El súper presidente bolivariano, coronel Hugo Chávez Frías, siguió el camino de su anti-gira latinoamericana, con la que busca contrapesar los avances de la diplomacia estadounidense a partir de la reciente visita de Barack Obama. En su pasaje por Bolivia dejó claro quién manda en el bloque de la ALBA, al reclamarle a Evo el cumplimiento de los acuerdos de “cooperación”. En el acto oficialista de Cochabamba repitió sus consignas paradójicas contra la “locura imperial”, en un claro ejemplo de transferencia freudiana, mecanismo psicológico por el cual se asignan al Otro los propios defectos… En efecto, no parece haber mayor “locura imperial” que la del mismo coronel Chávez, quien se arroga el derecho a opinar sobre los asuntos de las demás naciones latinoamericanas, y a actuar en clara injerencia mediante su influencia económica, ideológica y militar. Cabe decir, entonces, que la de Chávez fue una visita imperial, organizada para apuntalar las ruinas de su proyecto hegemónico continental. Y es que el ejemplo de lo que está sucediendo con sus aliados de Libia y Siria tiene muy preocupado al mandatario venezolano, que estaría “contando soldados” para la defensa de su régimen…
La doctrina Sippenhaft en Bolivia
Una de las atrocidades de la Alemania nazi parece estar reapareciendo en la Bolivia de Evo Morales. La doctrina Sippenhaft o Sippenhaftung fue un concepto jurídico del Tercer Reich, según el cual un acusado de “crímenes contra el Estado” extendía automáticamente su responsabilidad hacia sus parientes, de modo que estos familiares eran también perseguidos. Algo así estaría sucediendo en el caso de la persecución contra el analista político Erick Fajardo, ex asesor del CONALDE y exiliado en los Estados Unidos a raíz de un juicio impulsado por el partido de gobierno, con las obvias fallas al debido proceso a las que estamos acostumbrados en los últimos años. Sucede que las autoridades que llevan adelante el proceso pretenden que sea la madre de Fajardo quien corra con los gastos de la persecución judicial. Otro símil de este caso sería el de China, donde se obliga a los familiares a pagar por las balas con las que se ejecuta a los disidentes…