La etnología imaginaria del MAS

EVO ÉTNICO En la antigüedad existían las zoologías fantásticas o “bestiarios”, donde se describía a toda clase de seres imaginarios: centauros (mitad hombres y mitad caballos), grifos (mitad leones y mitad pájaros), sirenas (mitad mujeres y mitad peces), quimeras (un tercio leones, un tercio cabras y un tercio serpientes) y un largo etcétera.

En el Estado Plurisurreal de Evo Morales esos frutos afiebrados de la imaginación parecen haber renacido en el ámbito antropológico, con la invención de etnias fantásticas como la “yuracaré-mojeña”, sin asidero biológico o lingüístico y sólo presente en el benévolo papel que, como se sabe, lo soporta todo.

Son las muestras de esa variante de la ingeniería social que aplica el modelo etnopopulista del MAS, ingeniería racial sería lo más preciso, en la que, como declaró el vicepresidente Álvaro García Linera, “se busca indianizar a los blancoides”. Se trata de un instrumento que permite redefinir tanto la representación política (a nivel nacional y departamental) como eventualmente la división territorial del país.



A la invención de esta etnia, mitad yuracaré y mitad mojeña, podría seguir con la misma lógica la creación de otras, a gusto y conveniencia del gobierno central. De nuestra parte, podríamos sugerir la fabricación de etnias como la quechua-croata (fruto de la unión entre transportistas yugoeslavos y campesinas cochabambinas), uru-menonitas, camba-chipayas, toba-chapacos y germano-ayoreos, entre tantas otras perlas que pasarían a integrar el bestiario etnológico del MAS…

[email protected]