Ralph Fiennes se ha unido esta semana a la larga lista de detractores de Twitter por su perjudicial influencia en el lenguaje juvenil. El actor, que asegura no tener cuenta en la popular red social, acaba de debutar como director con una película basada en la obra de Shakespeare Coriolano, que ha estrenado en el Festival de Cine del British Film Institute de Londres y que explica, en parte, su actual preocupación por el idioma inglés.
«Nuestra expresividad y el uso que le damos a algunas palabras se está diluyendo hasta el punto de que un párrafo con más de una oración se ha convertido en un problema», exagera el actor durante el certamen londinense. «Y para qué decir de una palabra con más de dos sílabas».
Según el protagonista de Shakespeare in love, de 48 años, los estudiantes de arte dramático son algunos de los más afectados con la perjudicial influencia de las redes sociales, especialmente Twitter, que obliga al usuario a reducir sus ideas a 140 caracteres.
«La gente en las escuelas de teatro dice que lo más impresionante es cómo los más jóvenes se enfrentan a la densidad de un texto de Shakespeare como a un tremendo desafío», se lamenta. «Eso no pasaba con las generaciones anteriores».
Lo que está claro es que Fiennes se ha mantenido lejos de la mala influencia. En 2007, el actor se hizo merecedor del prestigioso premio literario James Joyce, que otorga el University College de Dublín, en Irlanda.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Fuente: www.elpais.com