones que se registran en esta región del planeta.

Como antes en Venezuela, luego en Bolivia y finalmente en Ecuador, el sistema político basado en el funcionamiento de los partidos políticos ya no responde a la realidad. Desde el nombre de las agrupaciones peruanas dan cuenta de ese escenario y sus candidatos confirman el aserto. Se trata de alianzas poco estructuradas, en las que caben multitud de corrientes y que se agrupan alrededor del caudillo que es el único que puede delegar poder, con los peligros que ello conlleva.

Estas elecciones, además,  muestran con nitidez la decadencia de una elite tradicional que ha sido incapaz de leer la realidad, la misma que ellos escondían con un discurso triunfalista que los ha conducido a la derrota. Como en los países ya mencionados, esa élite, acostumbrada a definir el destino nacional, se da cuenta de sus yerros al momento de ser expulsada del poder.

Ahora, el Perú marcha hacia una segunda vuelta electoral y es posible creer que aún no se disiparán del todo las máscaras de las que hacen uso los candidatos en las lides electorales. Lo que se puede percibir es que Humala ha intentado desmarcarse del mandatario venezolano y acercarse a la experiencia del Partido de los Trabajadores de Brasil, pero mantiene un discurso nacionalista radical que, dados los antecedentes de esa ideología en la región y en el planeta, no necesariamente es sinónimo de buenos augurios.

En el caso de Keiko, además de sus denunciadas debilidades político-ideológicas, está el hecho concreto de ser la hija del expresidente Alberto Fujimori, de ambiguo recuerdo en Perú. Por un lado, ser quien derrotó a Sendero Luminoso, apresando a su plana mayor, y a la hiperinflación; pero por otro lado, quien violó los más elementales derechos humanos, y tuvo una gestión marcada por una elevada corrupción.

Ambos tienen, lo que no es un signo esperanzador, una tendencia marcada a un discurso autoritario y como sostiene un análisis especializado, "más de la mitad del electorado apoyó (…) ese tipo de discurso. La democracia institucional no es un valor definitivo entre los electores peruanos. Las debilidades institucionales del sistema nutren el autoritarismo que se encarnó en Humala, un militar revoltoso, y en Keiko Fujimori, la hija de un autócrata".

Pero, probablemente lo más importante de los resultados registrados en las elecciones peruanas de ayer es que muestran la emergencia de sectores sociales que buscan cada vez mayor participación en la vida política de su país, precisamente gracias a los avances económicos que esa nación ha registrado y que se han traducido en la salida de los bolsones de pobreza y extrema pobreza de una población que va convirtiéndose en una emergente nueva clase media que busca su espacio en una sociedad tan cerrada como la peruana.

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El Deber: Demandas justas

Buscar intenciones torcidas a las demandas que tienen convulsionados a los trabajadores del país es expediente socorrido a lo largo de las incontables confrontaciones de la clase trabajadora con los organismos gubernamentales. Tal vez hoy, como en muchas de las precedentes demandas de ajustes y reajustes salariales, las dificultades de tipo económico planteadas al Estado, sean ciertas y francamente intraficables y a la vez irrenunciables por el lado de los demandantes, trabajadores en general. Mas, porqué no aceptar a la vez los reparos estatales que entroncan con la precariedad del tesoro público que, presuntamente, está sobre el filo de una debacle financiera que puede producirse si no se defienden a sangre y fuego los pocos tomines del Tesoro menguado de la nación.

Son incontables, abrumadoramente pesadas, para ambas partes, -Estado y trabajadores-, de discusiones, de cambios de palabras en tonos diversos desde los bien fundamentados, razonables y moderados hasta los violentos y de hecho muy agraviantes y hasta de inapropiada torpeza. Y aunque tal vez la confrontación esté en vías de disiparse o incluso superada ya en los hechos, -tal nuestro deseo-, nunca estarán sobrando unas reflexiones conciliadoras o como se las quiera interpretar de uno y otro lado.

Somos, aunque nos duela admitirlo, un país uncido al carro de la pobreza desde hace muchos años, no tanto por carecer de recursos naturales, sino por ineptitud para manejar aquellos recursos y acrecentarlos mediante políticas y medios adecuados y patrióticos. Y para hacer más cuesta arriba la tarea de manejarnos con nuestras reservas y riquezas naturales, nos movemos en medio de contiendas políticas generalmente desorbitadas y violentas que nos mantienen a los bolivianos disgregados en frentes irreconciliables que hasta nos merecen y no vacilamos en entregarles el tributo de fraternales y similares, amén de copiosas ofrendas de sangre.

Con una posición privilegiada en el corazón de la América del Sur, -otra ventaja que no aprovechamos de forma efectiva-, marchamos virtualmente a la cola de países menos dotados por la naturaleza. Tomando en cuenta estas realidades que son indiscutibles, si pusiéramos de nuestra parte espíritu cívico, amén de otras virtudes del comportamiento humano, tendríamos la Bolivia con que soñaron nuestros libertadores.

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Cambio: Que gane Bolivia

El Gobierno nacional y la Central Obrera Boliviana (COB) convinieron ayer un preacuerdo tras una maratónica reunión en instalaciones de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional; documento que resume temas como el incremento salarial, la reactivación del aparato productivo, la abrogación del Decreto Supremo 21060, la reestructuración de la Caja Nacional de Salud y la seguridad alimentaria, entre otros.

Durante diez y ocho horas, autoridades y dirigentes de la central sindical y de sus federaciones y confederaciones afiliadas, discutieron —a puertas cerradas— todas las demandas de los trabajadores asalariados contenidos en una agenda de ocho puntos previamente consensuada.

Es decir, los protagonistas de este esfuerzo para superar un conflicto social, que la última semana había convulsionado la ciudad sede de gobierno, tuvieron el tiempo suficiente como para agotar el análisis de los temas que precipitaron la huelga general indefinida y las movilizaciones, aunque para la firma del acuerdo que ponga fin al conflicto se espera la aprobación de un ampliado de la COB —tal como manda la disciplina sindical— que ayer quedó en cuarto intermedio.

Es que el diálogo, como habíamos manifestado en este mismo espacio, es el camino para encarar todas las demandas que pudieran tener los trabajadores, no la presión ni la movilización descontrolada —como ocurrió, lamentablemente, la semana pasada—, porque sólo en una mesa de negociaciones es posible analizar a profundidad las justas reivindicaciones laborales, en el marco de las posibilidades reales de nuestra economía.

Por eso es trascendente que de los ocho puntos de la agenda que discutieron autoridades y dirigentes sindicales, siete hayan sido consensuados. Es de esperar que el ampliado de la COB acepte el incremento salarial del 10% y en este contexto urge que los dirigentes reflexionen en que insistir en un aumento salarial del 15% no favorecerá a los trabajadores, menos a todos los bolivianos.

Pero ¿cómo repercutiría en la economía boliviana una eventual atención gubernamental al incremento salarial del 15%? ¿Este aumento de los ingresos de los trabajadores realmente los beneficiaría? Creemos que no, pero veamos por qué.

No mejorará al poder adquisito de los salarios y sólo alimentará un proceso inflacionario que ningún boliviano desea. Si se accediera a utilizar las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia (BCB) —que son de todos los bolivianos— para atender la demanda salarial de la central sindical, el efecto sería mucho más grave.

Y si la inflación se desata lo peor que puede hacer el gobierno es incrementar los salarios más allá de las reales posibilidades de la economía boliviana, porque sólo elevará los precios de los productos, servicios y las espectativas inflacionarias, sumado a un peligroso aumento del déficit fiscal —programado en 800 millones de dólares para esta gestión— a 913 millones de dólares. Es decir, lo peor que puede hacer un gobierno es endeudarse para subir los salarios, cuando una responsable política económica señala que la deuda sólo se justifica si se la invierte en el sector productivo y en infraestructura para crear fuentes de trabajo, riqueza.

En este contexto, los dirigentes de la COB deberían asumir en que todo déficit se financia con deuda y si para aumentar los salarios en 15% el gobierno se endeudara, más temprano que tarde deberá pagar esa deuda más sus intereses. Es que los salarios del sector estatal deben ser financiados con recursos públicos provenientes de los impuestos, no con deuda. En el caso del sector privado, los empresarios subirían el costo de sus productos para financiar ese 15%. Entonces ¿quién gana?

Es que las reservas internacionales le dan solvencia y solidez financiera al país y le permiten acceder a créditos internacionales para el sector productivo. Además, sería bueno que la COB recuerde que en un proceso inflacionario, los salarios suben por las gradas y el costo de vida por el ascensor.

Si para aumentar los salarios en 15% el gobierno se endeudara, más temprano que tarde deberá pagar esa deuda más sus intereses. Además, en un proceso inflacionario, los salarios suben por las gradas, el costo de vida por el ascensor.

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La Prensa: Un día para los niños

Se trata de más de dos millones de niños, niñas y adolescentes del país que a diario sufren la pobreza, violencia, explotación, abandono y exclusión en sus derechos.

Mientras a lo largo y ancho del país las autoridades nacionales, departamentales y municipales, con el vistoso apoyo de un sinfín de organizaciones públicas y privadas, se esmeran hoy en hacer ver lo mucho que les preocupa la niñez boliviana, y para que eso se note organizan todo tipo de actos en los que su generosidad se pueda desplegar sin límite, la fría realidad, la que no deja de existir los 364 días que no son Día del Niño, sigue ahí, indiferente a los discursos bienintencionados.

Una pequeña muestra de lo que eso significa se puede ver en un informe de la Defensoría del Pueblo, según el cual casi la mitad ?46 por ciento? de la niñez boliviana sufre diferentes grados de violencia, de vulneración de sus derechos fundamentales. Se trata de más de dos millones de niños, niñas y adolescentes del país que a diario sufren la pobreza, violencia, explotación, abandono y exclusión en sus derechos.

?Con estos datos, nos preguntamos ¿qué futuro estamos construyendo??, ha dicho el Defensor del Pueblo al presentar esos datos y la pregunta, con lo dramática que es, bien merece una respuesta. Una respuesta que, por supuesto, no puede limitarse a las actividades que se realizan en días como hoy.

Es verdad que algo hacen al respecto las diferentes instancias estatales. Pero es evidente que no lo suficiente, pues, si bien hay algunos buenos resultados, basta ver el número de niños que sobreviven en las calles de las principales ciudades de nuestro país para constatar que no hay proporción entre la magnitud del problema y los esfuerzos que se hacen para resolverlo.

Es tanto lo que está en riesgo, nada menos que el futuro nacional, en sentido literal y figurado, que tal vez haya que dedicar algo más que un día al año a reflexionar sobre el asunto.

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El Diario: Sustancial cambio socio – político

El advenimiento ocurrido hace pocos años de la ideología populista trajo consigo extraños objetivos históricos para nuestra sociedad. En primer lugar se abandonó el objetivo de establecer y desarrollar la Nación y, al mismo tiempo, se abandonó el objetivo democrático-popular para retroceder, en cambio, al ayllu. Esa ”política” implicó el abandono del concepto de que la sociedad moderna está formada por clases sociales y no por razas como se pensaba antiguamente, punto de vista erróneo que el pueblo boliviano había desechado por reaccionario hace mucho tiempo y que, sin embargo, fue actualizado por las corrientes políticas más arcaicas del país.

Esa ideología de eliminar la presencia de clases sociales y suponer, en cambio, que el asunto es de razas, trajo consigo un caos total en la vida de la sociedad boliviana. El racismo se impuso y hasta se convirtió en ideología oficial del Estado plurinacional y así el mismo Estado adoptó contenido racista y dejó de ser clasista.

Esa situación se planteó hace algunos años y además fue puesta en ejecución con relativo éxito e inclusive fue incorporada a la Constitución. Su dominio fue creciendo, pero en realidad, a lo más era como una débil capa de nata que se disolvería ante el menor calentamiento de la leche. En efecto, eso está sucediendo. El ideario racista desaparece con sus supuestos “movimientos sociales” y resurge la sociedad formada por clases sociales con sus propios valores y objetivos.

Es más, se ponen en movimiento las clases sociales momentáneamente aplastadas y sumergidas por el racismo (expresión del populismo) y cada una de ellas ocupa su lugar según su peso específico. Los supuestos movimientos sociales de tipo racista dejan el escenario y ahora éste pasa a ser ocupado por clases sociales: los obreros, la clase media, los campesinos, intelectuales. Los trabajadores ocupan la vanguardia del proceso social, retomando la posición política en rebelión para hacer avanzar la historia, a diferencia del populismo reaccionario que sólo mira hacia el pasado.

Esa es la situación política del país a la que ha llegado Bolivia en este momento. La ideología racista ha naufragado y renace la política clasista, incluyendo la alianza de clases contra la nueva oligarquía. El intento racista perece irremisiblemente, aunque sólo después de haber pasado sobre el país como un tsunami arrasador durante casi un decenio y con la etiqueta de “izquierda”.

La observación anterior está confirmada en los hechos. Los supuestos “movimientos sociales” se han desvanecido y, en cambio, las clases sociales han pasado a ocupar la totalidad del escenario histórico y político del país y no sólo con proclamas líricas sino con hechos, permitiendo recordar que una mínima acción vale más que mil programas. El populismo racista, corrupto, hace mutis por el foro con el fracaso de su ideología, frustración confirmada por el criterio supremo de la práctica.

No está demás recordar que ese cambio social cualitativo tiene su origen en las elecciones para prefectos y alcaldes de hace un año, cuando el 70 por ciento de los electores urbanos votó contra los candidatos oficiales, acontecimiento al que siguieron otros menores como la convulsión contra el “gasolinazo”, el derrumbe de la popularidad del presidente Evo Morales, etc., que culminaron con los sucesos sociales de la semana pasada y se vislumbran como el principio del fin de la época populista.

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El Mundo: Deuda

El calendario de celebraciones tiene reservada para esta fecha la recordación del Día del Niño, una conmemoración que además del caramelo, del juguete o de algún otro regalo que puedan recibir los homenajeados, debe servir para renovar el compromiso a favor de la niñez. Desde los orígenes de la civilización, los niños han sido considerados personas que merecen una atención especial para que puedan proyectarse como hombres de bien en el futuro.

Nuestros lejanos antepasados dejaban en la experiencia de los mayores la tarea de hacer que los jóvenes y los niños se incorporen a la vida de la sociedad recogiendo la experiencia de los mayores para saber que cosas son buenas y que cosas debería evitarse para tener una vida tranquila y en lo posible feliz.

Lejos de mejorar las cosas, en muchas situaciones los niños son centro de los abusos de los mayores que no vacilan en explotar su fuerza de trabajo, negándoles inclusive la recompensa que deberían recibir por su esfuerzo, o simplemente dejarlos de lado sin orientarles la atención que merecen.

Si somos capaces de reconocer que la presencia de los niños en la sociedad es obra de los mayores, deberíamos asumir el compromiso de velar por ellos y brindarles todas las posibilidades de tener una vida feliz.

Reiteramos algo que hemos repetido con insistencia, la importancia de la educación, los niños como se ha dicho en infinidad de oportunidades, tienen sus manos el futuro y para ello deberían estar preparados.

La educación de ésa manera se convierte en un compromiso que los mayores deberíamos encarar con seriedad, para que no se repitan mucha situaciones que se ha producido en la marcha de la sociedad por la falta de los conocimientos que podían haber permitido soluciones mucho más serias.

Afortunadamente en nuestro país parecen haber desaparecido las demostraciones de fuerza para hacerse del poder e imponer criterios no siempre acertados para forzar a la ciudadanía a actuar al servicio de intereses privados, en las condiciones actuales, quienes tienen el poder en sus manos lo hacen por una decisión de la voluntad popular y en tales condiciones, es obligación de ellos retribuir el apoyo recibido dando lo mejor de si para llevar a la sociedad por el mejor camino y en especial a los niños que tienen la vida por delante.

No sólo quienes ejercen el poder sino todos, en la dimensión en que nos desenvolvemos, deberíamos hacer compromiso para velar por el bienestar de los niños y buscar que su vida se desarrollo en el marco del estudio, la honestidad, la disciplina y el servicio a los demás.

Hagamos votos porque desaparezcan de nuestra sociedad todas aquellas actitudes que van el perjuicio de los niños estimulen su crecimiento dentro de un ambiente propicio.

Si bien la marcha de la sociedad está en manos de quienes la gobiernan, todos tenemos obligación de aportar, a favor de los niños, cuidarlos y protegerlos y evitar que se les haga daño.

No un día al año sino todos los días, la atención de las personas debería estar centrada en el mejor desenvolvimiento de la vida de los niños, sabemos que ello no deja de ser una utopia; sin embargo, debemos estar seguros de que muchas cosas que al parecer son imposibles pueden acercarse a lo real gracias a la voluntar que se ponga para concretarlas.

Ojala que los niños puedan recibir todas aquellas cosas que abusivamente les niegan los mayores por su egoísmo, aprovechando de que son seres indefensos.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: Persistencia del trabajo precario

La recuperación de la economía, luego de la crisis de 2001/2, permitió reducir la desocupación y mejorar los ingresos en términos globales, pero -contrastando con el discurso exitista oficial en la materia- una parte importante de los ocupados tienen trabajos con diferente grado de precariedad.

Según el último informe del observatorio social de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 48,2% de la población activa está en condiciones de precariedad laboral y subempleos indigentes. Este nivel es superior al de los años 2007 y 2008, años previos a la más reciente crisis, e indica que la capacidad de crear empleos de la economía se ha reducido en términos relativos. Esto se debería a la incertidumbre que generan los desequilibrios macroeconómicos, especialmente la inflación y, más recientemente, la derivada del proceso electoral. Por otra parte, el fenómeno afecta en mayor medida a los empleados de menores ingresos, entre los cuales casi la mitad se encuentra ?en negro?, es decir, privado de aportes sociales y otros derechos asociados al empleo registrado.

El informe de la UCA estima, además, que el nivel de desempleo es tres puntos mayor que el 7,3 % informado por el INDEC para el cuatro trimestre de 2010. El bajo ritmo de creación de empleo, y las diferencias existentes en términos de calidad del mismo y de ingresos, dan cuenta de que la mejora del mercado de trabajo no puede depender sólo del crecimiento y que son necesarias políticas dirigidas a los sectores laboralmente más desfavorecidos.

Un informe del Observatorio de la Deuda Social muestra un elevado porcentaje de empleo precario, que afecta más a los segmentos de menores ingresos.

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