El Papa Benedicto XVI está «entristecido» por el trato dado a la Iglesia en China, donde un grupo de católicos fieles al régimen de Pekín ordenó a obispos sin la aprobación del pontífice y solo con apoyo de autoridades civiles.
En una nota, la sala de prensa del Vaticano declaró este sábado que el último de estos obispos, quien recibió la ordenación episcopal el pasado jueves en la localidad de Shantou, está excomulgado y carece de autoridad para guiar los destinos de esa diócesis.
«El reverendo Joseph Huang Bingzhang, ordenado sin el mandato pontificio y, por tanto, ilegítimamente, incurrió en las sanciones previstas por el cánon 1382 del Código de Derecho Canónico», estableció el texto al hacer referencia a la pena de excomunión.
«Como consecuencia la Santa Sede no lo reconoce como obispo de la diócesis de Shantou y él está privado de la autoridad de gobernar la comunidad católica diocesana», agregó.
Precisó que Huang Bingzhang había sido informado desde hace tiempo que no podía ser aprobado por la Sede Apostólica como candidato episcopal, dado que la diócesis de Shantou tiene ya un obispo legítimo, pero sin reconocimiento de las autoridades.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En la ordenación del jueves pasado participaron ocho obispos, todos reconocidos por El Vaticano, quienes también corrieron el riesgo de ser excomulgados.
Empero, en el comunicado, El Vaticano aclaró que esos prelados fueron obligados a asistir a la ceremonia, aunque habían manifestado la propia voluntad de no participar y puesto en práctica «formas de resistencia», aunque no especificó cuáles.
Esto, de hecho, minimizó su culpabilidad y los eximió de la pena de excomunión. El texto reconoció a dicha resistencia como un «acto meritorio» ante Dios, que suscita aprecio en toda la Iglesia.
Extendió ese aprecio también a los sacerdotes, personas consagradas y fieles que defendieron a sus propios pastores, acompañándolos en este difícil momento con la oración y compartiendo el sufrimiento íntimo.
«La Santa Sede reafirma el derecho de los católicos chinos de poder actuar libremente, siguiendo la propia conciencia y permaneciendo fieles al sucesor de Pedro y en comunión con la Iglesia universal», estableció.
«El santo padre, habiendo conocido estos acontecimiento, una vez más se entristece de cómo es tratada la Iglesia en China y desea que se puedan superar, lo antes posible, las presentes dificultades», apuntó.
Las recientes ordenaciones episcopales chinas han revitalizado a la Asociación Patriótica (AP), una «iglesia católica nacional» fiel a los dictados del régimen de Pekín y autónoma de Roma.
En los últimos años, el gobierno de Pekín había marginado a la AP y evitado ordenar obispos sin el visto bueno del Papa, mientras a nivel diplomático se condujeron conversaciones encaminadas al establecimiento de relaciones diplomáticas.
La República Popular de China y El Vaticano carecen de vínculos oficiales desde hace más de 50 años, uno de los obstáculos a la normalización de los vínculos oficiales es el nombramiento de obispos desde Roma, que Pekín considera como un peligro para su política interna.
Fuente: Yahoo Noticias