El Papa responde a la audiencia en un programa de televisión

EL VATICANO - PAPA BENEDICTO XVI El papa Benedicto XVI respondió a la preguntas de una niña en Japón, a una mujer musulmana en Costa de Marfil y a una madre con un hijo en estado vegetativo en su primera conversación televisada con la audiencia, emitida el día de Viernes Santo.

El pontífice alemán, como su predecesor polaco Juan Pablo II, ha concedido entrevistas en raras ocasiones a periodistas para la televisión, pero su contacto directo con el público en general ha supuesto un nuevo paso para el líder de los 1.200 millones de católicos del mundo.

Aunque la interacción estuvo fuertemente controlada por responsables del Vaticano, la emisión supuso un intento por revitalizar la imagen de la Iglesia por parte del Papa, que el jueves lamentó el declive de la fe cristiana en el mundo occidental.



El programa fue emitido en la televisión italiana a media tarde, sobre la hora en la que tradicionalmente se cree que murió Jesucristo el día de Viernes Santo, y contenía siete preguntas de participantes seleccionados en todo el mundo.

Sentado en su escritorio, el Pontífice de 84 años dijo a la madre de un hombre en coma permanente que el alma de su hijo aún estaba en su cuerpo y que él podía sentir la presencia del amor.

"La situación, quizás, es como la de esas guitarras a las que se le han roto las cuerdas y que por tanto ya no puede sonar", dijo el Papa a la madre italiana, que habló junto a su hijo.

En respuesta a una niña de siete años japonesa que le pidió que explicara el sufrimiento en su país tras el desastroso terremoto del 11 de marzo, en el que murieron unas 28.000 personas, señaló a Jesús y dijo que el sufrimiento no era en vano.

"Sabemos que Jesús sufrió como lo hacéis vosotros", declaró el Papa.

En respuesta a una petición de consejo de una mujer musulmana en Costa de Marfil, país que emerge de un conflicto en el que han muerto al menos 1.500 personas y un millón se han visto obligadas a huir, el Papa dijo que la gente debería tomar a Cristo como un ejemplo de paz.

"La violencia nunca viene de Dios, nunca ayuda a traer nada nuevo, sino que es una vía destructiva y no el camino para escapar de las dificultades", dijo.

También dijo a la juventud en Irak que la Iglesia estaba alentando el diálogo entre religiones.

Reuters