El mango de la sartén (también quema)

Karen Arauz

karen-arauz Aparte del desaforado despilfarro de más de cien millones -la más cara e inédita erogación a la ineficiencia- las judiciales nos proponen ciertas certezas.

Es un hecho que el oficialismo no se dará por aludido e ignorará lo que se traduce en los resultados posesionando con el boato de rigor a los elegidos. La finalidad: enrostrar con altivez, que pese a su derrota tienen la sartén por el mango Pero una de las leyes de la experimentación en laboratorio de física según mi amigo Murphy, es que ciertos materiales tienen exactamente el mismo aspecto en estado frío como caliente. Y el mango de esta sartén, está que quema.



A la derrota del oficialismo -pese a sus mejores esfuerzos- no hay manera de disfrazarla. Es que este órgano electoral, es superlativamente peor que el anterior, aunque con la misma dosis de cinismo. Ésos fueron tan duchos en emborrachar la perdiz, que no quedaron huellas visibles de su discrecional manejo del voto ciudadano. Pese a que Ovando y su banda con toda la plata del mundo, toda la maquinaria a su disposición, sus vaivenes y sobre todo su supina ignorancia, no ayudó en esta oportunidad a mantener la quimera de un movimiento político que moviliza la masa y que otorga complaciente su firma para el proyecto que se supone cambiaría este país para bien y para siempre.

Pese al dramatismo del momento, sonrío en lo que estará teniendo que soportar tanto Ovando como Pinto (el amigo de la infancia de García Linera). Porque que se las cobrarán, se las cobrarán. Con extrema palidez, afirman que la “próxima vez” se superarán las falencias. ¿Serán tan cándidos para suponer que habrá una próxima vez?

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Del mismo modo que los policías pagaron solitos el pato por el desdichado intento de diluir la marcha del TIPNIS, será la cabeza de Ovando y sus profanos acompañantes las que rodarán más temprano que tarde, cuando lo que correspondería ante tanta ineficiencia, desmesurada injerencia partidaria, mala intención y cúmulo de errores, es que estas elecciones sean anuladas. Sin contar por supuesto que el porcentaje de nulidad no da lugar a incertidumbres.

Qué difícil es lograr un mínimo de autocrítica de los aspirantes a autócratas. Este batacazo, de boca para afuera, no les mueve un pelo pero por dentro, habrá gente que está empezando a pensar en escabullirse disimuladamente. Porque si el gasolinazo sumado a lo de Yucumo les resultó un tiro por la culata y la llegada de la marcha a la sede de gobierno es un trago muy amargo para el gobierno, esta su inédita elección judicial no hay duda que les explotará en la cara.

La ciudadanía en general viene demostrando una ejemplar vocación democrática. Han comprendido que el rechazo -no necesariamente ni exclusivamente- va por la protesta callejera. Han demostrado que anular un voto o ignorarlo dejándolo en blanco, es un recurso democrático para expresar su descontento. Esta forma de la democracia, no es la misma que entienden algunos voceros gubernamentales. Porque la democracia no es elástica, no la pueden estirar “ad infinitum”. Porque la convivencia democrática, se rompe cuando los malos gobernantes no sólo no interpretan la voluntad del soberano a cabalidad, sino que se la usan para sus fines particulares.

Ya es sabido que (por ahora) acá no pasará nada. Le darán legalidad a la elección e ignorarán la legitimidad política sin detenerse a pensar que la legalidad sin legitimidad, es como un cuadro pintado en una húmeda pared.

No creo que nadie que votó nulo o desdeñó la papeleta de votación tenga en sí algo en contra de los abogados que se prestaron a postular.

El rechazo no tiene nada que ver con ellos. Uno no rechaza lo que desconoce. Y tiene todo que ver con la manera de cómo el gobierno está empeñado en provocar por imponer su voluntad. Insólito que nadie se atreva a convencer a SE que la calle está en verdad molesta.

Ésta es quien sabe la última advertencia que les hace el pueblo de que es necesario hacer una pausa en su desenfrenada carrera por el poder hegemónico, mirar a ambos lados del camino y tomar la dirección correcta. Porque los que los pusieron donde están, son los mismos que el domingo les mandó un mensaje fuerte y claro. No es bueno olvidar que la escalera que se usa para subir, también sirve para bajar.

A través de sus medios de prensa, el gobierno está sobreestimando con particular interés a la oposición formal y está subestimando a la población en general. La gran afluencia de votantes a ejercer su derecho –a la luz de los resultados- debe ser aquilatada en su verdadera dimensión. La gente se movilizó expresamente para anular su voto Como es probable que se movilizará para exigir un referéndum revocatorio antes de que la sangre llegue al río.